El tiempo después de la Velada pasó como un rayo. Había pasado más de un mes desde que tuve que regresar a México para seguir grabando mi película, pero Roberto aún se la pasaba de viaje. Sabía que merecía descansar después de todo lo que había vivido, pero no podía evitar extrañarlo 

—¡Última escena de _____!.— gritó el director 

Todos estábamos en nuestra posición. Después de tantos meses terminaría de grabar. A pesar de ser la protagonista tendría un final trágico, antes del final de la película mi personaje moriría y eso le daría un rumbo distinto 

Afortunadamente ya no hablaría, solo tendría que correr mientras era perseguida por alguien, al final se supone que solo me dispararían con esas típicas armas de utilería así que todo estaría bien.

—¡Acción!.— gritó de nuevo

Empecé a correr por la ruta que me marcaban, estaba siendo seguida por el que sería el asesino y por las cámaras. No debía desconcentrarme, estaba haciendo tan buena actuación que incluso en el fondo empecé a sentir autentico miedo. Cuando por fin llegué a lo que era un callejón sin salida simplemente me giré a ver al supuesto asesino con mi rostro lleno de lágrimas, grité y se escuchó el impacto, en ese momento alguien activó un pequeño circuito bajo mi ropa que empezó a soltar líquido como si estuviera sangrando, yo me tiré al suelo que ya estaba preparado con una mancha roja que simularía la perdida de mi sangre

Pasaron unos pocos segundos donde yo solo actuaba agonizante hasta que por fin me quedé prácticamente tiesa

—¡Corte y queda!.— gritó el director y sonó una chicharra —¡Muy bien, tómense 5 minutos!.—

Algunas personas me ayudaron a levantarme y a limpiarme un poco. La sangre falsa que solíamos ocupar era bastante pegajosa así que estar llena de eso me provocaba bastantes ganas de correr a darme una ducha

—_____.— se acercó uno de los productores con un gran ramo de flores, me lo dio así que lo tomé —Quedamos maravillados con tu trabajo, nos gustaría que te quedaras a una comida cuando terminen las grabaciones de hoy.—

—Me encantaría, pero estoy muy incómoda con todo esto.— dije sonriente —Si no les molesta, ¿podría regresar mañana? ya no grabaré, pero traeré un detalle para todos mis compañeros y para ustedes. Estoy agradecida por la experiencia que me hicieron vivir.— 

Él asintió y me dejó irme. Yo fui directamente a mi camerino, ya no tenía muchas cosas guardadas porque me había encargado de vaciarlo al saber que no seguiría grabando aquí. Me cambié para dejar el vestuario sucio y me puse la ropa que había traído antes. Aún me seguía sintiendo pegajosa así que debía irme 

Salí llevándome solamente mi bolso y las flores que me dieron. Cuando llegué al estacionamiento me sorprendí al ver a Chucho en lugar de a mi chofer, igual sonreí y corrí hasta donde estaba 

—¡Chucho Chuchín!.— sonreí saludándolo —Que milagro, hace tiempo no tenía noticias sobre ti.— 

Eso era relativamente mentira, él se estaba convirtiendo en un comediante sumamente importante, ya era normal verlo en algunos programas haciendo rutinas y la prensa solía estar detrás de él 

—Vine a traerle algo señorita.— confesó —Bueno, dos cosas.— 

 —¿Puedes dármelas en mi casa? me urge llegar y darme una ducha.— reí un poco 

—Siendo sincero preferiría que fueran de una vez.— respondió así que suspiré resignada mientras dejaba las flores sobre el techo del auto —Lo primero es...— 

Miré como buscó en une mochila que traía y sacó un sobre, me lo dio así que lo miré con duda. No quise preguntar así que lo abrí y no pude evitar sentirme sorprendida al ver de qué se trataba 

—¿¡Te vas a casar!?.— cuestioné cuando terminé de leer la invitación, él asintió —Ni siquiera sabía que tenías novia.— 

—Vine a la ciudad para buscar buenas oportunidades, ella es mi novia desde la infancia y vive en el pueblo donde crecí. Ahora que me está yendo bien y que tengo trabajo, la traeré a vivir aquí y me casaré con ella. Quería asegurarme de tener la posibilidad de hacerla vivir como una reina antes de pedirle que nos casáramos y para no "cebarlo" no le conté mis planes a nadie.— contó sonriente —Quería que usted y el señor Beto fueran mis padrinos de anillos.— 

—Claro que lo seremos.— aseguré sonriente —Solo necesito ir a mi casa y llamar a Beto para contarle, él está de viaje aún.— 

—Respecto a eso...— habló Chucho e hizo una seña para que mirara a otro lado 

Dirigí mi mirada hasta donde estaba Roberto. No me había avisado que volvería así que esto me había tomado por sorpresa

—Señorita, debería ir a saludarlo.— aconsejó Chucho sacándome del shock en el que estaba

Le hice caso y corrí hasta donde estaba Beto, él teniéndome ahí simplemente me abrazó muy fuerte 

—Hueles muy dulce.— dijo soltándome —Y tu cabello está....—

—¿Pegajoso? Ya lo sé.— reí un poco —¿Qué haces aquí? Pensé que aún tardarías en regresar.— 

—Me contaste que hoy sería tu último día de grabación así que supe que tenía que estar aquí.— dijo —Estuviste conmigo en mis momentos más importantes así que quería estar a tu lado.— 

Sonreí y besé cortamente sus labios 

—Ahora explícame, ¿qué tipo de escena tienes que grabar para acabar así?.— cuestionó bastante intrigado 

—¿Realmente quieres saber?.— pregunté burlona 

—Quiero saber todo lo que tenga que ver contigo.— respondió tomando mi mano —Y más si puedes contarme quien te dio esas flores.— 

—Ceinloso.— reí 

Caminamos juntos hasta donde había dejado a Chucho. Ambos me llevarían a casa y esperarían a que estuviera cómoda para seguir charlando sobre la sorpresiva boda de mi ex asistente. Era probable que Roberto solo escuchara un poco antes de quedarse dormido por todo el viaje, igual era increíble que ambos por fin teníamos más tiempo para pasarlo juntos