𝟬𝟮 ❤*̥ take off
⌜ ━ ꒰🕷꒱ ꒷꒦ ༘° ᝰ ⌝
❛ 𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐋𝐔𝐂𝐘. ❜
𑁍ࠬ¸𓍢 ━━ ❪ SPIDER-MAN: FFH ❫ ˖ ୧ 。
𝖎𝖎. 𝗧𝗔𝗞𝗘 𝗢𝗙𝗙.
⌞ ━ ꒰🕷꒱ ꒷꒦ ༘° ᝰ ⌟
PETER levantó la cabeza al notar que su teléfono vibraba. Al cogerlo, vio la palabra «Desconocido» en la pantalla y rápidamente se dio cuenta de que era Furia. Sacudiendo la cabeza, dejó que saltara el buzón de voz y lo dejó caer de nuevo sobre su mesa.
Detrás de él, Lucy examinó las camisas de franela de Peter colgadas en su armario. Una por una, apartó una percha con una camiseta a un lado. Al encontrar una camisa de franela roja, azul y blanca, sonrió.
Lucy giró despacio la cabeza y echó un vistazo a Peter para ver cómo sacaba un cesto de los calcetines en forma de cajón de debajo de la cama y metía unos cuantos pares en la maleta, oliéndolos antes. Lucy agarró la camisa de la percha y se la puso, con una sonrisa aún más amplia. Al darse cuenta de que las mangas le sobrepasaban las manos, las remangó hasta que quedaron bajo la curva de sus brazos.
Peter se giró, fijándose al instante que Lucy llevaba puesta su camisa, y la miró de arriba a abajo. Un ligero rubor subió a sus mejillas, encontrando lindo el hecho de que fuera una talla más grande para ella. Cuando ella se dio cuenta, su cara se quedó en blanco, dándole a Peter una mirada inocente.
—Lo-lo siento.
Su sonrisa se amplió y enseñó sus dientes. Lucy se acercó a él, caminando hacia sus brazos para un abrazo lateral. Sus cabezas se volvieron, mirando el traje de Peter que le había regalado Tony. Peter sintió que la mano de Lucy recorría lentamente su espalda.
—¿Vas a llevarlo? —preguntó Lucy en un tono suave, levantando la cabeza hacia él. Peter continuó mirando el traje.
—No estoy seguro —murmuró, parpadeando un par de veces.
—¿Hambre?
Los dos adolescentes se apartaron el uno del otro, sorprendidos cuando un plátano abofeteó de repente a Peter en la cara. La mano de Peter encontró su mejilla, presionándola con firmeza. Miró a May con los ojos muy abiertos. Lucy parpadeó, su cuerpo se volvió hacia el armario mientras se abrazaba a sí misma. Al cabo de un momento, soltó un resoplido, conteniendo una carcajada. Sus manos pasaron de rodear su torso a su cara, ocultándola.
May se tapó la boca con las manos, jadeando antes de reírse.
—Lo siento. Pensaba que podrías percibirlo con tu... Cosquilleo de Peter —chasqueó los dedos, recordando su apodo.
Lucy levantó la cabeza y su risa cesó bruscamente.
—Perdona, ¿el qué de Peter?
Peter cerró los ojos, molesto.
—Por favor, no lo llames el Cosquilleo de Peter.
—¿Qué pasa? ¿Puedes esquivar las balas, pero no los plátanos? —preguntó May, adentrándose en la habitación.
Peter miró a Lucy en busca de ayuda, pero ella se limitó a responderle con un encogimiento de hombros.
—Ella tiene algo de razón ahí, Pete. ¿Acaso tu Cosquilleo de Peter de repente ya no funciona? —enarcó una ceja burlona. Agitó los dedos hacia él y Peter gimió, apartando sus manos.
Su cara cayó.
—No me vengas con eso ahora —la señaló y ella se rió, guiñándole un ojo. Peter suspiró y se giró para mirar a su tía—. Necesito estas vacaciones. Necesito un respiro.
May se acercó a él con los brazos abiertos y lo abrazó.
