Como era sabido,Alexis y Marilyn estaban intentando tener un bebé. Ambos querían ser padres con todas sus fuerzas. Pero..Alex,él se..Bueno,aveces se dejaban llevar demasiado y olvidaba completamente el porqué hacían el amor.

"¡Alexis!" Chillaba la castaña por quinta vez sin tener éxito en llamar su atención. Su mano agarraba con fuerza los largos cabellos de su esposo,mismo que se encontraba entre las piernas de su amada agarrando sus muslos como si se fuera a caer.

El pelinegro mantenía sus ojos cerrados con fuerza sin despegar su lengua de la feminidad de la chica. Succionaba y lamía como si fuera lo que necesitara para vivir.

Y no había nada de malo en esto..el único problema era que ya era el cuarto orgasmo seguido de la francesa y su cuerpo temblaba con espasmos por tanto placer.

"¡Aaahg!" Volvía a gemir Mary desgarradamente de la frustración que sentía al tener tantas estimulaciones seguidas.

Su cuerpo expulsó rayos de fluidos haciendo que el chico se separara. Al mismo tiempo que se levantaba un poco por la electricidad que recorrió su cuerpo de golpe al sentir su nuevo orgasmo llegar. Esto no alejó a Alex,todo lo contrarío. Él se volvió a pegar a ella sujetándola una vez más para seguir estimulando su ya hinchado clitoris con su lengua aveces succionando mientras más fluidos salían de vez en cuando deteniéndose para volver a salir.

Cuando por fin dejaron de salir el sudoroso cuerpo de la chica cayó nuevamente a la cama exhausto mientras tapaba su boca con una mano,su otra mano se mantenía agarrando a su esposo que por fin dejó de frustrarla de aquella deliciosa manera.

Alex se levantó y secó su rostro con las cobijas no húmedas para acercarse al rostro de Mary tomando su mejilla con cuidado acariciando esta. "¿Estás bien?" Susurró la pregunta viendo como su esposa temblaba con fuerzas. Su otra mano acarició lentamente las blancas y suaves piernas de la mayor con la yema de sus dedos provocándole escalofríos.

"Lo..Lo estaré..." susurró de regreso entre jadeos tratando de relajar su respiración.

No sabía que le prendía tanto a Alexis que lo volvía loco por su néctar. Era casi imposible para ella ducharse sin que él viniera a interrumpir su ducha con sus lujuriosos besos para terminar en sexo desenfrenado. Parecía que si no descargaba todas esas ganas iba a explotar.

"Entonces,recupérate pronto." Murmuró para darle un suave pero dulce beso. "Iré a buscarte agua y luego seguiremos." Y fue a levantarse para buscar un vaso de agua para ella.

Mary observó como el cuerpo semidesnudo de su esposo abandonaba la habitación. Más días viviendo bajo el mismo techo del ninfomaníaco de su marido iban a volverla loca.

Suspiró fuertemente y descansó lo más que pudo,lo iba a necesitar.

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