
No me gustas
—Emma, Hina —pronuncio felizmente, viendo a las dos chicas que han venido a visitarme, porque sí, estoy en el hospital, vaya pelea en la que me metí.
—Takemichi, ya estás mejor en comparación a hace dos días —Hina se me acerca, acariciando mi cabello alegremente.
—Sí, mañana me darán el alta —les informo, y tras unos minutos conversando, se tienen que ir.
—Bueno, acaba de llegar alguien que te pondrá muy feliz —Emma me guiña el ojo observando por la ventana, luego sale junto a su amiga, y yo me quedo pensativo.
¿Alguien que me pondrá muy feliz?
—¡Micchi! —exclamas, espontáneamente te has lanzado sobre mí, estando sobre mi cuerpo.
—¡Mikey! —te abrazo también, mi corazón late con fuerza, realmente feliz de que estés aquí.
No pierdes tiempo y atacas mis labios con los tuyos, en un movimiento rápido que me deja sin aire.
Y tras reaccionar, consigo seguirte.
—Siento haberte metido en esa pelea —te disculpas por décima vez en todos estos días, sonriendo culpable.
—No fue tu culpa, además, si me quedaba en casa sabiendo que pelearías con chicos mayores que tú, me daría un infarto por ansiedad —reímos ambos, estando muy cerca, logrando hacer que nuestras respiraciones se mezclen.
Te sientas después de unos segundos, cerca de mi cabeza, mientras acaricias mi cabello.
—Ahora que lo recuerdo, no respondiste mi pregunta.
—¿Qué pregunta?
—¿Te gusto? —dices, con una sonrisa coqueta en tus labios, logrando hacerme enrojecer, pero cuando desvío la mirada hacia la puerta, nervioso, de repente veo unos mechones rosados asomarse por el cristal, y los reconozco de inmediato.
—Hina... —susurro, inaudible para ti, ¿qué hace aquí?
Me observas con curiosidad, esperando una respuesta, te miro también, tragando con dificultad, porque sé que nos está escuchando, y aunque no tengo idea de por qué, si sé que ella ha estado enamorada de mí, y que es una de mis mejores amigas a la cual amo mucho, y no quiero romperle el corazón enterándose de tal cosa en tal situación.
No importa lo que diga ahora, cuando ella se vaya, puedo explicártelo con claridad, ¿no?
—N-no —desvío la mirada hacia tus ojos—. No me gustas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro