⸼⸱🍃⋆꤫⤷Cap.5
⤷Horas después⤶
TAEHYUNG;
Estaba tenso y cansado, había perdido la cuenta de las horas que había pasado en esta maldita habitación. El aire fresco y seco del laboratorio se me pegaba en la garganta, haciéndome toser y arañarme. Sentía que todos los nervios de mi cuerpo estaban colocados en pila y podían romperse en cualquier momento.
Sentado solo en la oscuridad, el vacío del silencio se hizo más grande y profundo. Era como estar en una isla desierta en medio de un océano infinito, rodeado de silencio y soledad.
Sentí que todo mi peso descansaba en mis hombros, una gran responsabilidad que me agobiaba cada día que pasaba en el laboratorio. Me preguntaba qué hubiera pasado si hubiera elegido un camino diferente, si hubiera visto el sol nacer sobre la playa en vez de pasar los días en la oscuridad de la cueva.
Era un tonto, en el peor sentido de la palabra ¿Cómo había caído tan bajo? Me había encerrado en la cueva para proteger lo que tenía, pero ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué tenía yo? Mi vida se había convertido en una sucesión de experimentos fracasados y días vacíos, y me preguntaba si todo valía la pena.
¿Merecía realmente estar tan solo?
Me limpié la mejilla con un gesto brusco y un pequeño gruñido de asco. Nunca había sido un llorón, pero el paso del tiempo y el estrés habían hecho que se me rompiera. Mis padres siempre me habían dicho que debía mantenerme fuerte, que las lágrimas eran para los débiles y los tontos.
Jungkook era mi pilar, mi fuente de consuelo y comprensión en este mundo oscuro y solitario. Su compañía era un rayo de luz, pero era como estar mirando a un reflejo que se desliza fuera de mi alcance ¿Cómo podría confesar mis sentimientos hacia él sin estropear lo nuestro?
Mi teléfono sonó en medio de la complejidad de mis pensamientos, rompiendo la calma del momento. Tenía una llamada perdida de Jin. Una ola de alivio me invadió cuando vi su nombre en la pantalla, cortando mis pensamientos en un momento. Era mi amigo y mi hermano. Tenía un lugar especial en mi corazón y mi mundo.
—TaeTae ¿Estás bien?
El apodo suave y afable de Jin me calentó el corazón. Comencé a sollozar, el alivio y la tensión fluían como lágrimas calientes de mis ojos. Tenía tantas emociones encerradas dentro de mí, y me sentí extrañamente aliviado de ser capaz de mostrar las debilidades de mi carácter ante Jin.
—No te preocupes, Tae. Solo déjalo salir. Soy tu amigo y estoy aquí para ti. Siempre lo estaré. Me gustaría poder estar contigo, pero por favor sabes que estoy aquí ¿Sí? -las suaves palabras de Jin calmaron mis temores. Sentí una sensación de calidez que corría por mi cuerpo, como si tuviera una forma de traer luz a esta oscuridad.
Las palabras se apelotonaban en mi garganta mientras buscaban articular una respuesta coherente para Jin. Las lágrimas seguían derramándose sin control —Jjj-jin, estoy tan... tan... -traté de buscar las palabras para expresar lo que sentía en ese momento, pero no pude encontrarlas. Me limité a sollozar su nombre una y otra vez.
—Lo sé, Tae. Lo sé. Vamos, sigue hablando ¿Qué te inquieta? ¿Qué te inquieta en estos momentos? Sé que estás confundido, pero quiero ayudarte -su voz era una luz dorada, una palabra de consuelo en medio de la tormenta. Seguí llorando, tratando de enfocarme en su voz, en su calidez.
—N-Necesito a alguien conmigo -solté como pude.
—Lo sé, Tae. Sabía que Jin te haría sentir mejor. Necesitas un abrazo de Jin hyung ¿Verdad? -las palabras cálidas y dulces eran como un abrazo virtual. Traté de sonreír, pero los sollozos seguían saliendo.
—Jjj-jin, sólo quiero que... Que -los sonidos se me hicieron agudos y aflautados.
—¿Está Jungkook contigo, Tae? ¿Dónde está? ¿Está bien? -podía oír la preocupación en su voz.
—Es-Está-está en clases -supe lo que estaba preguntando. Sentí una punzada de culpa cuando pensé en Jungkook, pero no podía estar con él ahora. Me sentí demasiado lastimado- J-Jungkook está en clases, n-no lo quiero molestar... E-Estoy solo en el la-laboratorio.
—Lo entiendo, Tae. Está bien. No quiero que pases esto solo ¿Está bien? ¿Puedes ver si puedes relajarte? Todo estará bien. Vamos a tratar de calmarnos y respirar ¿Todavía estás en el laboratorio? -la voz de Jin era una camiseta cómoda, haciéndome sentir mejor con cada palabra.
Respire hondo y profundo, siguiendo sus instrucciones. Sentía como el aire frío entraba a mi cuerpo y se expandía, suavizando mi corazón latiendo desenfrenadamente. Pero mi cuerpo seguía temblando, y mi cabeza todavía dolía como si hubiera bebido demasiado o me hubieran golpeado.
