4
El peliazul salió del instituto mientras revisaba sus bolsillos por sí su celular se había quedado y cuando verificó que lo tenía siguió bajando los pocos escalones.
— Amor...— Yeonjun sintió unas manos tomar su cintura y al instante supo de quien se trataba.
— Jackson..
El castaño volteó a su novio para quedar frente a frente.
Si bien el peliazul lo había querido mucho al principio, se estaba empezando a comportar como un jodido idiota, era completamente distinto a lo que fue.
— Cielo, hoy es el último día de soltero de Hyunjin, vamos a hacerle algo grande en casa de mis padres ¿Vienes?
— No puedo, debo estudiar para un examen.
— Amor, el examen es la siguiente semana — Bufó el castaño — Vamos, será divertido.
El peliazul trató de zafarse del agarre de su novio pero esto lo sostuvo con más firmeza, haciendo que lo mire a los ojos.
— Ve tú, no me metas en esto porque son tus amigos, no los míos y no me incumbe.
— Pero te quiero allí.
— Jackson. — Nombró de manera amenazante el peliazul.
— ¿Sabes qué? Bien, no me interesa, estoy harto de tu comportamiento. — Dijo el castaño aflojando su agarre hasta alejarse unos centímetros del más bajo.
— ¿Tú estás harto? Imagínate yo, Jackson. — El peliazul elevó un poco la voz y frunció el entrecejo sin dejar de observar al castaño.
— Ya pedí perdón ¿si? Lo siento, mis amigos ya no te molestarán por eso.
— ¿Y tú dejaras tu actitud de mierda igual?
— ¿Qué? Yo no estoy actuando de ninguna manera.
— Te estás comportando como un imbécil, todo el tiempo.
— Así me conociste ¿o no? — Soltó el mayor con una ligera risa y el peliazul rodó los ojos inhalando y exhalando tratando de mantener un poco más de paciencia — ¿Qué harás? ¿Terminarme?
El peliazul quedó completamente atónico.
— ¿Qué sucede, amor? — Indagó el mayor con burla.
— Solo... no quiero ir ¿si? Déjame en paz.
Jackson asintió y se acercó a su novio para tomar nuevamente su cintura y besar su cuello, olfateando su dulce aroma.
— Además, el director de la secundaría donde va tu hermano dijo que quiere ver a todos los pasantes hoy más tarde para hablar sobre algo de ya sabes... — El castaño asintió sin importancia.
— Hablando de mi hermano. — Dijo el mayor alejándose del cuello del más bajo — Ayer me dijo que le das clases a su curso.
— Si...bueno, soy su profesor de literatura.
— Mm... ¿No has visto a un tal Choi Soobin ahí? — Yeonjun abrió sus ojos en demasía, mordiendo su labio inferior con nerviosismo.
— ¿Quién? No...no, no. — Dijo el menor con una sonrisa acariciando el borde de su camisa con nervios — ¿Por qué lo dices? No sé quien sea, la verdad.
— Olvídalo, es solo un niño imbécil. — Yeonjun asintió simplemente. — No voy a obligarte a ir, no te preocupes. — Dijo el mayor cabizbajo.
— Gracias.
— Adiós. — El mayor besó duramente los labios de su novio repetidas veces antes de irse.
— Agh, ¿por qué tan brusco? — Se quejó el menor tocando sus hinchados labios ahora mientras Jackson se alejaba más.
El peliazul a lo lejos a su amigo y decidió acercarse a él.
— Hola, Gyu. — Dijo el peliazul con una sonrisa — ¿Cómo estás?
— Como ves, hecho mierda. — Soltó el menor mientras trataba de meter unos libros en su mochila.
— Gyu, en esa mochila no entra ni oxígeno — Dijo viendo lo llena que ésta estaba.
— Cállate, si puedo.
Beomgyu sonrió cuando finalmente el bendito libro entró. Pero antes de que pueda festejar, el sonido de una rasgadura los mantuvo en silencio.
— Se rompió ¿verdad? — Indagó el castaño sin ver la mochila y el peliazul asintió.
— Si, está rota.
