➹ Cap. 13
Ángel miró con incomodidad a todos los que se le quedaron viendo en ese momento algo que la hizo sentir sumamente avergonzada.
─ Hola soy Ángel Mikaelson ─ se presentó ella sonriendo.
Klaus al ver que Ángel iba a entrar probablemente en pánico en ese instante se acercó a ella pasando su brazo por su hombro.
Los demás murmuraron en voz baja mientras los miraban sin disimular.
─ Créeme pequeña loba, ellos saben quién eres ─ le dijo Klaus.
Ángel le sonrió al tenerlo cerca, su lado licantropo estaba feliz dentro de la Mikaelson al tener a Klaus cerca de ella.
Klaus la miró de reojo, él también podía sentir la conexión entre los dos lobos, Klaus nunca pensó que se sentiría tan increíble ya que él nunca sintió tal conexión con su padre biológico al no haberlo tenido nunca en su vida.
─ Vengan, siéntense aquí ─ les dijo Rebekah señalando dos lugares al lado de el resto de la familia Mikaelson.
Klaus y Ángel se acercaron ahí, los dos tomaron asientos juntos en silencio.
Elena le quitó el lugar a Matt para sentarse más cerca de los originales y así estar con Ángel ella también.
Para Elena todo eso aún le era raro pero quería a su hija desde que la vio en la pantalla y verla ahora ahí a unos pasos de ella le causaba muchos sentimientos.
─ Dinos Ángel, ¿Dónde estabas cuando te trajeron aquí? ─ le preguntó Elijah cortando un poco el momento tenso.
Algunos comían pero tenían sus oídos en los originales y en Ángel.
─ En la mansión de la familia en Nueva Orleans ─ respondió Ángel con más tranquilidad.
Elijah asistió mientras le dirigía una mirada a Kol quien levantó sus cejas para luego negar con su cabeza, Elijah entonces entrecerró sus ojos hacia él para que preguntará algo.
─ Hola sobrina linda ─ le dijo Kol al darse por rendido con Elijah.
Elijah sonrió al haber ganado esa batalla por el momento.
─ Hola tío Kol ─ Ángel le sonrió.
─ ¿Cuántos años tienes ahora? ─ le preguntó Kol.
─ 23 años pero físicamente 18 años ─ respondió Ángel.
Algunos de los que estaban comiendo se atragantaron con la comida al escucharla.
Los Mikaelson se miraron mutuamente en shock después de las palabras de Ángel.
Al igual que a ellos, al resto también les sorprendió escuchar eso.
Klaus quedó paralizado en su lugar, incluso su respiración se detuvo, él tragó saliva mientras negaba con su cabeza sin querer creer que su hija había activado su lado vampiro.
Elena llevó sus manos a su boca con impresión, ella estaba de igual manera que Klaus en ese momento.
─ ¿Qué? ─ finalmente Elena habló mientras la miraba en shock.
En ese instante Ángel se dio cuenta de lo que había dicho y se reprendió mentalmente al haber mencionado tal cosa ya que su familia no sabía nada todavía ahí.
Ella quiso componer las cosas pero sabía que sería imposible porque su familia la había escuchado perfectamente bien.
─ Me siento bien siendo un vampiro, además ahora soy inmortal como el resto de la familia, eso es bueno porque estaremos juntos ─ dijo Ángel ─ siempre y para siempre.
Klaus a pesar de querer tener a su hija siempre con él, no le gustaba para nada saber que su hija moriría y se convertiría en vampiro.
Los demás Mikaelson seguían en silencio al no procesar del todo la idea de que Ángel moriría en el futuro.
Kol se arrepintió por un momento de haber preguntado su edad al ver la cara actual de incomodidad y preocupación de su sobrina.
Algunos murmuraron entre ellos al saber que Ángel sería inmortal en el futuro.
Esther sabía perfectamente el gran cambio que habría en la naturaleza por dicha causa y eso un poco le preocupó.
─ ¿Cómo fue que pasó? ─ le preguntó Elijah con preocupación y queriendo saber para evitar eso en el futuro.
Klaus seguía sin reaccionar en su lugar mientras escuchaba todo.
─ Fueron unas brujas de Nueva Orleans, me cortaron el cuello con una daga, supongo que ellas no tenían idea de que podía volver como vampiro de lo contrario no me hubieran matado ya que para ellas soy como un tipo de abominación ahora ─ comentó Ángel recordando ese día.
Suspiró ya que ese momento había sido de los peores días de su vida pero también uno de los mejores.
Los originales gruñeron al escuchar que las brujas habían sido las causantes de la muerte de Ángel.
Marcel miró a Davina a su lado, el vampiro sabía que todas las brujas de Nueva Orleans morirían antes de que Ángel naciera, lo único que le daba alivio era saber que Davina viviría.
Los ojos de Klaus se oscurecieron, él quería matar en ese momento, deseaba ver correr la sangre de esas brujas como el agua en una fuente.
Klaus planeaba matar a todas las brujas personalmente él mismo aunque antes iba a torturarlas hasta que le suplicaran la muerte ellas mismas.
Klaus salió de sus pensamientos asesinos al sentir que alguien lo tomó de la mano, al dirigir su mirada hacia abajo, él vio la mano de su hija encima de la suya.
─ Tranquilo papá, realmente estoy bien así, fue un poco difícil al principio pero ahora es agradable ─ aseguró Ángel.
Klaus se tranquilizó un poco al escucharla decir eso aunque aún quería matar.
Apenas saliera de ahí, Klaus iría a Nueva Orleans para matar a todas las brujas que encontrará en ese lugar.
─ Mejor cambiemos de conversación ─ pidió Rebekah por el ambiente tenso que había alrededor.
Los demás Mikaelson asistieron en acuerdo con la rubia sin embargo Klaus no disimulaba su ira y sus ganas de matar algo que puso nervioso a más de uno ahí.
Ángel asintió al escuchar a su tía Rebekah ya que ella tampoco quería hablar de ese tema.
─ Si por favor ─ rogó Ángel.
Ella hablaría luego con Qetsiyah, iba a reclamarle por meterla en ese lío en traerla al pasado con su familia.
Después de lo que había ocasionado sus palabras anteriores, Ángel cuidaría mejor lo que hablaría en adelante ya que no quería enloquecer a su padre con las otras cosas futuras que pasarían.
[...]
Ángel miró a Qetsiyah en silencio, las dos estaban en un despacho con la puerta cerrada y con un hechizo para que nadie que pasará por ahí las escuchará hablar.
─ ¿Y, para que me querías ver? ─ le preguntó Qetsiyah.
Ángel no podía creer que Qetsiyah le estuviera preguntando eso.
─ ¿Es en serio que me estás preguntando el por qué?, Qetsiyah me trajiste aquí en contra de mi voluntad, creí que podría con esto pero no puedo, hoy dije algo que no debí mencionar y mi papá estuvo a punto de entrar en modo asesino serial ─ le dijo Ángel mirándola.
Qetsiyah se rió entre dientes al escucharla decir todo eso.
─ Tranquilízate ─ pidió Qetsiyah.
Ángel la miró mal ya que no era algo fácil de hacer después de soltar una bomba a su familia como momentos atrás lo hizo.
─ Quiero irme ─ suplicó ─ no puedo estar aquí, por favor Qetsiyah ─ le dijo Ángel.
Qetsiyah suspiro al ver que Ángel estaba a punto de llorar.
─ Ángel... ─ habló hacia ella.
La Mikaelson negó con su cabeza mientras la miraba.
─ Vi en esa sala a personas que ya están muertas en el futuro ─ le dijo Ángel ─ ¿Crees que es fácil para mi esto?, es cruel, cuando vuelva a mi época donde me sacaste sin mi voluntad me sentiré peor al saber que esas personas siguen muertas ahí ─ reclamó antes de salir del despacho dejando a Qetsiyah sola.
Qetsiyah gruñó con un poco de frustración al ver que las cosas no estaban saliendo como pensó en un principio.
[...]
Después de salir del despacho y luego de despedirse de su familia en ese día, Ángel caminó hasta la habitación que le habían dado para que durmiera mientras ella estuviera ahí.
Ella estaba molesta aunque lo disimuló bien porque cuando volvió a ver a su familia ellos no se dieron cuenta de su enojo.
Ángel esperaba irse pronto, quería volver a su época y estar con su familia ahí.
Cuando llegó a su habitación Ángel se detuvo en la puerta al ver a Damon entrar en su respectiva habitación y a Stefan en la habitación del otro lado.
La habitación de Ángel quedaba en medio de las de los Salvatore.
«Voy a matar a Qetsiyah cuando la vuelva a ver de nuevo». Pensó al ver lo que hizo.
Ángel sabía que la bruja lo hizo al propósito ya que no podía ser casualidad eso.
─ Hola ─ la voz de Stefan la sacó de sus pensamientos.
Ángel lo miró, no supo qué responder en ese momento, solo lo observó en total silencio.
Su lado licántropo lloró dentro de ella haciendo que Ángel quisiera llorar en ese instante.
Ella hizo todo lo posible para no derrumbarse ahí mismo delante de Stefan.
Lo que Ángel más deseaba era abrazar a Stefan, y estar entre sus brazos por mucho tiempo.
Al ver que se tardó en reaccionar, Ángel le sonrió de lado al verlo parado en la puerta de la habitación.
─ Hola ─ dijo Ángel mirándolo.
Los dos se quedaron estáticos en sus lugares mirándose mutuamente hasta que Stefan volvió a hablar.
─ Buenas noches señorita Mikaelson ─ le dijo Stefan.
Stefan no sabía que estaba pasando en ese momento pero se sentía sumamente raro y no entendía por qué.
─ Buenas noches señor Salvatore ─ se despidió Ángel antes de entrar a su habitación sin esperar a que Stefan dijera algo más.
Al entrar en su habitación, Ángel cerró la puerta con seguro detrás de ella soltando un suspiro, luego caminó hasta la cama y se recostó en ella.
Finalmente en ese día pudo hacer lo que había querido hacer desde que llegó ahí, lloró, Ángel lloró todas las lágrimas que había retenido.
Ella no supo cuánto tiempo estuvo así ya que se durmió llorando toda la noche.
¡CAPÍTULO 13!
¿Qué les pareció el nuevo capítulo?
Ángel, Ángel, Ángel...
La vida no es fácil para un Mikaelson, ya deberías saber eso, querida.
Me dolió mucho leer el capítulo después de escribirlo.
;(
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