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KIᑎG ᗪᖇᗩGOᑎ-ᑭᗩᖇTE ÚᑎIᑕᗩ

Han pasado 10 años desde que el mundo de Dionysus fue atacado por el mundo de Mikrokosmos. Actualmente, ya se encuentran recuperados de tan grave guerra y han nombrado a un nuevo rey muy especial.

Un nuevo rey inexperto, tranquilo, muy hermoso y doncel. Se preguntarán, ¿cómo es que llegó al trono? Sencillo, es el único heredero del rey Min-Ji.

Ya el rey está muy enfermo para ocupar su puesto, encargarse de un mundo, responsabilidades y de muchos enemigos. Su intención no era delegar todo a su único heredero, pero su congreso no le dio más opciones. 

Esta aventura comienza en la pequeña ciudad de Muse, un lugar con una leyenda de hace miles de años que cuenta sobre la existencia de unos dioses dragones que protegen la ciudad y tienen el poder suficiente para acabar con la guerra que hace cientos de años tienen con el mundo vecino, Mikrokosmos.

El príncipe doncel Winter Jimin, de solo 19 años, hace pocos días que había cambiado su pequeña tiara por una majestuosa, brillante y elegante corona que lo hace verse más hermoso de lo que ya es. Al principio, se sentía feliz; ya no se sentía débil o que nadie lo tomara en cuenta. Han pasado 5 días y ya recibe acosos, amenazas y una lista inmensa de pretendientes que lo querían hacer su esposo.

Winter Jimin estaba cansado; ya quería volver a su vida despreocupada y placentera de antes. No era lugar para él y todo el mundo lo sabía. Entre lágrimas y berrinches, fue a donde su padre a llevarle una carta de renuncia.

El rey lo miró con la ceja levantada y se carcajeó por lo que leyó.


—Hijo, no podemos hacer nada en cuanto a esto. Debes asimilar que ya eres rey y que debes hacerte cargo de todo. Te voy a guiar, pero debes experimentar para sacar tus propias estrategias. Además, hay que buscarte un buen esposo; queremos muchos nietos corriendo por el castillo.

—¿Qué? ¿Te has vuelto loco, papá? No, yo no me quiero casar, no quiero hijos, no quiero nada de esto —pataleteando en la silla—. Yo quiero volver a ser Winter y correr por el bosque encantado, cazar luciérnagas y reír con los duendes. ¡Tú no entiendes nada! —Comienza a llorar amargamente.

—Cálmate, Jimin, por favor. Si sigues llorando, te voy a dar una prueba de fuego: que te vas a arrepentir de haber venido aquí a hacerme perder el tiempo.

—Yo solo quiero ser como antes —puchero, cabizbajo y mirando sus deditos.

—Pues, te aguantas, quizás te quedan 80 años más en este trono. Retírate. Mañana debemos hacer muchas cosas.

Jimin salió corriendo a su habitación; no pudo evitar llorar, quería que todo fuera una pesadilla, no quería esta vida. Él soñó con otra, en donde un lindo príncipe lo rescató del castillo, lo llevaba con él y vivían felices para siempre. Sabía que eran puras mamadas.

Se quedó dormido, después de una amarga noche en que soñar no costaba nada.

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Algunos días después.

Los demás mundos estaban en desacuerdo con el nuevo rey del mundo, Dionysus; decían que era débil, que no podía asumir como un verdadero rey lo haría, y para colmo, doncel, que era una total vergüenza. Había un escándalo en todos los reinos, porque no aceptaban a Winter Jimin ocupando el trono del reino más poderoso.

Winter Jimin estaba harto; en las asambleas lo miraban como un bicho raro y algunos decían cosas obscenas que incomodaban al doncel.

Al llegar al castillo, cenó y corrió a su habitación, se bañó y se puso en la ventana a ver la linda noche despejada que tenía ante sus ojos. 


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En otro lugar de Dionysus.

Cerca del volcán llamado Mount Eatonora, vivían los místicos y legendarios dragones. Eran fuertes, temerarios y de respeto. La weyr de dragones se compone de hombres, mujeres y niños. Que representan solo el 35 % de la población. Los hombres de la Weyr solamente eran los que iban a una academia para jinetes de dragones, en donde se formaban para ser buenos guerreros, cuidadores y fuertes.

La ciudad 3D también tiene un príncipe llamado Jungkook, quien será el heredero al trono en unos meses, ya que está por cumplir su mayoría de edad.

Jungkook estaba ocupando el puesto de su padre, que había sido herido en guerra con el mundo Wings unos meses atrás. Pero tenían en mente vengarse junto a su "trueno", que era su grupo de jóvenes de la weyr, sus amigos de toda la vida.

El joven es un apuesto chico, de cabellos rubios, cuerpo fornido y tatuajes, y es el mejor guerrero y jinete de dragones de la historia. Con tan solo 20 años, tiene una larga trayectoria. Jungkook es conocido por ser el conquistador de 7 reinos y BAM tuvo un gran papel en sus victorias. Posee el dragón más grande que ha existido. BAM mide más de 150 metros, destaca por sus escamas marrones y fuego oscuro, siendo así conocido como el "Terror del Fuego" después de haber calcinado un ejército de más de cuatro mil soldados junto a Jungkook durante la Guerra de la Conquista.

Jungkook, a pesar de ser un guerrero imponente, todavía estaba pasando su adolescencia. Le gustaba jugar con su dragón en los cielos nocturnos.

Estaba dando vueltas y piruetas con su dragón por todo el cielo de Muse y, allí, en el balcón, había un chico. Un adolescente, más o menos de su edad, tenía cabellos blancos como la nieve muy bien peinados, haciendo juego con sus ojos grises. Esos ojos que estaban clavados precisamente en los de Jungkook. Tenía una mirada triste, pero el jinete lo miraba fijamente. El chico sintió escalofríos y rápidamente corrió dentro del castillo.

Era la primera vez que Winter Jimin y Jungkook se veían. Era la primera vez que ambos no podían dejar de mirarse. Las pupilas dilatadas en ambos pueden delatar que se sienten atraídos, y sus palpitaciones se comenzaron a acelerar rápidamente. 

Un día más en el castillo, Winter Jimin estuvo recibiendo toda la mañana dragones mensajeros con mensajes de sus enemigos, uno tras de otro. Todos traían mensajes despectivos: que era un rey débil, un doncel que debía estar haciendo pasteles en la cocina, sin autoridad, sin instintos de guerra, delicado, cobarde, entre muchos sinónimos de ser débil.

Los enemigos pensaban que Winter Jimin no tenía la capacidad para asumir su cargo como un verdadero rey lo haría.

Y era cierto que Winter estaba sintiendo miedo. Él no sabía que existían pequeños dragones entrenados para eso, que solo una persona tomaba el papel, leía y, de la nada, lo quemaban en sus manos.

Había llegado el almuerzo; estaba sentado en el comedor principal junto a su padre y dos personas más que no sabía quiénes eran. No pudo comer bien, y los ojos de esos señores no le dieron confianza.

Hasta que de pronto, el rey Min-Ji se levanta de su silla, con ambos señores, para desaparecer en el largo pasillo. Su madre, la reina Yuna, se acerca a él para darle un beso en los cabellos.

—No has probado bocado, ¿siguen los mensajeros? —Se sienta a su lado para tomar el almuerzo.

—¿Eh? —Estaba distraído—. Estoy preocupado, madre. —Resopla—. Son los mensajes más despectivos que jamás había leído —cabizbajo—, no sé qué hacer.

—Te sugiero que encuentres protección en los dragones.

—¿Qué? —Con los ojos como platos—. ¿Te estás escuchando, mamá? Papá siempre ha dicho que son nuestros enemigos, que ese señor, el rey de los dragones, lo traicionó. Él nunca me dejó pasar por el bosque encantado para que no llegara a ellos. Él me lo contaba de niño.

—Bueno, lo que dice no es verdad, debes buscar la protección con ellos y, yo sé por qué te lo digo —mirando a su hijo.

—No puedo simplemente bajarme de aquí, salir del castillo, caminar hacia el bosque encantado, atravesar el bosque de pinos andantes, la aldea de los brujos, la aldea de los duendes, el zarzal, pasar un claro y, NO gracias, le tengo miedo a los volcanes y, especialmente a esas cosas que tiran fuego por la boca.

La reina Yuna no paraba de reír con las ocurrencias de su hijo. Ella se sentía una mujer afortunada. No todos los días nacía un doncel. Y ella había tenido uno de los 10 que existen en Dionysus. De cada 6,000 personas hay 1 doncel; los donceles se consideraban especiales y sagrados.

Después de que su pequeño fue a tomar una siesta, ella salió del castillo al pueblo para hablar con el mago Houdini. Quería pedirle ayuda para poder comunicarse con los dragones del mundo. Después de algunas horas, Yuna logró contactar al príncipe de los dragones, que prometió ir al castillo para hablar de la propuesta que le tenía.

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En las primeras horas de la mañana, el príncipe Jungkook llegó a Muse con su "trueno", que se componía de 3 jóvenes más. Todos aterrizaron en el amplio patio trasero del castillo con sus imponentes dragones.

JK, como le llamaban los más cercanos a él, fue el único que entró al castillo, mientras que los demás aguardaban afuera, para estar alertas de cualquier peligro o traición. En el mundo Dionysus, a veces, no se podía confiar en todas las personas y, menos, en el rey Min-Ji.

Ya dentro del castillo, fue guiado a un gran jardín interior, un jardín hermoso, sacado de un cuento de hadas. Por un momento, JK pensó que había polvos mágicos por el lugar, porque brillaba; creía que estaba volviéndose loco. Fue ahí cuando lo vio. Era el mismo joven hermoso que había visto en las alturas; estaba sentado, vestido de blanco, con la pierna cruzada y porte elegante. Estaba serio e indiferente. A su lado estaba la reina Yuna y una señora mayor con aspecto de ser la nana del joven.

Por educación y nobleza, Jungkook realizó una solemne genuflexión a los reyes que tenía frente a él.

—Me ofrezco ante usted, su alteza.

Jimin y su madre, Yuna, lo saludaron con una leve inclinación de la cabeza, al tratarse de un príncipe.

—Usted debe ser el joven príncipe de los dragones, ¿cuál es su nombre? —Yuna, se dio cuenta de cómo el príncipe miraba a su hijo.

—Mi nombre es Jungkook, su alteza. ¿En qué puedo ayudar? ¿Para qué me necesitan?

Jimin parecía no estar prestando atención a la presencia del príncipe Jungkook, pero cada tanto sus miradas se encontraban.

—Mi hijo debe hablar con usted; como sabrá, es el rey de Dionysus, y está con algunos problemas y a mí me preocupan.

—¿Yo? —Jimin miraba a todos lados, haciéndose el tonto.

—Soy todo oídos —de pie frente a ellos, con las manos juntas hacia atrás.

—Eh —Jimin ponía los ojos en blanco, no sabía qué decir—. Quiero... ya, es que quiero pedirle a usted, como príncipe de los dragones, que me brinde protección bajo mi mandato.

—¿Protección? —Levanta la ceja—. Todo en la vida tiene doble intención, así que yo lo protejo, pero necesito que sea a cambio de algo más —mirándolo, con seriedad.

—¿Ah? Necesito dar algo a cambio para que me dé su protección y lealtad, ¿usted qué se cree? Soy el rey, ¿cómo se atreve, insolente?

—Bueno, usted es el rey en su lugar y yo soy el príncipe en el mío, ¿alguna diferencia?

—Mucho; usted es príncipe de 3D, yo soy rey de TODO, así que respéteme. —Jimin se cruza de brazos.

—Jungkook, con su risa fanfarrona que no podía detener—. Bueno, Su Alteza Winter Jimin Park, ¿necesita mi ayuda? ¿O vine para que me diga quién es el que más manda en el mundo, Dionysus?

—Bueno, ustedes tienen mucho de qué hablar y yo debo salir. Te veo al rato, hijo. —Le da un beso en los cabellos y entra al castillo.

