✦𝓛𝓸𝓿𝓮𝓻¸*
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Podríamos dejar las luces de Navidad encendidas hasta enero
Y este es nuestro lugar, nosotros hacemos las reglas
Y hay una neblina deslumbrante, una forma misteriosa de ti, querida
¿Te conozco hace 20 segundos o 20 años?
¿Puedo ir a donde tú vas?
¿Podemos estar siempre tan cerca?
Por siempre y para siempre, ah
Sácame y llévame a casa
Eres mi, mi, mi, mi amante.
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Amor verdadero.
Después de años añorando en las novelas, películas y cuentos de su infancia, Louis podía decir firmemente que había encontrado el amor verdadero, que por fin sabía lo que sentía ser amado correctamente en todos los sentidos, ser correspondido, respetado, era como si toda su vida tan solo tuviera sentido para llegar a donde hasta ahora, en su hogar.
Las brillantes luces coloridas de Navidad brillan en su pequeño departamento en Cornelia Street, llevando su hogar de luz y alegría, mientras Harry lo tiene abrazado por la cintura, pegándolo a su pecho mientras están viendo la televisión.
Han pasado un par meses desde que ellos se hicieron aquella propuesta mutua de matrimonio con anillos de papel en su nido, pero ahora Louis porta un pequeño anillo de verdad en su anillo anular al igual que Harry, quizás no era el anillo más costoso, pero era lindo y era una promesa entre ellos y eso era suficiente para ambos.
Louis se encuentra mejor ahora, mucho mejor diría él, nunca se imaginó que algún se sentirá de esa manera, tan en paz con su vida, después de estos meses de terapia él por fin podía decir que ha superado su pasado turbulento con su ex, incluso tuvo el valor de decirlo a Zayn en la cara, fue tan divertido y se sintió tan también hacerlo, él recuerdo este momento y es como volver a vivir esa sensación de empoderamiento, adrenalina y libertad que inundaron su cuerpo.
Se sintió tan liberador decirle a Zayn en su cara, mirándolo a los ojos: "Estoy mejor sin ti, no estoy nada por ti, no es amor ni odio, solo es indiferencia, yo olvidé que existías y nunca volveremos a estar juntos, es hora de que lo superes."
Fue poder total, se sintió como el hombre, que siempre debió ser y que siempre fue y por fin puede verlo, siempre fue valiente, fuerte e independiente, nunca necesito ser alfa para ser todo eso ni tampoco necesito de un alfa para verlo, él siempre lo fue, siempre estuvo completo y ahora sin la toxicidad puede verlo claramente.
- Hablé con mi mamá hace unos días. - comentó Harry sacándolo de sus pensamientos, tomando su mano en la que tenía el anillo para mirarlo, él siempre hacía eso, le gustaba ver el anillo en la mano de Louis y besarlo, como reafirmando y confirmándose a sí mismo que eso es real, Louis y él están comprometidos. Y al omega no le molesta en absoluto que él haga eso, lo ama mucho en realidad.
- ¿Si?, ¿Y qué cuenta Anne? - preguntó Louis mirando justo lo que suponía, Harry besando su anillo antes de entrelazar sus manos y colocarla encima del estómago del omega, manteniéndose abrazados.
- Se muere por conocerte. - murmuró Harry enterrando su nariz en los cabellos castaños del omega.
- ¿De verdad? - preguntó Louis echando su cabeza hacia atrás para mirar al alfa.
- Si, mi precioso rey. - respondió el rizado mirando con encanto el rostro de su pareja.
- Yo igual quiero conocerla, bueno a ella y a tu padre igual. - dijo el chico emocionado.
- Ellos van a amarte demasiado. - susurró Harry antes de besarlo.
- Yo sé que mi familia igual te adora. - respondió Louis con una pequeña risa, acomodándose mejor contra el pecho del alfa.
- Si, la amenaza de Lottie fue eficaz. - contestó el rizado riendo.
Louis rió en alto y asintió.
