Bella miró con un poco de interés el Barrio Francés mientras iba dentro del taxi junto a su tía.

Ella agradecía enormemente que su tía no le estuviera preguntando cosas o le hablará demasiado, por suerte para Bella, su tía era parecida a ella en cuanto al carácter.

─ Bella ─ Lily le habló una vez que el taxi se detuvo.

Al escucharla, Bella salió de sus pensamientos, con lentitud bajo del taxi para luego ayudar a su tía a sacar su equipaje del baúl del auto.

Lily le pagó al taxista y luego caminó hacia adelante guiando a Bella quién se detuvo abruptamente al ver la imagen de Edward delante de ella.

─ Vete, sal de aquí ─ le dijo la figura de Edward mirándola.

Bella tragó saliva al ver a Edward, ella sabía lo que eso significaba, el lugar donde ella estaba no era tan bueno como creyó.

Por un momento tuvo el impulso de hacerle caso a Edward e irse de ahí pero luego negó con su cabeza, ella había ido a Nueva Orleans para tratar de olvidar a Edward aún cuando ella dudaba que eso fuera a suceder.

─ No, me dejaste, ahora no tienes derecho de decirme que hacer ─ le dijo Bella mirando la imagen de Edward.

Lily entrecerró mirando a su sobrina al escucharla prácticamente hablar sola ante la vista humana.

Ella suspiró al recordar las palabras de Charlie, él le había contado todo lo que había pasado con Bella y su ex novio en Forks.

A ella le gustaba tener a su sobrina ahí ya que no había tenido la oportunidad de poder estar con Bella a solas ya que las pocas veces que la vio estaba con ella Charlie o Renée.

Lily sabía que Bella era especial como ella, lo supo desde el momento que la vio cuando era niña y lo confirmaba en esos momentos al saber que Bella estaba viendo a su ex novio a pesar de que esté realmente no estaba ahí en realidad.

─ ¿Sucede algo? ─ Lily fingió no saber lo que estaba pasando.

Bella la miró con un poco de nervios ya que lo que menos quería era que su tía pensará que estaba loca y se lo dijera a Charlie.

─ No, no pasa nada ─ mintió Bella aún mirando la figura de Edward delante de ella.

Lily asintió fingiendo creerle.

─ Bien, entremos a la casa entonces ─ le dijo la mayor.

Bella aún sin decir nada la siguió evitando a Edward que le seguía diciendo que se fuera de ese lugar.

Al entrar a la casa, Lily dejó las maletas a un lado de la puerta.

─ Bienvenida, está es mi casa, tu habitación está arriba, tienes un baño para ti y si necesitas algo más dímelo ─ le dijo Lily ─ después que te instales mejor te llevaré a conocer mejor el barrio francés, es hermoso, vas a enamorarte cuando lo veas ─ agregó sonriendo.

Bella asintió.

─ Gracias ─ murmuró la adolescente ─ subiré a dejar mis cosas entonces ─ le dijo Bella.

─ Claro, te ayudaré ─ Lily tomó una maleta y un bolso para luego caminar por unas escaleras.

Bella suspiró siguiendo a su tía, se detuvo cuando su tía le hizo ver su habitación.

A pesar de no ser pretenciosa y de solo querer una cama para dormir bien, a Bella le gustó la habitación que su tía le dio, no era tan grande ni tampoco chica pero era perfecta para ella.

─ Te dejaré sola para que acomodes tus cosas con tranquilidad ─ le dijo Lily.

Bella asintió agradecida con ella por darle su espacio.

Cuando Lily se fue, Bella cerró la puerta de la habitación mientras miraba todo a su alrededor.

Bella caminó hasta la ventana de su habitación mirando un poco el lugar, vio a algunas personas ir y venir de un lado a otro.

Nueva Orleans le agradó a simple vista porque no llovía casi todos los días como en Forks.

Ella no entendía qué tenía de malo el lugar como para que Edward la quisiera lejos de ahí.

─ Deja de pensar en él ─ se dijo así misma Bella aún sabiendo que le costaría demasiado hacer tal cosa ─ nuevo hogar, nueva vida ─ murmuró.

Bella volvió a caminar hasta su equipaje y comenzó a sacar su ropa para acomodarla en el guardarropa que había en la habitación.

No supo exactamente por cuánto tiempo estuvo así hasta que sintió hambre ya que desde el viaje no había querido comer nada.

Bella bajó con lentitud las escaleras luego de salir de su habitación, miró el lugar tratando de encontrar a su tía.

─ ¿Me buscabas? ─ Lily apareció detrás de ella.

Bella se sobresaltó al no haber notado su presencia detrás de ella.

─ Lo siento ─ se disculpó la mayor al ver a su sobrina con sus manos en su pecho tratando de tranquilizarse.

─ No hay problema ─ murmuró Bella con incomodidad.

Lily sonrió al intuir que quería su sobrina.

─ ¿Quieres comer algo?, aquí cerca hay un lugar que prepara una comida deliciosa ─ le dijo Lily.

Bella asintió ya que lo que más quería en ese momento era comer algo.