—Mamá... —La sigue con la mirada y, un chasquido, lo hace devolverle la mirada a Jungkook.

—¿Te sientes desprotegido? —Ríe.

—Déjame en paz —resopla—. ¿Qué es lo que quieres a cambio? Hable para que se vaya de mi vista.

—Usted es un poco amargado, está chiquito como para andar así, le va a dar un infarto —sonríe.

—¿Por qué mejor no te callas? —Enojado.

—Decide, ¿quieres que te diga qué quiero a cambio, o no? —Levanta la ceja—. Creí que era más atrevido... digo, decidido.

—¡HABLA, MALDITA SEA! —Resopla.

—Eh, eh, eh, esa boquita tan bonita y, hablando tan feo, no, no, no... —Jungkook sonríe, hasta se sienta despreocupado en una banca del jardín.

—Eso no es problema suyo... —Murmura, aunque el príncipe lo escucha y sonríe ladino—. ¿Quién le dio permiso de sentarse?

—Bueno, la banca está libre y, como usted, parece que cree que no tengo cosas que hacer, pues... —Jungkook, comienza a mirarse las uñas.

—Hable, nadie le cosió la boca. —Jimin estaba perdiendo la paciencia.

—¿Tan rápido? Ya me estaba gustando este lugar y ambiente placentero —ríe—. Bueno, voy a ir al grano. Si quieres que yo te proteja personalmente, como príncipe de los dragones, y que tengas total lealtad de todos los dragones, tienes que acostarte conmigo —sonrisa grande.

Jimin tenía los ojos tan abiertos que parecían a la mirada de las mil yardas. La propuesta le pareció la más indecorosa del mundo y, más, viniendo de un príncipe respetado.

—Atrevido, insolente —dándole en el pecho a Jungkook—, ¿cómo se atreve a pedirme eso? Descarado, poco ético, imbécil —cuando el príncipe le agarró fuerte de las muñecas, se asustó.

—¡Basta! Tú me necesitas y yo necesito algo a cambio. Esto es, dando y dando y, dragón volando —pega a Jimin a su pecho— yo acepto ayudarte, pero tú y yo estamos en deuda; yo la cobraré personalmente el día menos pensado, ya lo sabes, rey hermoso —le dice muy cerca de sus labios—. Me retiro, mañana vendré para saber cuál será mi rol y el de mi "trueno". —Se aleja— Pasa buen día,Winter. —Se sonríe y se va.

Winter Jimin no pudo mover su cuerpo de donde estaba. Se quedó mirándolo hasta que se fue de su campo de visión; no sabía cómo es que sintió tanto frío luego de su lejanía. No sabía qué le estaba pasando, pero sí se iba a poner así: entre más lejos esté el príncipe de los dragones, mejor.

Por su parte, Jungkook regresó con su "trueno" a 3D. En el camino no dejaba de pensar en Winter Jimin, en sus labios, en ese olor delicioso a flor de naranja; se podía acostumbrar muy bien a ese olor.

Al otro día. Jungkook regresó como lo prometió. Habló con el rey y, su madre, de cuál iba a ser su trabajo; no habló frente a la reina de la deuda de su hijo con él, pero le prometió cuidarlo a donde quiera que fuera.

Había dragones custodiando los cielos de Dionysus, especialmente la ciudad de Muse. Jimin estaba tranquilo y se sentía especialmente cuidado. Eso lo agradecía.

El príncipe cuidaba los pasos del rey, lo miraba desde arriba y las miradas descaradas no las sabía disimular.

Pasaron algunos días.

Winter Jimin, como cualquier adolescente más, amaba el aire libre, caminar descalzo y bañarse desnudo en las aguas termales detrás de su castillo.

Se sentía tranquilo saliendo de su habitación, porque los dragones lo cuidaban. Antes de salir, en la puerta que da al claro, dejó su bata de seda tirada cerca de sus sandalias y caminó hacia las aguas termales completamente desnudo.

Lo que no sabía era que su guardián estaba observándolo desde las alturas.

Jimin tenía una piel blanca como la nieve, sin vellos que interrumpieran la vista; poseía una silueta en forma de sirena, una cintura pequeña y unas caderas anchas muy sensuales, añadiendo unas piernas contorneadas muy hermosas.

El tumba'o de Winter Jimin tenía perturbado al príncipe de los dragones; esa sensualidad al caminar lo estaba volviendo loco.

Jungkook siguió con la mirada aquellas redondeadas nalgas, hasta que no se percató y cayó de su dragón al vacío. Por suerte no era su día de morir; unos arbustos fueron tan considerados que le amortiguaron su caída.

No le importó, se sacudió y se levantó de inmediato para ir detrás de esa figura que le hacía la boca agua.

El príncipe miró a todos lados y ya no lo veía.

—¿Dónde se fue? No puede ser, yo no estoy loco, era real. —Revolcaba sus cabellos con desesperación.

Mirando hacia las aguas termales, ahí lo vio. El agua danzaba golpeando a aquel hermoso pecho desnudo. El príncipe mordía su labio inferior con gusto, como cuando estás a punto de comer algo que te gusta. Sin vergüenza alguna, caminó hacia el lugar y se paró frente al doncel de repente.

Winter Jimin se asustó e intentó cubrirse.

—¡VETE! ¿Qué estás haciendo aquí? Estoy desnudo, no puedes estar aquí, NO ME MIRES. —Alterado.

—Con su risa fanfarrona, decide quedarse—. Creo que es buen momento para que me pagues lo que me debes, rey, con deuda a los dragones —se muerde el labio.

—Quédate ahí, no te atrevas a acercarte, o no respondo de mí. —Jimin caminó hacia atrás hasta chocar con una roca—. No te voy a pagar con mi cuerpo, estás demente, maldito, loco — asustado—. Voy a contar hasta 3; si no te vas, grito...

—Relájate bonito, no como gente. —Ya para este punto, ya no tenía ropa, solo su calzoncillo, entrando a las aguas termales.

—No te acerques, por favor, no me toques, no me hagas nada, te pago de otra forma, lo juro, pero no me... —Asustado, pero inconsciente, se mordía el labio viendo los pectorales y abdominales de ese señor príncipe.

