«EUPHEMIA POTTER»

≪ •❈• ≫

Julio, 1976

—Buenas noches, madre—Se despidió Mackenzie mientras entraba a su habitación

—Recuerda que en dos días iremos con los Parkinson, Mackenzie—Recordó Esther

—Lo se.

Mackenzie cerró la puerta de la habitación y suspiró.

Sacó una pequeña bolsa debajo de su cama y comenzó a guardar ropa y cosas necesarias.

Una vez terminó, se volvió a asomar y sacó la escoba.

Era la escoba de James. Ella no tenía una propia, debido a que su madre no le gustaba aquel juego.

Claro que Mackenzie sabía volar en escoba, pero no era fan de ello.

Antes de las vacaciones, James la había invitado a pasar unos días a su casa. Mackenzie le dijo que su madre no la dejaría, puesto que Barty estaba con los Black y Walburga y Esther eran muy amigas.

Eva estaba de viaje con sus padres, su hermano y su prima, Clarisa Rosier.

Por lo que no le podía mentir sobre a donde estaría, aparte, como ella lo había mencionado. En dos días irían con los Parkinson.

Por lo que Mackenzie, aunque no podía, acepto ir diciendo que se escaparía. James le dio la opción de que él fuera por ella, pero ella le dijo que no sería buena idea. Así que, le dio su escoba para que fuera desde su casa hasta la de el.

Solo esperaba que su madre mañana saliera temprano y regresara hasta la noche, como siempre lo hacía. Así, ella estaría de regreso mañana en la noche o en dos días temprano para ir con los Parkinson.

Con cuidado, y sin hacer ruido. Abrió la ventana de su habitación, se colgó la mochila y se trepó a la escoba.

Cuando se aseguró que la ventana estuviera cerrada, se fue volando.

Mackenzie se detuvo un momento en el aire, al ver las casas. James le había mostrado una foto de la suya.

Esperaba que la que estaba viendo fuera la correcta y no quedar como estupida.

Descendió de los aires, y tocó la puerta luego de verificar que su ropa no estuviera arrugada.

Pasaron solo unos segundos cuando la puerta se abrió.

Mackenzie observó a la mujer. Parecía joven, tenía el cabello largo, castaño y ondulado. Pero fue que la vio a los ojos. Los ojos color avellana.

Eran los mismos que los de James.

—¿Puedo ayudarte en algo, linda?—Pregunto la mujer

—Yo...

—¡Mack!—Se escuchó el grito de James

Mackenzie vio más hacia el fondo de la casa, y James bajo las escaleras corriendo hasta que salió y la abrazó.

—Creí que vendría mañana temprano—Dijo James cuando se separaron

—Era mejor hoy que mi mamá pensara que me quede dormida—Dijo Mackenzie

James asintió, vio a la mujer y sonrió.

—Mamá, ellas es Mackenzie la chica de la que te hable que vendría—Presento James—. Mack, ella es mi mamá, Euphemia Potter.

—Es un gusto señora Potter—Mackenzie extendió la mano para saludar

—Tonterías—Euphemia la abrazó—, llámame Euphemia. Lo de señora me hace sentir más vieja de lo que ya estoy.

—Usted se ve muy joven para ser mamá de James—Dijo Mackenzie

—No trates de hacerte quedar bien conmigo—Euphemia sonrió

Era la primera vez que Mackenzie veía una sonrisa en una mujer, que era sincera.

—Pero pasa, linda—Euphemia se hizo aun lado—. Hace frío acá afuera.

Mackenzie entró a la casa. Se sentía un ambiente diferente a la suya. Entrabas y lo primero que se sentía era tranquilidad.

—¿Y Sirius?—Pregunto Mackenzie

—Dijo que iba a visitar a su tío Alphard—Contestó James

Mackenzie se rio cuando Euphemia terminó de contar cómo fue que James se cayó intentando mostrarle un paso de baile a su mamá.

—¡Mamá, basta!—James se quejó

Euphemia se levanto de la silla. Estaban en el patio de la casa, era de noche y lo único que iluminaba era la luna y un pequeño foco que tenía la casa.

—Bueno—Euphemia vio a James—, tengo que ir al trabajo. Tu padre llegará mañana temprano, ya sabes dónde estará la comida por si te pregunta.

James asintió.

—Fue un gusto conocerte, linda—Euphemia vio a Mackenzie—. Ojalá que cuando regrese mañana aquí sigas. O puedes venir cualquier otro día, eres bien recibida.

