Capítulo 18
Jungkook sintió su labio temblar, después de oír la afirmación de Lisa quiso convencerse que es una broma, es la primera vez que puede enamorarse pero ha oído muchas cosas cuando tienes esa sensación, y lo peor es de alguien que no conoce en realidad.
—Lisa, di que solo estás jugando. — Escuchó un sonido de negación.
—Tu corazón enloquece cada vez que lees las cartas, sientes mariposas en el estómago cuando las recibes. Es obvio que estás enamorado.
—Pero no lo conozco, ¿Qué tal si es un juego suyo de mal gusto?
—Olvidé que es tu primera vez, es mejor arriesgarse que lamentar, cualquier cosa puede herirte emocionalmente y nadie se salva de eso. ¿Recuerdas cuando llegué a tu casa llorando porque el chico que me gustaba destruyó el regalo que le hice?
—Si, lo recuerdo muy bien.
—Eso pasa, si a ti te rompen el corazón, siempre va ver alguien que te aprecie mucho luego. No te dejes llevar por tus inseguridades, Kookie.
Jungkook está menos convencido, por más que quería hacerlo no puede dejar de pensar en el chico de las cartas. Empuñó sus ojos, luchando con su subconsciente, no puede creer que ese momento haya llegado.
—¿Sigues ahí, Jungkook? — La voz de su amiga resonó.
—Te veo mañana en clases, tengo que estudiar y quiero concentrarme en estos días.
—Está bien, te doy suerte.
—Igualmente. Hasta luego. — Colgó la llamada y dejó el celular sobre el colchón de su cama.
Bueno, pensando bien las cosas, el chico de las cartas le dice cosas lindas y es su única manera de comunicarse con él, aunque es muy raro que se use esa técnica en la época actual, es muy lindo y lo admite. Jungkook ha sido cercano a Taehyung, él siempre le entrega las galletas con chispas de chocolate acompañadas con jugo de manzana tal como le gusta, siempre ha sido atento en él, no lo juzgará en nada y le permite ser él mismo, Taehyung es el chico perfecto que cualquiera quisiera tener.
¿Por qué compara esto? Ni él mismo lo sabe.
Soltó un bufido y tapó su rostro con la almohada, sentía sus mejillas arder hasta las orejas.
—Estoy volviéndome loco. — Murmuró.
Para quitar esos pensamientos de su cabeza, se levantó de la cama aventando la almohada ahí para después sentarse en la silla giratoria cerca del escritorio, abrió su libro y guía de historia, quiere sus mejores notas por estos días, unos pensamientos estúpidos como estos no tienen que arruinar su semana de exámenes.
Aunque Jungkook tiene demasiadas dudas respecto sus sentimientos.
Taehyung esperaba ansioso en ver al castañito, lo esperaba en el casillero del menor, temblaba de los nervios y los segundos eran horas, sus manos sudaban un poco, trataba de tranquilizarse ya que ni Hoseok y ni Yoongi aún no llegaban.
—¡Hyung! — Dio un sobresalto al escuchar esa linda voz a sus espaldas. Volteó sobre talones para verlo. Tan lindo que quiere besarle toda la cara.
—J-Jungkook. — Balbuceó, ¿Por qué tiene que actuar como idiota cada vez que habla con él? Ojalá que el menor no lo trate raro después de esto. — ¿Nervioso por tus exámenes?
Asintió el castañito, soltando esa linda sonrisa.
—Taehyung hay algo que tengo que decirte. — El peliazul entre abrió la boca al ver a Jungkook apenado.
—Puedes decírmelo sin miedo.
Vio como las mejillas del menor se colorearon en un dulce rojizo, haciéndolo ver muy tierno, Taehyung está en ese estado también pero es un desastre. Los estudiantes que pasaban por el pasillo ya no se encontraban por ahí, es como si de la nada desaparecieron sin dejar un rastro, ni la campana ha sonado para dar señal que las clases iniciaron. Es como si todo el mundo no existe, sólo el chico que ama y él, nada más.
—Taehyung, tengo miedo de decírtelo pero... me gustas. — El mayor quedó estático, ¿Que dijo qué?
—Jungkook...
—¡Me gustas, hyung! — Sus ojos hicieron contacto. — No puedo ocultar esto, pero es necesario decirlo.
Taehyung tragó duro y empezó a balbucear cosas sin sentido, sintió su corazón saltar de alegría, le correspondió los sentimientos. Iba soltar una palabra pero Jungkook lo tomó de la nuca para atraer su rostro con la de él, para que sus labios se juntaran.
Sintieron una linda sensación en aquel roce, es algo que siempre ha esperado, el peliazul atrajo el cuerpo del castaño para abrazarlo por la cintura y movió sus labios, haciendo que sonara un chasquido. Wow, es un momento que no tiene que olvidar.
Seguía en su propio mundo mientras el beso es suave y muy delicado, pero escuchó en que alguien lo llamaba varias veces, aquello lo ignoró, pero le molestaba demasiado. Hasta que sintió un golpe en la cabeza hizo que volteara de inmediato.
—¡Taehyung te estoy hablando! — Escuchó la voz de su progenitora, el mencionado se movía somnoliento en la cama mientras abría poco a poco los ojos, de nuevo soñando con Jungkook, y justo en la mejor parte. — La alarma ha estado sonado como tres veces, levántate antes que sea tarde.
—Ma~. — Dijo con voz ronca. — En un minuto estoy listo.
—Y en primer lugar te encuentro besando la almohada. — Ríe bajo la mujer. Palmeó la espalda de su hijo. — Anda, ¿Qué soñabas?
Taehyung se movió perezoso, se enderezó para estar sentado sobre el colchón, dejando la almohada que abrazaba en su lugar. Rascó sus ojos mientras bostezaba.
—¿Recuerdas al chico de ayer? — Asintió su madre. — Es el que me gusta, mamá.
—Ay Taehyung. — Ordenó esos cabellos desordenados. — ¿Y él lo sabe?
—No como yo mismo, sino por las cartas que le mando.
—Es muy lindo. — Sonrió. — Espero que en persona se lo digas.
—Si, pero temo que me rechace. Él cree que estoy jugando, desde el principio lo aclaró.
—Es mejor que estés listo para eso, tal vez ya sienta algo por ti, pero sé tu mismo. — Acarició su mejilla con dulzura. — Sin importar que seas el admirador secreto y en persona.
—Claro, madre.
—Mi Taehyung crece mucho. — Besó la mejilla de su hijo para después cargar un cesto de ropa. — Pero no te desconcentres mucho en los exámenes, siempre haz sido un buen estudiante.
—Confía en mi, me va bien como siempre. — La mayor asiente y sale de la habitación para dejar que el peliazul se alistara para ir al colegio.
Taehyung soltó una tonta sonrisa, el sueño que tuvo era tan real que lamentar tuvo que ser interrumpido, se levantó de la cama para dirigirse al baño para hacer sus necesidades, después de cinco minutos de hacer su rutina mañanera, bajó de rápido por los escalones y se dirigió directo a la cocina, el exquisito olor a waffles.
Dejó su mochila en una de las sillas del comedor y se adentró a la cocina donde está su madre, se acercó para tomar una manzana y morderla.
—Mamá, ¿Cómo conociste a papá? — Soohwa soltó una risa nasal.
—Ya sabes la historia, ¿Por qué quieres que te la vuelva a contar?
—Es muy linda su historia, es todo. — La mayor alzó una ceja y sacó los waffles de la wafflera, para colocarlos en un plato de plástico.
—Lo dices para tener por lo menos alguna idea para conquistar ese chico ¿no? — Se dirigió al refrigerador para sacar una jarra que llevaba jugo de manzana, para después dirigirse a la barra y dejarla. — ¿Por qué no me cuentas de Jungkook? Es un buen chico pero ayer en la comida lo vi... no lo sé, algo triste.
—Oh. — Era verdad, Jungkook no hablaba mucho sólo cuando su madre le preguntaba algo o se quería una opinión, por más que quiso hablar con él después, el castaño se negó. — Siempre ha sido así, aún no sé el porqué, no me gusta invadirle de preguntas ya que puede ser un tema delicado para él.
Soohwa volteó para verlo, dejando un vaso y el plato de los waffles en la pequeña mesa que tienen al centro, para que el peliazul empezara a desayunar.
—Ya veo.
—En verdad quiero ayudarlo, pero todo se pone cada vez más difícil.
—Eso es por cuestión de tiempo, no es sencillo ayudar en la clase de problema que tenga, va ver un momento en que te necesitará.
—Y estaré disponible.
—Andando, continúa desayunando, ya después hablamos de ese chico lindo que amas. — Taehyung soltó una sonrisa y llevó un pedazo de waffle a su boca.
Las cosas cambiaron desde que se volvieron amigos, tal vez hacerse más cercano a Jungkook pueda ayudar pero teme en arruinar a la vez sus planes, le tiene confianza y ahora piensa empezar a conquistar su corazón. Una semana es el tiempo exacto para planearlo, aunque no dejará de escribirle cartas, esperaría en que el menor le contestara después. Todo está bajo control.
—Jungkook ¿Estás bien? — Dijo Lisa dejándole de prestar atención en Yugyeom. Se veía un poco preocupada por su amigo, después de la llamada le dio felicidad pero a la vez le entristece, no quiere que todo sea una farsa después y empeore todo en el castaño.
—Hermano, haz estado extraño desde que llegaste. — Dijo Yugyeom igualmente preocupado. — ¿Pasó algo con Seokjin?
Jungkook negó.
—Con Seokjin hyung está todo bien. — Alzó la mirada. — Pero... no sé si es momento de hablarle respecto mi madre.
Ambos abrieron más los ojos sorprendidos, ellos nunca han oído que Jungkook tiene una madre pero es algo inesperado que enterarse que anda enamorado del chico de las cartas.
—Jungkook ¿Por qué no nos dijiste que...
—Yo no sabía en qué momento volvería a verla, no me gusta mentirles y bueno. — Ríe amargado. — Después lo de mi padre, me di cuenta del porqué nos abandonó.
—Oh Kookie. — Lisa se dio cuenta que Jeon si está en un lío. — Podemos ayudarte a encontrarla, primero necesitamos que Seokjin diga algo.
—¿Q-Qué tal si ella no se encuentra en la ciudad? No me gusta en que todo salga mal.
—Nada nos va impedir. — Dijo el peliamarillo. — Le diré a Jimin y Jisoo en que se unan, también a Taehyung, Hoseok y Yoongi si es necesario. No estás solo, Jungkook.
Jungkook soltó una sonrisa y abrazó a sus dos amigos, en verdad está agradecido en recibir apoyo, el deseo de ver de nuevo a su madre es lo que importa ahora, ahora es pensar bien las cosas para hablarlo con Seokjin.
—En verdad gracias. — Murmuró cuando se separó de ellos. — Lamento por tratarlos mal desde el principio. — Lisa negó con la cabeza.
—No te disculpes, nosotros esperábamos el momento de poco a poco seamos muy amigos como antes. — Asintió Yugyeom. — Dime, ¿Qué piensas hacer después que... — Sonríe pícara. — Te gusta el chico de las cartas?
Yugyeom miró confundio a la chica. — ¿En qué momento pasó eso?
—Justo ayer. — Contestó Jungkook. — Aunque creo que hay un problema.
—Oh vamos, no más problemas en tiempos de exámenes. — Lisa ríe bajo ante las palabras del peliamarillo.
—¿Qué es lo que trata?
—Se trata de Taehyung, pero no estoy seguro de nada.
—Espera. — Agitó las manos y su expresión se volvió seria. — No me digas que...
—N-No. — Negó con la cabeza varias veces. — Solo que... Taehyung se comporta lindo conmigo y bueno, respecto con el chico anónimo, me confunden demasiado.
—Jungkook, es una locura que puedes llegar a enamorarte de dos personas. — El mencionado encogió de hombros, Yugyeom tiene paciencia en que el contrario no logre explicarse bien.
—Bueno, dejemos eso para después. — Dijo Lisa intentando desviar la conversación. — Lo que importa es saber algo de la madre de Jungkook y encontrarla, ¿De acuerdo?
Ambos chicos asintieron.
La misión de tener un lindo reencuentro ha empezado, Jungkook está un poco ansioso y a la vez le asusta, y más cuando está confundido con esos dos chicos que lo ponen extraño, bueno con Taehyung no tanto como el chico de las cartas, terminaría loco si resulta enamorado de dos personas y todo sería un lío.
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