—Estás temblando, ¿por el frío o por mí? —No paró hasta que chocó con el cuerpo de Jimin—. ¡Hola, hermoso! —le sonríe—. Tienes el cuerpo más hermoso que he visto jamás —acaricia la carita de Jimin, bajando por su cuello, luego al hombro desnudo y, subiendo.

—Por...Jung...aléjate, por...favor. —A Jimin no le salían las palabras, tenía la piel erizada y sentía sensaciones que nunca había sentido—. Soy...soy...

—¿Virgen? Eso ya lo sé, cariño —le dice sensual al oído el apuesto jinete de cabellos dorados—. No temas, seré bueno, muy bueno contigo.

—No...no quie...

Jungkook tomó una de las piernas de Jimin y la enredó en su cadera. Comienza a darle besitos en el cuello al rey, sube al lóbulo de la oreja, lo muerde descaradamente, para luego morder su mejilla. El príncipe prácticamente se lo estaba saboreando con un gusto exquisito.

Jimin se había rendido en este punto; los gemidos de su boca salían como melodías placenteras al oído de Jungkook. El rey se estaba restregando contra él, no lo podía evitar y el príncipe no lo iba a detener.

El príncipe intentó tocarlo por su pecho, pero Jimin no se dejaba, estaba aterrado y le pedía irse.

—Hermoso, va a ser especial, te voy a tratar muy suave y no voy a hacer nada que no quieras...

Jungkook baja sus manos y le toca la entrepierna, pero Jimin trató de cerrar las piernas; tenía la pierna del rey en su cadera, por lo que se acercó y le demostró cómo su pene no cabía en su ropa interior.

Al quitarse el bóxer, Jimin se asustó tanto que comenzó a llorar.

—No llores, cariño —El príncipe intentaba calmarlo—, quiero que la chupes, como una paleta. Sé que no sabes, bonito, pero te voy a guiar, ¿ok? No uses tus dientes, por favor —le limpia las lágrimas—. No quiero sentir que estoy cometiendo una falta, por favor. Tranquilo, disfruta.

Jimin trataba de respirar y calmarse; no sabía nada de eso, solo una vez le comentaron cómo era, nada más. El príncipe lo guiaba; no entraba en su pequeña boca, chupaba como una paleta. El rey no podía creer que estaba en esa situación, se sentía como un cualquiera.

No es que el rey fuera un experto con su boca, pero el príncipe estaba disfrutando y, mientras lo tenía entretenido, quería prepararlo. Entró el primer dedo. Jimin se quejó por la intromisión, pero seguía disfrutando de su nueva actividad con su boca en el miembro de ese hombre irresistible. En este punto, Jimin ya estaba encantado, aunque temeroso de hacer algo mal y que el príncipe se enojara. Era inexperto y Jungkook lo comprendía.

En un momento, Jungkook sacó el dedo de adentro de Jimin, agarró al rey por sus cabellos algo fuerte y le ordenó que abriera la boca; iba a enseñarle a no lastimarlo con sus dientes.

—Vas a abrir la boca, sacar la lengua; yo solo te follaré la boca, pero mmmm, procura mover esa lengua ricamente, Su Majestad.

Jimin asiente sin dejar de mirarlo, abre su boca, saca la lengua y Jungkook comienza a introducir su miembro hasta donde podía, pero lo que más disfrutaba y lo que más lo prendía era ver las lágrimas de Jimin bajar por los costados de sus lindos ojos; le provocaba moverlo lento, pero profundo.

Ocasiona varias arcadas, pero Jimin sigue sus instrucciones, así que es efectiva esa follada de la boca bonita. Lo disfruta, no evita gruñir, no evita demostrarle al rey que está encantando, que está excitado, que pronto quiere llegar y desechar su esencia en la boca de él.

Decidió no llegar; ahora solo quería preparar a ese hermoso chico y fundirse en él y hacerlo suyo. Comenzó a besarlo, ambos de pie; en esa posición JK, podía comenzar a jugar con ese trasero que le encantaba. Volvió a introducir el primer dedo. Jimin se quejó, le dolía y se sentía incómodo, pero ese príncipe lo hacía olvidarse del dolor al instante. Poco a poco lo sentía expandirse un poco más, además de que su lubricante natural ayudaba mejor. Introdujo un segundo dedo, luego un tercero. Ya lo tenía gimiendo, estaba muy estrecho y le preocupaba lastimarlo cuando tocara la penetración. Los dedos danzaban en el interior de Jimin, mientras la mano pequeñita del doncel agarraba el miembro del príncipe y lo masajeaba con destreza.

Es hora de disfrutar ese manjar, por lo que el príncipe lleva al rey a una esquina de la piscina de aguas termales. Comenzaron a besarse. Jimin inconscientemente enredó sus piernas en la cintura de él, en una posición que podía rozar su culo con el miembro de Jungkook.

Ya estaba listo para poder seguir con el siguiente paso; estaba ya lo suficientemente lubricado para poder entrar en él. Por lo que agarró su pene y lo acercó a la entrada de Jimin, tratando de abrir paso y que no fuera muy doloroso. No hizo más que alinearlo y entrar el glande, cuando una corriente de dolor hizo llorar a Jimin. Abrazó por el cuello a Jungkook, mientras intentaba entrar un poco más.

—Cálmate, bonito, quédate quieto un rato en lo que te acostumbras. No dolerá muy pronto —le decía a Jimin, mientras que él también se quedaba quieto en lo que se acostumbraba.

Pasaron 5 minutos, cuando Jungkook, poco a poco, sacaba su miembro y volvía a introducirlo en Jimin. Repitió la acción varias veces hasta que ya tenía la mitad dentro de él. Poco a poco el ritmo aumentaba, y también Jimin se acostumbraba.

De momento, hubo un sonido seco; se había salido de dentro de Winter. Aprovechó y lo tumbó encima de otra piedra plana; utilizando la posición del misionero, lo volvió a penetrar de una sola vez. Disfrutaban los aspectos románticos del amplio contacto piel con piel y la oportunidad de mirarse mutuamente a los ojos, besarse y acariciarse.

