“Estoy aquí para apoyarte en lo que necesites”

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1981

Eva sonreía mientras sostenía al pequeño Harry entre sus brazos. La castaña pasaba su mano acariciando la mejilla sonrojada del bebé que dormía plácidamente con su pulgar dentro de su boca. Al momento de levantar la mirada, mordió sus mejillas por dentro cuando miro a Regulus, el cual lucia desesperado por no poder calmar a Rigel.

Con muchísimo cuidado, Regulus sostenía en sus brazos al niño, el cual no paraba de llorar desde hace ya varios minutos. Intentaba calmarlo para no despertar a Harry, pero no parecía funcionar nada de lo que hacía.

—Shh, Rigel. —lo mese en sus brazos, haciendo lo posible para que dejara de llorar, consiguiendo que sus llantos comenzaran a ser más fuertes. —Por Merlín. Quién diría que ser padre sería tan difícil. —caminó hasta la sala principal, donde Eva se encontraba.

—¿Necesitas ayuda?—escucha la voz dulce de Eva, obligándolo a apartar la mirada de ella con un rostro de culpa cuando vio a Harry balbucear en los brazos de Eva.

—Perdón. No quería despertar a Harry. —Eva sonríe y se acerca a ambos, con Harry en brazos. —No puedo lograr que se calme.

Eva lo mira por un momento con una pequeña sonrisa.

—De acuerdo. ¿Puedes ayudarme con Harry?—Eva lo mira, pero dándose cuenta de que el huía de su mirada. Algo que sin duda le divertía.

—Claro. Por supuesto. —toma a Harry en brazos con cuidado, mientras Eva toma en sus brazos a Rigel, notando como se tranquilizaba al segundo de estar en los brazos de la castaña. —¿Enserio Rigel? Eso es traición. —Eva rueda los ojos, negando levemente con la cabeza, escuchando como Regulus hacía reír a Harry.

Eva camina hacía donde estaba sentada hace unos minutos. Regulus copia sus pasos y se sienta a su lado, sintiendo a Harry tironear su cabello, observándola con el niño en sus brazos.

Los ojos de Eva comienzan a brillar al momento en el que ve a Rigel sonreír. La pequeña mano del niño se elevó unos centímetros para intentar tocar la mejilla de Eva, quien se inclinó hasta sentir el tacto del pequeño. En ese momento, Eva tenía una sonrisa, era una que brillaba de emoción y que Regulus juro guardar en su memoria por siempre y hasta que el destino le arrebatará la vida.

Eva tomo la pequeña mano de Rigel entre la suya, mientras besaba la palma de su mano, observando y escuchando reír al bebé entre sus brazos.

Regulus sonrió, sentando a Harry sobre su regazo, todavía sintiendo las pequeñas manos del infante en su cabello.

—¡Ey, mira esto! El sí me quiere. —Regulus siente como su corazón se calentaba por todo el amor que desprendía al ver al bebé en su regazo mirándolo con una sonrisa mientras pasa sus manos a sus mejillas. Harry suelta una risita el conectar ojos con Regulus.

—Tal parece, que ya sabemos quién será el niño de papi. —Regulus mira a Eva con una sonrisa unos segundos, antes de volver a dirigir su mirada a Harry, quien durante todo este tiempo, no había dejado de mirarlo.

Eva veía la escena con una sonrisa.

Regulus no tenía que decirlo, pues Eva ya lo había visto en sus ojos, ese brillo en particular que provocaba emoción e inquietud en tu cuerpo, cada vez que sucedía un escalofrío te recorría por la espalda, era tan especial que jamás olvidaría aquel momento de tu vida. Era un momento en tu vida, que pensaste jamás pasaría. Pero ahí estaba, mirando con adoración al pequeño en sus piernas con una conexión especial, que se había logrado crear en tan poco tiempo.

Era un amor y conexión que no necesitabas palabras para expresar aquello.

El amor de un padre a su hijos era inigualable. Y eso Regulus lo aprendería con el tiempo. Un amor y conexión inexplicable.

