— ¡¿Acaso te volviste loco?!

— Gyu-...

— ¡Vas a caer preso! ¡No, no! ¡VAMOS A CAER PRESOS YEONJUN!

— ¡Gyu, mierda santa! Escucha.

El castaño guardo silencio y también sus ganas de gritar y matar a su amigo.

— No voy a acostarme con Soobin, no seas estúpido.

— Pero tú le dijist-

— Le dije que consiga un lugar, pero claro que no se lo dejaré tan fácil. — Beomgyu estuvo por hablar hasta que Yeonjun lo interrumpió — Me refiero a que en realidad le será imposible.

— ¿Y qué planeas o qué?

— No sé, simplemente ser tan odioso como él hasta que termine hartándose de mi. Le dije que consiga un lugar pero simplemente le voy a dar muchas vueltas al asunto y ya.

— ¿Sabes lo poco que confío en ti? — Preguntó de repente.

— ¿Hablas en serio? — Preguntó el peliazul, totalmente ofendido — ¿Tan débil me crees  Beomgyu?

— Sí, sí lo creo. Yo creo que vas a resistir poco y que te terminarás acostándote con ese niño de nuevo.

— Estás loco, completamente.

— ¡¿Yo estoy loco?!

— Gyu, deja de gritar, por favor.

— Perdón. — Dijo su amigo — Pero es tu culpa, no mía.

— Lo sé perfectamente. Gyu, confía en mi ¿sí? Soobin es un niño y está totalmente fuera de mi alcance.

— Eso sonó egocéntrico.

— Pero tengo razón. — Beomgyu soltó una risa nasal ante el intento de guiño de su amigo.

— Solo espero que sepas lo que haces o voy a matarte.

— Sé lo que hago.

Y antes de otro vuelva a hablar la madre de Yeonjun entró a la habitación.

— Mamá, deberías tocar. — Recordó su hijo y la mujer alzó los hombros.

— Estaba abierta y además solo hablas de cosas gays con tu amigo que no me incumben.

— ¡Mamá!

Beomgyu carcajeó y dio unos aplausos, burlándose de su amigo.

— Beomgyu, tú eres gay.

— No más que tú, yo con suerte estuve con un chico.

La madre del peliazul alzó las cejas con sorpresa.

— ¿Tú acaso no tenías novio?

— ¿Yo? — Preguntó Beomgyu hacia la mujer,

— Sí, ¿A quién mierda más?

— No seas grosera. — Regañó de nuevo Yeonjun a su madre mientras doblaba otras prendas.

— Yo no tengo novio. — Soltó Beomgyu y era verdad.

— Ayer vino un jovencito, creo que era el hermano de Jackson o algo, me dijo que salía contigo.

Y Beomgyu borró la sonrisa de su rostro.

— Ese mocoso. — Se quejó el castaño y se levantó de la cama, haciendo que las prendas dobladas una sobre otra se tambaleen.

— ¡Si se caen las doblas tú! — Le dijo su amigo peliazul y para su suerte nada se cayó. 

— Bueno, ya me olvide qué vine a buscar por culpa de ustedes. — Se quejó la mujer y observó la habitación como si buscara su recuerdo.

— ¿Qué puedo tener en mi habitación que necesites? — Dijo el peliazul, como un tipo de burla.

— Tangas.

— ¡Mamá!

• bd •

— Te odio, en serio. — Taehyun observó la sonrisa de su amigo.

— ¡Jaja! Estás celoso.

— No es cierto, Yeonjun no es mi tipo.

— Pero estás celoso de que él me haya aceptado y a ti Beomgyu no. — Soobin se subió a la cama de su amigo de un salto. — ¡Me dijo que sí! ¡Jaja, eres un virgen!

— Tú estás actuando como un virgen.

— No es cierto.

— Si es cierto, siquiera sé por qué tienes tanto interés en él si es de los que no quiere verte ni pintado. ¿Ahora tienes un fetiche?

— No, hay gente que comparte el mismo sentimiento, por más difícil que suene el hecho de que exista gente que no le atraigo, sí, hay otros pero no puede importarme menos. Yo quiero a Yeonjun, me gusta su personalidad y es lindo, muy lindo.