El vapor de las aguas aumentaba el calor corporal de ambos.

Jungkook comenzó a follar muy rico a Winter; a ellos no les importaba si los veían, solo se concentraban en sentir lo delicioso del momento. El príncipe chupaba los pezones del chico que estaba debajo de él, le daba duras estocadas, mientras que Winter lo abrazaba por su cuello, gemía suave y le decía con vergüenza lo rico que sentía.

Cuando el rey se sintió en la cima del cielo, comenzó a gemir más fuerte, mientras que el príncipe se movía con mayor fuerza, ya que estaba por llegar también. Sabía que los donceles pueden quedar embarazados, por lo que sacó su miembro y se descargó encima del vientre de ese hermoso chico. Jimin se acercó a Jungkook por voluntad propia y lo besó en son de agradecimiento por ese delicioso encuentro.

Entre besos duraron un rato en las aguas termales, hasta que Jimin se levantó, lo tomó de la mano y se encaminaban a dentro del castillo, ambos completamente desnudos. Entre risas, Jungkook pedía su ropa y Jimin decía que eso no era necesario ahora, ya que lo guiaba a su habitación.

Al llegar a la habitación con risas cómplices. Jimin cerró la puerta, pegó a Jungkook de la puerta y se agachó a chupar ese miembro que lo había vuelto loco; debía ponerlo a tono para otra sección candente.

Después de llegar a su objetivo, Jungkook lo hizo poner de pie y comenzó a chupar y morder sus pezones; lo estaba enloqueciendo de sobremanera. El príncipe había encontrado un punto erógeno del rey, eso lo hizo sonreír.

Tiró a Jimin sobre la cama, abrió sus piernas sin pedirlo; el príncipe, gustoso, las colocó en sus hombros y lo penetró de una sola vez, causando un ensordecedor grito en el rey, el cual apaciguó con su mano, mientras se movía dentro de él y se acostumbraba a la intromisión. El orgasmo no tardó en llegar.

El jinete de dragones era muy bueno en el sexo, así que el rey de Dionysus estaba disfrutando de un semental, con un cuerpo espectacular y un miembro delicioso.

Luego, lo colocó en forma de perrito, agarró a Jimin de las caderas, comenzando a investirlo más fuerte. Comenzó a gritar, pero Jungkook lo agarró del cabello y, cada tanto, lo hundía en la almohada para que nadie pudiera escuchar. Literalmente, ese fuerte jinete estaba destruyendo ese pequeño agujero, pero estaba haciendo disfrutar al pequeño rey muy rico. Lo hizo tener otro orgasmo muy húmedo, tanto que mojó toda la cama.

Jungkook se salió de Jimin, se acostó y lo tomó de los cabellos, fuerte, haciendo que le hiciera una mamada. La metía hasta el fondo de su garganta, haciendo que babeara todo su miembro. Esa acción puso aún más caliente al príncipe.

El hombre fuerte tenía todavía su miembro a reventar, por lo que Jimin lo miraba lascivo y, sin vergüenza, se sube para cabalgarlo. Hizo entrar el miembro en él poco a poco, esperó acostumbrarse; cuando se comenzó a mover suavemente de adelante hacia atrás, hasta que Jungkook no se aguantó más, le dio una fuerte nalgada, que eso le indicaba a Jimin actuar, por lo que comenzó a mover más rápido sus caderas en círculos. Hizo gruñir al príncipe; lo puso orgulloso. Ambos estaban a punto de llegar, juntos, después de una sección muy placentera.

Winter cayó derrotado en el pecho de Jungkook. Se quedó dormido.

Jungkook sonrió. Esta fue la mejor cogida del mundo, con esa persona que lo hacía sentir cosas extrañas, además, que en teoría solo había sido suyo.

Se acurrucó con él hasta el amanecer. Antes de salir el sol, le dejó una nota, fue por su ropa, llamó a su dragón y fueron de vuelta a casa.

Después de aquel encuentro donde establecieron vínculos de intimidad amorosa.

Las cosas parecían estar normales.

Pasaban mucho tiempo juntos. Jimin le contaba cosas sobre él divertidas, mientras que Jungkook le hablaba de la guerra, de los dragones, de la academia y de cómo se formó su reputación.

Winter Jimin, a veces se aburría, por lo que el príncipe se daba cuenta de eso. Así que decidió llevarlo a conocer a alguien muy especial para él.

—Mimi —así decidió llamarlo—, quiero hoy llevarte a un lugar —mirándolo—, es un lugar que solo yo conozco, que es muy especial para mí y, además, muy personal. Como ya somos bastante cercanos, quiero que lo conozcas.

—Ay, sí, Kookie, quiero conocerlo. ¿Cuán lejos está? ¿Es bonito el lugar? —Dando saltitos—. ¿Me vas a llevar a la academia de dragones? —Emocionado.

—Se ríe—. Nooo, Mimi, ahí todavía no puedo llevarte, pero hoy conocerás a alguien especial para mí y BAM —mirándolo—. Si vamos encima de BAM, llegaremos en 5 minutos; si vamos por tierra, ¿3 días? —ríe de la cara de Jimin.

—3, ¿qué? ¿Estás loco? —Levantando la ceja—. No seas mentiroso —le da un golpe en el pecho—. ¿Me estás diciendo eso para que me trepe en esa cosa prehistórica que bota fuego por la boca? ¡Hum!

—Ríe—. Bueeee, no ofendas a BAM, te va a odiar, ¡eh! Y es verdad, queda muy lejos por tierra. No seas miedoso, BAM no te va a quemar o dejarte caer, ¿quieres? ¡VAMOS! Te prometo que voy a agarrarte muy fuerte.

—No lo sé, Kookie, confío en ti, pero no en ese lagarto gigante —puchero—, pero quiero conocer todo lo que haces, así que quiero ir, quiero conocer, quiero ver tu mundo —sonríe.

