—— ANSWERS ——

Diana se quedó en su tienda, mirando a la nada. Una parte de ella no podía creerse que fuera la reina. Ella no era una reina, no tenía madera de ello, pero aún así no tenía el valor para decírselo a todas aquellas personas. Ellos tenían un claro ideal de su reina, no una chica que no sabía ni nadar.

—¿Puedo pasar?— Aslan se quedó en la fuera de la tienda, esperando una respuesta por parte de Diana.

—Sí.— Murmuró, mientras alzaba la cabeza y observaba como entraba.

—Supongo que tienes muchas preguntas.— Asumió el león. —Bueno, creo que debo de empezar diciendo que Digory sabía quien eras, le pedí que cuidara de ti cuando Narnia comenzaba a ser insegura, tan solo eras un bebé cuando esto sucedió... Te di el collar con el objetivo de que pudiera traerte de vuelta a casa, y una vez aquí te ayudará a llegar hasta un lugar seguro.— Explicó el león.

—¿Cómo es posible que seamos hermanos? Es decir, intento no pensar con lógica pero... tu eres un león.— Admitió la chica haciendo reír al león.

—Tiempo atrás también tuve un cuerpo humano, hasta que pasaron los años y adquirí mi forma animal. Que para mi es definitiva. Eres poderosa, Diana. Tu aceleraste la caída del invierno con tu llegada y que la cascada explotará, como yo en algún momento adquirirás una forma animal, acorde contigo pero no perpetua.— Explicó Aslan con tranquilidad.

—Narnia... Cuando estaba en el otro mundo, soñaba con Narnia. El bosque nevado, el dolor de muchos narnianos y sus gritos... Mi último sueño antes de venir fue también contigo, ¿cómo es posible?— Diana le miró confundida, sin saber exactamente cuáles eran los motivos.

—No era yo. Es tu unión con Narnia. Estas unida a esta tierra, por eso sentías el dolor que ella sentía. Esta tierra podía necesitarme, no lo niego. Pero te necesita a ti, a su verdadera reina.— Afirmó Aslan haciendo que Diana se quedará en silencio pensando en lo que el león había dicho.

—Yo no soy reina. No se cuidar de mi misma como voy a ayudar a otros, si casi me ahogo.— Alegó Diana confundida, haciendo sonreír a Aslan.

—¿En qué pensabas cuando mataste al lobo?— Preguntó Aslan mirando a su hermana.

—Protegerlos.— Respondió Diana.

—Entonces puedes cuidar de todos ellos, por qué sabes que te necesitan y que tus les necesitas a ellos.— Afirmó Aslan con tranquilidad mientras se ponía de pies. —Será mejor que te cambies, debes de empezar a prepararte.— La informó haciendo que Diana le mirase confundida.

—¿Prepararme? ¿Para qué?— Preguntó Diana confundida.

—Para guiarlos a la batalla junto a Peter.— Aclaró, haciendo que la chica le mirase sorprendida, ya que ella jamás pensó que sería parte tan directa de la guerra, pero ahora debía de serlo. Aquel era su mundo, su pueblo y ella era su reina, y debía de luchar por ellos.

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Diana salió de su tienda completamente distinta a como acostumbraba a ir. Mientras que en su anterior mundo siempre iba con colores oscuros, aquella mañana llevaba un vestido de dos colores, la parte de arriba de color amarillo y la de abajo de un color verde oscuro y suave. Además, sobre su cabeza llevaba una pequeña diadema con piedras preciosas junto a unos largos pendientes. En aquel momento Diana sí parecía ser la reina que era, lejos parecía estar la joven tímida e insegura que era al principio, ahora era todo lo contrario o por lo menos parte de ello.

—Mi señora.— Oreius se inclino ante Diana mientras esta se colocaba en su cintura el cinturón con las dos vainas de sus espadas. —Aslan me ha pedido que os enseñe a manejar ambas armas. He intuyo que en su anterior instancia nadie la ha enseñado, ¿verdad?— Diana negó ante la insinuación del centauro. —Bueno, nunca es tarde para aprender.— Admitió el centauro desenvainando su espada para que Diana imitara su acción, pero con ambas. Las cuales hizo girar mientras se acomodaba a la forma de la empuñadura.