— Mierda. — Bufó el menor antes de oír como los libros caían al suelo. — ¿Me ayudas?
— Claro. — El peliazul tomó unos libros y Beomgyu otros —¿Me puedes explicar por qué tienes tantos libros?
— Tengo que dar particulares a dos niños y también estudiar yo, así que...
— Agh, que horror.
— Totalmente. — Afirmó el menor con una expresión cansada, en su voz se notaba igual.
— Gyu... creo que deberías descansar un poco.
— No puedo, Yeon, además de dar particulares a Kang, ¡Tu alumno! También debo ayudar a Choi con un trabajo de astronomía que la maestra anterior no quise hacer y estudiar para mi examen de contabilidad.
— Te dije que elegir administración y educación sería una mala idea.
— Cierra la boca, yo podré.
— ¿Quieres que te ayude en algo? — Al fin los jóvenes llegaron a unas mesas que se encontraban fuera del instituto y dejaron los libros ahí, o casi arrojaron.
— Me gustaría, pero temo que termines teniendo sexo con uno de mis estudiantes. — Exclamó el menor con burla mientras tomaba asiento.
— ¡Imbécil! — Retó el mayor aventándole un libro.
— ¡Hey! ¡No son míos, idiota! Debo regresarlos después. — Dijo el castaño acomodando los libros mientras el peliazul se sentaba frente a él.
— Gyu, pudiste imprimir esto ¿sabes? Buscar la información y no tener miles de libros.
— No soy idiota. — Dijo el menor — La impresora de la biblioteca no funciona, no tengo una y además está bien.
— Tu espalda no me dice que estás bien.
Gyu solo rió y abrió su cuaderno, hojeándolo.
— ¿Irás a la despedida de soltero del tal Hyunjin? — Indagó el menor sin levantar la vista hacia su amigo.
— ¿Por qué iría a la fiesta de despedida de un idiota que acosa sexualmente?
— No lo hizo... ¿o si? — Beomgyu alzó su mirada hacia su amigo.
— ¡Claro que lo hizo! Me tiene harto. — Yeonjun cubrió su rostro con ambas manos — Todo por culpa de Jackson y sus conversaciones sobre nosotros. Extraño cuando el sexo gay era tabú, no puede hablar así de nosotros como si nada con sus amigos.
— Me pregunto ¿por qué no lo castraste?
— Porque es un jodido manipulador. — Dijo retirando sus manos.
— Oh... es por lo de tu madre ¿no es cierto?
— Si, solo es unos meses más hasta que ella esté mejor, luego me olvidaré de su estúpida familia.
— ¿Y cuanto tiene que pasar para dejar de hablar con Taehyun?
— ¿Le hablas?
— Me habla. — Corrigió el menor — Se cree todo un Don Juan el imbécil, niño meado.
Yeonjun carcajeó tomando uno de los libros por curiosidad.
— ¿De verdad?
— Realmente, ni hombres de mi edad me coquetean así, cree que tiene oportunidad.
— Uff, pero que tema eres, cierto que eres el chico imposible de conquistar.
— Ay cierra la boca. — Beomgyu se quejó acomodando su cabello.
— ¿Cuándo fue la última vez que tuviste sexo eh? — Indagó el mayor con burla.
— Hace-...— el castaño comenzó a contar con sus dedos y luego bufó — ¡Ay no lo sé! No importa.
— ¿Hace cuanto dijiste?
— Hace 4 años. — Soltó el menor.
— ¡Mierda, Gyu! — Gritó el mayor y el menor cubrió su boca rápidamente.
— ¡SHH! ¡Cállate! — Cuando el mayor asintió, Beomgyu quitó su mano y volvió a sentarse.
— No me digas que fue esa vez. — propuso riendo levemente y Beomgyu bufó.
— Si, esa vez. — aclaró.
— Beomgyu, no has tenido sexo desde tu primera vez, no puede ser.
— ¿Qué tiene de malo?
— No, nada. — dijo el mayor alzándose de hombros.
— ¿Entonces?
— Es raro, es todo. — aclaró.
— No es raro, solo... no tengo tiempo.
— Bien, bien. — Dijo el peliazul — ¿Quieres que te ayude en algo o no?