—Que no se hable más —Hace el silbido que BAM reconoce bien, por lo que llega a dónde ellos—. ¡BAM, llévanos donde Furia Luminosa! —El dragón bajó su cola para que Jimin pudiera subir por ella, dejó que se agarrara de su cuello, mientras que Jungkook se sienta detrás del rey, agarrándolo por su cintura, pegándolo a su pecho—. ¡BAM, estamos listos, VÁMONOS!

Volar los cielos de Dionysus era la pasión de JK, el miedo de Jimin, pero poco a poco las cosas iban cambiando. Y Jimin, cada día, confiaba en la protección y nobleza de BAM.

Jimin disfrutaba de esa sensación de cosquillas en su panza, el viento darle en su cara y ver todo ese bello paisaje desde arriba. De vez en cuando se asustaba, pero Jungkook siempre lo agarraba muy fuerte.

Llegaron a un paraíso; era un lugar místico, lleno de verde. Jimin no salía de su asombro; parecía un enorme establo, con techo de pajas, columnas de troncos de árboles y un aroma peculiar a cenizas con cedro.

—Bienvenido al jardín de las Cenizas, Mimi —sonríe.

—Wow, Kookie, esto es hermoso, parece una fantasía —ojitos cristalinos.

—Es un espacio creado para el recuerdo, un hermoso y cuidado entorno en el que, de su vínculo con la tierra, brota nueva vida, más las plantas aromáticas. Aquí están los dragones, que no pueden volar, los dragones viejos, los dragones con discapacidades, las madres embarazadas o con crías, también alguien muy especial —sonríe orgulloso de ese lugar que él mismo creó.

—¿Aquí hay bebés? Awww, quiero verlos —ríe con todos sus ojitos—. ¿Existen aquí esos dragones feos que me traían la correspondencia? —Puchero.

—No, Mimi, esos dragones se hicieron solo para eso, son dragones enanos, por lo que no sirven para la academia, así que no debes asustarte, ¿ok? —Sonríe—. Vas a ver los bebés si quieres, pero te llevaré a conocer a una chica especial para mí.

Jimin se sintió triste, dijo que lo llevaría a conocer una chica, así que quería decir que tenía una pareja, que solo lo trataba bien y lo hacía feliz por compromiso; eso le arrugó el corazón.

Se bajaron de BAM y Jungkook le ofreció la mano. Jimin permaneció en silencio y ya no sentía emoción.

El príncipe lo llevó por todas las "dragonerizas". Le mostró el dragón más longevo de 250 años, mostró a las dragonas con sus bebés, mostró dragones que les faltaba una pata, estaban ciegos o ya no expulsaban fuego. Eran muchos los que se encontraban allí; el lugar estaba limpio, muy cuidado y todos los trabajadores muy amables, buenos con los dragones.

Jimin se sintió nervioso cuando Jungkook lo agarró de la mano y le dijo que irían a ver a su chica. Mentiría si decía que no se quería ir; no le apetecía conocer a la tal "especial".

Caminaron a una dragoneriza muy bonita; tenía una gran piscina, tenía unas poleas gigantes en el techo, más tenía una gran cama enorme de plumas blancas, pero lo que más le impresionó a Jimin fue el gran dragón blanco, majestuoso y hermoso.

Jimin se encuentra por primera vez cara a cara con Furia Luminosa.

—Mimi, te presento a mi chica, mi persona especial, ella es Furia Luminosa —sonríe y Jimin se ahogó con su propia saliva cuando le dijo que esa era la chica; sí que era bien desconfiado y... celoso también.

—Oh, por la lunaaaaaa, es una dragona hermosa, Kookie —emocionado—, pero —se gira a mirarlo—. ¿Por qué ella está aquí?

—Es porque ella está en recuperación. BAM la lastimó y terminamos separándolos, pero pronto estará perfecta. Hoy es día de comenzar a aprender sobre los dragones y qué es la academia de dragones. Primero me gustaría que te ganes la confianza y el respeto de Furia.

Jimin estaba aterrado; no era lo mismo que BAM, Jungkook lo controlara a que él tuviera que controlar a una dragona. Tenía mucho miedo y salió corriendo cuando Furia se acercó.

—Hey, bonito, ven, ella no te hará daño —lo agarra de la mano y lo pone frente a él para que Furia lo viera, lo oliera y se familiarizara—. Furia, él es Jimin, mi Mimi, ¿recuerdas que te hablé de él? —La dragona mueve su cabeza, asintiendo—. Quiero que lo cuides, que lo ames, que seas todo para él, ¿ok? —Ella volvía a asentir—. Mimi, acércate, ella ya sabe que vas a saludarla...

Jimin no se atreve a tocarla, por lo que Jungkook sostiene su mano y lo acerca poco a poco para que la toque.

El rey voltea la cara y se encuentra con la de Jungkook, quedando muy cerca uno del otro, mientras la mano del príncipe está encima de la mano del contrario, tocando la dragona.

Jungkook se acercó y comenzó con un beso suave, una danza de labios y lenguas, una dulce sinfonía de aliento y tacto. El calor del momento, la oleada del deseo, el beso perfecto, prenden fuego al corazón.

El príncipe siente que este es su beso perfecto, porque es el que llega después de una larga anticipación. Es hacia el que has estado avanzando... lentamente... durante lo que parecen años. Es el que fue dado gratuitamente. Es el que tienes que cerrar los ojos para experimentarlo plenamente. Es el que se siente como el sol después de días de lluvia. Es el que se lleva sin remordimientos. Es aquel que se siente como si acabaras de llegar a casa después de una larga ausencia. Es la primera lluvia suave después de una sequía. Comienza lentamente antes de llegar a un crecimiento. Es el que te roba el aliento. No está ni demasiado húmedo ni demasiado seco. Sabe dulce. Se siente picante. Es eléctrico. Provoca escalofríos desde la parte superior de la cabeza hasta la planta de los pies. Hace que los dedos de tus pies se doblen. Te hace sentir inestable. Y, una vez que terminó, lo único que quiso fue más.

Furia Luminosa y Jimin hicieron un vínculo increíble. Ni el mismo rey creía que podía tocarla, jugar con ella, incluso darle órdenes.

