____ había escuchado sobre dos espadachín mayores, uno que viajaba con un demonio en una caja y que hoy sería su juicio, era lo que había escuchado de varios kakushi's.

Aun así, no era de esperar que su maestro se ofreciera para que los dos espadachín pasarán la noche en la casa rengoku, observando un hombre mayor de cabellos negros con las puntas burdeos, llevando un Haori rojo con interior blanco junto con un Kimono masculino color caqui, con dos prendas interiores de color blanco y negro y un Hakama del mismo color y en su espalda una caja con las dos correas firmes en sus hombros.

─¡Se quedarán conmigo este fin de semana y luego emprenderemos el viaje hacia nuestra misión!¡Hanabashi!¡También nos acompañaras!─ Ella asintió dudosa y curiosa del otro hombre detrás de su maestro, sin más ambos entraron a la casa rengoku donde senjuro junto hanabashi lo guiaron donde se quedaría con su hermano.

Sus descalzo pasos se escucharon en la silenciosa casa, ____ con su kimono puesto camino hacia dos pasillos lejos donde se hospedaban los dos hermanos, enfrente de la puerta arrodillarse en el suelo, descansar las nalgas en los talones y el empeine de los pies sobre el suelo con la espalda suspiro un poco.

─Tsugikuni-sama, abriré la puerta.─ esperó unos minutos y al no recibir respuesta la abrio, observando a los dos hermanos en la misma posición que ella pero frente a frente por lo que dedujo que estaba hablando.

Enfrente de Yorichii-sama estaba Kokushibo (o Michikatsu Tsugikuni como su hermano menciono en la juicio) un hombre de alta estatura, tono de piel pálido y de complexión atlética y musculosa; su cabello fue largo y de color negro con bordes en tono burdéos, sostenido por una larga cola de caballo que llegaba casi a la altura de su espalda baja, En su cara, poseía una serie de marcas similares a llamas que cubrían la zona izquierda de la cabeza y el lado derecho de su cuello una de sus señas de identidad más siniestras fueron sus tres pares de ojos carentes de cejas los cuales tenían una coloración amarillenta en su iris y una esclerótica de color rojo dividida en segmentos.

Una tos demasiado fingida interrumpió su atmósfera ambos se voltearon para enfrente a la adolescente que sonríe de una forma nerviosa.

─Yorichii-sama y Kokushibo-sama, ¿Necesitan algo?─ Hablo de una forma amable y tratando de no delatar su nerviosismo al darse cuenta que Kokushibo era una de las doce lunas demoníacas.

─No, Hanabashi-san.─ Hablo de una forma tranquila y serena el hombre de aretes de hanafunda, Kokushibo sin embargo miró con cierta curiosidad en la fémina sin demostrarlo mucho.

─Si es así, mi habitación está a dos pasillos del suyo, ¡No duden en llamarme si ocupan algo!─ antes de deslizar la puerta para cerrarla, una mano se puso encima de la orilla de esta, impidiendo que la cerrara del todo.

Ella se congeló en su lugar con una nerviosa sonrisa y yorichii miraba con curiosidad a su hermano que se había movido con cierta velocidad tomando desprevenida a la cazadora.

─Tu estabas en la montaña Natagumo.─ Ambos humanos se sorprendieron un poco, mas ____ que yoriichi en sí, mirando de una forma desconcertada al contrario aun manteniendo su nerviosa sonrisa.

─A-Ah, ¡Si, Kokushibo-sama!¡Acompañe a mi compañera Kanao-san!─ su dedo índice aterriza en su barbilla mientras que hablaba mirando a otro lado para luego mirar a sus mayores, ─¿Esa es la pregunta que Kokushibo-sama tiene?─ el mencionado asiente bajando su mano de la orilla de la puerta, la femenina sonríe un poco alegre y aliviada.

Sin embargo, antes que pudiera despedirse, Yoriichi llega también asustandola a ella otra vez y haciendo sobresaltar un poco a su hermano poniéndose al lado suyo, el hombre mayor mira con una expresión pasiva y solemne a la contraria quien estaba más nerviosa,

─En el juicio, Rengoku-shonen mencionó que usted sería quien estaría con nosotros en el transcurso de nuestro viaje.─ Esto hizo sorprender a la fémina, ya que más o menos había escuchado sobre eso y Kyojuro le había comentado que hablaron sobre eso en la noche en la habitación de su maestro.

Donde ahora debería de estar.

─¿Usted ya sabe sobre eso?─ La sacó de sus pensamientos y ella miró hacia arriba siendo recibida por ojos suaves y serenos que de alguna forma la calmaba de sus incontrolables nervios.

Rio un poco pasando su mirada hacia abajo, sus manos firmemente dobladas en su regazo, volvió su mirada hacia los dos hermanos que la miraban expectantes y curiosos.

─Eso es lo que Rengoku-sama me iba hablar.

─Oh, Lo siento.

─No se preocupe, Yoriichi-sama!─ Hablo moviendo sus manos con cierto nerviosismo al ver el desanimado (aunque más bien era su expresión reservada la que más se notaba) usuario de la respiración solar tras hablar un tema que ni ella sabía de mucho.

Sin embargo no evitó que se desanimaba más, Kokushibo palmeo la espalda de su hermano en forma de un pequeño consuelo que rápidamente levantó sus ánimos, sorprendiendo a los que dos y dos gotas de agua cayeron detrás de su cabeza al ver al reservado y un poco feliz hombre.

Esto es basado en un comic japones de "Meka" en Pixiv.net, ¡Vayan a leerlo!

- ¡Por ahora no habrá portada pero se hará mas adelante!