Capítulo 3
Tiana Griffin miraba el auto que tiene enfrente suyo con la boca abierta, no podía creerlo, en verdad no podía hacerlo, apenas llevaba en Porland unos dos días y si hermano ya le regaló para su primer auto, no les molestaba en verdad no le molesta, solo le sorprende.
Ella había ahorrado para comprarse su propio auto, ya que el dinero que invirtió en su repostería fue el dinero que heredó de uno de sus tantos hermanos semidios, Fabián Rodríguez era su hermano mayor, el cual murió en la guerra contra Gea y la dejó a ella como su única Heredera.
Estaba tan perdida en sus pensamientos que no se dio cuenta que una señora mayor se le hacercaba con una pequeña sonrisa y cara de confusión.
—Buenos días querida — saludo la señora mirando a la morena.
Tiana se dio la vuelta y vio a una señora de piel blanca y cabello blanco por la edad, la miró a los ojos y soltó un suspiro cuando vio que era una humana y no un monstruo griego.
—Buenos días señora — saludo Tiana con una sonrisa hacia la mujer.
—Soy la señora Nola Miller, vivo en la casa del frente —se presentó la mayor con una sonrisa.
—Mucho gusto Sr Miller, yo soy Tiana Griffin, hermana menor de Hank Griffin — se presentó también la morena con una sonrisa.
La Sra Miller le devolvió la sonrisa, pare después habar un poco más con la morena la cual siempre mantenía su sonrisa amable, hasta que la mujer mayor dijo que ya tenía que irse, pero Tiana le dio unas cuantas galletas para su postre.
Después de eso, la morena se subió a su auto, y una vez todo listo, en prendió viaje hacia la estación de policía donde trabaja su hermano, había muchas razones por la cual ella decido salir de la casa, uno: iría a visitar a su hermano al trabajo para llevarle algunas donas y galletitas qué acaba de hacer, dos: también iría a la repostería a ver que cosas faltaban y que color de pintura pintaria por dentro y por fuera, tres: queria salir y explotar Porland.
Tiana bajo del auto, una vez que se estacionó su auto frente a la estación, se quedo un momento mirando el edificio, soltó un suspiro mientras se acordaba un poco el vestido y miro hacia el bolso que traía las cajas de donas y las galletitas.
Camino con paso seguro hacia el edificio, ignoraba levemente las miradas de todos hacia su persona, pensó que la miraban por ser nueva, o por el vestido verde pastel que tiene puesto, o era su cabello rizado.
Mientras ella seguía caminando, ignorando las miradas de los demás al igual que los susurros, pero ella podía oír algunos como "Es muy hermosa", "Me encanta su cabello", "Tiene un leve parecido al dective Griffin", y otros más que ignoró, cuando llego a su destino.
Se quedo parada por un momento en la entrada, estaba buscando con la mirada a su hermano hasta que lo encontró hablando con que Tiana dedujo qué sería Nick Burkhardt su compañero.
Camino hacia ellos con la mirada al frente, sonrió dulcemente cuando Hank se dio cuenta de su presencia.
—¡Tiana! — dijo Hank con una sonrisa, mientras se colocaba de pie y iba hacia su hermana.
Eso llamo la atención de todos en el lugar, qué comenzaron a mirar con ojos curiosos aquello.
—¡Hola hermano mayor! — Tiana dijo mientras dejaba que su hermano la abrazara con fuerza, como si está mañana no se habían visto.
Hank se separó del abrazo y, con una sonrisa orgullosa, tomó a Tiana del brazo y la guió hacia Nick.
—Nick, quiero presentarte a mi hermana, Tiana —dijo Hank con entusiasmo—. Tiana, este es mi compañero, Nick Burkhardt.
Nick extendió la mano con una sonrisa cálida. Al mirarse a los ojos, ambos sintieron una conexión inmediata, como si se conocieran desde siempre. Los ojos de Nick brillaron con curiosidad y admiración, mientras que Tiana sintió un cosquilleo en el estómago.
—Es un placer conocerte, Tiana —dijo Nick, apretando suavemente su mano.
—El placer es mío, Nick —respondió Tiana, sin poder evitar sonreír.
Hank observó la interacción con una sonrisa satisfecha antes de que Tiana se volviera hacia él y levantara el bolso que llevaba.
—Bueno, mi visita no es solo para ver a mi hermano favorito —dijo Tiana con una sonrisa traviesa—. También traje donas y galletitas para todos. Quiero que prueben un poco de lo que ofreceré cuando abra mi pastelería. Así ya tendré algunos clientes fieles.
Los ojos de Nick se iluminaron al escuchar esto, y Hank soltó una carcajada.
—¡Eso suena increíble! —exclamó Hank—. Estoy seguro de que todos aquí estarán encantados de probar tus delicias.
Tiana asintió, sintiéndose más segura y emocionada por el futuro. Mientras repartía las donas y galletitas, no pudo evitar notar las miradas de aprobación y los murmullos de agradecimiento. Sabía que este era solo el comienzo de algo maravilloso.
827 palabras.
Espero y les guste.
El auto que Hank le regaló a Tiana.
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