— Y mayor para ti

— Y mayor para mi. — recalcó con orgullo — Pero eso no me importa, y espero que a él tampoco. Lo deseo porque noté cosas estando con él, cosas que no me pasó con nadie más y quiero experimentar con él.

— ¿Ahora eres qué? ¿Un cazador de fetiches?

— Llámalo como quieras, pero soy  el "como quieras" privado de Yeonjun, quiero que me use hasta que no le quede ni una duda de lo que le gusta.

— ¿Y luego...? ¿que te deseche por ahí?

— Hasta que cumpla los 18 y acepte salir conmigo.

— Claro, porque esas cosas pasan.

— Ya estás entendiendo.

Soobin parado comenzó a dar pequeños saltos en la cama, molestando a su amigo que estaba al borde de la cama y al borde de la locura también.

— Wow, esta cama rebota mucho, ¿me la prestas?

— Eres un asco. — Soltó entre risas Taehyun, siendo aturdido por los saltos de su amigo. — ¡Soobin ya bájate, vas a romper mi-...!

Y de pronto todo quedó en la oscuridad y silencio, hasta que se oyó el grito de la señora Kang.

— ¡Choi Soobin, ¿rompiste de nuevo el foco de luz?!

— ¡Lo siento! ¡Le compro veinte!

•bd•

Yeonjun se mantuvo en su posición profesional y lado coherente toda la semana, evitando al menor en muchas situaciones, incluso sin dirigirle la mirada. Soobin no tomó aquello como algo malo, después de todo estaba en su horario de trabajo y frente a muchos jóvenes.

Pero Yeonjun sí le había mentido a su mejor amigo, no se había dado cuenta (por así decirlo) que había terminado aceptando la propuesta de Choi e incluso besarlo, de camino a casa tomó la decisión de hacerle creer que había aceptado para que el menor se calme un poco. Temió por su vulnerabilidad en cuanto pisaba la misma habitación de Soobin.

Aún así pensó en la propuesta del menor, pensó en qué se refería y cómo sabía que con Jackson no la estaba pasando bien. Quería saber específicamente qué fue lo que pasó esa noche que no recuerda bien, qué vió Soobin en él.

Por supuesto se negaba a preguntarle, era un hecho que Soobin trataría de recordárselo a su manera y no le convenía en lo absoluto, no quería recordar que había estado con un menor.

Mientras tanto Soobin se había ilusionado a tope, pensando en ello toda la semana y dándole sus ideas a su amigo.

— Aún me parece raro que haya aceptado, lo creía más profesional.

— A la mierda el profesionalismo.

— ¿De verdad no vas a aceptar que esto es ridículo?

— Taehyun, créeme que no voy a volver a tener otra oportunidad.

— ¿Para qué? ¿Para follártelo una noche? — Soobin se sentó en una de las mesas del aula, junto a su amigo.

— Es que no lo entiendes, él es diferente, es lo que buscaba.

— Soobin, tu virginidad se fue hace solo unos meses, puedes encontrar otros.

— Pero no quiero. — Soltó harto — Mira, pondré este ejemplo para que entiendas mejor, solo no te lo tomes literal. Si encuentras cien dólares en la calle ¿acaso vas a dejarlo pasar porque quizás en el futuro puedas encontrar otros cien dólares?

— ¿Ves a Yeonjun como cien dólares?

— ¡Que no! Te dije que no lo tomes literal. — Taehyun rió suavemente hartando más a su amigo — ¿Tomas los cien dólares o no?

— Claro.

— Exacto, ahora cállate.

— ¿Dónde planeas llevar a Yeonjun? — Indagó haciendo caso omiso a su amigo.

— Hay un lugar no muy lejos, es lo suficientemente privado.

— ¿Por qué no solo uno de los lugares de tus padres? Ellos tienen hoteles, cabañas y eso.

— Porque los dueños me conocen y no quiero que pregunten qué hago con alguien mayor y que vayan a decirle de todo a mis padres. Todo tiene que ser secreto.

— Oh, claro.

Finalmente el profesor volvió al aula y alzó las cejas con sorpresa al ver a esos dos alumnos aún dentro.

— Chicos, estamos en receso, saben que los directivos no quieren-

— Lo sentimos, profesor. — Interrumpió Kang y abandonó el salón, sonriéndole con complicidad a su amigo pelinegro.

