─ ¡Esto es tan incómodo! ─ Se quejó AeRin detrás de la cortina para cambiarse.

Los viernes por la tarde solían ser las tardes favoritas de AeRin pero en este momento daría todo para terminarlo ya. Después de la escuela, JeNo la llevó a esa tienda elegante en la parte más rica de la ciudad. La tienda -o debería decir boutique- tenía esa sensación de lujo y lujo que la hacía sentir un poco fuera de lugar. JeNo, pobre -no literalmente- chico, trató de irse pero AeRin lo obligó a quedarse agarrando su chaqueta y jalándolo de regreso a la tienda. Así que en realidad estaba sentado en el sofá de una de las salas vip de la boutique esperando que AeRin se probara todos los vestidos, sí, había varios vestidos.

─ ¿Por qué hay tantos vestidos para probarse? ─ Se quejó, saliendo del vestidor. Una empleada la ayudó a subirse el cierre del vestido y ella se giró para mirar a JeNo, que estaba concentrado en su teléfono.

─ Bueno, mi mamá siempre dice 'vete a lo grande o vete a casa' y SoMin siempre ha sido bastante quisquillosa ─ La voz de JeNo quedó atrapada en su garganta cuando levantó la cabeza para mirar a AeRin.

─ Me veo tan rara. ─ Dijo AeRin, mirándose en el espejo en la pared detrás de JeNo.

─ Sí, raro... ─ Murmuró JeNo para sí mismo, con los ojos aún en su amigo.

─ Definitivamente no voy a usar este ─ Dijo finalmente AeRin, caminando de regreso al vestidor.

JeNo todavía miraba hacia donde estaba, parpadeando un par de veces como si todavía estuviera registrando la imagen de AeRin con un vestido. Se veía bien, eso, no podía negarlo, pero ¿Desde cuándo pensaba que alguien que se veía bien de una manera platónica era tan impresionante y hacía que su corazón se volviera un poco loco?

Cuando comenzó a distraerse, AeRin ya se había puesto el segundo vestido. Ella le preguntó algo pero él estaba tan ensimismado que no la escuchó. Agarró partes de su vestido con las manos y lo levantó un poco para poder bajar las escaleritas que separan el vestidor y la sala de espera de la habitación, y agitó su mano frente a la cara de Jeno para sacarlo de su pequeño sueño ─ Tierra a JeNo.

─ Qu-Oh! Umh... Lo siento. ¿Qué dijiste?

─ ¿Este vestido no es demasiado? Quiero decir que es una gala, no un baile de graduación estadounidense ─ Dijo, haciendo que JeNo soltara una risita.

─ Sin embargo, todavía te ves bien ─ Dijo mientras ella se alejaba sin saber que lo había escuchado.

─ Lo sé. ─ Ella sonrió aunque él no podía verla.

JeNo se sonrojó ante sus palabras al entender que ella lo escuchó. AeRin se probó algunos vestidos más, y JeNo definitivamente no se quejó, antes de ponerse un hermoso vestido negro con una elegante abertura en el costado.

─ Creo que este es perfecto ─ Dijo AeRin, parándose frente a JeNo.

Una empleada vino con el par de tacones altos que combinaban con el vestido y los ojos de AeRin se abrieron ─ ¿Tengo que usar tacones también?

JeNo se encogió de hombros, lo que la hizo poner los ojos en blanco antes de tomar los zapatos y ponérselos. JeNo se levantó para ayudarla ya que obviamente estaba luchando. Mientras se levantaba, AeEin le agradeció y de repente se miraron a los ojos. Era la primera vez que podía mirarlo a los ojos sin levantar tanto la cabeza -¿por qué tienen que ser tan altos?- como mirarlo a los ojos.

Hubo un momento de silencio en el que solo ellos dos se miraron a los ojos. Era como si estuvieran en su propio mundo hasta que AeRin parpadeó un par de veces y salió de su trance, aclarándose la garganta. JeNo saltó lejos de ella y se frotó la nuca.

─ Creo que debería acostumbrarme a estas cosas ─ Dijo, hablando de los tacones para cambiar rápidamente de tema.

─ Creo que debería acostumbrarme a estas cosas ─ Dijo, hablando de los tacones para cambiar rápidamente de tema.

AeRin volvió a cambiarse a su ropa normal y ambos salieron de la tienda. AeRin se sentó en el asiento del pasajero mientras JeNo conducía: ─ Enviaré al Sr. Min a recogerte mañana a las 3 p. m. para que puedas tomarte tu tiempo para prepararte.

─ ¿Cuándo empieza la gala?

─ 8.

─ Entonces, ¿por qué tengo que salir de mi casa a las 3?

─ Chicas, ¿no necesitan algo de tiempo para prepararse?

─ Bueno, primero eso es súper sexista y dos, te haré saber que puedo estar listo en treinta minutos ─ Dijo, poniendo los ojos en blanco.

─ Lo siento, no estoy tratando de ser sexista aquí. Solo estoy acostumbrado a que SoMin tarde años en prepararse. Haré que el Sr. Min venga a las 6 en su lugar.

─ No 3 está bien. Podemos comer y relajarnos antes de ir a la fiesta elegante de tus padres.

─ ¿Relajarte? ─ Movió las cejas juguetonamente.

─ Maldita sea, mi mente sucia realmente afectó la tuya, ¿no? Y deja de mover las cejas o voy a vómitar ─ Dijo, apartando su rostro, no obstante, con una pequeña sonrisa.