Capítulo 16
《Gritos se escuchaban, voces hacían un gran eco por la casa, y un pequeño niño encerrado en su habitación, asustado mientras tenía sus piernas casi en su pecho pero abrazaba su osito de peluche, lloraba silenciosamente e intentaba pensar positivo para dejar de escuchar como sus padres discutían. No tenía idea de lo que hablan, no le agradaba ver a sus progenitores enojados.
Maletas se encontraban en la puerta principal, Jiwoo ya quería dejar de escuchar al hombre que le suplicaba en que no lo dejara. Estaba adolorida, lágrimas corrían por sus mejillas mientras negaba una y otra vez.
—¡Entiéndelo, Junghee! — Exclamó con rabia. — ¡Ya no puedo estar contigo!
—¿¡A caso no es suficiente lo que doy!? — El hombre soltó aún más molesto. — ¿¡O no será que ya tienes un amante!?
—¡Dijiste que vas a dejarlo! — Ignoró la pregunta del contrario. — ¿Qué? ¿Querías que te aplauda? ¡Apostaste nuestros anillos de compromiso, me lo prometiste que no lo volverías hacer!
—Gracias a mi, ustedes están bien. — La mujer ríe seco.
—¿Estar bien? ¿Esto es estar bien? — Se empezó a dirigir por los escalones. — Tenemos un hijo, ¿A caso no piensas en él?, no necesita lujos para ser feliz.
Junghee iba hablar, pero ver a su esposa subir por los escalones decidió seguirla.
—¿A dónde vas?
—Por Jungkook, me lo llevaré. — Dijo decidida. El hombre negó con la cabeza y la tomó por el antebrazo para evitar que se acerque a la habitación de su pequeño.
—A él no te lo vas a llevar.
—No confío en ti. — Jiwoo intentó zafarse. — Jungkook estará bien conmigo.
—¡No lo harás! — La jaloneó para apegar sus cuerpos, la mujer soltó un quejido debido la fuerza que este causa. — Pobre de ti si alejas a Jungkook de mi. — Su voz sonó fría.
—También es mi hijo, Junghee.
—Pero volverás. — Sonrió de lado. — Volverás, dirás que me necesitas y lo cuán arrepentida vas a estar.
—Estás mal. — Forzó su brazo para de nuevo zafarse. — Jungkook no merece esto.
—Claro que no, pero tu iniciaste este show. — La soltó para después empujarla, Jiwoo recargó su espalda en la pared. — Si quieres puedes despedirte de él, no intentes llevártelo o ya verás.
Se alejó de ella para volver a bajar por los escalones, Jiwoo respiraba acelerada y limpiaba sus lágrimas con el dorso de su mano, a pasos torpes empezó a dirigirse a la habitación de su hijo único. No quería alejarse de él, su idea de llevárselo con ella había esfumado, quería una buena vida para su bebé y no sufrir como en ahora en adelante, no sabía qué hacer en momentos como este, le frustraba demasiado lo que podría ser capaz su ex marido.
Abrió la puerta y se asomó, encontrando al pequeño castañito en la cama abrazando su osito que ella le regaló cuando tuvo dos años, notó que también lloraba, sintió un nudo en la garganta cada paso que daba hacia donde está él.
—Mamá. — Escuchó esa inocente voz que tanto extrañaría. — ¿Mamá, por qué lloras? — Hipeó la mayor. Le dolía mucho el pecho.
—T-Tengo algo que decirte.
El pequeño miró curioso a su mamá, dirigió la mirada sobre la puerta para ver si se encontraba su padre, pero no es así.
—Mamá tiene que irse.
—¿A dónde? — Abrazó más su osito. — Quiero ir contigo.
Aquello rompió aún más el corazón de Jiwoo. Negó lentamente, su mano temblorosa tocó la mejilla de Jungkook, podía ver esos ojos cristalinos por aquella respuesta.
—D-Debes quedarte con papá. — El infante se acercó a su madre, empezando a llorar.
—No quiero. — Hizo un puchero. — Quiero ir contigo, mamá.
—P-Prometo que volveré, cuando vuelva te llevaré conmigo. — Sonrió con tristeza, con su pulgar quitó una lágrima que había salido por los orbes del pequeño. — Pero recuerda que pase lo que pase, no olvides que eres un niño especial. Sé hermoso como la lluvia, sé fuerte como un manzano y sé dulce como la manzana.