Rápidamente Oreius atacó a Diana, no con la intención de herirla, sino de saber cuánto podía mostrar en forma de defensa. Pero sorprendente fue la reacción de la chica, la cual interpuso las dos espadas colandolas en forma de cruz, para después emplear toda su fuerza para empujar a Oreius, haciendo que este retrocediera sorprendido por la fuerza de la joven. Aunque era cierto que Diana jamás había usado una espada, había algo en ella misma que la hacía actuar como si supiera usar las armas. De cierta forma podía decirse que aquella habilidad y destreza en el manejo de las espadas la venia de naturaleza, como si estuviera impregnado en su ADN.

—Perdón.— Se disculpó Diana justamente cuando derribada a Oreius y se escuchaba el cuerno de Susan. —Es Susan.— Murmuró Diana alarmada mientras salía corriendo soltando una de las espadas, para reunirse, rápidamente junto a Aslan, el cual tenia inmovilizado a uno de los lobos, mientras que Peter se enfrentaba a Maugrim.

—Sabía que eras tu.— Dijo Maugrim al ver a Diana, la cual se había puesto al lado de Aslan.

—Atrás.— Ordenó Aslan justamente cuando un grupo de narnianos aparecía. —Esta batalla es de Peter.— Añadió el león, mientras Oreius le devolvía la espada a Diana, la cual imitó el gesto de todos y guardo sus armas en sus vainas.

—¿Qué vas a hacer hijo de Adán? Ya hemos tenido este enfrentamiento antes  y está vez la princesita no va a salvarte.— Rió el lobo mientras caminaba de un lado a otro. —Más a morir, joven rey, como un perro.— Afirmó el animal justamente antes de abalanzarse sobre él. Al mismo tiempo, Aslan soltó al lobo que tenía inmovilizado.

—¡Peter!— Gritaron al unísono Susan y Lucy mientras se bajaban del árbol y corrían hacia su hermano, al cual le quitaron el cadáver del animal. Para que después esté las abrazara aliviado, haciendo sonreír tanto a Diana como a Aslan.

—Seguirle.— Ordenó el león. —Os llevará hasta Edmund.— Añadió haciendo que el grupo de narnianos saliera tras él. —Limpia tu espada.— Pidió Aslan a Peter, el cual, rápidamente, obedeció su orden. Una vez limpia, el mayor de los Pevensie la clavó en la tierra mientras se arrodillaba frente a Aslan, el cual apoyó su pata en el hombro izquierdo del chico. —En pie, sir Peter pesadillas de los lobos. Caballero de Narnia.— Anunció el león haciendo que el chico se pusiera de pies mientras miraba a sus hermanas, las cuales le miraban sonriendo y sorprendidas, pero llenas de orgullo.

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A pesar de lo ocurrido, y de la misión que el grupo de narnianos tenían. La vida en el campamento proseguia con cierta normalidad.

—¿Cómo va todo?— Preguntó Susan sentándose al lado de Diana, la cual miraba al mar.

—Confuso. Sigo asimilando cosas.— Aclaró mientras la mayor de las hermanas Pevensie se sentaba a su lado.

—Bueno, ahora pareces una reina.— Alegó haciendo que Diana mostrará una pequeña sonrisa.

—Lo aparento, no lo soy. Vosotros sí, tenéis madera de líderes y de protectores... Yo solo voy a decepcionar a todos.— Afirmó Diana mientras abrazaba sus rodillas.

—No es así. Desde que llegamos... has confiado en ellos, nos has insistido en hacer frente a nuestro destino y... nos salvaste. De aquel lobo en el río aún sabiendo que podías fallar y que no sabías nadar. No creo que hayas decepcionado a nadie, al contrario ellos deben de estar orgullosos de tener a alguien como tú como reina.— Afirmó Susan haciendo sonreír a Diana por su comentario.

—Tienen suerte de que seáis quienes le salven.— Afirmó Diana con seguridad.

