ChΓ o cΓ‘c bαΊ‘n! VΓ¬ nhiều lΓ½ do tα»« nay Truyen2U chΓ­nh thα»©c Δ‘α»•i tΓͺn lΓ  Truyen247.Pro. Mong cΓ‘c bαΊ‘n tiαΊΏp tα»₯c ủng hα»™ truy cαΊ­p tΓͺn miền mα»›i nΓ y nhΓ©! MΓ£i yΓͺu... β™₯

⁰ ( π’‘π’“π’π’π’π’ˆπ’–π’† : π‘’π‘£π‘’π‘Ÿπ‘šπ‘œπ‘Ÿπ‘’ )

𝑴𝑬𝑳𝑨𝑡π‘ͺ𝑯𝑢𝑳𝒀 .Β  Β¨. β˜„οΈŽ ͎ΫͺΫ«
πŸ₯‚β”Š 𝗣π—₯π—’Μπ—Ÿπ—’π—šπ—’
Β« π’†π’—π’†π’“π’Žπ’π’“π’† Β»
──────────────



βˆ˜β˜½ΰΌ“β˜Ύβˆ˜

𝑨𝒍  π’—π’Šπ’›π’„π’π’π’…π’† π‘©π’“π’Šπ’…π’ˆπ’†π’“π’•π’π’,
π‘΄π’‚π’šπ’‡π’‚π’Šπ’“,Β  𝑳𝒐𝒏𝒅𝒓𝒆𝒔.

π‘Ύπ’Šπ’π’•π’”π’‰π’Šπ’“π’†,Β Β  πŸπŸ• 𝒅𝒆 π’‚π’ƒπ’“π’Šπ’ 𝒅𝒆 πŸπŸ–πŸπŸ.



Estimado vizconde:

Oh, lord Bridgerton... Usted era el ΓΊnico que conocΓ­a mi mayor miedo. Lo que no sabe, sin embargo, es que no ha hecho nada mΓ‘s que empeorar en los ΓΊltimos siete aΓ±os.

Y es que el tiempo solΓ­a aterrarme, pero ahora tambiΓ©n es mi peor enemigo.

He descubierto que mata de una manera curiosa. Lo hace lentamente, mas te arrebata el aliento cuando menos lo esperas. Pasan las horas, y los dΓ­as, y las estaciones, y los minutos te destruyen; te recuerdan lo que has perdido y, sobre todo, lo que nunca podrΓ‘s tener. Porque es cruel e injusto, y te tortura hasta convertirte en un caparazΓ³n vacΓ­o, llevΓ‘ndose lo que mΓ‘s quieres sin dar motivos ni explicaciones. Arranca y despelleja, quema y desgarra, y quizΓ‘s lo peor de todo es que es inevitable.

TΓΊ tambiΓ©n lo has sentido, ΒΏverdad?

ΒΏNo es eso lo que me dijiste despuΓ©s de que Edmund muriera, cuando te diste cuenta de que jamΓ‘s serΓ­as el mismo de antes? ΒΏNo era aquello lo que temΓ­as cada vez que sacabas ese reloj de tu bolsillo, el mismo que pertenecΓ­a a tu padre?

Anthonyβ€”tu nombre me persigue dΓ­a y noche, pero dejaste de ser aquel chico incluso antes de mi partida. Abandonaste al joven divertido para convertirte en un vizconde y, aunque lo sΓ© mejor que nadie, me veo incapaz de mantener las formalidades pertinentes mientras te escribo. Tal vez se debe a que una parte de mΓ­ solo desea hablarle al muchacho que me enseΓ±aba aritmΓ©tica a escondidas, al que me prestaba su caballo cuando me apetecΓ­a cabalgar por el campo; el muchacho que le insistΓ­a a su madre para que me comprara mejores vestidos, como los que usaban sus hermanas.

SolΓ­as decir que tenΓ­a un don con las palabras escritas. No obstante, estando aquΓ­, intentando que el pulso no me falle y que la tinta no se derrame, ni siquiera puedo empezar a explicar el porquΓ© de esta carta.

Quiero suponer que es normal que el pecho me duela, que las manos me tiemblen y el corazΓ³n se me dispare. Y tambiΓ©n quiero suponer que esto no significa nada, que he seguido adelanteβ€”que solo te echo de menos, como cualquiera extraΓ±arΓ­a a un viejo amigo, pero que no te necesito. Sin embargo, los recuerdos hacen que el alma se me quiebre, y el dolor... el dolor sigue, avanza, se expande por cada parte de mi cuerpo y de mi mente, y sΓ© que nunca escaparΓ© de Γ©l, que esto no es mΓ‘s que un infierno cubierto de diamantes y sedas y ni siquiera tΓΊ vas a sacarme de Γ©l.

Me pregunto si has tenido mΓ‘s suerte que yo.
Si alguien ha logrado salvarte, si por fin sonrΓ­es como antes.

Eras tan joven, Anthony... No merecΓ­as cargar con toda esa responsabilidad. Tu corazΓ³n era demasiado grande para tu propio bien, y el amor incondicional que sentΓ­as por tu familia acabΓ³ convirtiΓ©ndose en tu ruina. QuizΓ‘s ya te lo he dicho, y quizΓ‘s nunca me escuchaste, pero hoy, viΓ©ndome incapaz de conciliar el sueΓ±o, sentΓ­ la necesidad de recordΓ‘rtelo una vez mΓ‘s. Y comprendo que tal vez nunca signifiquΓ© tanto para ti como lo que tΓΊ significaste para mΓ­, que soy y siempre serΓ© la pequeΓ±a huΓ©rfana que te seguΓ­a ciegamente por los pasillos de Aubrey Hall, mas al menos me escuchabas, y me gusta creer que esta vez lo harΓ­as de nuevo.

Pero jamΓ‘s vas a leer esta carta. Se quemarΓ‘ entre las llamas, convertida en cenizas a los pies de mi chimenea. EsconderΓ© la pluma en el cajΓ³n, fingirΓ© que el papel nunca estuvo manchado de lΓ‘grimas, y aguantarΓ© un dΓ­a mΓ‘s en esta cΓ‘rcel. Lo ΓΊnico que me queda es el pasado, porque yo no he olvidado, porque mirar hacia atrΓ‘s se ha convertido en un remedio adictivo para sanar mis heridas.

TodavΓ­a recuerdo aquel dΓ­a, cuando dijiste que me querΓ­as para siempre a tu lado. ΒΏAcaso he cruzado tu mente desde entonces?

Lamento mucho que las cosas terminaran asΓ­, y espero de todo corazΓ³n que nuestras penas no perduren para toda la eternidad.

Te quise. Te quise mucho, Anthony.

Con cariΓ±o,
Evangeline.

BαΊ‘n Δ‘ang đọc truyện trΓͺn: Truyen247.Pro