Jungkook estaba feliz; era lo que en el fondo quería. Decidió entrenar a Jimin para ser jinete de dragón. Furia Luminosa ya hizo conexión y solo necesitaba eso.

Las lesiones comenzarían tan rápido como al día siguiente. 

Winter Jimin ya llevaba varios meses entrenándose como jinete de dragón. Jungkook era su entrenador personal.

Era muy aplicado y el príncipe se sorprendía de lo rápido que aprendía.

Furia Luminosa, después de su recuperación, pasó a ser su dragona en el entrenamiento. A pesar de ser propiedad de Jungkook, había hecho una conexión increíble con Jimin.

Esta dragona blanca es la pareja de BAM y es tan grande como él; se creía extinta, por lo que JK es el único que la posee. Furia Luminosa o Luna, como le dice Jungkook, es increíblemente ágil, que puede esquivar muchas explosiones de otros dragones, flechas y catapultas.

Un día, Jimin y Jungkook estaban con BAM y Furia Luminosa en lo alto de una montaña, en un claro con una bella vista hacia 3D. El príncipe le enseñaba a Jimin cómo reaccionar si Furia utilizaba su mágico poder, que se trataba de desvanecerse con una llamarada rosa.

—No quiero que Furia haga eso cuando yo esté encima de ella, Jungkook, me niego, porque no sé si uno vuelve a la realidad, NO, NO y NO.

Jimin estaba enojado porque no quería hacer locuras.

—Jimin, cariño, no te va a pasar nada, no seas exagerado —se ríe—. Ven acá, dame un abrazo.

—¡Déjame!

Jungkook lo agarra de la cintura y lo pega a él, pero como Furia Luminosa no logró notar si era jugando o en serio, le dio un cabezazo a Jungkook, tirándolo lejos de ellos y, hasta, le lanzó fuego, como amenazándolo.

—¿Qué te pasa? ¿Estás loca? —Adolorido—. Soy tu dueño, ¿por qué me haces eso? —Furia se aleja, asustada por los gritos de Jungkook.

—Jimin, se ríe, pero va a revisar que Jungkook esté bien—. ¿Estás bien, Kookie? No le hables así, ella solo me estaba defendiendo como le dijiste. Ven —lo ayuda a levantar—. ¿Te hizo daño el fuego? —Le revisa parte de la ropa quemada—; por suerte, no llegó a la piel.

—Tonta Luna, soy Jungkook, el que te crió, a mí no me rezongues, ¡eh! Si querías, me dejabas carbonizado, ¡caray! —regañándola—. Vamos, Jimin, debemos regresar al pueblo. Iré a dejarte a Muse, porque no están pintando bien las cosas últimamente. Acabo de ver un dragón de Mikrokosmos sobrevolando 3D —comienza a recoger sus cosas del entrenamiento.

—¿Pasa algo malo? —Jimin, asustado—. ¿Otra guerra?

—Es muy probable, cariño, muy probable. —Lo abraza—. ¡Vamos!

Jungkook envió con su "trueno" a Furia Luminosa directo a casa. En lo que él llevaba a Jimin sano y salvo al castillo. Lo tenía preocupado, no sabía lo que iba a pasar en algunos días. Las cosas no estaban pintando bien.

ˏˋ°•*⁀➷ ೃ⁀➷ˏˋ°•*⁀➷ ೃ⁀➷

Jimin y Jungkook, cada día se enamoraban más; estaba naciendo algo bonito, aunque ellos no se declaraban su amor, no todavía.

Pero a leguas, todo el mundo de Dionysus sabía que esos dos chiquillos se traían algo, de todo, menos cosas de amigos.

Los días pasaban. Uno que otro ataque esporádico por dragones del otro mundo. Jungkook, no quería dejar mucho tiempo solo a Jimin; le prometió protegerlo y, más ahora, que tenía sentimientos hacia él.

Todo pasó muy rápido ese día.

Dejó a Jimin en casa, tarde en la noche. Regresó a 3D y, a los 10 minutos, llegó alguien de su "trueno" a informarle que el mundo Mikrokosmos secuestró al rey.

Jungkook salió como loco, llamó a todo su "trueno" y guerreros de Dionysus. Había que encontrar a Jimin, VIVO.

Los dragones de Mikrokosmos y los dragones de Dionysus están en guerra. Se echan la culpa unos a otros de sus problemas. Llegaron a Mikrokosmos antes del mediodía.

Jungkook viajaba sin cuidado con su "trueno", buscando a Jimin por todas partes, hasta que fueron emboscados por los dragones locales. Comenzó una lucha entre ellos, pero trágicamente, dos de su "trueno" y sus dragones fueron asesinados.

El príncipe ahora estaba muy cabreado; quería saber dónde estaba Jimin, no quería perder más hombres y, menos, a sus amigos. No se iba a dar por vencido; si nadie llegaba hasta el final por el amor de su vida, él llegaría solo.

Entonces, Jungkook, junto a sus jinetes y otros trece jinetes corruptos que se unieron a él, se rebelaron contra los jinetes de Dragón de Mikrokosmos.

La guerra es dura. Todo está ardiendo por las flamas de los dragones, muchas bajas de jinetes. Pero Jungkook se arriesgó con su "trueno" y fueron hacia la referencia. Le habían dicho a dónde el rey Taehyung había llevado a Jimin secuestrado y que planificaba quedarse con él para convertirlo en su esposo.

En lo alto de un volcán activo, en una cueva, tenían allí a Jimin. Jungkook y todo su ejército, con sus dragones, comenzaron a flamear todo a su paso, sin distinción de persona. Por lo que, cuando entraron sus hombres a la cueva, estaban a punto de asesinar a Jimin.

—¡PROTEJAN A JIMIN! Es el futuro rey de 3D.

Alguien de su "trueno" golpeó a Taehyung y se llevó a Jimin en su dragón para protegerlo, en lo que Jungkook arrasaba con todo.

No quedó ni uno solo del ejército de Taehyung que estaba con él en aquella cueva.

Hubo rendición horas después, fue por Jimin y se fue con rumbo a Dionysus, para descansar. 

