02. Friends and laughs

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La temporada estaba a punto de comenzar, y los nervios revoloteaban en el corazón de Fiorella como un enjambre de mariposas. Había estado entrenando incansablemente, decidida a dejar una marca en el mundo del automovilismo y demostrar que las mujeres eran igualmente capaces en las pistas. Pero incluso su determinación no podía evitar los momentos de ansiedad antes del gran día.

Afortunadamente, tenía dos aliados en su equipo que entendían perfectamente lo que estaba sintiendo. Ollie había sido su compañero de aventuras desde hacía tiempo, y Jak se había unido a ellos, llevando consigo una mezcla de carisma y humor que aliviaba las tensiones. Su amistad había crecido en el tiempo que habían pasado juntos, y Fiorella estaba agradecida por ello.

En esa tarde soleada, la casa de Fiorella estaba llena de risas y emoción. Los padres de Fiorella y su hermano habían salido de visita, brindándoles la oportunidad de tener la casa para ellos. Una pijamada había sido la elección perfecta para relajarse antes de la temporada.

Los tres amigos se habían instalado en el salón, rodeados de almohadas y mantas, con una selección de bocadillos esparcidos en la mesa. Fiorella estaba usando su pijama favorita, mientras que Ollie y Jak se habían conformado con cómodos atuendos de dormir.

-¿Estás segura de que no quieres un poco más de helado, Fio? -preguntó Ollie, sosteniendo una caja de helado frente a ella.

Fiorella rió y negó con la cabeza.

-No, gracias. Ya he tenido suficiente. No quiero que me cueste trabajo entrar en el auto mañana.

Jak le pasó un tazón de palomitas.

-No te preocupes tanto, Fio. Tienes todo lo que necesitas para brillar en la pista. Además, estamos aquí para apoyarte.

Fiorella le sonrió agradecida.

-Lo sé, chicos. Gracias por estar aquí conmigo en un momento como este.

Jak la miró con una expresión cómicamente seria.

-Recuerda, Fio, si sientes que los nervios te superan, solo imagina a todos los competidores en pijamas ridículos. Eso debería hacer que te sientas un poco mejor.

Las carcajadas llenaron la habitación nuevamente, y Fiorella agarró una almohada para golpear suavemente a Jak.

-Tú y tus consejos extravagantes, Jak.

El ambiente relajado y lleno de risas ayudó a calmar los nervios de Fiorella, aunque en realidad Ollie y Jak también estaban igual de nerviosos, pero trataban de disimularlo para no estresar más a su amiga. Pasaron horas compartiendo historias, bromeando y simplemente disfrutando de la compañía del otro.

Conforme la noche avanzaba, las luces suaves de la habitación creaban un ambiente cálido y acogedor. Fiorella se acomodó entre las almohadas y miró a Ollie y Jak con gratitud.

-Saben, a veces me sorprende lo lejos que hemos llegado juntos. Hace unos años, nunca hubiera imaginado que estaríamos aquí, compartiendo momentos como este.

Ollie le sonrió con ternura.

-Y aún tenemos muchos más momentos por vivir. Juntos, como siempre.

Jak asintió, su mirada llena de determinación.

-Ya saben, cuando ganemos la próxima carrera, asegúrense de mencionar que fue gracias a mis consejos de pijamada.

Las risas estallaron nuevamente, y Fiorella se rió mientras lanzaba una almohada a Jak.

-Cállate, Jak. Deja que Ollie y yo tengamos nuestros momentos cursis en paz.

Ollie rió suavemente y apretó la mano de Fiorella.

-Espera, ¿estás diciendo que no querías que esta fuera la cena romántica que planeé para ustedes dos?

Fiorella rodó los ojos en complicidad.

-Si alguna vez planeas una cena romántica, Ollie, estaré esperando.

La noche continuó en medio de risas, secretos compartidos y momentos de conexión. A medida que el cansancio finalmente los vencía, los tres amigos se acomodaron para dormir.

Fiorella cerró los ojos con una sonrisa en los labios. A pesar de los nervios que habían comenzado la noche, ahora se sentía reconfortada por la amistad y el apoyo que la rodeaban. Y mientras se sumía en el sueño, no pudo evitar sentir un suave latido en el corazón que iba más allá de la amistad, un latido que le decía que estaba en el lugar correcto, con las personas adecuadas, listas para enfrentar cualquier desafío que la vida y las pistas les lanzaran.

La luz del amanecer se filtró suavemente a través de las cortinas de la habitación, despertando a los tres amigos de su sueño reparador. Se estiraron y bostezaron, intercambiando sonrisas somnolientas mientras se despertaban gradualmente.

-Buenos días, equipo de pijamada -bromeó Jak con voz ronca por el sueño.

Ollie se estiró y se frotó los ojos.

-Buenos días, Jak. ¿Listos para enfrentar la temporada?

Fiorella se incorporó en la cama, estirando los brazos por encima de la cabeza.

-Definitivamente me siento mejor después de anoche. Gracias por estar aquí, chicos. En serio.

Jak le dio un golpecito en el hombro.

-No hay de qué, Fio. Esa es la ventaja de tener un equipo increíble dentro y fuera de la pista.

Ollie se levantó de la cama y se estiró nuevamente.

-Bueno, creo que es hora de empezar a prepararnos para el día. Fio, ¿necesitas ayuda con algo?

Fiorella sonrió y negó con la cabeza.

-Estoy bien, gracias. Solo necesito unos minutos para alistarme.

Los tres amigos se movieron con calma, compartiendo miradas y sonrisas que hablaban de una conexión profunda y sincera. Una vez que estuvieron listos, se dirigieron a la cocina para desayunar juntos.

La cocina se llenó con el aroma de café recién hecho y tostadas, mientras cada uno se servía lo que quería. Sentados alrededor de la mesa, compartieron momentos cómicos y anécdotas divertidas de la pijamada.

Después del desayuno, Fiorella miró a Ollie y Jak con determinación.

-Bueno, chicos, es hora de enfrentar el día. No importa cuán nerviosos estemos, recuerden que nos tenemos el uno al otro para apoyarnos.

Jak le dio un asentimiento enérgico.

-Y vamos a arrasar en la pista, Fio. Estamos contigo al 100%.

Ollie sonrió, mostrando su confianza en sus palabras.

-Y si en algún momento sientes los nervios, solo recuerda que estamos aquí para celebrar tus victorias y apoyarte en los momentos difíciles.

Fiorella asintió, su mirada llena de gratitud.

-Gracias, chicos. Los veré después de la carrera.

Con ese último intercambio de palabras, los tres se dirigieron a sus autos, listos para enfrentar la pista y dar lo mejor de sí mismos.

Antes de que Ollie entrara en el auto, Jak lo detuvo jalandolo levemente del brazo.

-¿Crees que podemos hacer una apuesta? -preguntó Jak con una sonrisa traviesa.

Ollie levantó una ceja en señal de curiosidad.

-¿Qué tipo de apuesta?

Jak señaló hacia el auto de Fiorella.

-Apuesto a que, antes de que termine la temporada, vamos a ver una escena de celos entre Fio y Ollie.

Ollie se rió y negó con la cabeza.

-Oh, vamos, Jak. ¿Celos entre nosotros? Eso nunca sucederá.

Jak le guiñó un ojo.

-Apuesto a que sí. Y cuando eso pase, tú me debes la cena.

Los dos amigos rieron, disfrutando de la confianza y la camaradería que compartían.

Los dos chicos se subieron cada uno a su auto y llevaron los automóviles a la línea de salida mientras ambos visualizaban el coche de su amiga en la primera posición, después de una gran clasificación el día anterior.

Mientras el rugido de los autos llenaba el aire, Ollie y Jak se dieron cuenta de que, sin importar lo que el futuro les deparara, su amistad y apoyo mutuo serían siempre su motor más fuerte, dentro y fuera de la pista.

La carrera inició, el nerviosismo que Fiorella sentía se mezclaba con la adrenalina de salir primera. Cuando la última luz se encendió, pisó el acelerador con determinación, manteniendo su posición.

Fue una carrera complicada, la frustración y el estrés de pensar que podría perder su posición estaban presentes en Fiorella, sin embargo, recordó las palabras que su papá le había dicho hace algunos años.

"Ricorda, quando attraversi emozioni intense, pensa alle persone che ti portano calma, che ti fanno sentire rilassata e felice" (Recuerda, cuando pases por emociones fuertes, piensa en personas que te traen calma, que te hacen sentir relajada y feliz).

Inmediatamente a la mente de Fiorella llegaron recuerdos con sus papás, cuando jugaba con su hermanito Kimi, las risas que compartía con Jak, pero sobre todo recordó a Ollie.

A esa persona que hace algunos años le había regalado una paleta con sus mejillas sonrosadas y sus rulitos despeinados.

Esas personas eran su lugar seguro, eran quienes le daban el impulso de seguir haciendo lo que más amaba.

Con eso en mente, Fio cruzó la meta y no solo se convirtió en la primera mujer en ganar una carrera de Formula 3, sino que demostró que realmente merecía estar en el deporte y que haría todo lo que estuviera en sus manos para ganar.

Al salir del coche, se acercó a su equipo, quienes estaban más que felices de verla ganar. A la derecha del equipo estaba su familia, que la veía con orgullo, y pudo ver cómo su hermano Kimi se limpiaba algunas lágrimas.

- Sono molto orgogliosa di te, Fifi. Sei la migliore sorella maggiore e il miglior esempio da seguire - la castaña lo abrazó con fuerza mientras veía a su mamá tomarle una foto.

Cuando se separaron, la italiana vio a Ollie estacionando su auto en el lugar de segundo puesto, por lo que rápidamente se acercó a él y esperó pacientemente a que el chico bajara, para después abrazarlo emocionada.

El británico recibió el abrazo de Fiorella igual de emocionado que ella, definitivamente Ollie estaba demasiado orgulloso y feliz de que su amiga haya terminado en primer lugar.

Luego de unos segundos, ambos chicos terminaron su abrazo y se dirigieron hacia la zona de premiación.

Esa fue la primera victoria y la primera vez que Fiorella subió al podio, claramente no fue la última vez que demostró su talento dentro del deporte.