—El gusto de conocerte fue mío, Euphemia—Dijo Mackenzie levantándose

Euphemia la abrazó y le dio un beso en el cachete.

Un rato después solo estaban James y Mackenzie sentados afuera en el patio.

—¿De que trabaja tu mamá?—Preguntó Mackenzie

—Trabaja en san mungo—Contestó James

Mackenzie asintió.

—¿Ya practicaste tus pasos de baile?—Pregynto Mackenzie

James le había dicho que dentro de unas semanas sería la boda de una hermana de su madre, pero él no sabía bailar. Así que Mackenzie le dijo que ella le enseñaría, después de todo, ella aprendió desde muy pequeña.

—Algo así—James hizo una mueca—, ¿quieres ver?

Mackenzie asintió. James se levanto y se acercó a Mackenzie.

—¿Me concede un baile?—James extendió su mano

Mackenzie se rio, y tomó la mano.

—Pero trata de no pisarme como la última vez—Se burló Mackenzie

—Trataré—Dijo James, mientras con un movimiento de varita hacía que se escuchara música lenta

Y ahí en el patio, ambos comenzaron a bailar. Mackenzie tenía miedo, había escuchado que la boda de una de las hermanas Evans era esa misma semana, tenía miedo de que James le volviera mentir y le haya dicho que él baile era para una boda de su tía en vez de decirle que era para la de la hermana de las Evans.

Pero como siempre, volvió a caer en lo que él decía.

Mackenzie tenía la vista fija en los movimientos de los pies. Se rio cuando esquivo que James la pisara, alzó la cabeza para burlarse de él, pero lo encontró observándola.

Siguieron bailando mientras se observaban. Mackenzie siempre le habían parecido maravillosos los ojos de James.

Con una última vuelta, la música terminó.

Mackenzie bajo su vista a los labios de James, pero se resistió de besarlo. Se rio, y cuando trato de alejarse, sintió como la tomaba del brazo, le daba la media vuelta para después sentir sus labios.

Mackenzie quedó sorprendida en un principio, pero no fue hasta que se dejó llevar y poco a poco le siguió el beso.

Se separaron cuando sintieron la falta de aire.

—¿Quieres ir a mi habitación?—Susurro James

Mackenzie lo pensó unos segundos, y terminó asintiendo.

Siguió a James hasta su habitación. Sabia que lo que estaba a punto de pasar estaba mal, sobre todo para ella.

Sabia que James aún estaba enamorado de Lily Evans, y sabía que ese enamoramiento no podía irse de un día para otro, y menos por ella.

Pero James le gustaba tanto, que cualquier cosa que le pidiera ella lo haría. Excepto una cosa.

Cuando Mackenzie volvió a abrir los ojos, vio que ya era de día. Giró su cabeza y vio a James aún dormido.

Con cuidado se levanto de la cama y se vistió. Se quedó unos minutos observando a James.

Mientras pensaba en por qué le gustaba la pelirroja y no ella.

Bajo las escaleras, justo en el momento en el que la puerta de la casa era abierta.

Mackenzie observó al hombre, parecía como si fuera James en unos años más, pero con ojos de otro color. El hombre la vio confundido.

—Usted debe ser el padre de James, soy...

—¡Oh, si!—Dijo el hombre—. James dijo que vendrías unos días, ¿Mackenzie?

Mackenzie asintió.

—Soy Fleamont Potter—Fleamont extendió su mano

—Es un gusto conocerlo—Mackenzie acepto la mano—. Tiene una familia maravillosa, señor Potter.

Fleamont sonrió.

—¿Ya te vas?—Pregunto Fleamont al ver la mochila en la espalda de Mackenzie

—Ya—Contestó Mackenzie—. Recordé que quede de ayudar a mi mamá en algo, no quise despertar a James.

—¿Aún está dormido?—Pregunto Fleamont confundido

Mackenzie asintió.

—Es raro—Dijo Fleamont—. Siempre que llego ya está desayunando. Pero bueno, no te entretengo más tiempo, para que llegues con tu mamá.

Mackenzie asintió y salió de la casa.

—Y dile que gracias por dejarte venir—Dijo Fleamont

—Si, claro—Dijo Mackenzie dándose la media vuelta—. Le encantará saber.

Lo último lo susurro más para sí misma que para Fleamont.

12/06/23

¿Que les pareció?

Mack, conociste a mami Euphemia, ¡¿POR QUÉ?!😭😭😭😭

Ojito, ojito 🫠👀

¿Que creen que pase entre James y Mack?

Ya pero, no olvidemos que Pansy también le enseñó a bailar a Harry:(😭

Teorías...