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𝐓𝐫𝐞𝐜𝐞

La más odiada se había convertido en la única salvación que tenían ahora en el grupo de Yoongi.

Luego del plan que les comentó Siyeon a los otros chicos, ellos se sintieron muy desconfiados, aunque la rubia ya les había pedido disculpas por su comportamiento tan infantil, lo que ella quería ahora era sobrevivir, y volver a ver a su padre. Les explicó que todos tenían alguien por quien seguir con vida, y que si no trabajaban juntos probablemente nadie logre salvarse.

Los menores sólo confiaban en Yoongi, así que primero esperaron su respuesta, el cual fue afirmativo y luego se unieron a ellos.

Pero por parte de Sejeong, se quedó sin palabras, no sabía que excusa inventar, pero todo lo que Siyeon decía le resultaba muy sospechoso, y como nadie se negó a su idea, no le quedó de otra que aceptar. Sabía que sola, no iba a llegar a ningún lado.

Con un "Okey", fue lo único que Siyeon necesitó para comenzar el plan que le había comentado a Yoongi. El cual consistía en buscar una cabaña que tenía su padre en el denso bosque a las afueras de Seúl, muy aparte de ser solo una construcción de madera, ella se había enterado de que también era una base militar camuflada, algo que su padre trataba de ocultarle.

Aquel objetivo parecía tan irreal, y aunque las dudas se apoderaron de todos, incluso de Yoongi, la rubia se encargó de confirmarles que era verdad lo que decía, mediante fotos que tenía en su celular.

Luego de que todos comprobaron que no se trataba de una broma, volvieron a subir al auto en el que estaban escapando, y continuaron hasta llegar a uno de los enormes carteles que le daba la bienvenida a la ciudad de Suwon, lo que significaría que ya habían salido de Seúl.

Se estacionaron en un lugar alejado de la carretera, y tomando la suficiente protección y provisiones que habían logrado "robar" en el grifo. Bajaron del auto con mucha alerta y precaución.

Los más emocionado eran Jungkook y Taehyung.

Pero Sejeong seguía desconfiando de todo el supuesto plan que tenían, sin embargo, prefirió no decir nada. En sus manos tenía un pequeño martillo, un arma inútil, pero era lo único que sabía cómo utilizar, aunque esta vez ya no clavaria zapatos, sino cabezas.

Las personas que tenía como supuestos amigos, comenzaron a caminar dejándola atrás, cada uno tenía a alguien que le cubría la espalda, más Sejeong estaba sola. Aceleraron sus pasos y ahora estaban corriendo por el pequeño valle de espigas que los separaba de la entrada al enorme bosque. Y mientras ella corría, no podía dejar de pensar en su amigo Hoseok, lo extrañaba, lo necesitaba.

Se había concentrado tanto en sus pensamientos que al levantar la mirada no ubicó a las personas que iban delante de ella, provocando que sintiera miedo de estar perdida. No podía gritar, ni llamar a nadie. No tenía opción. Moriría sola.

Continuó caminando hacia el frente con pasos lentos, esperaba mucho que alguien viniera a rescatarla, pero eso era poco probable. Sólo era una desconocida para el grupo de amigos que seguramente se conocían desde hace tiempo. Tal como ella, Hoseok, Jiwoo y Jungyu lo fueron algún día.

Pasó el nudo que sentía en su garganta y trató de mantenerse firme, aunque las lágrimas estaban más y más presentes. Siguió caminando, pero un sonido la hizo detenerse en seco, eran ellos. Iba a morir en las manos asquerosas de esos zombies.

Lo único que hizo fue sentarse, cubriendo sus oídos con sus manos y cerrando sus ojos, mientras esperaba el fin de su vida.

-¡Sejeong!

Escuchó su nombre, rápidamente alzó la mirada, con una evidente muestra de llanto en sus mejillas y con gran impulso abrazó a la persona que lo había encontrado.

-¡Yoongi! -fue lo único que dijo mientras buscaba protección.

El momento de terror y el infierno que todos vivían, se había convertido en un pequeño mundo de esperanza para Yoongi. Una esperanza que había florecido gracias al temor de la pequeña chica que abrazaba. No entendía lo que sucedía, pero de algún modo, no quería soltarla jamás.

Aquel tierno momento se vio interrumpido por otros sonidos que ahora si se trataba de zombies.

-Sejeong... -se separó de ella-, debemos irnos.

Sejeong comprendió la situación y después de sentir como Yoongi tomaba su mano, comenzaron a correr. Podían escuchar a varios zombies pisarles los talones, y sabían muy bien que no tenían que ver atrás para confirmarlo.

