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❛❛Hasta pronto❞

Taehyung creyó haber dormido una eternidad, cuando recuperó la conciencia, sus músculos estaban relajados, sus ojos no ardían, no se sentía agotado a pesar de haber dormido ni con ganas de descansar todo el día, pero algo se sentía raro en su cama y cuando giró su cuerpo casi ríe de ternura.

JungKook estaba a su lado, cumplió su promesa de quedarse con él a pesar de que podía ser un poco peligroso, sin embargo, no pudo evitar pensar en lo lindo que se veía.

Ahhh, ¿quién iba a imaginar si quiera que su existencia era algo fuera de la comprensión humana? En ese mismo instante parecía tan vulnerable, tan puro y natural durmiendo como un bebé a su lado, sus ojos cerrados y cortos suspiros. Sencillamente tierno.

Acercó su mano a su bello rostro, cuidadoso, y en el momento en que rozó sus dedos con su piel, los ojos de JungKook se abrieron en grande y le mira confundido.

—¿Tengo algo en la cara?

Taehyung cayó de bruces al suelo por la impresión y se quejó cuando el golpe comenzó a doler, JungKook mientras se reía de su desgracia.

—Maldición, ¿cuánto tiempo llevas despierto? —Pregunta en tono molesto para desviar su atención de lo avergonzado que se estaba sintiendo por dentro.

—Unas... Dos horas. Duermes como una roca, Taehyunggie. Ahora de verdad te asusté, ¿no es así?

—Cierra tu sucia boca. Casi me da un infarto por tu culpa.

—Pensé que estarías feliz al verme aquí en la mañana, si esa será tu actitud, entonces quizás deba irme.

—Jódete, demonio manipulador. Vete si es que quieres. —JungKook no aparta su vista, más permanece callado y con una sonrisa durante unos segundos.

—¿Sabes? No podría dejarte con todo el desayuno que hiciste, necesitas más de una persona para comer todo eso, corre, despierta y calienta la comida. —TaeHyung se queja con pereza, pero termina por levantarse y bajar a la cocina.

A decir verdad, llevaba tiempo planeando eso y seguramente JungKook lo sabía, así que estaba entusiasmado porque al fin estaba ocurriendo.

Poco tiempo después, Jeon bajó aún en pijama, con el cabello menos desordenado a comparación de minutos atrás.
Había visto a JungKook cientos de veces, pasaban mucho tiempo juntos, pero era la primera que veía esa faceta de él, entonces supo que aún le quedaba mucho por descubrir sobre el demonio.

Jeon se sentó en el comedor y pasaron un agradable momento en silencio mientras el castaño terminaba de servir el jugo y resto de comida. Entonces se sentó frente al azabache y comenzaron a degustar todo disfrutando de los sabores.

Taehyung sabía que su peculiar acompañante no podía percibir al cien por ciento el sabor de la comida, se lo había mencionado en una ocasión, pero que elogiara lo rico del desayuno calentaba su pechito de emoción y ternura, porque era un gran gesto de su parte. Quizás Jeon estaba pensando que era ingenuo, pero ¿qué más daba? Lo importante era la intención de sus palabras.

La mañana transcurrió así, bromeando como siempre; el castaño quería imaginar que cada una de sus acciones tenían una pizca de coqueteo, sin embargo, su lado racional le decía que era algo imposible, pero solo por ese día, solo por unas horas permitió que sus deseos fueran más fuertes que su razón y disfrutó de lo satisfactorio que se sentía; después olvidaría sus sentimientos hacia JungKook, se lo había prometido a sí mismo.

¿Cuándo se había dado cuenta de aquello? ¿que ese demonio robó su corazón?

Desde aquella noche, aún siendo un niño, supo que algo sobrenatural le ocurrió, pero su poco conocimiento del tema lo hizo pasar de largo y ver a JungKook como un agradable compañero, porque nunca vió a JungKook como su padre o algo por el estilo, solo como su mejor amigo, aunque su relación no era del todo recíproca.

No indagó más sobre el tema, y hasta ese momento no lo había hecho, la única información que tenía era la que el mismo JungKook le proporcionaba, no estaba del todo mal para él.

En ese entonces, empezó a ser más consciente de su presencia, a pesar de que el azabache se escondía muy bien, Taehyung sabía que lo seguía a donde sea, sin embargo, después de esa noche, no volvió a defenderlo de nada ni nadie, su padrastro borracho ya ni si quiera le dirigía la palabra para su fortuna, así que Jeon no se interpuso más.

El castaño nunca fue muy sociale, pero después del colegio, regresaba a su habitación y hablaba sobre todo lo que le había ocurrido en sus clases, contaba todas sus aventuras y sentimientos, porque sabía que aquel ser lo escuchaba... Pero nunca le dijo nada, se escondía abajo de su cama y paseaba sus ojos por toda la habitación, pero nunca hizo ningún ruido.
Eso duró unos cuantos años, hasta que JungKook por primera vez le respondió algo.

“—¿Un nuevo amigo?

Fue más un susurro con algo de incredulidad, Taehyung también se sorprendió bastante. 

—¡Vaya! Así que me vuelves a hablar, creí que te habías quedado mudo o algo... Uhm, sí, pero no es solo mi amigo, es mi mejor amigo en todo el universo, creo que vendrá a una pijamada mañana, no lo asustes, ¿de acuerdo?

—¿Qué es un amigo?

—Ya sabes, alguien que te acompaña y escucha, que juega contigo y tiene los mismos gustos que tú aunque no todos, con quién compartes tu almuerzo y ese tipo de cosas.

JungKook no volvió a hablar, pero entonces el castaño se dió cuenta de algo importante, ¿por qué ese sujeto no sabía lo que un amigo era?