Jimin, desde ese día, se fue a vivir con Jungkook en 3D. El príncipe debía proteger al amor de su vida; ni tan siquiera le importaba que era el rey de Dionysus.

Las cosas se mantenían tranquilas.

Jimin seguía entrenando como jinete con Jungkook; quería volverse fuerte y un buen guerrero.

Poco tiempo después, ellos se casaron. Ahora, ya pasaron a ser los reyes de Dionysus, aunque Jungkook siga estando a cargo de los dragones y la academia.

Era raro, pero se respiraba paz. A Jungkook le daba mala espina, pero no le decía a Jimin, para no preocuparlo.

Seguía Jimin en sus entrenamientos de jinete de dragón; era diligente y Furia Luminosa le dio la completa lealtad y confianza; tenían una excelente conexión.

Jimin quedó embarazado unos meses después. Así que esperaban un bello niño, al cual iban a llamar Marcelo, ya que es un nombre fuerte, y Jimin decía que iba a ser un guerrero fuerte como JK.

Pero ese no era el único acontecimiento. La Furia Luminosa también estaba embarazada de BAM, así que también venía un cachorro. Aunque fuera niño o niña, le iban a poner Mars. Por los pantalones de Jungkook, ¿qué más se podía esperar?

Como si la luna se alineara. Jimin y Furia Luminosa entraron en el trabajo de parto al mismo tiempo. BAM y Jungkook estaban hechos un desastre, porque ninguno de los dos sabía qué iban a hacer.

Jimin, al ser doncel, ya se había formado la abertura provisional por donde iba a salir el niño vía natural. Esa abertura se cierra días después del parto, sin problemas. Ya un veterinario de dragones estaba listo para traer al bebé de la dragona, aunque este estaba en un enorme huevo brillante.

Más tarde, cuando ya habían nacido Marcelo y Mars, todos estaban felices.

Ya había pasado un año de muchos acontecimientos.

Estaban las cosas muy tranquilas, no ha habido conflictos por casi 2 años y medio. Para Jungkook, eso era un alivio, pero como hombre precavido, vale por dos; ya tenía el escondite de su familia, por si acaso estallaba otra guerra.

Un día, estaban Jimin con el bebé Marcelo, Furia Luminosa y el bebé Mars en el claro. Estaban ellos jugando, mientras que Jimin leía un libro recostado en el cuerpo de la dragona; los 4 eran inseparables.

Los bebés jugaban entre ellos con cualquier cosa. El bebé Marcelo ya caminaba y el bebé Mars ya volaba un poquito.

En un descuido, Mars agarró a Marcelo del calzoncito, lo eleva un poco y lo deja caer. No se hizo daño con la espesa yerba que adornaba el claro, estornudó con el polen que había por su alrededor, pero lo más tierno fue cuando Mars estornudó también y botó un poco de fuego después. Jimin se asustó, pero no había pasado nada con bebé Marcelo, así que ellos siempre van a ese lugar a pasar un buen rato.

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Como nunca, lo bueno dura para siempre. De nuevo, se ha formado la guerra en Mikrokosmos. Jungkook y su ejército debían ir a cumplir con su deber y proteger a Dionysus de ser atacada.

Pero antes, dejó a Jimin y a su hijo, junto a Furia Luminosa con Mars, en una cueva muy lejos de la civilización, equipada como si fuera su casa en el castillo.

Habían pasado 5 días y Jungkook no daba señales de vida. El doncel estaba muy preocupado. Hasta que llegó un dragón mensajero. En donde indicaba que la guerra estaba fuerte, que Dionysus estaba por perder y que Jungkook estaba herido, pero peleando.

Jimin tomó la decisión: debía ir a ayudar, traer a su esposo de vuelta; sabía que él y Furia Luminosa podían hacer juntos una buena representación.

Esa misma noche, dejó a su hijo y al pequeño dragón en manos de sus nanas y trabajadores. Voló al otro mundo con su dragón blanco, sin temer a nada.

Cuando llegó, todo era un caos: había cuerpos tirados por todas partes, mucha sangre, pueblos enteros quemados. Por donde quiera que mirase, solo había desolación.

Ya Jungkook sentía que estaba por perder la guerra, pero de pronto aparece Jimin, con su dragona y su ejército. Ellos entraron en la guerra.

Jungkook no se había percatado de la presencia de Jimin en el campo de guerra. Muchas veces en la pelea, Jimin salvó a JK de morir, mató a mucha gente y estaba orgulloso de lo bien que lo hacía.

Un momento épico cuando un dragón iba a atacar a BAM y derribarlo; Jimin lo atacó, rescatando con éxito a Jungkook.

La batalla fue ganada. Jimin se bajó de su dragona para felicitarla.  

Había cuerpos por todos lados, sangre, fuego, destrucción.

Jimin estaba cansado. Se tiró al suelo nevado para recuperar el aire y la energía; debía volver a Dionysus, pero alguien apareció detrás de él. Era su hombre, su esposo, su entrenador de jinete, el amor de su vida; ahora sí podían irse en paz.


𝓕𝓘𝓝

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Mi experiencia escribiendo este largo OneShot

Bueno, que les puedo contar.

Pensé que no me saldría ninguna historia con esta temática.

Dado el caso que no me gusta la fantasía, nunca he visto películas o algo referente a dragones, el único dragón que he visto es a Barnie, si es dinosaurio o dragon no lo sé, pero mejor no hablemos de ese hijo de godzilla...tampoco he visto a godzilla, así que bueno hahahaha.

Esto no fue un reto, fue un deporte extremo.

Pase 200 crisis existenciales.

Tuve 200 ganas de dejarlo.

@MBlack_Swan Sí no fuera por ti, no sé a dónde hubiera parado, gracias mi Meliiii  ʕ ♥ ᴥ ♥ ʔ

Pero al final, pude lograrlo. Espero que les guste, que lo disfruten y, me saquen una sonrisa con sus comentarios. Porque no la pase muy bien.

¿Volveré a escribir de dragones? No, así que confórmense con esto.

Los amo ♥ ᒍOᗩᑎ ♥

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