
00.09
-Narradora-
Lila y número cinco entraron a lo que al parecer era una puerta antes del búnker de operaciones.
El pequeño cinco estaba sudado como si le hubieran esparcido manteca en todo su rostro. Y la comezón era insoportable. Lila se acercó a una puerta gigante y giratoria. Una luz azul se activó cuando estuvo cerca y pasó por su ojo.
Se activó un sonido erróneo seguido de las palabras "Área restringida. Acceso no autorizado" y suspiro frustrada
-Cielos. ¿Qué pasa? Sudas como camarón en mal estado -lo vio totalmente disgustada-
Cinco pensó un poco y siguió rascándose el cuerpo mientras se acercaba a donde lila anteriormente estaba. La luz azul se activó cuando estuvo lo suficientemente cerca y escaneo su ojo. La puerta hizo un sonido de apertura y se escuchó un "Acceso permitido" indicando que podían entrar.
-Al parecer, eres esencial -habló Lila decepcionada. Cinco la observo y al abrirse la puerta fue ella quien entró primero y él detrás-
Cinco se percató de que la comezón desapareció en cuestión de segundos al pisar dentro del búnker de operaciones. Observó hacia afuera totalmente confundido y la puerta se cerró.
-Es él, ¿no? El fundador -habló número cinco acercándose a lila quien observaba un especié de pecera humana-
-Parece carne enlatada, esperaba más hombre y menos -golpeó el compartimento- Lata
Cinco frunció el ceño de inmediato al ver a la persona que estaba "enlatada". Parpadeo varias veces mientras su respiración sin darse cuenta se aceleró
-No puede ser
-¿Que pasa? -cuestionó Lila-
Lo que cinco sentía en su interior no era más que confusión. No podía creer lo que estaba viendo frente a él. Su ceño fruncido, sus manos caídas, sus ojos bien abiertos lo demostraban. No entendía nada.
-Soy yo
Lila observó al viejo enlatado y sin pensarlo soltó una tremenda carcajada. Burlándose totalmente de número cinco, incluso aplaudía de la risa.
-Increíble. Todo este tiempo te has quejado de la comisión, y tú eres quien la fundó -lo miró mientras reía- Clásico
-Si la fundé, no lo recuerdo -mencionó él sin saber en qué pensar. Su vista se desvió por completo sin moverse del lugar. Trataba de encontrarle lógica a lo que estaba pasando-
-Pensaba que eras un disidente, pero eres un empresario, hasta la médula. Es decir, -rió un poco- sin este lugar, no puedes respirar, literalmente -su ataque de risa empezó de nuevo-
-Algo no está bien. No tengo psicosis paradójica. Afuera la sentía, pero aquí adentro... -miro al rededor- nada -hizo una mueca sin completarla-
-Nunca fuimos demasiado brillantes, ¿no? -cinco viejo abrió los ojos poco a poco luego de hablar. Lo vieron atentos- el búnker de operaciones es aprueba de paradojas -cinco lo veía atento mientras su celo estaba más que fruncido- lo construí como un refugio seguro en caso de un colapso en el continuo del tiempo. -Lila prestaba atención mientras asentí- En esta habitación pueden existir todas las permutaciones de ti mismo.
Cinco lo veía mientras parpadeaba continuamente
-Debes haber venido por... Kugelblitz
-¿Es una especie de postre? -preguntó Lila, curiosa-
-Es "bola de relámpago" en alemán. Es un agujero negro extra complejo
-Del tipo que absorbe líneas de tiempo -completo ella-
-Bingo -aprobó número cinco haciendo todo su esfuerzo por hablar fuerte-
-Y bien, ¿cómo lo arreglamos? -preguntó a sí mismo. Esté comenzó a toser y el pequeño cinco hizo una mueca algo incómodo-
-No se puede
-Si tu creaste todo esto, debes haber creado una solución -mencionó en tono serio-
-Lo único que quedará es... oblivion -empezó a toser nuevamente-
-¿Oblivion? -preguntó Lila- ¿que quieres decir con eso? -se acercó y tocó el compartimento. Este se abrió y el cuerpo de Cinco mayor salió en una camilla. Lo observaron detalladamente. En especial Cinco-
-Es lo que les espera
-Escúchame, idiota -Cinco se acercó con la paciencia por los suelos. Su coraje ya lo había aguantado lo suficiente y ahora estaba por explotar- Pasé los últimos 20 días corriendo y salvando el mundo de varios apocalipsis, solo para seguir intentando salvar al mundo. Ahora estoy atrapado en este cuerpo pubescente y lleno de hormonas, y lo único que quiero hacer es comprar un Corvette Stingray de los 70
-Tranquilo, cinco -habló Lila-
-Lila, esto es entre yo y mi otro yo, así que no te metas -le sonrió con arrogancia- Gracias -volvió a verse- Este Kugelblitz no es una pequeña fuga que podamos arreglar con alguno parches. Es un compactador de basura gigante que está triturando el universo y consumiéndolo por completo. Así que ¡dime cómo detenerlo! -gritó acercándose más-
-Hagas lo que hagas... no salves el mundo -dijo con su último aliento y el lugar se oscureció-
Cinco lo miró confundido
-¿A que te refieres con...? ¡Cinco! ¿Cómo lo soluciono?!
Lila le tomo el pulso
-Está muerto, cinco -se alejó un poco-
El ojiverde comenzó a respirar acelerado mientras miraba al que ahora era el cadáver de sí mismo. Parpadeo rápidamente intentando contener las lágrimas, pues aunque lo negara, se había visto morir, literalmente. No era una cosa fácil de ver. Mantuvo los ojos apretados por un momento
-¿Me das un momento? -pidió-
-No debería dejarlos solos.
-Lila, necesito un momento
La mencionaba asintió y salió del búnker. Número cinco suspiro y tranquilizó sus emociones.
-Que hijo de puta -dijo mirándolo. Al analizarlo noto su tatuaje en el pecho- ¿que es esto?
De su bolsillo sacó una navaja y comenzó a cortar la piel de su cadáver justo donde se encontraba aquel tatuaje.
-En otro lado-
Klaus había conseguido abrir la puerta de la suite del búfalo blanco. Se adentró junto a su sobrino Stanley y comenzaron a observar todo lo que se encontraba ahí. Stanley tocaba todo lo que se le pusiera enfrente
-Que genial -habló tomando una pistola de flecha y comenzó a imitar como si disparara-
-Vamos. Deprisa, Stan. Debo ver a un hombre por un búfalo...
El dedo de Stanley presionó por accidente el gatillo y así haciendo disparar la flecha en la dirección apuntada. Para la mala noticia, está apuntaba Justo al corazón de Klaus. La flecha lo atravesó y se encajó en la pared al terminar. Stanley tiro el arma y lo vio totalmente asustado y en un completo shock
Klaus vio el huevo en su pecho y temblando mientras intentaba caminar, habló.
-Mierda
Cayó totalmente al suelo de espaldas. Mirando al techo. Él había muerto.
-No... ¡Tío Klaus! -soltó un grito desgarrador y totalmente consumido por el temor y las lágrimas se acercó a él-
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