Narra Marissa
A las dos semanas, tuve que regresar al Bayern, es la celebración de la fundación del equipo, tanto como jugadores de fútbol, como jugadores de básquet ibamos a asistir.

Estaba arreglada con blusa y pantalón de vestir, unos tacones negros, cabello suelto y maquillaje leve, necesito un descanso.

Llego al salón, ya estaban las luces en movimiento, el candi bar listo y la pista de baile con personas bailando. Localizo a Dayra y Kira al fondo del salón, me acerco a ellas.

-Hey niñas!- saludo.

-Marissa! Milagro!- responde Day.

-Al fin vienes a Alemania. El equipo te extraña- dice Kira.

-Lo se, pero habia una sobrina que cuidar y...-

-Y un novio a quien satisfacer- decía Kira.

Agacho la cabeza -Kira, ella ya no está con...- decía Day.

-Oh! Cuanto lo siento! Mejor será que me vaya- se retira Kira.

-Perdón por aquello, pero Kira no sabía- disculpa Day.

-Esta bien, la vida sigue. No hay que estancarnos ahí- reflexiono.

-Esa es mi mejor amiga, y qué quieres hacer? Bailar? Comer? Un aventó?- pregunta pícara.

-Oh por favor, la mayoría tiene novias, o son muy viejos y feos- reconosco.

-Eso que? Vive la vida Giroud! Vamos!- anima Dayra.

-Tal vez- respondo.

Seguimos platicando de todo hasta que Mats Hummels nos interrumpe, se sienta a un lado mio.

-Hola chicas- saluda.

-Hola Mats- ambas respondemos.

-Buena fiesta no?- pregunta.

-Siendo honesta Hummels? Me estoy aburriendo. Los dejo- se levanta Day y me susurra -ahí tienes tu escapada-

Ella me golpea el hombro y sale corriendo, -maldita- digo en frances.

-Y eso?- pregunta Mats, yo hago cara de soprendida -vamos, aprendí algunas cosas en frances por ti- me dice.

-Oh nada, es solo que se que se va para dejarnos solos- confieso.

-No es nada, los dos somos amigos, cierto?- pregunta.

-Por supuesto- sonrio.

Tal vez tenga razón.

-Y vení aquí para hablar de Mesut y...- decía pero lo corto.

-Dejemos a Özil en el pasado-

-Al menos dime lo que te hizo- pide.

-No hoy, algún día sin falta, te lo prometo- aseguro.

-Esta bien, no era mi intensión presionarte- disculpa.

-Tú? Nunca- afirmo.

Nos miramos por unos segundos, me inclino a él, si ya se que tiene novia, pero qué puede salir mal? Es solo por esta noche.

Mats se queda inmóvil, yo sigo inclinándome lentamente hacia él, miro sus labio que una vez besé varias veces y sin dudarlo lo beso.

Para mi sorpresa a los dos segundos me sigue el beso, tomo sus mejillas y lo acerco más a mi, sigue besando bien, me toma por las caderas con sus cálidas manos.

Mats rompe el beso -no podemos hacerlo- dice.

-Qué?- pregunto confundida.

Sonrie -no aquí- me dice.

(***)
Con su pie, Mats cierra la puerta de mi casa, nos estamos besando salvajemente, nos necesitamos de ambos, asi que me carga y me lleva a mi cama.

Quedo por abajo de él y le quito su camisa, empiezo a recorrer con mis dedos su marcado abdomen y Mats desciende sus besos por mi cuello, lo empieza a chupar y suelto gemidos. Aun no ha perdido el toque.

Me quita la blusa y desciende sus besos a mis pechos, no puedo evitar soltar un gemido fuerte y bajo mis manos hasta su amigo, está duro, asi que me deshago de sus pantalones y bóxes y lo empiezo a masajear, esto se siente bien. Pero no tan bien como Mesut.

Y no debería estar pensando en él, estoy con Mats, no con Mesut, estoy con otro alemán, genial. Pues a seguir disfrutando.

Mats me quita el resto de mi ropa y lentamente se introduce dentro de mi, el placer recorre todo mi cuerpo, nos movemos lento, pero aumentamos la velocidad al poco tiempo.

-Ya te extrañaba...- dice entre jadeos Mats.

Yo lo extrañaba? Me limito a responder y seguir gimiendo. Mats muerde mi lómulo y yo acaricio su cabello, rizado en vez de lacio como acostumbraba.

Ya Marissa, estas con Mats.

Siento como Mats baja la intencidad de sus movimientos, -más...- le decía.

Me planta un beso en los labios -como ordene señorita- me dice y esta ves es más salvaje.

Abrazo sus caderas con mis piernas para que nunca se despegue de mi, esto es puro placer. Siento como eyacula dentro de mi, su líquido invade mi cuerpo, ah ya era hora.

-Oh Mats...- no puedo evitar decir entre gemidos.

Rasguño su espalda, el placer me consume, no me importa que este saliendo con alguien, por ahora los dos lo arruinamos.

Mats termina su trabajo y se acuesta a un lado mio, está jadeando al igual que yo, vaya!

Nos contemplamos por uno segundos y rompo la poca distancia que teníamos con un beso, Mats de inmediato me corresponde y mete su legua en mi boca.

Ambas leguas juegan un rato y a los dos minutos caigo rendida y duermo en su pecho.

Ahora si no hay alcohol a quién culpar, esto fue obra mia.