𝐃𝐄𝐋𝐅Í𝐍
Lorena camino hasta su asiento y coloco su bolso en el suelo cerca de sus piernas, saco su libreta y simplemente se postro ahí, esperando que yo me acomodara para iniciar la sesión.
Solté una pequeña carcajada que no fuera tan sutil para que ella escuchara y me levante de mi cámara dirigirme a mi silla.
Me quede mirándola fijamente, su apariencia había cambiado, ya no llegaba sus anteojos gastados, traía ahora una gran gabardina blanca que lograba tapar gran parte de su cuerpo. Miré más abajo y me dije que sus tacones eran un rojo intenso, pero sus puntas ya no estaban desgastas.
Sus ojos también se postraban en mí, se notaba que también me andaba analizando.
—Veo... Que tuviste una mala noche —dijo Lorena soltando ella el primer dialogo.
—Solo tuve una pesadilla, nada más eso —respondí aclarando mi voz.
—¿Qué clase de pesadilla tuviste? —preguntó Lorena.
—Nada interesante que sirviera como información para ti.
Lorena se me quedo viendo con cara de incrédula, y luego se cruzó de piernas.
—Lorena soltó un suspiro —está bien, quizás te preguntes por qué he regresado.
—Por las insistencias de ayer, me imagine que volverías... No pareces ser una persona que se rinda fácil —le dije con un tono sarcástico.
—Lo pensé muy bien, aceptaré que me hagas preguntas, si así avanzamos con tu tratamiento —dijo Lorena entre dientes.
—¿Te gustan los delfines? —le pregunté.
—¿Esa es tu pregunta para iniciar? —preguntó Lorena en tono burlesco y levantando una ceja.
—Sí. —le conteste sin titubear.
—Pienso que son mamíferos interesantes —añadió ella.
Revise mi cajetilla y solo me quedaba el último cigarrillo, lo tome y lo puse en mi boca para luego prenderlo con el mechero. Le di una buena succión al humo, que luego tomé el cigarrillo con mi mano izquierda y lo fui expulsando lentamente.
—Dicen que los delfines pueden estar en dos mundos a la vez, a veces los suelen relacionar con el yin y el yang por la fuerte espiritualidad que tienen —aclaré.
—¿Piensas que hay más mundos aparte de este? —preguntó Lorena.
—Pienso que la realidad solo es una minúscula parte de lo que podemos moldear a nuestro antojo —expresé.
—¿Cómo crees que lograríamos eso? —preguntó intrigada.
—Tal vez... Por medio de los sueños.
Lorena dejo de escribir en su libreta como si algo de lo que había dicho la hubiera angustiado.
—Deberíamos de dejar de hablar de este tema y concentrarnos en lo importante. Tu primera víctima —expresó Lorena.
—No puedo recodar mucho sobre eso, pero sé que esa noche perdí a mi hermano —le dije con un tono apagado.
—¿Cómo se conocieron? ¿cómo acabo su cuerpo en un bosque desmembrado? —preguntaba Lorena sin escrúpulos.
—Es difícil de contar, pero yo no conocía a esa chica y tampoco la había asesinado —le dije.
—¿Qué fue lo que paso aquella noche en el festival? quiero que seas sincero, no omitas ningún detalle —dijo ella siendo directa.
<< Cada vez que intentaba recordar, mi cabeza me dolía, tenía muchos recuerdos, pero todos eran muy borrosos. Pensé en mi mente >>.
—¿Estás bien? ¿necesitas un vaso con agua? —preguntó Lorena.
—Tranquila, es mi cabeza tratando de cerrar recuerdos dolorosos —añadí
—Quizás sea por el tratamiento de los choques eléctricos, podemos retomar mañana si eso deseas, tendrás tiempo de descansar mejor y no tener que soportar mis preguntas —me decía Lorena esperando una respuesta negativa.
—Nunca he dicho que me he cansado de ti. solamente estoy cansado, pero podemos continuar con la sesión —le respondí mirándola a los ojos y con un tono más serio.