Llegaron al final del valle y continuaron corriendo por el bosque. Las piernas de Sejeong ya no daban más, pero tenía que seguir, no quería arriesgar la vida de Yoongi por su culpa. Ante un tropiezo, ella cayó al suelo, provocando que se diera un buen golpe en la rodilla. Tratando de ser valiente se paró rápidamente y continuó corriendo, aunque sabía que estaba lastimándose.

Llegaron a un punto donde no escucharon más gruñidos y se detuvieron. Yoongi vio las marcas rojas en varios árboles y comprendió que estaban cerca de la cabaña, tal y como Siyeon le había asegurado que haría con el labial que tenía.

Volvió a tomar la mano de Sejeong, más ella no se dejó. Yoongi lo miró confundido y se asustó aún más luego de escuchar los gruñidos cerca.

-¿Qué sucede? -se atrevió a preguntar.

-No puedo continuar Yoongi -fue lo único que dijo y miró su herida.

Un miedo se apoderó del mayor, no entendía que era lo que sucedió con exactitud ni como ella se había hecho tal herida, pero no iba a abandonarla.

-Tenemos que irnos, no te dejaré sola -tomó su mano sin autorización y con mucho cuidado, volvieron a correr.

Cada paso que Sejeong daba era demasiado doloroso, pero ella quería vivir, así que debía de cooperar para no convertirse en una carga.

Podían escuchar a los zombies muy cerca, debían de acelerar el paso si no querían ser devorados por ellos. La rodilla de Sejeong comenzó a sangrar, y aunque ella prefería detenerse y sacrificar su vida para salvar la de Yoongi, él no le permitió hacer tal locura y cargando su cuerpo siguió corriendo.

Ya habían logrado ver la cabaña y solo faltaba muy poco, menos de medio kilómetro quizás, pero la fuerza que tenía Yoongi no era suficiente para llevar un cuerpo sobre él. Debía de estar loco para hacer tal cosa.

Sejeong sintió como uno de esos zombies logró tomar la tela de su vestido, el cuál ya estaba más que destrozado, y en un intento por soltarse de ese agarre, provocó que tanto ella como Yoongi cayeran al suelo.

Yoongi se levantó rápidamente, al igual que el zombie, cuando este se lanzó contra él logró esquivarlo, y con un truco de manos, le clavó un cuchillo en su cuello, provocando que el zombie sangrara de una manera muy asquerosa.

Al ver cómo una gran cantidad de esos zombies venían hacia ellos, Yoongi corrió donde Sejeong y volvió a cargarla. Con unos pasos más lograron llegar a la cabaña, Siyeon los esperaba y cuando ambos ingresaron, ella se encargó de cerrar la puerta con todos los seguros posibles, hasta el punto de bloquearla con una puerta de acero, no había duda de que si era una base militar.

-¡Ahora! -gritó de repente.

Tanto Taehyung como Jungkook quienes se encontraban en el techo de la cabaña, activaron las metralletas que estaban instaladas en ese lugar y no dudaron en apuntar a la gran cantidad de zombies que corrían hacia ellos. La habilidad y el conocimiento que tenían sobre esas armas y los zombies los ayudaban a sobrevivir, y ninguno se arrepentía de las largas noches que se las pasaban jugando o viendo películas de esos monstruos. Ambos tenían una sonrisa de emoción y éxtasis plantadas en sus rostros, sin duda disfrutaban de eso. Y en cuestión de minutos terminaron con todos los zombies que osaban amenazarlos.

-¡Eso! -gritaron al unísono luego de chocar sus manos.

Después de no escuchar ningún sonido de bala, Yoongi pudo sentarse en el sillón que había en la sala. Todo había sido un gran martirio para él, pero eso no era lo importante ahora.

Recordando a la chica, corrió hacia ella y la ayudó a recostarse en el sofá, al mismo tiempo que posicionaba su pierna herida sobre la mesa pequeña que se encontraba en el centro.

Se acercó a la herida y se puso a inspeccionarla con detenimiento, afirmando que solo había sido consecuencia de la caída que tuvo al ingresar al bosque, lo cual lo alivio un montón.

Sin embargo, él era el único que pensaba de esa manera.

-La mordieron... -dijo Siyeon quien se mantenía alejada de ellos.

-¿Qué? No, no es así... -respondió rápidamente Yoongi.

-Si es, ¡la mordieron! -gritó ella.

-¡Dije que no! -reiteró el mayor.

-¿Qué sucede?

Preguntó Jungkook mientras bajaba de las escaleras del techo. Sintió cómo Taehyung le golpeaba el brazo y le indicaba con la mirada hacia la rodilla de Sejeong, y los pensamientos que tenían ahora no eran nada favorables.

