Capítulo 2
Rencores.
Los rencores comienzan incluso antes de que nos demos cuenta. Pueden ser cosas tan simples como envidiar un par de zapatos y pueden irse acrecentando conforme tu autoestima. No podemos decir exactamente cómo alguien que lo tiene todo puede llegar a sentir un vacío en su pecho como si no tuviese nada, o como alguien con tan poco jamás llegará a anhelar más de lo que tiene. Solo pasa, está en cada persona.
Todo comenzó cuando Rosé cumplió 9 años, ella había querido un lindo suéter rosa que sus padres obviamente le habían comprado, porque claro que eso es lo que los padres hacen y aveces no es por amor a sus hijos, aveces es sólo para que sus hijos mantengan la boca cerrada, eso era lo que sucedía con los padres de Rosé.
Un día después ella llevó su lindo suéter rosa descubriendo así que un pequeño Taehyung de piel canela y ojos brillantes había llevado exactamente el mismo suéter. Lo portaba con orgullo, el pequeño parecía brillar mientras jugaba con las mangas de la prenda que quedaba tiernamente grande en él haciendo que el ligero sonrojo en sus mejillas lo hiciera parecer más adorable.
Todo comenzó ahí. Justo cuando toda la clase le dijo a Taehyung lo lindo que se veía, justo cuando Rosé se sintió invisible.
Poco tiempo después ella intentaba por cualquier medio hacer llorar al pequeño niño, pero él siempre reía, Taehyung siempre encontraba una solución, siempre brillaba. Y mientras Taehyung brillaba Rosé se fue apagando y tuvo que brillar con ayuda de bolsos costosos y tacones altos.
Aveces no envidias a una persona porque tiene un mejor celular o ropa bonita, envidias lo bien que queda en ella, envidias que demuestre lo bien que se siente sobre ella misma o con otras personas. Envidias su brillo porque sabes que nunca lo tendrás, que no es tuyo, que no te pertenece.
El problema es que somos humanos. La codicia, avaricia, entre otras derivadas son parte de nosotros. No entendemos que no podemos tener el brillo de alguien más porque tenemos el nuestro, lo que nos hace diferentes. Y aveces lo descubrimos demasiado tarde, porque anhelamos lo que no nos pertenece y en el camino perdemos lo que sí.
—¿Rosé? —la rubia miró a su mejor amiga, la única de hecho, y le sonrió— ¿Estás bien?
—Si Jenn, tranquila.
Jennie era exactamente la única buena parte de la vida de Rosé. Había sido su salvación en momentos difíciles, siempre con las respuestas correctas y la cantidad de chocolate necesaria en su bolso. Era una chica de cara pequeña y piel blanca que cargaba una larga cabellera colorida.
"Un reguilete" pensó Rosé la primera vez que la vió entrar a la escuela con un suéter bastante más grande que ella y un short bastante pequeño, Rosé la amó al instante, le tomó tanto cariño que no tuvo que pensarlo dos veces antes de contarle toda su vida.
—¿Vendrás a mi casa esta noche? —mordió su labio inferior con duda, ella siempre preguntaba.
—Claro —le guiñó un ojo—. Es noche de películas mudas, no me la perdería por nada.
—Bien —ambas sonrieron hasta que la atención de Rosé se vió atraída hacia cierto chico pelinegro—. No otra vez ¿Cuándo lo vas a dejar?
—Cuando llore —habló seriamente mientras caminaba en dirección a Kim—. Hey, tú.
—Oh no, hoy no Rosé.
—¿Por qué, bastante cansado de anoche? —alza una ceja— Si no aguantas el ritmo tal vez deberías dejar tu trabajo nocturno.
—O podrías darme unos cuantos consejos, trabajas más que yo y estás como nueva.
—Escucha maldi...
—Rosé, cariño —SeokJin se acercó rápidamente y tomó a la rubia del brazo—. Oh, gracias al cielo te encontré —comenzó a guiarla lejos de Taehyung quién agradeció al chico silenciosamente.
—¿Qué ha pasado, Tae? —Jimin se acercó con la preocupación marcada en su rostro mientras terminaba de acomodar algunas cosas en su mochila.
—Ha sucedido, Jiminie —dice con los ojos cristalizados—. Lo inevitable acaba de pasar.