— Choi, al receso. — Dijo el profesor con seriedad. 

Soobin se levantó y dio pasos lentos, viendo a los ojos a su profesor quien comenzó a perder la paciencia más rápido de lo usual.

— Ahora.

— Tenemos que hablar algo primero.

— Eso no es cierto.

— Claro que sí, he estado intentando hablar a solas con usted toda la semana pero me estuvo ignorando descaradamente.

— Porque estamos en la escuela y si quiere hablar de algo que no sea las materias no pienso perder mi tiempo. Ya no, Choi.

— Lo entiendo. ¿Quiere privacidad? — Soobin cerró la única cortina extendida del aula y cerró la puerta hasta que esta se trabe sola — Ahí tiene su privacidad, quiero hablar con usted. — Dijo, muy seguro y se apoyó en el escritorio de su profesor.

El mayor frunció el ceño ante su atrevimiento y comportamiento egocéntrico. Sabía que el menor se comportaría de esa forma-

— ¿Pero quién te crees que-...?

— Ya tengo un lugar.

— Soobin... no seas ridículo. Trabajo todo el día, no tengo días libres, solo estoy disponible dos horas por día que es cuando el sol está en su punto más alto y no podemos ir por ahí en algún lado expuestos.

— Puedo conseguir a alguien que cuide a Sophie mañana.

— Lo siento, Soobin. Pero necesitarás más que un acuerdo si me deseas como quieres.

— ¿De qué habla? 

Yeonjun se paró del escritorio, quedando cara a cara con su alumno.

— No quiero un simple acuerdo preparado, quiero que lo intentes hasta tenerme como quieres. — Susurró el docente muy cerca del oído del menor, erizándole la piel casi al instante. —  ¿Lo entiendes, Soobin-ah?

Soobin no emitió ningún sonido, los ojos del mayor se movieron con nerviosismo ante su reacción y cuando estuvo por alejarse sintió los húmedos y suaves besos del menor en el camino de su cuello a su oreja. Yeonjun cerró los ojos ante la sensación, sin poder alejarse. El mayor comenzó a hacerlo lentamente pero Soobin no se detuvo, siguió y sostuvo con firmeza la cintura del mayor para retenerlo, besando su mandíbula, cuello y bajando un poco por el camino hacia su pecho ya que abrir su camisa no era trabajo duro, siquiera necesitaba de sus manos. El menor siguió con los movimientos, haciéndolo con más rapidez y fuerza, mordiendo ciertas zonas hasta que Yeonjun comenzó a soltar jadeos y sus uñas se clavaron en la madera del escritorio hasta retirar un poco la pintura.

— Soobin...

Ambos se sobresaltaron cuando la puerta fue abierta repentinamente con mucha brusquedad.

Era Beomgyu, por suerte para los dos.

Yeonjun observó a su amigo, apenado y esperando que se haya alejado de Soobin lo suficientemente rápido.

— S-Soobin... ve al receso, por favor. — Dijo el peliazul.

El menor se retiró sin decir nada, solo con una sonrisa en los labios.

Beomgyu cerró la puerta y se acercó a su amigo para dejar una planilla.

— ¿Así quieres que te de mi confianza? — Finalmente dijo con un tono molesto.

— Beomgyu, lo siento, yo-...

— Dime "gracias", no "lo siento" porque deberías estar agradecido de que fui yo el que abrió esa puerta forzadamente trabada.

— Gracias, y no fui yo. Te digo que es ese niño el que parece planearlo todo.

— Tampoco lo culpes porque eres tú el que no le pone ningún límite, Yeonjun. No puede dejar que un niño de 16 años te controle y mucho menos deberías estar así con uno. — Yeonjun suspiró avergonzado — Eres mi mejor amigo y te apoyo en todo pero esto no está bien.

— Lo sé, no te preocupes por mi, sé lo que hago.

— Eso espero, porque no quiero visitarte en la cárcel. — Dijo y rió para alivianar el ambiente.

— No lo harás. — Dijo Yeonjun y sonrió sin abrir sus labios.

olas caras de bolas

cap concluido el domingo 11 de DICIEMBRE AYUD del 2022 a las 18:31 mientras estoy con el ventilador pq me muero de calor.