—Me preocupa Pandora. —hablo Eva con un tono de preocupación en su voz, atrayendo a Rigel un poco más hacia ella. Regulus copio su acción sintiendo a Harry acomodarse en el hueco de su cuello. —No ha contestado ninguna de mis cartas y...

Antes de que pudiera continuar con lo que estaba diciendo, un ruido poco común se escuchó en la entrada, interrumpiendo a Eva.

—¡Kreacher! ¡Blu!—Eva llama la atención de los elfos, que de inmediato aparecieron algo asustados por esto. Ninguno tiene tiempo de decir nada, volviendo a escuchar ese extraño ruido. —Llevenlos arriba. —Blu es la primera en acercarse a tomar al bebé, con Kreacher siguiéndole, mientras Eva y Regulus sacaban sus varitas, agachándose y mirando a los elfos frente a ellos. —Si no subimos en cinco minutos. Váyanse de aquí. Ya saben a dónde.

Ellos tenían un plan.

Sabían que aún había mortifagos sueltos. Y más con la noticia de que Regulus había desistido. No estaban seguros.

—Si mi ama. —Eva miro con una pequeña sonrisa a Kreacher, que al instante desaparecieron.

Eva y Regulus se miraron el uno al otro en el momento que todo se volvió silencio. En una acción la castaña tomo la mano de Regulus entre la suya, mientras más se acercaban con cautela a la entrada del hogar. Rousseau sintió un apretón en su mano, con eso, sabía que Regulus le aseguraba que ahí estaba.

Eva apretó su varita con fuerza, pero no necesito más para sorprenderse en el momento que ambos observaron a una persona que ambos conocían a la perfección.

—Pandora...—la voz de Eva salió completamente sorprendida. La rubia levantó la mirada, se veía completamente destrozada. —Ve con los niños. Y trae a Blu. Por favor. —Regulus asintió manteniendo la mirada en su mejor amiga mientras se alejaba rápidamente en dirección a su dormitorio.

Eva se acercó, notando como en los brazos de Pandora, lloraba desconsoladamente la pequeña Luna, de solo unos meses de nacida, al igual que la rubia lloraba desgarrando su garganta, cargaba con un brazo a Luna y con el otro se aferraba al cuello de su esposo.

—No...—Eva se cubrió la boca, sintiendo conmoción, y sintiendo sus ojos cristalizarse.

Eva se acercó hasta estar al lado de Pandora, sintiendola ahora aferrarse a su cuello. La castaña tomo a la pequeña Luna entre sus brazos cuando miro a Blu acercarse. Pandora levantó la mirada con miedo cuando sintió la falta de presencia de su bebé, pero su rostro se relajo al notarla estando en brazos de la elfina de Eva.

—Esta bien. Ella estará bien. —Eva tomo las mejillas de Pandora, encontrando su mirada. Había notado unos cuantos cortes en la pequeña Luna, nada que no se pudiera curar. Pandora se lanzó a sus brazos.

Regulus llegó a su lado, observando el cuerpo de Xenophillius Lovegood con tristeza. Acercó su mano y cerro sus ojos, solo pareciendo que descansaba, y no había dejado el mundo con su esposa e hija ahí.

Pandora llorando desconsolada, llena de heridas superficiales, y una herida interior. Era sin duda una escena desgarradora. Regulus se acercó a ambas, abrazando a Pandora por la espalda, llegando a pasar sus brazos por el cuello de Eva, sintiendo como la rubia se aferraba a ellos.

—Ellos nos habían encontrado...—susurró Pandora sollozando. —Abraxas estaba ahí... El lo asesino frente a mis ojos...—Eva apretó los labios mirando a Regulus y aferrándose a Pandora.

Xenophillius Lovegood había dado la vida por su familia.

Lune_black

VARITAS ARRIBA POR XENOPHILLIUS /*

Yo dije que si hay final feliz, pero no dije como, ni por cuánto pasarían los personajes...😶