Beomgyu lo observó con una ceja arqueada y una media sonrisa.
— No voy a tener sexo con nadie, idiota.
— No he dicho nada.
— Pero lo pensaste.
— Si lo hice. — Dijo el menor entre risas.
— Hablo en serio, Gyu. La verdad tengo un poco más de tiempo que tú.
— Bien... ¿puedes ayudar luego a Choi?
— ¡¿Por qué a Choi?! — Soltó el peliazul indignado
— Dijiste que me ayudarías.
— ¿No quieres que te ayude con Tae?
— Créeme que no será buena idea, no vas a soportar ese dolor de cabeza.
— No quiero acercarme a Choi ¿si? Iré a ayudar a Tae.
— Como gustes. — Dijo el menor con una sonrisa burlona — No vas a soportarlo un segundo.
— Es mi alumno, claro que puedo.
— También es el mío. — Soltó obvio el menor.
— Pero es diferente, a mi no me coquetea.
— Bien, encárgate de Kang entonces, mañana en la noche tiene su particular y yo ayudaré a Soobin.
— Perfecto.
• bd •
Soobin, fijo en su celular no escuchó el llamado de su madre.
— ¡Soobin!
— ¡¿Ah?! — Dijo el menor pegando un salto en el sofá.
— Te estoy hablando.
— ¿Qué pasó?
— Necesito que saques copias de éstos documentos, por favor.
— Está bien. — Dijo el menor tomando los papeles.
— Ya cerró el de a unas cuadras, ve al de la biblioteca que está mas cerca de casa, no quiero que te alejes tanto de noche.
— Si, entiendo. ¿Cuántas copias quieres?
— Tres de cada una y que sea doble cara por favor.
— Bien.
Soobin salió del edificio sin muchas ganas ¿Qué adolescente quiere dejar su celular para caminar tres cuadras?
Finalmente llegó a la biblioteca frente a esa universidad que según su madre iría él luego de terminar secundaria.
Entró lentamente, ni un alma daba acto de presencia en ese gran y casi oscuro lugar.
— ¿Hola? —Dijo alzando un poco la voz y tampoco nadie contestó.
— ¿Qué haces aquí?
El pelinegro volteó hacia aquella voz y sonrió al reconocer al dueño de ella.
— ¿Eres el dueño de la biblioteca o qué sucede que nadie puede entrar aquí?— Indagó el menor hacia el peliazul.
Yeonjun, sentando no muy lejos de Soobin, lo observó acercarse y su altura los hizo volver a dudar sobre su edad aún sabiendo que era alumno de Beomgyu.
— No precisamente pero la señora Hwang me pidió que me quede mientras ella tomaba una siesta por su dolor de huesos, estoy a cargo por ahora.
— Bien, tranquilo. — El menor se acercó más hasta tener una vista del peliazul elevando su mirada hacia él con una mirada inocente.
Estaba seguro que el mayor era más que un rostro inocente, quizás no lo había descubierto lo suficiente esa noche pero lo haría en algún momento, necesitaba abrir las puertas de sus ojos a un oscuro secreto o versión de él.
— No tienes que echarme aún, no voy a hacerte nada que no quieras. — Soltó el menor apoyando ambas manos en la mesa, frente a Yeonjun y agachándose un poco.
Yeonjun observó su cínica sonrisa de lado y tragó duro volviendo la mirada a los libros sobre la mesa.
— ¿Qué viniste a buscar?— Preguntó el mayor levantándose de su asiento haciendo que sus rostros se mantengan por un segundo bastante cerca ya que Soobin estaba un poco inclinado.
Soobin observó esos gruesos y dulces labios ese pequeño segundo para luego carraspear cuando el mayor se alejó completamente.
— Vine a hacer unas copias. — Dijo el menor con los papeles en mano.
— No anda la impresora. — Dijo el mayor cruzándose de brazos.
— ¿Qué tiene?
— No lo sé. — El mayor quiso volver a sentarse pero bufó cuando vió al menor caminar hasta el escritorio principal y observar la impresora — No lo toques, el señor Hwang dijo que lo arreglaría. — Yeonjun se puso de pie y amenazó al menor con su dedo índice.
— Déjame ver qué tiene. — Soobin ya había empezado a tocar el aparato y Yeonjun se levantó y se acercó hacia él, con los brazos cruzados y una mirada amenazante.
Soobin rio en su cara y quiso tocar otra parte de la impresora pero el mayor golpeó su mano.
— Ay, ¿Qué haces?
— Dije que no la toques.
— No seas llorón, solo voy a ver algo.
— Choi.
— Choi. — Atacó el menor en su contra, con burla.
— Más tarde el señor Hwang vendrá a reparar esto y te llamaré.
— ¿Me darás tu número? — Indagó el menor con una sonrisa ladina.
— No, me darás el tuyo y usaré el teléfono de la biblioteca.
— Está bien.
Soobin se acercó al mayor y lo observó desde su altura, Yeonjun lo observó igual con los labios entreabiertos, dejando de cruzar sus brazos y buscando donde colocarlos.
— Necesito que te corras del camino. — Dijo el menor bastante obvio y Yeonjun asintió alejándose algo avergonzado.
De pronto, toda la biblioteca fue inundada de una luz azul brillante y el estruendoso sonido de un rayo haciendo un caos.
Yeonjun saltó con terror sujetándose con fuerza de lo primero que encontró.
Choi Soobin.
El pelinegro rió y por inercia ante el repentino salto tomó la cintura del mayor y una pierna de éste que la había alzada hacia su cadera.
Yeonjun rodeó el cuello del menor con sus brazos y se ocultó en su pecho.
Y luego de que el cielo se calme, el peliazul lo alejó de repente.
— ¿Te dan miedo los truenos? — Indagó el menor con burla y una risa nasal.
— Cállate ya, deberías ir a tu casa.
— ¿En medio de la lluvia?
El mayor bufó y se recostó sobre un escritorio.
— Bien, haz lo que quieras... ¡Pero déjame en paz!
— Pero dijiste que haga lo que quiera.
El menor siguió al otro hacia su mesa y se sentó frente a él.
— Agh, ¿por qué no eres de esos chicos que solo se creen un puto fuck boy y se hacen los interesantes, misteriosos y no te hablan?
— No sé, me llamaste la atención.
Yeonjun siguió hojeando su libro sin importancia.
— Mm...si, mejor métete con alguien de tu edad.
— No me gustan los de mi edad.
— A mi si. — Dijo el mayor con una sonrisa observando al menor — Porque si estoy con alguien de tu edad, voy preso.
— Pero si yo fui el que te llevé a esa cama. — mintió un poco riendo levemente.
— Eso a la ley no parece importarle.
— Como sea, solo quiero mantener contacto contigo.
— Es lo último que necesito. — Soltó el mayor anotando unas cosas sin observar al menor.
— No lo sé, te ves algo cansado ¿de verdad no necesitas?
— Que mocoso más puerco eres. — Yeonjun giró los ojos en desaprobación y Soobin rió.
— No soy un mocoso.
— Si, eres un jodido niño.
— No es cierto.
— Si lo es.
— ¿Sigues creyendo eso después de todo?
— ¡No! Aléjate de mi, bestia hormonal. — El mayor alzó la guardia cuando Soobin se levantó un poco y se acercó a él, de inmediato lo amenazó con un libro.
Soobin rió y volvió a sentarse.
— Me tienes miedo. — Soltó el menor.
— Pff, te tengo pena.
— Y ganas.
— ¡Ja! Eres muy gracioso ¿te lo han dicho? — Dijo el mayor de forma sarcástica y burlesca.
— ¿Por qué temes que me acerque a ti, Yeonjun?
Yeonjun solo bufó cuando Soobin se levantó de su asiento y rodeó la mesa hasta acercase a él.
— ¿Le temes a Jackson, a la Policía supuestamente, a mi? Que cobarde eres.
— Taehyun no sabe cerrar la boca ¿No es cierto? — Indagó el mayor sin observar al otro.
— No en realidad. — Yeonjun asintió obvio — Que increíble que te dejaras pisotear por él de ese modo, yo lo hubiera enviado a la mierda.
— No es asunto tuyo.
— Quizás no, pero tal vez te gustaría saber las cosas que divulga sobre ti como si fueras un cualquiera. — Yeonjun giró su rostro hacia el menor con preocupación.
Lo que faltaba.
— Me dio risa, no por ti, sino por él.— Dijo el menor acercándose más al mayor, haciendo que éste casi se recueste sobre la banca. — Ambos sabemos que eso es nada comparado con lo que puedes dar, sé que eres más que solo un sexo simple, Yeonjun.
— ¿De qué hablas? — Indagó el mayor con una risa nerviosa.
En realidad ni sabia de lo que Soobin hablaba.
— Que no te gusta solo el sexo simple, eres arriesgado y quieres probar cosas nuevas, pero al parecer no te nacieron con Jackson.
— Mm, ese tarado me las va pagar y tú, eres un atrevido porque lo único que recopiló tu cabecita de todo este acontecimiento fue que ando necesitando buen sexo. No puedes asegurar cómo me gustan las cosas, mucho menos el sexo, la última vez fue simple igual.
— No parece que recuerdes mucho de esa noche.
— ¿Por qué lo dices?
Soobin no dijo nada y se acercó al mayor, olfateó su cuello y mordió con delicadeza esa zona sensible, Yeonjun se sostuvo de la mesa de cada lado al sentir que casi cae.
Soobin sostuvo con firmeza la cintura del mayor y subió sus mordidas hacia su odio haciendo que el pequeño cuerpo bajo el suyo se estremezca.
— Sé que no estás muy enterado de tus fetiches, déjame ayudarte en eso, será una buena experiencia para ambos.
Y Yeonjun, con su respiración errática, la cabeza tirada hacia atrás, sus piernas con el menor entre ellas abiertas y jadeando mientras Soobin succionaba su piel juró que escuchó a Beomgyu llamarlo.
"¡Tiene malditos 16 años!"
— ¡No! — Gritó el mayor abriendo los ojos de golpe y empujando al menor — Déjame ya, basta, es en serio.
Soobin bufó alejándose del mayor.
— ¡Yeonjunnie! — Yeonjun oyó a alguien canturrear su nombre y giró hacia la señora Hwang — Gracias por atender la biblioteca.
— No es nada señora Hwang.
La mujer sonrió y se acercó a los jóvenes.
— ¿No tenias una fiesta hoy, Yeon? — ella preguntó con una sonrisa amable.
— Si, pero la cancelé. — explicó Yeonjun tomando unos papeles del escritorio.
— ¿Por? — ella volvió a preguntar mientras ordenaba una mesa que fue ocupada.
— No tengo ganas de ir realmente.
— Mi madre nunca me dejaba, me hubiera encantado ir a una. — ella rio con nostalgia.
— ¿Quiere ser mi pareja de fiesta? — Indagó Soobin hacia la mujer mayor y ésta rió.
— Ay, hijo, ya estoy vieja para esas cosas. Mejor vayan ambos.
— Señora Hwang-...— Yeonjun negó hacia ella.
— Ay, vamos Junnie, despéjate un poco ¿si? — sugirió la mujer.
— Si, Junnie. — Habló el pelinegro nuevamente y Yeonjun lo fulminó con la mirada.
— Que no.
— Creo que lo mereces después de todo lo que has estado estudiando, pero es tu decisión hacer lo que quieras. Solo mantente sano, por favor. — pidió ella.
Yeonjun bufó y cerró sus libros ya harto pero agradecido con la señora Hwang.
— Bueno, ya. Solo salí una vez en éste año y la pasé bien, voy a ir entonces.
Soobin sonrió al escucharlo.
— Debiste pasarla muy bien para querer ir de nuevo. — Dijo Soobin como burla.
— Cierra la boca.
Yeonjun tomó sus cuadernos y mochila y finalmente se fue, la lluvia había parado.
— ¿Vas a ir tú también, joven? — preguntó la mujer hacia Soobin.
— No pienso faltar.
Holi
No tengo mucho tiempo así que cap terminado el viernes 10 de diciembre a las 2:31am del 2021
Adiós.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro