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021.

Escuchar traducción antes de leer el capitulo, o durante, para mejor entendimiento.

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We gather here, we line up, weepin' in a sunlit room

En medio de la habitación, los ultimos jugadores se encontraban sentados en una mesa con la forma de un cuadrado, uno en cada lado mientras los guardias colocaban una producida cena, debían sentirse como reyes en su ultimo día.

La tensión entre ellos, podía cortarse con tijeras, había miradas asesinas entre Gi-Hun y Sang-Woo, incluso de Gi-Hun para Yelena, entendía el por qué, aunque no concordaba, tenía que estar del lado de Sang-Woo, tan cerca del final era pésima idea separarse, incluso por algo como una discusión.

If I'm on fire, you'll be made of ashes too

Yelena apenas tocó su plato al comer, no sentía ni el apetito ni la fuerza para hacerlo, esperaba que eso no haya extrañado a ninguno de ellos. Durante esa cena cruzó miradas varias veces con su esposo, ninguno habló, pero en ambos se notaba esa preocupación, de no saber en que terminaría todo.

Cuando la cena terminó y los guardias se llevaron sus platos casi llenos, dejando la más directa de las indirectas, dejaron un cuchillo frente a cada uno. Era metafórico de cierta manera, no necesitaban a los cuatro para llegar al final, uno de ellos podía morir ese día y no afectaría el desarrollo del juego final.

Uno de ellos moriría ese día.

No era un momento para descansar, por más que era lo único que la mujer quería, se sentía un riesgo cerrar los ojos, y aún más con ese dolor que la estaba matando lentamente, era casi imposible ocultar esas expresiones de dolor.

Para evitar caer dormida, Yelena intentó distraer su mente de todo lo que sucedía, hasta que entre sus pensamientos llegó a Alexey. No sabía si aún estaba vivo pero sabía que estaba a punto de poder el dinero para para su cirugía.

Si pasaba la noche, el temor a no hacerlo se hacía cada vez más, al punto de sentir, que por más que lo intentara, no podría salir de aquí junto a Sang-Woo. Una lagrima rodó por su mejilla, observando a aquel hombre, tal vez era por el sentimiento de ese momento , pero realmente lucía perfecto en ese angulo, y el saber que podría dejarlo o el dejarla en algún momento era una completa tortura.

Con suma dificultad, se levantó de la cama, usando su fuerza para dirigirse a la cama de Sang-Woo, sorprendiéndolo cuando el levantó su mirada, pero la dejó sentarse junto a el, abrazándola por la espalda, mientras ella recargaba su cabeza en sus hombros, ambos entrelazaron sus manos, no fue necesario decir nada.

—Quiero irme a casa... –Soltó la mujer con su voz entrecortada.

—Ya no tenemos una casa, no ahora. –Respondió Sang-Woo extrañado por lo que decía la mujer. —pero mañana tal vez las cosas cambien.

Ella empuñó el cuchillo que los guardias dejaron frente a ellos en sus manos, era el arma perfecta para eliminar jugadores. —Si no salgo viva de aquí quiero que sepas lo mucho que te amo...

—¿Por qué dices eso? –Cuestionó extrañado.—Hemos llegado muy lejos como equipo, saldremos juntos de aquí con ese premio mañana.

Ella negó débilmente. —Hemos llegado hasta aquí gracias a ti. –Otra lagrima se deslizó por su mejilla. —Pero yo, yo sólo estuve siguiendo tu paso, sólo caminé detrás de ti durante todo el juego...

—Tu decidiste que eligiéramos los últimos números en el puente de cristal, yo quería elegir los primeros y de no ser por ti ahora estaríamos muertos, puedes pensar que no es mucho, pero nos salvó la vida. –Sang-Woo se volteó a observarla preocupado, notando su rostro más pálido de lo normal, y su mirada cansada, perdiendo la luz que la caracterizaba. —¿Cariño, estás bien?

—Arruiné todo. –Otra lagrima rodó, fue una avalancha de lagrimas que cayeron por sus ojos. —¿Recuerdas esa pelea con el 101? –El asintió asustado por lo que ella fuera a decir después. —Tengo una hemorragia, supe que algo andaba mal desde el primer día, pero es ahora cuando se que no podré aguantar más.

—Mierda. –Susurró el hombre, tomando el rostro de la mujer entre sus manos. —¿Por qué no me lo dijiste? 