- Lo digo de verdad, nunca olvidaré el: "Si no tratas bien a mi hermano, lo lastimas o le rompes el corazón, te voy a patear el trasero." - dijo Harry imitando la voz de la chica.
El omega negó con la cabeza, mordiendo su labio para reprimir la risa escandalosa que quería soltar.
- Tú nunca me lastimaras. - murmuró el castaño después de unos segundos en silencio acurrucándose en el cuerpo del alfa.
- Claro que no, rey de mi corazón, cuerpo y alma. - respondió Harry apretandolo más contra su cuerpo.
Louis sonrió en grande, sintiendo la calidez de ese amor en su pecho, confiando ciegamente en eso, en Harry, sin importar nada ni nadie, nada más importaba más que ellos, aunque fueran un amor ciego y un dios falso como aseguraban algunos ajenos al gran amor que se tenían.
- Yo te amo mucho, mucho, mucho. - dijo el alfa como leyendo su mente.
El omega suspiró y se separó de él por unos minutos para subir en el regazo de su prometido.
Su prometido.
Eso se escuchaba tan bien en su mente.
- Yo igual te amo mucho. - respondió el castaño uniendo su labios en un dulce beso, tomando el rostro de su pareja entre sus manos. - Mucho. - dijo de nuevo, besándolo una vez más. - Mucho. - un beso más. - Muchísimo. - agregó dándole un beso más, haciendo sonreír al alfa.
- Pero yo te amo más. - respondió Harry en un susurro, besándolo de nuevo.
- No, yo te amo mucho más. - contestó el castaño con una pequeña risa. - Me has enseñado lo bello y delicado que puede ser el amor. - agregó mirándolo a los ojos.
- Te mereces lo mejor de este mundo, Lou. - respondió Harry encantado por completo del omega, sosteniéndolo de la cadera, mirando sus ojos azules que son los más bellos que ha visto en toda su vida.
- Tú eres lo mejor de este mundo, Harry. - respondió Louis sonriendo, con los ojos brillando de amor, con el corazón latiendo pesado en su pecho, justo donde tenía el collar con las iniciales del alfa.
Muchos podrían decir que ellos eran unos cursis, en su mundo ficticio de amor rosa, pero a Louis nada de lo que nadie pueda decir sobre su relación, ellos pueden llamarlo como quieran, mientras Harry y él sigan juntos todo podía desvanecerse a su alrededor y no le importaría en absoluto, Harry era su hogar y su mundo, el único que necesitaba.
- Tú eres mi mundo. - respondió Harry con una sonrisa igual.
- Vas a quedarte conmigo toda la vida, ¿Verdad? - murmuró Louis pegando su frente a la del alfa.
- ¿Por qué no lo haría? - respondió el alfa cerrando los ojos, respirando hondo el aroma dulce a de pareja ligeramente combinando con el suyo.
- Te amo porque no me has dado otro remedio más que quedarte, quedarte, quedarte. - dijo Louis risueño abrazando al alfa por el cuello, con una enorme y sincera sonrisa en su rostro.
Harry lo abrazó igual, sosteniéndolo en sus brazos, sintiéndose completo de esta manera.
La pareja estaba tan perdida en su pequeño mundo de amor, les tomó captar que el teléfono de uno de los dos estaba sonando.
- Oops. - dijo el omega levantándose del regazo del alfa para tomar su celular, al darse cuenta que era el suyo el que estaba sonando. - Es Niall. - murmuró antes de contestar la llamada.
- Hola, es un milagro que respondas el maldito teléfono. - dijo Niall estresado del otro lado de la línea.
- Hola, buenos días a ti también. - respondió Louis con una risa.
- Te recuerdo que hoy debes escribir tus votos y recoger el traje. - informó el rubio.
- Lo sé. - respondió el omega un poco nervioso.
- Bien, nuestra cita para lo del traje ¿Sigue en pie? - preguntó su amigo.
- Por supuesto, no dejaría ni a ti ni a Liam plantados. - dijo el castaño seguro.