—Tú... ¿nunca has tenido un amigo?

En todos sus siglos de existencia, el pelinegro nunca escuchó un término parecido, porque si bien era correcta la explicación que Taehyung le había dado, -a escala para ser un niño claramente-, los humanos solían tener vínculos débiles. Se traicionaban y manipulaban a pesar de hacerse llamar ‘amigos’, era algo que había aprendido en su estancia allí.

En su mundo, nunca hubo ni habría la necesidad de ese tipo de relaciones, era muy difícil encontrar a dos seres de su especie cazando juntas o trabajando en equipo, porque eso traía otros problemas.

Porque a veces a los soldados de las más bajas categorías, les ocurrían cosas dolorosas y su compañero, al intentar salvarlo, cometía dos grandes faltas. Entonces ambos terminaban siendo ejecutados. Esos entes, que poseían algo de empatía, eran considerados débiles.

Y no había lugar para débiles.

Seres de un rango más alto se alejaban por preferencia propia de esas situaciones, a pesar de que ellos estaban libres de ser castigados así, la gran mayoría gustaba de su rutinaria y solitaria existencia.

—¿Quizás somos amigos? —Pensó en voz alta, tras recordar cómo le ocurrió algo parecido con Taehyung, en algún sentido. 

—¿Tú y yo?

—Uh... Sí.

—Ahh, nunca hablas conmigo, casi nunca te veo, ¡nunca dejas que te vea! y ahora dices algo así, ¿quién te crees? —Por su puesto, Taehyung no iba a admitir que siempre lo consideró su amigo, porque tenía una dignidad que mantener, incluso frente al monstruo.

—Si dejo que me veas y hablo contigo, ¿seré tu amigo?

—Bien, pero Jimin es el primer amigo normal que tengo en mucho tiempo, él estará conmigo en la escuela y en las calles, cuando no pueda hablar contigo.

—De acuerdo.

—Tienes sentimientos después de todo. —JungKook ignoró eso y también al castaño por unos minutos mientras seguía hablando de su nuevo amigo, hasta que le volvió llamar. —Señor endemoniado.

—Por favor no me llames así.

—Nunca supe tu nombre. —Pensó por unos minutos, encontrando la mejor manera de adaptar los sonidos de su nombre para que Taehyung lo entendiese. —¿Me lo dirás?

—JungKook, Jeon JungKook.

—Tienes un lindo nombre para ser un demonio.

—Tienes una linda alma para ser un humano.

Eso fue en noveno u octavo grado, JungKook no lo acompañaba mucho al saber que si algo pasaba, Jimin lo defendería, porque a diferencia suya, sí podría hacerlo.

Jeon le ayudó una vez y fue arriesgado, desapareció por un tiempo para compensar su metida de pata.
Por su puesto que hacer algo considerado bueno en el mundo humano traía sus consecuencias, y para no llamar la atención, causó un par de desastres; pero aún así, tuvo que alejarse de Taehyung, solo por si las dudas y para evitar que algo malo le sucediera.

Era alguien respetado, todos evitaban meterse con él, pero había unos cuantos que siempre tenían su vista sobre sus acciones para aprovecharse de cualquier situación.

JungKook había rechazado en múltiples ocasiones adquirir el tan sonado gran poder, infinito, sobre todas las tierras, porque todos aquellos dignos de él que cayeron en la tentación y terminaron por aceptarlo, se volvieron más locos de lo que estaban y después desaparecieron, nadie nunca más supo sobre sus presencias en ninguna dimensión, en ningún tiempo. Eso lo libraba de cualquier juicio o castigo, pero era un precio demasiado alto.

Era bien sabido que el motor que mueve a especies como la suya era el miedo, tanto el de otros como el propio.

Jeon vivía acomplejado todo el tiempo por ello, porque una existencia como la suya era difícil de comprender y el desaparecer lo era aún más, un ser con tanto conocimiento como él y que no pudiera comprender cosas como no existir le aterraba por completo, pero su miedo dejó de ser “desaparecer” después de tantísimos años, y ahora lo que más le aterraba, era ver a Taehyung herido, de cualquier forma.

Sabía que el castaño moriría, porque era un mortal a final de cuentas, pero tan solo imaginarse que un día Kim simplemente no volvería a abrir los ojos, le parecía un escenario completamente aterrador. 

Desarrolló sentimientos por él, ya no había porqué negarlo, no fue cuando era un niño ni un adolescente porque en ese entonces solo le causaba mera curiosidad y estar cerca de él le permitía estudiar más a fondo a los de su especie; quizás cuando Taehyung tenía 19 o 20 años humanos y se convirtió en un hombre atractivo en todos los sentidos, que ni él mismo se salvó de caer en sus encantos.
Para ese entonces, podían entenderse mejor, charlaban de diferentes cosas y, aunque Taehyung insistía en que el monstruo le hacía compañía, JungKook siempre lo sintió al revés.

¿Qué tan peligroso podía ser, a final de cuentas, enamorarse de un humano?

Omg hola, regresé después de siglos, ¿cómo les va?

Como siempre les agradezco mucho por leer, ojalá que tenga tiempo para escribir la otra parte y subirla pronto, estoy ATASCADA en tareas, proyectos, exámenes finales y mi examen de admisión, así que debo concentrarme en eso.

Quizás haya dos partes más, la segunda de este capítulo y otro que ya sería el final, final.

Tenía muchas ganas de publicar, hace mucho que no me aparezco por aquí, lxs extraño.

Les agradezco mucho por leer, de nuevo, cuídense, coman bien, descansen y no se estresen mucho. Les amo muchísimo ❤️