—Está bien... No quiero presionarte para hablar —añadió Lorena.
me le quede mirando, tratando de analizarla, pero hoy se sentía otra, como si de un día para otro hubiera cambiado. quizás ahora estaba más precavida.
—¿Podemos continuar? —preguntó Lorena.
—Claro... ¿Alguna vez fuiste a ese festival? —pregunté.
—Nuevamente comenzamos con tu tanta de preguntas —comentó Lorena.
—Pensé que ya estabas de acuerdo de que nos haríamos preguntas para así yo poder brindarte la mejor información posible —añadí.
Sentía como Lorena no quería continuar con esto, mis preguntas de algún modo la incomodaban o sabía que era para perder el tiempo.
—No, mis padres eran muy sobre protectores, así que... nunca pude disfrutar de ese tal festival—añadió Lorena.
—Creo que eso está bien, tener padres que te cuiden demasiado ante los peligros del mundo —expresé.
—Si... Eran padres muy amorosos —dijo ella.
—No te hubiera gustado ir, solo hay personas drogadas y bebiendo mucho alcohol —le dije.
—Entonces... Estabas drogado... ¿Cuándo la mataste? —preguntó Lorena queriendo afirmar.
—No... Digo si... —tartamudee —Pero... No fue mi culpa o eso quiero pensar yo. Solo aparecí en ese lugar junto a ella, pero no recuerdo nada más.
—Estás admitiendo que usaste drogas, pero... ¿No recuerdas nada de lo sucedido? —Preguntó Lorena en un tono más alto.
—Sé que suena difícil de creer, pero yo no le había hecho nada, yo solo trataba de disfrutar ese día con mi hermano, pero luego él desapareció. Ya de ahí no recuerdo nada más.
—¿Crees que tu hermano lo halla echo y quiso inculparte? —Preguntó ella insistiendo.
Me quede un momento en silencio. —No fue así, conozco a mi hermano, él no sería capaz de hacerlo, nos queríamos demasiado.
—Entonces cuéntame tu versión, según los informes no quisiste hablar sobre esto, diste razones para que te inculparan sobre la muerte de esa chica —expresó Lorena.
—Pero... No fue solo ella, había miles de personas muertas en ese lugar —contesté.
—Sí, la gran masacre de Forrest Moon, dijeron que pudo haber sido una secta, pero no hay ningún indicio que correlaciones esas acusaciones —añadió Lorena.
—Cuando desperté junto a esa chica desmembrada quise buscar a mi hermano, pero lo único que encontré fueron miles de cadáveres... Pero yo tampoco los mate porque me encontraba lejos de la hoguera —respondí con pánico.
—Entiendo... Como te llegue a decir, no estoy aquí para juzgarte. Pero pareces estar muy relacionado con esa masacre, por eso necesito saber para poder ayudarte —comentó Lorena con ironía.
—Solo una última pregunta más —le dije.
—Claro, dime
—¿Crees en lo irreal? —pregunté.
—Define irreal —aclaró Lorena.
—Cuando logramos plantarnos una idea y materializarlo a lo real comprendiendo que ese es su única existencia, pero la verdad es que solo es la sombra de la verdadera realidad —añadí.
—¿Crees que hay algo más allá de nuestra propia percepción? —preguntó Lorena.
—Sí, lose por todo lo que he vivido y conocido, lo intangible se vuelve tangible, nuestra visión es limitada, nos rehusamos a creer en otra realidad —le dije afirmando sin estar seguro.
—¿Por qué me cuentas todo esto? —repitió Lorena.
—Porque quiero que sepa que de eso va mi historia, lo real se junta con lo irreal, quiero que comprenda mi mundo y por lo que he vivido —aclaré.
—Trataré en lo posible de comprenderte —comentó Lorena.
Su rostro no expresaba incredulidad o sorpresa, me daba a entender que ella igual ha pasado por lo mismo que yo. Había empatía.
—Está bien... Se lo contaré todo... —le dije mientras soltaba el ultimo humo del cigarrillo.
Así di comienzo a esta nueva realidad, donde el final es un comienzo y el comienzo es el final, donde todos estamos conectados a algo, pero a la vez solo somos una persona.
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