- De acuerdo. Te quiero puntual Tommo, ya tendrás tiempo de estar con tu novio la noche de bodas.
Louis rodó los ojos y rió. - Jodete. - respondió divertido.
Cuando colgó la llamada Harry estaba mirándolo con absoluto amor y el omega se sintió derretirse y estaba por ir de nuevo con él y acurrucarse todo el día, pero tenía cosas que hacer.
- Debo ir con Niall. - dijo Louis sonriendo.
- Si, yo igual debo ir con Nick. - respondió Harry tragando en seco.
- Bien, nos vemos por la tarde. - dijo el castaño acercándose a él para darle un beso de despedida.
- Nos vemos. - murmuró el alfa contra sus labios.
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- Suenan campanas de bodas. Din. Din. Din. - dijo Niall en forma de broma sentándose junto a Louis en la cafetería.
- Muchas felicidades por tu compromiso, de nuevo. - dijo Liam bebiendo de su café.
- No puedo creer que sea en unos cuantos días. - murmuró Louis más que emocionado.
- Lo sé, serás un esposo en unos días. - suspiró Niall dramático.
- Sí y debo escribir mis votos ahora. - suspiró el omega castaño.
- Debo decir que me siento honrado de estar contigo en esto, en lugar de Ash. - confesó Niall, notando como Louis se puso tenso a la mención de su amiga o ex-amiga él no está de cuál es su situación con Ashley, pero igual no quiere pensar en eso. - Necesitas calmarte, Lou. Todo estará bien. - agregó el rubio abrazándolo por los hombros para calmarlo.
- Si, tienes razón. - respondió Louis sonriendo menos tenso, mirando a sus dos amigos.
Él piensa que es bueno tener un amigo en ese tipo de situaciones, pero es mucho mejor tener dos buenos amigos como Liam y Niall apoyándolo en todo y en su relación con Harry, que Ashley que no lo hacía en absoluto.
- Bien, deben darme ideas para empezar a escribir. - dijo Louis sacando la libreta que había llevado para la ocasión.
- Oh, escribe: Harry me excita demasiado lo grande de tus manos y tu voz gruesa me hace derretirme y caer de rodillas por ti. - molesto Niall, mirando como el castaño se sonrojaba por su comentario, acompañado por la risa de Liam.
- Creo que él lo sabe. - dijo Louis con las mejillas calientes, riendo igual.
- Bien, bien. Demasiado información. - interrumpió Liam sin dejar de reír.
Louis rió igual.
Se dedicó a escribir sus votos, con sus amigos opinando y ayudándolo un poco, aunque en realidad solo fueron para leer, porque Louis realmente dejó ir su corazón en aquella página en donde proclamaba todo lo que sentía en su ser hacia Harry, lo cual fue realmente fácil de lo que pensó, las palabras fluyeron con naturaleza y eso tan solo era una prueba más que él estaba con la persona indicada por fin.
Desde una tarde amigos leyendo los votos de Louis, bebiendo café y pasando el rato en la tienda de trajes, el omega regresó a su hogar y paso el resto del día en su nido esperando a que Harry llegará.
En la noche, cuando Louis abrazando al alfa durmiendo pacíficamente tranquilos, él agradece en el fondo de sus mente por su verano cruel lleno de lágrimas, un falso engaño, donde él se sintió morir por mil cortes y él siendo el arquero que rompió el corazón a la persona equivocada, por fin esté en su pasado y que ahora estén mejor que nunca, por que él no sabría ni puede imaginarse qué sería de su vida sin Harry en ello y aún sabe que hizo para merecer algo tan bueno como eso, pero solo no quiere perderlo.
Con la respiración tranquila del alfa y su aroma impregnado en cada parte de su cuerpo y alma, Louis está más que seguro que no lo perderá y que ese amor es mucho más bello y brillante que un resplandor crepuscular y no podía esperar el día de su boda más que nada en el mundo.
[. ✦ * . ✦ . * ✦ . ]
Louis se encontraba más que nervioso y asustado a la vez, asustado por lo rápido que suele pasar el tiempo sin que él pueda evitarlo, tan inesperadamente el día que ves más alejado está a unos días o horas de suceder o en su caso el día ya llegó.
Y ahora él se encuentra mirándose en el espejo ansioso, nervioso, asustado, emocionado, en fin, era una montaña rusa que no podía evitar sentir, se sentía un adolescente asistiendo a su primer baile en el colegio y se siente algo torpe, pero es normal considerando que es literalmente es uno de los días más importantes de su vida.
Muchos considerarían que el día de la marca es mucho más especial que un matrimonio, pero tanto para Louis como para Harry no, era todo lo contrario, casarse era unir sus almas y corazones conscientes por completo de sus actos, mientras que una marca es unirse en cuerpo en un acto de amor y pasión, lo cual igual es importante, pero tanto como un matrimonio legal, algo que les digas que se pertenecen sobre toda ley.
- Tranquilo, Louis. Todo estará bien. Tú lo amas y él te ama a ti. - murmura el castaño respirando profundo, cerrando los ojos para relajarse, teniendo un pequeño recuerdo de la noche anterior.
- Estoy un poco asustado por el día de mañana. - murmuró Louis en la noche sintiendo los brazos del alfa a su alrededor.
- ¿Por qué? - cuestionó el rizado frunciendo el ceño.
- Conoceré a tu familia, ellos viajaron desde Londres para venir a la boda, a conocerme, ¿Y si los decepciono? - dijo el omega asustadizo.
- Ellos van a amarte, rey. Además, de no ser así... somos tú y yo ese es todo mi mundo. Y nunca te dejaría ir, porque esto es una pelea que ya ganamos. Mi joven americano. - respondió Harry seguro de cada una de sus palabras.
- Si. - suspiro Louis abrazándose más a él sintiéndose a salvo solo en sus brazos, en los brazos de su alfa. - Somos el joven americano y el príncipe rompecorazones. - murmuró con un recuerdo especial en su mente antes de sonreír, mucho más tranquilo.
- Si, lo somos, tú y yo contra el mundo. - dijo el alfa sonriendo igual.
- Louis, ¿Estás listo? - preguntó Niall tocando suavemente la puerta del baño.
- Si, ya estoy listo. - respondió el omega mirando su reflejo una vez más, notando lo entallado que estaba el traje azul marino, casi negro que está usando, que tenía pequeños destellos de glitter que el omega adoraba.
- Es hora, campeón. - dijo alegre el rubio atreviéndose abrir la puerta. - ¡Wow!, tú vas a tener una interesante noche de bodas. - comentó un poco burlón, mirando de pues a cabeza al castaño. - Solo mira como marca la curva estrecha de tu cintura y lo bien que lucen tus caderas, quedarás viudo antes de casarte, porque vas a matar a Harry en cuanto te vea. - agregó.
- Cállate imbécil. - respondió el omega sonrojándose contra su voluntad por los comentarios de su amigo.
- De acuerdo. No más comentarios. - aceptó el chico, rindiéndose.
Louis suspiró, acomodándose su flequillo una vez más, antes de salir con su amigo.
Su corazón latía con fuerza en su pecho, pero con esa sensación de calidez y felicidad que siempre sentía cuando se trataba de Harry.
Y a pesar de ser una boda muy lujosa, llamativa o costosa, pues ellos recién habían salido de la Universidad y habían encontrado un empleo, no podían gastar tanto dinero, pero no es algo que les preocupara, la verdad es que ambos estaban felices la boda sencilla y pequeña que habían organizado, necesitaban nada más que su amor y sus seres más cercanos para ese día.
Louis visualizó a Harry, sonrió en grande, aunque él podía ver a su familia y a la del alfa, a él solo le importaba mirar a su pareja con sus latidos de su corazón aún más fuertes en su pecho.
- Estás demasiado precioso, mi rey. - dijo el rizado en voz baja cuando llegó a su lado, con sus ojos verdes brillando al mirarlo.
- Tú estás hermoso, mi príncipe. - respondió Louis con sus mejillas de leve tono rojo.
- ¿Listo, para unirte a mi para siempre? - preguntó Harry nervioso.
- No tengo ninguna duda sobre eso. - asintió Louis con total seguridad en sus palabras.
- Ni yo. - respondió el alfa tomando su mano para besarla antes de que la ceremonia empezará.
Durante toda la ceremonia, ellos no podía dejar de mirarse con amor cada vez que sus miradas se encontraban y cada minuto que pasaba Louis no podía estará seguro y feliz de estar ahí, y piensa que cada tropiezo, error y mala experiencia valió la pena sin duda alguna por haber llegado a ese momento con el amor de su vida.
- Es hora de leer sus votos. - informó el sacerdote, mirando a la pareja.
Harry respiró hondo, nervioso, girándose un poco para quedar cara a cara, sonriéndose mutuamente.
- Louis, puedes iniciar tú. - agregó el sacerdote.
El omega asintió, sintiéndose ansioso sin poder dejar de mirar a los ojos a su pareja, tomando el valor para sacar el sobre que tenía una de las bolsas de su traje, mirando el papel por unos segundos entre sus manos y negando lentamente antes de dirigir su mirada azulada de nuevo a su pareja.
- Yo en realidad, escribí mis votos, pero no creo necesitar leerlos, porqué todo lo que tengo que decirte está en mi corazón y no necesito nada más que mirarte a ti para decirte cada una de las palabras que escribí aquí. - habló con el corazón latiendo pesadamente en su pecho y los nervios por la emoción recorriendo su cuerpo en esos momentos, notando la sonrisa tímida que se pintó en los labios del alfa escucharlo. - De acuerdo, aquí voy. - murmuró para sí mismo, aclarando su garganta antes de comenzar con sus votos.
- Hace mucho tiempo tenía un concepto sobre el amor muy distinto al que te tengo hoy, creía que no importaba sí ese amor me lastimaba con tal de no estar solo y aunque trate de convencerme de eso por mucho tiempo, en el fondo siempre supe que no era así, pero pensaba que quizás eso era lo que me merecía, que todo estaba hecho para romperse, quemarse y terminar. Y justo cuando pensé que yo no podía tener otro tipo de amor, te conocí a ti, con tus hermosos ojos verdes puestos en mí, a pesar de tener mil opciones más, tú me mirabas a mi y fue en nuestra primera cita que me sentí realmente querido y admirado, fue ahí cuando vi al amor empezar de nuevo, pero no ese amor que me hizo sentir inferior en todos los sentidos, si no un amor real, uno que creí que nunca encontraría, pero ahora lo tengo y está aquí, justo frente a mi, eres tú, siempre has sido y ahora lo sé. - dijo Louis con las lágrimas de emoción formándose en sus ojos, justo igual que el alfa. - Eres mi chico de Londres, mi príncipe, mi compañero de vida, mi definición de paz y amor, eres que lo siempre busqué y soñé. Lo sé cada vez que te miro a los ojos, esos ojos que no me han demostrado nada más que amor puro y sincero, es por eso y por todo lo que siento por ti, que yo, Louis Tomlinson, con cada fibra de mi ser, tomó esta fuerza magnética de hombre que eres tú, Hary Styles, como mi legítimo esposo, para que los dos seamos uno sólo desde este día, para bien o para mal, en prosperidad o en adversidad, juro ser fiel, auténtico y dramático, solo para ti, cuidarte y amarte en cada una de mis vidas, porqué no hay persona en el mundo que yo pueda amar que no seas tú, eres mi amado por siempre y para siempre. - finalizó con una sonrisa orgullosa en su rostro y las lágrimas bajando por sus mejillas.
Harry asintió, sonriendo igual que él con las lágrimas saliendo de sus ojos verdes, limpiandolas antes de hablar.
- Eso fue hermoso, amor. - murmuró solo para ellos dos, ganándose una sonrisa más de parte del omega. - Bien, es mi turno. - agregó respirando hondo para quitarse los nervios de encima.
- Louis, yo tampoco necesito un papel para decirte todo lo que siento por ti, aunque estuve practicando esto por mucho tiempo. - confesó, riendo nervioso, haciendo reír al castaño igual.
- Cuando era niño solía escuchar las historias de almas gemelas, esa alma que está destinada a cada persona por el resto de su vida y siempre tuve ese miedo de nunca encontrar a la mía o de arruinarlo cuando la encontrará. - comenzó con sus votos sin dejar de mirar a los ojos al omega. - Pero cuando te mire a ti, ocasionaste algo en mi desde el primer momento, sentí que te conocía de no toda la vida y no por veinte segundos y lo supe en ese instante, supe que eras tú, eras la persona que siempre estuve esperando con miedo a no encontrarla nunca. Y sé que no soy el hombre perfecto, pero te juro que intentare serlo para ti cada día de nuestras vidas, te prometo que nunca encontrarás otro como yo, nunca voy a lastimarte, siempre buscaré hacerte feliz, te apoyaré en cada cosa que quieras hacer, seré tu motor cuando estés desanimado, nunca nos iremos a dormir enfadados, pero sobre todo eso... - dijo acercándose al chico, limpiando las lágrimas de sus mejillas con una de sus manos y colocándola la otra en su cintura. - Siempre haré que te sientas orgulloso de ti y de nuestra unión, porque yo te acepto a ti, Louis Tomlinson como mi legítimo esposo, para ser uno sólo desde este día para siempre, porqué mi corazón tu corazón ha sido prestado a las personas equivocadas y el mío ha estado triste, pero todo eso está bien, porqué terminamos juntos y yo, Harry Styles, te tomo a ti, mi rey para ser mi amado por siempre y para siempre. - finalizó, llorando un poco más por su propias palabras.
Louis lo miró enternecido, tragando en seco por todo lo que aquellas palabras lo habían hecho sentir.
- Hora de colocar las argollas. - anunció el sacerdote, haciendo que la pareja se separara un poco, para cada uno colocarle la argolla se unión al otro, aún con lágrimas en sus ojos. - Yo los declaro esposos desde este día hasta que la muerte los separe. Pueden besarse. - finalizó el padre bendiciendo a la pareja.
Harry tomó el rostro de Louis entre sus manos antes de unir sus labios, sellando y haciendo oficial su unión matrimonial.
Ellos se besaron con amor y pasión, con los aplausos de sus invitados a su alrededor.
- Te amo, mi rey. - murmuró Harry contra su labios, bajando su manos a las caderas del omega para pegarlo más a su cuerpo.
- Te amo, mi príncipe. - respondió Louis cuando sus labios se separaron, abrazándose de la cintura del alfa. - ¿Podemos estar así de cerca, por siempre y para siempre? - preguntó en voz mirándolo a los ojos.
- Por siempre y para siempre. - respondió Harry con una sonrisa sincera, inclinándose para besarlo.
Con ese beso una vez más, Louis confirmó que había hecho la elección correcta, Harry era la luz del día en su vida, dorado y hermoso para él, estaba feliz de que él sea su ser amado.
F I N
Damas y caballeros,
¿Podrían levantarse, por favor?
Con cada cicatriz de cuerda de guitarra en mi mano, acepto esta fuerza magnética de un hombre como mi amante.
Mi corazón ha sido prestado y el tuyo ha estado triste (azul)
Bien está lo que bien termina, para terminar contigo.
Prometo ser muy dramático y fiel a mi amante.
Y guardarás todos tus chistes más sucios para mí.
Y en cada mesa te guardaré un asiento, amante.
¿Puedo ir a dónde vas?
¿Podemos estar siempre así de cerca? Por y para siempre
Y ah, sácame y llévame a casa
(por y para siempre)
Eres mi, mi, mi, mi
Oh, eres mi, mi, mi, mi
Cariño, eres mi, mi, mi, mi amado.
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