─ Si ─ respondió ella.

─ Vamos entonces ─ Lily tomó la llave de la casa y salió con Bella.

Ambas caminaron por un costado de la calle con algunas personas más a su alrededor.

Bella observó con atención el lugar, sobre todo los locales que habían ahí.

─ ¿Vudú? ─ Bella se detuvo mirando con interés uno de los locales.

Lily se detuvo a su lado.

─ Tienda de brujas, si quieres un hechizo puedes ir ahí ─ mencionó Lily señalando el lugar.

Bella sonrió no creyendo para nada que las brujas existieran.

─ Es mentira, ¿No?, las brujas no existen ─ dijo Bella aún mirando la tienda.

Lily levantó sus cejas para luego formar una sonrisa en sus labios.

─ Claro, las brujas no existen, son como los vampiros, son leyendas, ¿Verdad? ─ murmuró Lily.

La sonrisa de Bella cayó al escucharla, inevitablemente sintió miedo y pánico al creer que su tía sabía sobre los Cullen sin embargo luego se tranquilizó y descarto esa idea ya que su tía no tenía posibilidad de saber eso pensó Bella.

─ Si, son solo leyendas ─ murmuró Bella aún incómoda.

Lily volvió a retomar el camino con Bella a su lado, estuvieron sin hablar durante el resto del camino hasta que la mayor entró a un lugar.

Bella se detuvo por un momento mirando el bar.

«Rousseau». Leyó mentalmente el nombre del lugar antes de entrar.

Bella caminó detrás de su tía Lily quien había elegido una mesa alejada de la puerta.

Ambas tomaron asiento y en pocos minutos un chico se acercó a ellas para pedir su orden.

Lily había pedido una hamburguesa y Bella igual aunque vegetariana para ella, también pidieron unos refrescos de coca cola para cada una.

─ ¿Es un lugar lindo, no lo crees? ─ le preguntó Lily.

─ Si, es lindo ─ murmuró Bella por debajo mientras miraba el lugar.

Bella sintió incomodidad al sentir una sensación rara dentro de sí misma, miró a los costados al sentir la intensa mirada de alguien en ella.

Ella detuvo su mirada en una mesa al lado de la puerta, había dos hombres, uno rubio y otro pelinegro.

Bella se movió inquieta en su lugar al ver que el rubio no dejaba de verla al igual que el pelinegro mientras hablaban entre ellos.

─ Los hermanos Mikaelson ─ le dijo Lily.

─ ¿Qué? ─ Bella salió de sus pensamientos y volvió su mirada de nuevo a ella al escucharla.

Lily miró en dirección de la mesa de los dos varones que Bella había estado mirando.

─ Ellos son los Mikaelson ─ aclaró Lily hacía Bella ─ Klaus es el rubio y Elijah el otro, son muy conocidos en Nueva Orleans, sobre todo en el barrio francés ─ le dijo.

Bella miró de nuevo en dirección de los Mikaelson mientras escuchaba a su tía.

Por un momento tuvo un Dejá vu de su primer día de clases en Forks cuando conoció a los Cullen, y Jessica le contaba todo de ellos.

─ ¿Por qué son conocidos? ─ preguntó con interés Bella.

─ Porque son una familia muy prestigiosa y demasiada peculiar ─ contó Lily mirando hacia la mesa de los Mikaelson.

Klaus sonrió hacia Lily desde donde estaba sentado al escuchar toda la conversación.

─ Niklaus ─ murmuró Elijah.

─ Su sangre es exquisita, ¿No lo crees?, dime Elijah, no la deseas tanto como yo ─ preguntó Klaus.

Elijah miró de reojo a la adolescente sentada junto a Lily.

Tragó un poco de saliva ya que Klaus tenía razón, la sangre de esa adolescente era demasiada atractiva.

─ Al parecer es familiar de Lily ─ le dijo Elijah.

Klaus sonrió bebiendo un trago de whisky mientras miraba a la mesa donde estaba Lily.

─ Nunca antes en mil años había sentido una sangre tan apetitosa como la de esa humana ─ gruñó Klaus sintiendo su garganta arder por la sed de sangre que le causó.

Eso le sorprendió porque él podía controlarse demasiado bien cuando se trataba de la sangre.

─ Niklaus tu cara ─ le dijo Elijah preocupado al ver venas negras debajo de los párpados de su hermano.

Klaus cerró sus ojos tratando de tranquilizarse y no cometer una asesinato ahí mismo.

Él no tenía problemas con eso ya que nadie iba a poder detenerlo sin embargo no quería un escándalo que afectará el barrio francés no después de quitarle el título de rey a Marcel y volver a tomar a Nueva Orleans bajó su mando y de su familia.

Al abrir los ojos, Klaus volvió a la normalidad su cara.

¡CAPÍTULO 2!

¿Qué les pareció el nuevo capítulo?.

Bella apenas llegó al barrio francés y ya atrajo la atención de Klaus y Elijah por su sangre.

Kol cuando la vea: 😋

JAJAJA ME ESTOY RIENDO
COMO LOCA.