—Te lo mereces —se alejó de Peter y se dirigió a Lucy a continuación, lo que la sorprendió—. Tú también, cariño —sosteniendo a la chica con su brazo estirado, le sonrió cálidamente—. Cuida de él en mi ausencia, ¿vale?
Lucy sonrió tímidamente, asintiendo.
—Lo haré. Puede contar conmigo, señorita Parker.
—Cielo, te he dicho que puedes llamarme May —respondió la tía May en tono suave. Los ojos de Lucy se abrieron momentáneamente antes de asentir y apartar la mirada.
May movió la cabeza una vez, se dio la vuelta y se dirigió a la puerta del cuarto. Cuando llegó a ella, se volvió hacia Peter.
—¿Sabes qué? Deberías llevar el traje, por si acaso. Siento un ligero cosquilleo.
Peter cerró los ojos otra vez, avergonzado. Le habló en voz alta desde donde estaba.
—¡Por favor, deja de decir cosquilleo, May!
Mientras seguía mirando por la puerta, Lucy se acercó a él, poniéndose de puntillas para darle un beso compasivo en la mejilla. Peter bajó la mirada hacia ella antes de alcanzar la puerta detrás de Lucy y cerrar el armario. Fuera de la vista, fuera de la mente.
—¿Qué hay de ese traje? —preguntó Lucy, ambos mirando el nanotraje que estaba en una vitrina. Peter hizo una pausa antes de sacudir la cabeza.
—No, no.
Lucy frunció los labios, sin querer hacerle sentir incómodo. Así que dejó el tema. Peter cerró su maleta, cerró la cremallera y la colocó al final de su cama.
—Terminada, por fin.
—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Lucy, levantando la mirada hacia él con una sonrisa.
—Hora de la película —Peter movió las cejas antes de abrazarla repentinamente. Lucy chilló de risa cuando Peter la hizo caer sobre su cama con él para amortiguar la suave caída. Forcejearon un momento antes de que Lucy metiera la mano debajo de su cama para sacar su portátil escondido. Lo abrió, buscando Netflix en Internet.
LUCY se sentía un poco mal. Mientras avanzaba lentamente por el pasillo, miró a MJ, que le devolvió la sonrisa. Tenía planeado sentarse al lado de Peter, sin molestarse en preguntar. Pero unos días antes del viaje, MJ le pidió a Lucy que se sentara a su lado y ella aceptó.
—Eh, Parker —Peter, Ned, MJ y Lucy levantaron la mirada para ver a Flash, que estaba en el otro pasillo con una copa de champán en la mano—. Esto se llama avión. Es como los buses que sueles coger, pero sobrevuela los barrios pobres en vez de pasar por ellos.
La expresión de Lucy se agrió con desagrado. Abriendo la boca para hacer un comentario malicioso, MJ también pensó en uno, adelantándose;
—¿Señora? —llamó. La azafata que estaba al lado de Flash asomó la cabeza en la esquina—. Le afectó el Lapso, así que tiene 16 años, no 21.
—¿Me permites? —dijo la mujer, quitándole la copa de la mano a Flash.
—¡Buen intento, Flash! Quizás deberías intentarlo otra vez dentro de unos años —Lucy se rió, mientras MJ miraba hacia atrás a ella. Flash les lanzó un gruñido antes de intentar perseguir a la azafata. Las dos amigas asintieron la una a la otra antes de continuar arrastrando los pies por el pasillo del avión.
Un tipo, llamado Brad Davis, sonrió mirando hacia abajo a Ned y Peter.
—Típico de MJ y de Lucy, ¿eh?
Peter observó cómo Brad iba por el mismo camino de las chicas y fuera del alcance del oído.
—¿Tú sabías que venía Brad?
Los dos vieron cómo Brad se abría paso hacia las dos muchachas, entablando una conversación con ambas.
—E-es... tan raro. Hace nada era un mocoso que lloraba y siempre le sangraba la nariz. De repente, volvemos del Lapso y está cachas, es supermajo. Y todas las tías van detrás de él.
Peter asomó la cabeza por encima del reposacabezas de su asiento, sin dejar de mirar a Brad mientras éste levantaba sin esfuerzo la mochila de Lucy y la ponía en un sitio libre. Ella sonrió brillantemente, levantando la mirada hacia él. Lucy murmuró algo que Peter no pudo oír, y Brad respondió, haciéndola reír.