—¿De qué hablas?
—Ha muerto —Kim comenzó a llorar mientras Park intentaba calmarlo.
Existen veces en las que aseguramos que moriremos sin ver ciertas cosas, eso es exactamente lo que todos pensaban cuando se referían a Taehyung, pero en cuanto los alumnos lo vieron entrar a la clase con los ojos llorosos sintieron como si ya lo hubieran visto todo.
Jimin se mordió el labio inferior intentando proteger a su mejor amigo de las miradas que se dirigían a él, odiando la sensación de ver a su Tae siendo acosado por un montón de alumnos curiosos, porque eso era todo, mera curiosidad.
—Ya dejen de verlo, vuelvan a sus malditos asuntos —todos se sorprendieron al escuchar aquella peculiar voz provenir de un rincón de la habitación, exactamente del lugar a lado de Rosé.
—Jin —la rubia miró a su novio y este sólo rodó los ojos.
—Odio que lo vean como si fuera un monstruo.
La rubia estaba a punto de protestar cuando el profesor entró al aula.
—Hablamos luego.
El resto de la clase pasó normal para todos hasta que el profesor dijo trabajo en parejas, Jimin miró a Taehyung cómplice hasta que otra parte salió de los labios del profesor.
—Yo voy a escoger las parejas.
Era como si alguien hubiese soplado a una torre de naipes perfectamente acomodados porque nadie quería trabajar con un extraño, no importa que lleves dos años con esta persona en un mismo entorno, si no es de tu grupo de amigos pasa automáticamente a ser un extraño, el lado desconocido, la parte oscura.
El señor Lee comenzó a dar nombres y lo que tenía que pasar pasó, como si hubiese sido ensayado o escrito como la escena de una película, parecía una total locura y todos podían sentir la maldita tensión.
—Kim Taehyung y Park Roseanne —el mundo se detuvo por un segundo.
—Señor Lee, no pienso hacer el trabajo con él, nunca. Prefiero que me repruebe —Taehyung rodó los ojos porque sabía que era estúpido el capricho de Rosé y sabía que era en valde además.
—Bien —pero hay cosas que los maestros saben y los alumnos nunca comprenderán, el dinero es poder y el dinero de una estudiante significa un auto nuevo para algunos maestros.
—Kim Taehyung y Kim SeokJin lo harán juntos y ya no habrán más cambios ¿queda claro? —Taehyung miró a Jimin quien sólo pudo transmitirle fuerza con la mirada, no la suficiente según su amigo.
Ambos se pusieron de acuerdo e irían a casa de Jin saliendo de la escuela, parecía un buen plan y de hecho lo era, pero Taehyung sólo era un humano con sentimientos y entrar en la casa del que había sido su primer sueño húmedo no parecía ser la mejor de las ideas...
Bueno aún así lo estaba haciendo, estaba caminando detrás del chico en espera de que lo guiara a la sala.
Lo primero que pasó cuando se sentaron en el cómodo sillón sorprendió bastante al moreno.
—¿Estás bien?
—Uhm si, gracias.
—Me refiero a que si estás realmente bien.
—Uhm... yo...
—Sé que no tiene nada que ver con Rosé, ¿qué es entonces?
Sin poder contenerse Taehyung comenzó a llorar y SeokJin lo abrazó provocando que el rostro del chico quedara justamente en el hueso de su cuello.
Bastante íntimo, ambos pensaron.
—Mi abuela murió, es... ella siempre estuvo ahí y... era como otra madre para mi y... ¡dios! Ni sé que voy a hacer sin ella.
—Hey Tae, tranquilo. Lo vamos a arreglar.
—No, Jin. Ella no va a volver y...
—Shh... lo sé, pero ella no quiere verte así. Yo no quiero verte así, eres demasiado bonito para llorar.
—¿Perdón?
—Yo... uhm lo siento, no debí.
—Dijiste que soy bonito.
—Taehyung, yo...
—Está bien —interrumpió—. Tranquilo, el mundo no va a acabarse.
Lloró un poco más y Jin lo sostuvo contra él como si supiera que eso era exactamente lo que Taehyung necesitaba.
Y a Jin no debería gustarle como se siente el calor del chico envolviéndolo. Pero lo hace y no va a negarlo.
•Kat🐾
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