—No quería preocuparte, nuestras vidas son desechables para ellos, ¿Qué iban hacer si se enteraban que estaba herida? –Explicó, apretando ese agarre entre sus manos aun más. —Lo lamento tanto...

—Tienes que aguantar, Yelena, mañana todo esto terminará, después podremos pagar cualquier cosa que necesitemos incluso el hospital pero por favor resiste un día más. –Rogó con sus ojos a punto de romper en llanto, junto a ella. —Hermosa, resiste un día más.

—Hace tiempo no me llamabas así... –Esbozó una débil sonrisa. —Resistí días, Sang-Woo, no te diría esto, pero ya no puedo más. –El soltó el agarre de sus manos, golpeando frustrado la pared tras ellos con su puño.

—Hicimos planes para el futuro, Yel, dijimos que envejeceríamos juntos... –La primera lagrima cayó por sus oscuros ojos. —Debí saber lo que te pasaba, noté cuando dejaste de pelear, cuando te convertiste en una carga debí saber que algo malo pasaba...

—¿Cuando que? –Preguntó con dolor y sorpresa levantando su mirada, Sang-Woo rápidamente se arrepintió de esas palabras.

Even on my worst day, did I deserve, babe, all the hell you gave me?

—No quise decir eso, Yel, lo siento... –Buscó la manera de corregir ese error, no quería pelear con ella en ese momento. —Sabes que jamás te vería como una carga, eres la mujer que más amo y sólo he querido protegerte todo este tiempo, pero estaba...

—¿Frustrado? –La mujer lo interrumpió. —Lo entiendo, entiendo que lo estés, es frustrante hacer todo y que la otra persona parezca no esforzarse. –Pese a hablar de su situación en ese momento, era imposible no relacionarlo a todo lo que habían pasado allá afuera, ella trabajaba todo el tiempo, mientras Sang-Woo se ocultaba evitando las consecuencias de sus actos. —Pero jamás quise hacerte sentir así, y si por mi fuera hubiera hecho hasta lo imposible por sobrevivir, pero el tiempo se está acabando...

El la abrazó con fuerza, dejando que ella ocultara su cabeza en su cuello. —No quiero morir, Sang-Woo... –Rompió en llanto, apretando ese agarre. —Dale mi brazalete a Alexey, por favor...

—No va a pasarte nada. –Dijo Sang-Woo, recostándose ambos en la cama.

Hasta que un ruido los hizo sobresaltar, Yelena levantó su mirada preocupada viendo como Gi-Hun corría hacia la puerta pidiendo ayuda, observando a Sae caer tomando con fuerza su abdomen.

—Ay no... –Soltó con tristeza, ambas estaban heridas, ambas podrían perder el juego.

Una idea se presentó en la mente de Sang-Woo, menos jugadores significaba más posibilidad de ganar y de salir de ahí junto a Yelena. Cómo si su cordura lo traicionara, se levantó de su cama sosteniendo con fuerza ese cuchillo, lo único en su mente era algo terrible.

Matar a Sae-Byeok

—Sang-Woo ¿Qué haces? –Susurró asustada la mujer, el mayor no respondió, siguió avanzando hasta la otra cama. —Amor, piénsalo bien. –Adivinó lo que sucedería, y no podía permitirlo.

Se levantó de la cama con rapidez, su cuerpo apenas podía mantenerse de pie, sin tener tiempo de tomar su cuchillo se acercó al hombre jalando con fuerza su brazo izquierdo. intentando detenerlo antes de que cometiera un acto horrible.

El mayor iba concentrado, sólo teniendo en mente eliminar a Sae de la competencia, como molestar a un perro mientras come, al sentir un par de manos sobre su brazo, fue como si le dieran el impulso necesario para actuar, se dio la vuelta, empujando su cuchillo directo en el pecho de la persona tras de el.

Un fuerte grito de dolor salió de los labios de la castaña, el hombre volvió a la realidad, al caer en cuenta de lo que había hecho retiro el cuchillo de el pecho de la mujer, cubierto de sangre.

—Sang-Woo... –Susurró adolorida, decepcionada y sorprendida, antes de que su cuerpo cayera al frío suelo, sus ojos se aguaron. No podía creer lo que su esposo había hecho. La sangre brotaba de su pecho por sin detenerse.