—No todas van detrás —Peter se rió con nerviosismo. Ned asintió.
—No, tío, todas van detrás de él —respondió él. El sonido de las risas de Lucy y MJ hizo que Peter volviera a mirar hacia atrás, con preocupación. Ned miró al frente—. Da igual, vayamos a lo importante. Es un vuelo de nueve horas. Juguemos a Cazadores de Bestias.
Cuando todos se acomodaron en sus asientos, MJ estaba sentada con Lucy y Betty, y Brad con el señor Harrington delante de ellas.
—Quiero sentarme al lado de Lucy —dijo Peter, mirando por fin a Ned.
Ned suspiró.
—¿En serio?
—Sí, en serio.
—¿Y qué hay de nuestro plan? Solteros norteamericanos en Europa.
—Ese es tu plan —remarcó Peter—. Un plan individual. Y este es mi plan —Ned miró hacia atrás a todos antes de volver a mirar a Peter—. Por favor.
Ned volvió a suspirar y dejó caer la cabeza sobre el reposacabezas. Levantándose, se encaminó hacia donde estaban las chicas.
Lucy y MJ estaban enfrascadas en una ligera conversación cuando Ned se acercó con una tímida sonrisa. Las tres chicas levantaron la vista.
Ned saludó con la mano.
—Hola, chicas. Ah, hay una señora mayor sentada delante de nosotros que lleva mogollón de perfume. Y, está afectando a las alergias de Peter.
Los ojos de Lucy se entrecerraron, sabiendo que él no era alérgico al perfume. Se resistió a esbozar una sonrisa de comprensión.
—Ah, oye, Betty, si pudieras cambiarle el sitio sería...
—¿Es alérgico al perfume? —preguntó Betty, enarcando una ceja.
—Sí, Ned... ¿es alérgico al perfume? —preguntó Lucy de forma presentuosa, cambiando su expresión a una burlona.
Ned parpadeó, haciéndose una idea de lo que intentaba hacer.
—S-Sí, sí. Hace que le lloren los ojos. Y no puede...
—¿Peter es alérgico al perfume? —interrumpió de repente Roger Harrington, su profesor, mirando detrás de su asiento a Ned. Se levantó de su sitio, que estaba al lado de Brad—. ¡Sé por experiencia que la alergia al perfume no es una tontería! Creo que ya me salen ronchas —comentó él, de pie en el pasillo. Señaló a MJ—. MJ, levántate. Ned, eh, ponte en el sitio de MJ. MJ, tú en el mío —dijo él, mirando a MJ, antes de mirar a Lucy—. ¿Eres alérgica a algo?
Lucy negó con la cabeza, con los ojos muy abiertos. Él asintió.
—Bien, puedes ponerte en el sitio de Peter.
—Espere, ¿voy a estar sentada sola? —preguntó ella, levantándose lentamente de su sitio.
El señor Harrington se detuvo.
—Bueno, estoy seguro de que el señor Dell puede sentarse a su lado... —cuando Lucy negó con la cabeza, él volvió a detenerse. Acto seguido, volvió a mirar a Peter—. Peter, vamos a sacarte de ahí.
Finalmente puso una mano en el hombro de Ned.
—Ned, gracias por avisarme de esto. Que estéis bien es responsabilidad mía y del señor Dell, pero él está... —dijo con vacilación, viendo que Julius ya estaba dormido en su silla—. Por ahora es mía. ¡Vamos, Peter, vamos!
Peter refunfuñó, cogió su mochila y caminó arrastrando los pies. Cuando Lucy y Peter se cruzaron, ella lo miró con el ceño fruncido.
—Bien hecho, Parker —susurró, dándole una palmadita en el hombro.
Él se paró, observando cómo Lucy se dirigía a su nuevo sitio asignado. Se dejó caer en su silla, colocó su mochila en el asiento vacante a su lado y miró por la ventanilla en silencio.
Peter frunció aún más el ceño mientras sus hombros se hundían en señal de derrota. Se giró y siguió al profesor hasta su nuevo sitio asignado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro