El aeropuerto estaba lleno,como siempre. El avión se suponía que ya había llegado pero no sabía a ciencia cierta pues los mensajes de la castaña no le llegaban al pelinegro. Los nervios la carcomían. No podía dejar de caminar de un lado a otro con ansiedad.

"Bonjour,belle femme." Escuchó Mary a sus espaldas haciendo que volteara rápidamente.

Una sonrisa enorme se formó en sus labios al ver a Alex allí parado con una sonrisa igual a la de ella. No lo dudó dos veces antes de saltar a sus brazos. "¡Alexis!" Exclamó con alegría siendo abrazada por el chico. "Te extrañé mucho." Murmuró al oído de este antes de separarse para besarlo.

"Y no sabes lo mucho que yo te extrañé." Le respondió con cariño tomando su mejilla con su mano libre. "Parece que te volviste más hermosa de lo que ya eras." Con un tono suave le acariciaba la mejilla notando la capa de rubor en esta.

"Ay,guapo." Con una risa suave lo volvió a abrazar dándole varios besitos cortos en el rostro haciéndole reír.

Luego de tantas muestras de afecto y varios "te amo" de por medio se pusieron en marcha a la salida del aeropuerto tomados de la mano.

"Te hice la cena antes de salir de casa para que pudieras comer lo antes posible." Dijo la castaña subiendo al auto de piloto.

"¿Qué cocinaste?" Alex cerró el baúl del auto para subir de pasajero cerrando la puerta y colocándose el cinturón.

"Enchiladas suizas."

"Ay,wey." Alexis ya sentía su boca haciéndose agua al imaginarse comiendo aquel platillo. Deseaba volver a comer la comida de su mujer después de tanto tiempo.

...

El pelinegro estaba acariciando su panza ahora redonda luego de ducharse y comer. Se sentía muy satisfecho y listo para dormir,solo le faltaba que Mary terminara de ponerse su pijama para acostarse.

La castaña subió a la cama tan pronto terminó de vestirse y se abrazó al chico que fue rápido en cubrirla con la cobija. Se abrazaron para ver cómodamente la televisión que mostraba una película.

"Oye,cielo.."

"¿Dime?" Él la miró sin dejar de acariciar el cabello de Marilyn.

"¿Me extrañaste?" Murmuró mirándole con ojitos de cachorro acariciando la panza del chico con lentitud.

Alex asintió. "Mucho."

"¿Mucho,mucho?" Preguntó con una sonrisa aferrándose aún más a él.

"Mucho,mucho." Le reafirmó sonriéndole.

"¿Qué tanto?"

"Te dediqué varías."

Y Mary estalló en risa alejándose de él. "¡¿Qué te pasa,Maldonado?!"

"¡Tú preguntaste!" Se defendía también riendo de su propio comentario.

La noche pasó rápida. Quedaron dormidos y muy abrazados en mitad de la película. Ya les hacía falta la sensación cálida de sus cuerpos juntos bajo las cobijas.

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