Desde el principio, Diana había sabido que ellos eran los chicos de la profecía. Por supuesto, podía haberse tratado de una coincidencia, pero pensando en el escalofrío que sintió la primera vez que los vio... la primera en saber que eran ellos fue ella. Ella tuvo la primera reacción con respecto a Narnia. ¿Y si ellos fueron los causantes de que hubiera soñado con Aslan? Diana no lo sabía y tampoco creía que fuera a haber respuesta a ello, pero, por lo menos, estaban seguros, o al menos en un lugar seguro; por qué ahora quedaba la tarea más complicada de todas, enfrentarse al enemigo, al ejército de la Bruja Blanca y a ella.

—Habéis cogido las mejores vistas del campamento.— Afirmó Peter sentándose al lado de Diana.

—¿Qué es aquello de allí que brilla?— Preguntó Lucy mirando hacia la lejanía.

—Cair Paravel.— Respondió Peter con tranquilidad. —Aslan me ha explicado que en él se encuentran los cuatro tronos.— Explicó el mayor de los Pevensie. —Aunque no lo entiendo, ellos ya tienen a Diana que es su reina, ¿para que nos quieren a nosotros?— Preguntó sin entender muy bien por qué ellos serían reyes y no Diana.

—Yo estoy unida a Narnia. Vosotros no. Los narnianos me eligieron, pero antes de mi ya existía vuestra profecía. Tenéis más derecho que yo, porque hubierais llegado a Narnia de una forma o de otra, solo fueron las circunstancias lo que nos juntaron, y... mi abuelo. Que ya sabía de la profecía y de Narnia.— Explicó Diana con completa tranquilidad, sorprendiendo a los tres Pevensie ya que, aunque parecía ella, no era del todo ella.

—Aún así somos usurpadores.— Alegó Susan haciendo que Diana le mirase incrédula.

—¿Quién pensaría eso? ¿Los seguidores de la Bruja Blanca? Nos consideran usurpadores a todos. No lo sois. Y el que lo piense.... bueno, deberá de vérselas con todos aquellos que están de vuestra parte, y ya no solo hablamos de Narnia.— Explicó Diana con la poca información que la habían dado a lo largo de aquel día.

Aunque era cierto que ninguno de los Pevensie comprendían los motivos por los que ellos debían de ser reyes, sabían perfectamente que no podían negarse. Todos ellos los veían así, aunque no lo fueran, y negarse... era similar a negarles aquella ayuda y esperanza que llevaban esperando desde hacía décadas. La misma esperanza que les había brindado Diana con su presencia.

★★★

No puedo negarme, adoro ese gif de Adelaide. Bueno la adoro a ella que es muy diferente.

Pero al margen de ello, este capítulo es muy importante porque se saben muchas cosas. La primera, es que esta es la primera interacción privada entre Aslan y Diana, donde se aclaran un par de cosas.

Diana adquirirá una forma animal, que aquellos que leyeron La hermana de Aslan, saben que animal será, sino... bueno os podéis hacer una idea de cuál puede ser.

Segundo, se desvela que Diana es poderosa, más adelante se irán sabiendo más de sus poderes, pero la destreza con las armas es un elemento que ya está ahí.

Tercero, su unión con Narnia. Esto es algo nuevo, algo que he decidido añadir eliminando el poder que había en la anterior versión. Diana no será una guardiana de sueños. Por así decirlo, será la guardiana de Narnia, pero es su reina. Su legítima dueña. Más adelante también profundizare en este aspecto.

Se que todavía no hay una interacción privada como tal, entre Peter y Diana, pero eso es algo que iré profundizando lentamente, primero quiero entablar las relaciones de amistad, y ya con calma las amorosas. Todo a su debido momento. Pero creo que os van a gustar las ideas que tengo en mente, serán interesantes.

Se que este capítulo no ha sido muy emocionante, pero sí muy revelador. Y por fin puedo decir que el próximo capítulo es el primero en la historia en tener un montaje y solo puedo referirme a ese gif como INTENSO.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