Jungkook rompió llanto, se balanceó al cuerpo de su progenitora para abrazarla, ocultaba su rostro en el pecho de la mayor soltando más lágrimas, aferrándose más en ella con la esperanza de que no se alejara de él.
Jiwoo acariciaba sus cabellos, daba pequeños besos en su cabecita, igualmente aferrándose en su pequeño hijo.
Había pasado cinco minutos en aquella dolorosa despedida, Jiwoo tenía algo en mente y luchar para tener a Jungkook con ella. Al contrario, Jungkook vio como su madre desapareció después de haber cerrado la puerta, tuvo la sensación de correr detrás de ella para suplicar en que lo lleve.
Cuando Jiwoo cruzó esa puerta, jamás volvió.》
Seokjin cerró la puerta principal, soltó un profundo suspiro para tranquilizar sus nervios, el abogado había visitado para asegurarse en que todo está en orden por el hogar, deben hacer mucho para mantener a Jungkook con él. Si no lo logró su tía, lo hará él.
Su novio le sonrió, acto para demostrar que todo está bien. Ha ido perfecto, el abogado sabe que Seokjin si cuida bien de Jungkook, esto podría ser una prueba importante para tener la custodia.
Miró la hora y se dio un golpe mental al haber olvidado recoger a Jungkook en la escuela, cuando vio un mensaje de él se sintió tranquilo. Confía en Taehyung desde la primera vez que lo vio, es un buen chico, sabe que su pequeño primo es un poco descuidado cuando está solo en las calles.
Lo que le alegra mucho, es que Jungkook ya no es una persona muy cerrada como antes, ahora cuenta como le va sus días y ya no contesta de mala manera como solía hacerlo, todo en el castañito va cambiando.
—Seokjin. — Escuchó la voz suave de su novio. — Si quieres puedo hacer la comida, te ves un poco frustrado.
El rubio le sonrió con dulzura, dejando su celular sobre la mesa. — Jungkook vendrá un poco más tarde, podemos guardarle algo si llega hambriento.
—Para decirle que no lo olvidaste, no sé como podría tomarlo. — Seokjin soltó una pequeña risa. — Será mejor decir que salimos tarde del trabajo.
—O tal vez no pregunte. Prepararé algo que te guste, no pienses eso sobre la custodia por ahora.
—Gracias, cielo.
Jungkook se sentía a la vez estúpido y deseó haber nacido con inteligencia, agradece que Taehyung sea paciente con él ya que no quería desesperar a nadie cuando diga que no comprende, en sí Taehyung es bueno explicando, a pesar de ser uno de los mejores estudiantes de su misma escuela tiene la habilidad de ayudar a sus compañeros en resolver dudas, aunque algunos profesores ni siquiera lo hacen.
Resolvía la ecuación que Taehyung le ha hecho, después de diez intentos logró entender, el mayor observaba para asegurarse que no haya un error, llevaban dos horas y media en la habitación del mayor, Taehyung si tenía cosas pendientes pero no pudo decir no al castaño, comprendía que Jungkook quiere mejorar su nota en matemáticas.
Tuvo la necesidad de hablar sobre otro tema pero no quería desconcentrarlo, se contenía, así que se alejó donde estaba el menor para después sentarse en su cama y sacar su cuaderno de Física para empezar a estudiar, se sentía bien en ayudarle siempre lo ha sido las veces que ayudaba a Hoseok y a Yoongi.
Jungkook soltó una pequeña sonrisa, giró su cabeza para ver al mayor, ladeó la cabeza después de haber recargado su codo izquierdo sobre el escritorio, es la primera vez que ve a Taehyung tan concentrado, podría observar bien su físico ya que casi no solía hacerlo, llevaban dos meses en haberlo conocido, sí, Jungkook había sido un grosero a las primeras semanas, pero siendo francos se siente seguro estando con Taehyung, puede ser él mismo sin el miedo de que sea juzgado, pero si termina contando que su padre iba a hacer la peor cosa con él, ¿Taehyung seguirá queriendo su amigo? A nadie le gusta a la gente con una terrible vida pero vamos, no toda la sociedad vive en un mundo de rosa, el mundo de Jungkook gracias a su madre lo mantenía así pero después supo que aunque admires demasiado a esa persona, sin importar que sea familiar, amigo o pareja, llegaría el momento de descubrir lo que oculta detrás de la máscara.