-Hyung... ¿La mordieron? -preguntó Jungkook acercándose sutilmente al mayor, pero muy alejado de la chica.

-No.

-¡Si! -se interpuso de nuevo Siyeon.

-¡Carajo! ¡He dicho que no! -gritó Yoongi muy enojado.

-¿Entonces como explicas esa herida? -le cuestionó Siyeon.

-Ella solo se tropezó, y se lastimó...

-¿Solo eso? -volvió a preguntar esperando que todos cambiaran de opinión.

-S-si... Eso pasó -logró pronunciar Sejeong mientras trataba de mantenerse consciente.

-Estamos hablando con Yoongi, no te metas -le dijo Siyeon con un tono ácido.

-Siyeon cálmate -le sugirió Jungkook, debido a que no le gustó la manera en que se expresó.

-Ahora lo que necesitamos es atender la herida de inmediato -dijo Yoongi mientras miraba a Sejeong y la herida, sin llegar a tocarla-. Como ésta es una base militar, creo que también habrá un servicio médico ¿verdad? -miró a Siyeon.

Ella dudó en responder, no quería hacerlo, pero al sentir la mirada pesada de tres chicos sobre ella no le dejó otra opción que aceptar, además, quería seguir manteniendo la buena imagen que tenían de ella hasta el momento.

-Si, está por aquí, síganme. -Caminó por un pasillo.

Yoongi le pidió a Jungkook que cargará a Sejeong ya que ella no tenía la fuerza necesaria, y aunque el menor de todos dudaba en sí realmente era solo una herida, no iba a negarse ante el favor de su hyung.

Ambos avanzaron detrás de Siyeon, mientras que Taehyung se quedó vigilando por si algunos zombies llegaban a invadirlos. Alguien tenía que estar alerta.

La situación en el consultorio médico era muy incómoda. Sejeong estaba acostado en la camilla, mientras que Yoongi trataba de curar la herida con el poco conocimiento que tenía. Tanto Jungkook como Siyeon observaban todo lo que el mayor hacía, hasta que la rubia cansada de esperar que no había avance, decidió confesar algo.

-Yoongi, yo puedo hacerlo -se acercó hacia la camilla.

Yoongi estaba dudoso en sí aceptar o no, después de la actitud de Siyeon minutos atrás era un motivo suficiente para no confiar en ella, pero tampoco podía hacerle eso a Sejeong.

Con una mirada suplicante de la chica, dejó que Siyeon reemplazara su lugar y se quedó muy cerca de ellos.

Vio como se colocó los guantes, y comenzó a limpiar la zona herida. La manera lenta en cómo hacía todo le dio un poco de seguridad a ambos chicos que no le quitaban la mirada de encima e incluso Jungkook estaba muy curioso por saber cómo es que ella era tan experta en ese tema.

Con un poco de tiempo, sobre todo minutos, comenzó a cerrar la herida y colocar algunos puntos. Dando acceso a un proceso finalizado.

Dejó todos los implementos que uso sobre la mesa, y con su blusa evidentemente manchada con sangre, salió de la sala, sin dirigir la palabra a nadie.

Yoongi quiso ir detrás de ella, pero Jungkook lo detuvo. Le susurró que no era un buen momento y que, por esta vez, él sería quien hablaría con ella. El mayor no pudo hacer nada y aceptó. Vio como su amigo iba por otro pasillo, pero volvió a ver a Sejeong cuando escucho su voz.

-Lo hizo muy bien -habló-. Creo que debemos disculparnos -dijo, mientras se levantaba y sentaba, evitando mover su pierna curada.

-Pero tú no tienes la culpa -intervino Yoongi.

-En parte si la tengo, por ser tan torpe y generarme esta herida -dijo Sejeong mientras agachaba la cabeza.

-Fue un momento de riesgo, no fue tu culpa y punto. -Finalizó Yoongi.

Odiaba cuando las personas solían echarse la culpa o admitir toda la responsabilidad de algo cuando no era así. Aunque sabía que la intención de Sejeong era buena, él se encargaría de hablar con Siyeon y pedirle un par de disculpas y agradecerle por ayudar a la chica que tenía en frente.

Sejeong por su lado, también tenía decidido conversar con Siyeon, pero no sólo para agradecerle, sino también, para salir de dudas por aquella rivalidad que creía sentir al estar cerca de Yoongi, lo cual empezaba a preocuparla.


Uuu, por fin una actualización, espero les haya gustado este capítulo uwu.

Gracias por leernos. Nos vemos en otra actualización. ♡


🧠🩸



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