𝐗𝐈𝐗. 𝐑𝐄𝐌𝐔𝐒
𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐈𝐄𝐂𝐈𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄 || 𝐑𝐄𝐌𝐔𝐒
Paige suspiró cuando entró al caldero chorreante. Lo bueno era que tenía dinero ahorrado, lo que le podía dar la posibilidad de rentar una habitación ahí. Al menos hasta que entrara de nuevo a Hogwarts.
No le había dicho a nadie todavía que había salido de su casa.
Se sentó en una mesa de las que había disponible. Se puso a pensar.
¿Que haría ahora? En algún momento tendría que hablar con Amos Diggory, el padre de Cedric para decirle que tenían o iba a tener un nieto. Pero no se sentía preparada para hacerlo.
¿Que haría sin Cedric? Ya no estaba. Se había ido. No había podido hablar con Harry, ni siquiera en el tren.
Sabía que Harry se culpaba por lo sucedido. Y Paige no lo culpaba, y sabía que probablemente Cedric tampoco lo haría.
Tampoco estaba lista para verlo, no porque lo culpara. Si no, porque recordaría que él también pudo haber muerto. Pero también quería preguntarle ¿como había pasado todo?
Llevó su mano derecha a su vientre para sentir su bulto, ya se había quitado el hechizo. Ya casi todos lo sabían, ¿por qué seguir escondiéndolo?
—Ahora solo somos tú y yo...—Dijo Paige viendo su vientre—Y papá...donde sea que esté.
—¿Paige?—Dijo otra voz
Paige brincó asustada. Volteó para ver a Remus Lupin, su ex-profesor. Había sólo sido su profesor por un año, de hecho el año pasado.
—Profesor, Lupin.—Dijo Paige
—Vamos, ya no soy más tu profesor. Llámame Remus. ¿Me puedo sentar?
—Claro.—Dijo Paige
Remus corrió la silla y se sentó.
—¿Que haces aquí? Si puedo saber.
Paige vio sus baúles.
—Me fui de casa.—Dijo Paige
—¿Por que?
—Estoy embarazada, aunque supongo que ya lo sabe.—Dijo Paige—Ahora no solo tengo que ver por mi, si no por el o ella. Y ese "hogar" no quiero que lo sea para el bebé.
Remus asintió—¿Y adonde iras?
—Siendo sincera...—Dijo Paige—No lo había pensado, pero tengo dinero para poder rentar una habitación hasta regresar a Hogwarts.
—Tonterías...—Dijo Remus—Este no es el mejor lugar para ti, para tu bebé. Vendrás conmigo.
—¿Que?—Dijo Paige
—Si, se que no soy rico. Y no puedo darte todo lo que tenías en tu "hogar" pero no puedo dejar que te quedes aquí.—Dijo Remus
—No, no quiero incomodar...
—No incomodaras nada.
Paige vio enfrente de ella. Era una pequeña cabaña, se veía muy bien cuidada.
No sabía como había aceptado la propuesta de Remus, tal vez por la razón que estaba haciendo todo esto. Ya no solo era ella.
—Se que no es una mansión como en la que vivías pero...
—Es preciosa...—Dijo Paige interrumpiendo a Remus—De hecho, se ve más hogareña que mi casa.
—Entremos.
Remus guió a Paige al interior de la casa. La observo detenidamente. Incluso, como ya había dicho, se sentía más hogareña que su casa.
Suspiró, el olor a chocolate llegó a su nariz. Inmediatamente los antojos llegaron a ella. Justo se le antojó una taza de chocolate caliente. O algo que tuviera chocolate.
La panza de Paige rugió, ¿cuando le había dado hambre?
Remus sonrió.—¿Quieres algo?
—No quiero...
—Tu misma lo dijiste, Paige. Ya no eres solo tu, a parte, no queremos que el bebé salga con cara de chocolate.—Dijo Remus sonriéndole
Paige le devolvió la sonrisa. Se sentía extraña, jamás nadie le había preguntado algo así.
—Primero te llevare a donde dormirás, y luego prepararé chocolate caliente, ¿de acuerdo?—Dijo Remus
Paige sonrio.
Remus la guió, caminaron por un pasillo, en donde se podían ver tres puertas.
—Este es el baño.—Remus le señalo la primera puerta. —Está es donde duermo y tú...dormirás en esta—Remus abrió la última puerta.
Paige entró y vio que había una cama y algunos muebles, a pesar de que nadie dormía ahí, se veía completamente limpia y ordenada.
—Acomódate, mientras iré a preparar chocolate caliente...
Remus iba a salir de la habitación pero la voz de Paige lo detuvo.
—Gracias...—Dijo Paige—Por todo, por dejarme quedar y...
—No tienes que agradecer Paige, no iba a dejarte ahí.
¿Que les pereció?
Algo corto el capítulo, pero, con esto...hemos finalizado el primer acto.
¿Preparados para lo que se viene?
Aviso, que probablemente necesitarán pañuelos.
Remus❤️❤️❤️❤️
Teorías...
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