Esa inseguridad no le permite estar en paz, sabe que si finge muchas cosas de su persona para caer bien a los demás sería el mayor error, siempre llegaría el momento de que se descubra la verdad y eso podría ser de una manera horrible.
Habrá un momento, sólo tiene que esperar un poco más de tiempo.
—Hyung. — Habló, llamando la atención al peliazul. — He acabado con el ejercicio.
Taehyung dejó su cuaderno en el colchón para después levantarse y acercarse donde está el castaño. Revisó bien la operación, mentalmente calculaba mientras traspasaba un poco el lápiz sobre el procedimiento, Jungkook se sintió nervioso cuando el mayor lo miró, quería saber que la respuesta es la correcta, y así fue, Taehyung asintió por sí mismo.
—Bien, lo lograste. — Soltó una pequeña sonrisa. — Puedes seguir practicando cuando regreses a tu casa, ¿Tienes otra duda?
Negó el menor. — Lo tengo bien claro, hyung.
—Si tienes más dudas, puedes llamarme, con gusto te ayudo...
—Taehyung. — Interrumpió. — ¿Seguirás siendo mi amigo sin... — Desvió la mirada en el cuaderno. — Importar mi pasado?
Taehyung lo observó confundido, aunque claramente tiene curiosidad en saberlo, al contrario, Jungkook se contenía en no llorar enfrente del mayor, le inquieta en que no le responda rápido porque no quiere convencerse que Taehyung si es capaz de dejarle de hablar si cuenta su pasado, aunque quiera salir de ese mal estado y volver a ser como el de antes, pero no soportaría un rechazo de su hyung.
—Jungkook yo... — El sonido de la puerta principal cerrarse lo interrumpió. Hizo un ademán de disculpa para después dirigirse a la puerta de su habitación.
Jungkook hizo un puchero, no puede dañarse asimismo con ese pensamiento, doloroso, si que es doloroso pensarlo. ¿Pero cómo olvidar tu pasado si te atormenta siempre, a pesar que también aparecen en los sueños volviéndolos como pesadillas?
—¡Taehyung! — Se escuchó el llamado de una mujer que provenía en el piso de abajo. Notó que el peliazul ya no se encontraba en la habitación.
Soltó un triste suspiro, regañándose mentalmente por haber abierto la boca, ojalá haber tenido el poder de leer mentes para saber qué es lo que había pensado Taehyung, no se atrevió salir de la habitación y buscarlo, simplemente se permaneció sentado mientras tomaba su cabeza con ambas manos y sus codos estaban sobre el escritorio, desordenaba un poco sus cabellos y cerró los ojos con mantener la calma, no lo diría pero confía en Taehyung.
Sonaría muy estúpido pero justo ahora quiere que su madre esté con él, tal cuando era pequeño en las veces que se sentía triste, acompañándolo mientras come las galletitas con chispas de chocolate y jugo de manzana, charlando de sus sentimientos y recibiendo un consejo o un simple "está bien". A su edad, aún la necesita. Necesita sentir por lo menos un abrazo de su progenitora y escuchar su dulce voz de nuevo.
—Jungkook. — La voz suave de Taehyung lo sacó de sus pensamientos, volteó a ver encontrándolo un poco cerca donde está. — Mamá trajo algo de comer, ¿Quieres acompañarnos?
El castaño asintió, para después levantarse y seguir al peliazul afuera de la habitación. Justo cuando estuvo a punto de poner un pie en el escalón, Taehyung le tomó por el hombro, sintió su piel erizar al sentir su tacto, volteó a verlo curioso, topándose con esos lindos ojos que lo observan, haciéndolo sentirse un poco nervioso.
—No importa cuál sea tu pasado, no te juzgaré por ello. Puedes contármelo después de comer o cualquier día, no quiero presionarte pero confía en mi. Siempre estaré cuando necesites.
Jungkook asintió, soltando una leve sonrisa y empezó a bajar por los escalones. Taehyung quedó mirándolo, sea lo que sea nada cambiará sus sentimientos hacia ese chico, no importa que sea de día o de noche siempre va esperar el momento cuando necesite de su ayuda.
El castaño al entrar al comedor, encontró a una mujer acomodando dejando unos platos sobre la mesa para después sacar recipientes de una bolsa de tela, es hermosa, tiene algo de aparecido a Taehyung. Cuando esta alzó la mirada, Jungkook se sintió nervioso.
—Oh, hola. — Sonrió un poco mientras volvía la mirada en los recipientes para quitarles la tapa. — Amigo de Taehyung ¿No es así?
—Si, así es. — Murmuró, siendo perfectamente audible para la mayor.
—¿Eres...?
—Jungkook. Jeon Jungkook.
—Han Soohwa, mucho gusto. — Elevó la mirada donde está el castaño. — Puedes tomar asiento, no será necesario esperar que prepare de comida ya que he traído. — Sonríe con amabilidad.
Jungkook asintió y se acercó a la mesa para recorrer una silla y sentarse, después de un minuto Taehyung había entrado al comedor, también tomando un lugar.
—Taehyung tu padre vendrá en la cena.— Anunció la mayor. — Le cambiaron el horario.
Asintió el peliazul mientras servía su propia comida, Soohwa miró al castañito después de sentarse enfrente de ambos.
—¿Y qué hay de ti, Jungkook? ¿Taehyung se porta bien en clases?
—Somos de distinto grado. — Encogió de hombros.
De ahí la señora Kim empezó hablar para conocer un poco al amigo de su hijo, aunque Taehyung tenía que morir de la vergüenza cada vez que su progenitora dice algo embarazoso para él, a Jungkook le divirtió ver como discutían un poco y por primera vez vio a Taehyung con las mejillas coloradas, se veía totalmente tierno en ese estado. Le hacía lindo el acto de que la señora Kim estiraba un poco su brazo para apretarle una mejilla a su hijo, sonrió triste, extrañaba aquellos tiempos y deseó por milésima vez volver a ver a la mujer que lo atrajo a la vida.
Después de una hora, agradeció por aquella invitación y se despidió de ambos.
La madre de Taehyung es una mujer amable, le agradó demasiado pero tuvo que soportar tanto en él mismo, la nostalgia era que lo ponía mal aunque Jungkook con éxito actuaba como si estuviera bien, se abrazó asimismo ya que empezó hacer algo de frío, quería llegar a casa y dormir un par de horas sin importar que al día siguiente tiene exámenes y debe aprovechar el resto del día en estudiar, no se lo esperaba haber conocido la señora Kim pero si conociera al padre de Taehyung, no tendría la idea si aguantaría el llanto.
Detesta demasiado sus recuerdos, quiere estar en paz y continuar con su vida, estar bien con Seokjin, concentrarse bien en sus estudios, salir a divertirse con sus amigos, es lo que quiere.
—Jungkook. — Escuchó que alguien lo llamaba a sus espaldas, paró el paso y volteó su cabeza para mirar de dónde había venido esa voz conocida.
Vio a Hoseok acercándose a él, hizo un ademán de saludo soltando una sonrisa. El pelinegro había notado esos ojos cristalinos, hizo una mueca de preocupación al ver su amigo así.
—Jungkook estás llorando. — El mencionado decidió voltear para después limpiar sus lágrimas con la manga de su suéter. — ¿Qué ocurre?
—N-No es nada, hyung. Tuve un mal momento.
Hoseok quería preguntar sobre Taehyung pero no quería entrometerse en eso.
—Puedes contármelo. — Lo tomó por el antebrazo para empezar a caminar, Jungkook se dejaba ser guiado por el pelinegro.
—Hoseok ¿Dónde vamos?
—Al pequeño parque de otra colonia, ¿No te molesta? — El menor hizo un sonido de negación.
—Tal vez no sería mala idea desahogarme.
—Bien.
—Seokjin hyung se podría molestar por no llegar a la hora que prometí. — Soltó un poco alterado.
—Entonces diría que es mi culpa, me disculparé con él. — Lo miró de reojo, sonrió.
Jungkook en verdad quería en que alguien lo escuchara, aunque con Taehyung no tuvo la oportunidad de aquello pero Hoseok también es su amigo, con tan solo recibir consuelo o un consejo es lo que le ayuda para estar bien.
¿Les está gustando?, ya vamos en mitad de la historia, todo se está poniendo increíble ¿no?
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