Gi-Hun se dio la vuelta tras escuchar los quejidos de la mujer, mirando aterrado la escena, corriendo hasta Yelena atónito, era la mejor amiga que había tenido, jamás habría imaginado que algo como eso sucedería, llegó a pensar en matar a Sang-Woo, pero de ningún modo pensó que alguien llegaría a herirla.

Sang-Woo permaneció inmóvil, arrepentido pero sin poder reaccionar ante lo que había hecho, como si todo se hubiera detenido para el, el tiempo dejo de correr, no lograba procesar las cosas.

El 456 se arrodilló frente a la agonizante mujer, tomando con fuerza su mano, intentando buscar un modo de salvarla, mientras veía que la sangre comenzaba a caer de sus rozados labios.

—Yel, vas a estar bien, prometo que vas a estar bien... –Soltó desesperado. —¡Necesitamos ayuda! –Volteó a mirar las cámaras. —¡Nos necesitan a todos para jugar! 

—Gi-Hun...–La mujer hablo con su voz entrecortada. —Ve con Sae-Byeok, por favor. –Pidió soltando varias lágrimas de sus verdes ojos. —No la dejes morir, no d-dejes que ella muera...Es muy joven para m-morir, deja que ella v-viva –Gi-hun sintió como ella presionaba su mano, dándole el brazalete de su madre. "Debía entregarlo a Alexey" había escuchado como le decía eso a Sang-Woo antes, pero su confianza en el se había roto como si de una promesa se tratase. Aquella dinastía que ni siquiera el cielo podría hacer temblar, se había derrumbado en segundos.

Gi-Hun asintió, sin querer dejar a la mujer ahí, intentando salvar a la joven coreana, gritando por ayuda a las cámaras.

Sang-Woo cayó arrodillado frente a Yelena, sus ojos llorosos se encontraron con los del hombre, cristalizados, sabía que había cometido el peor error de toda su vida. El cargó la cabeza de la mujer, presionando su frente con la suya, abrazándola por los hombro, ella no tenía fuerzas para retirarse, había apuñalado su parte más sensible, su corazón.

—Ya no soy una carga... –Sonrió con tristeza, adolorida hasta lo más profundo de su roto corazón.

—Amor, perdóname. –Soltó entre lágrimas, desesperado, sabía que no podía hacer nada al respecto. —No quise hacerlo, no era mi intención, debíamos salir juntos... –La mujer quitó una mano de su ensangrentado pecho, pasándola por la mejilla del mayor. —Eres lo que más amo en este mundo, resiste, no quería hacerlo...tenemos que irnos juntos, amor, no me dejes...

Cómo si el dolor hubiera desaparecido por unos segundos, ella esbozo una tranquila sonrisa.

—P-por f-f-favor, no m-me olvides. –Una última lágrima rodó por su mejilla. —R-recuerda que siempre te amé, Sang-Woo... –Su respiración se detuvo, sus ojos se mantuvieron abiertos, pero no había nada que hacer, ella se había ido.

'Cause I loved you, I swear I loved you
'Til my dying day

—Vuelve... –Susurró Sang-Woo contra su mejilla. —Aún te necesito... –Entrelazó sus frías manos acariciando el anillo que compartían, el cual había perdido todo el significado.

And if I'm dead to you, why are you at the wake? Cursing my name, wishing I stayed, look at how my tears ricochet

Los guardias finalmente entraron, Gi-Hun los observó con esperanza creyendo que salvarían a las dos chicas, dándose cuenta de la triste realidad a verlos sostener dos ataúdes negros mientras se dirigían a los cuerpos.

A la fuerza, separaron a Sang-Woo del cuerpo sin vida de Yelena, tomándola sin mucha delicadeza para hacerla entrar en la caja.

'Cause when I'd fight, you used to tell me I was brave

Gi-Hun corrió hasta el, furioso, tomando su cuchillo y sin pensarlo dos veces lo apuntó hacía el.

Sang-Woo se arrodilló con sus ojos llorosos, merecía ser apuñalado, merecía ese mismo destino que le causó a la mujer que más amaba en el mundo.

Pero ese impacto jamás llegó, uno de los guardias golpeó a Gi-Hun sacándolo del camino, no necesitaban a los cuatro para competir, de hecho, dos eran suficientes para entretener a los VIP's.

And you can aim for my heart, go for blood, but you would still miss me in your bones



























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¿Qué tal les pareció el capítulo?

(Esto aún no termina)

-Alessandra

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