Desde su nacimiento, Jocelyn Swan no ha disfrutado ni un instante de tranquilidad debido a su naturaleza mutante. Cada vez que creía encontrar un momento de paz, sus esperanzas se desmoronaban en un abrir y cerrar de ojos.

A lo largo de los años, Lyn ha sido perseguida por individuos que deseaban extraer sus poderes o, en el peor de los casos, eliminarla por completo. Su singularidad, marcada por la herencia de múltiples dones, la convirtió en un objetivo codiciado y temido. Para muchos, ella no era solo una mutante excepcional, sino una amenaza que debía ser erradicada.

Mientras tanto, su madre, con la esperanza de protegerla a ella y a sus dos hermanos, se vio obligada a vivir en constante movimiento. Cada nuevo hogar se convertía en una ilusión efímera de seguridad, ya que siempre lograban encontrarlos. Huir se había transformado en una cruel rutina para los Swan.

Y, querido lector, desafortunadamente esta es la parte donde las cosas se ponen complicadas, el pequeño spoiler al que nadie quiere llegar. Tras el brutal asesinato de su mellizo de apenas seis años y el sacrificio inesperado de su madre para garantizar la seguridad de sus hijos, Jocelyn quedó completamente sola y desamparada. 

Creyó que su hermano mayor estaría a su lado para protegerla, pero, tristemente, él tenía otros planes. Anhelaba una vida diferente, deseaba expandir sus habilidades y explorar nuevas posibilidades. Así, en cuanto se presentó la oportunidad, dejó a Lyn atrás para unirse a Magneto, quien lo acogió y lo crió con afecto. Aunque Magneto llegó a apreciar a Jocelyn, no percibió en ella el potencial que buscaba; en cambio, vio en Evan una promesa de poder y se inclinó por apoyarlo en lugar de a su hermana

Por suerte, Jocelyn no se encontró completamente desamparada. Charles Xavier, al enterarse de su trágica situación, decidió intervenir y proporcionarle un lugar en la Escuela para Jóvenes Dotados, asegurándose de que tuviera el apoyo y la protección que necesitaba.

Sin embargo, años después, la vida de Swan da un giro de trescientos sesenta grados cuando conoce a un malhumorado sexy, adicto al puro y al whisky, que la deja completamente idiotizada. Desde el primer momento en que lo vió, ella supo que él sería su perdición.