—Necesito que Imagines un lugar en tu mente que te pueda relajar -intervino Jin. Fue una propuesta extraña y, sin embargo, su voz era tan amable y atractiva que hacía que sonara como una idea mágica.
Era mágica y milagrosa. El resplandor del sol se derramó sobre la arena de colores dorados y amarillos, y yo estaba sentado con Jungkook en el extremo de una de las rocas. Podía sentir sus manos en mi cabeza, acariciando mi cabello y abrazándome con una calidez y una ternura que solo él podía darme.
Una última lágrima salió de mis ojos mientras lo cerraba con suavidad
—Gracias, Jin -susurré.
—De nada, Tae -respondió Jin- Espero que estés mejor ahora. Por favor, cuando Jungkook regrese, ve a hablar con él.
—N-No puedo hablar con Jungkook de eso.. -me negué hacerlo.
—¿Por qué no? ¿Por qué no se lo puedes decir? -insistió- Yo sé que hay algo más pasando aquí, y creo que necesitas hablar con él acerca de esto.
—No lo entiendes, Jin -le dije, sacudiendo la cabeza- Jungkook ya tiene cosas que hacer en su vida, y no quiero crearle un problema.
El aire estaba cargado, como si las palabras estuvieran flotando en una nube negra que amenazaba con llover. Sentía la urgencia de explicarme mejor a Jin.
—Es que no quiero ser egoísta, Jin. Jungkook tiene su propia vida, y no tengo derecho a alterarlo por mis propios sentimientos.
—Pero... Él es tu novio, Taehyung.
—No puedo decírselo, Jin -le dije a mi amigo- Es lo mejor para él.
—Bien... ¿Quieres salir después de clases? Podemos ir a beber algo.
—Sí, Jin. Suena bien. Nos vemos después de clases ¿Está bien? -acepté, dando un pequeño sonido de asentimiento para reforzar mi intención.
Jin recibió mi respuesta con un breve, pero optimista —Perfecto, Tae. Nos vemos entonces. Y, si puedo ayudarte con algo más, estoy aquí para ti. Hazlo saber ¿Ok?
Colgué el teléfono con un presionado con mi dedo índice. El aire que tenía contenido en mis pulmones se liberó en un largo suspiro, mientras mis párpados se cerraban ligeramente, como un perdón para mi cuerpo. Me sentí más relajado que hacía unas horas, pero mi mente seguía en un enredo.
Le di una mirada fugaz a mi reflejo en la cámara de mi celular. El maquillaje de mi cara ya estaba manchado y destruido por mis lágrimas, y me sentí tremendamente ridículo por haberme dejado arrastrar por mis emociones de esa forma.
Escuché el ruido distinto de la puerta del laboratorio que se abriría de pronto. Tras un breve silencio, una voz familiar invadió la tranquilidad con una preocupación palpable.
—¿Dónde está Jungkook cuando lo necesito? -habló con voz chillona e insoportable.
Mi tono al responder a la voz familiar fue raspado y chillón, un efecto del llanto que había sobrepasado mis energías. Mis ojos se abrieron ligeramente, y gruñí ¿De quién era esa voz? ¿Quién era esa chica? Y ¿Por qué llamaba a mi novio?
El esfuerzo por moverme atrás y esconderme resultó una tarea imposible, dando pie a una situación aún más embarazosa. Como un borracho haciendo pasos de baile, tropecé contra mi propia mochila y me caí sentado, abotonando la boca. Por fortuna, la mochila absorbió la fuerza de la caída, pero el momento fue de índole estúpida y humillante.
La chica apareció delante de mí, con una mirada penetrante y una ceja arqueada en señal de confusión.
—¿Quién eres tú? -preguntó mientras me observaba, con una tosquedad en sus palabras que parecía indicar que yo era la última persona en la tierra que había esperado encontrar en aquel laboratorio oculto.
Intenté restituir la dignidad y seguridad que se había perdido momentos antes, plantando cara con toda mi firmeza
—¿Cómo te atreves a acusarme así?
La chica, evidentemente deslumbrada por la intrepidez de mi declaración, soltó una sonrisa cínica que me observó de arriba abajo, en un esfuerzo por medirme. La luz que le llegaba desde el techo de vidrio alcanzaba sus párpados, haciéndola parecer casi demoníaca en el momento.
Se acercó con una sonrisa burlona y me observó de arriba a abajo, como si estuviera midiendo cada centímetro de mi cuerpo —No sabía que había un bebé llorando a escondidas ¿Y quién eres tú para reclamar esto? ¿Acaso no me has visto antes en las revistas de moda?
Su comentario me tocó como una pierna en una pelea de taekwondo. Me quedé sin palabras, por un momento, y luego las encontré.
—Soy Kim Taehyung. Y si quieres que te cuente la verdad, nunca te he visto antes en mi vida -comenté mientras me ponía en pie, señalando mi orgullo herido.
—¿Cómo es posible? -gritó ella, con furia en su voz- ¿Cómo puedes no saber quién soy yo? Soy Hyeri, la nueva chica de este Instituto y la futura popular de éste lugar.
—Oh, ya veo -respondí, con una sonrisa falsa pegada en mi cara y sacando mis mejores defensas para la conversación- No te conozco porque eres una simple recién llegada. Así que no te sorprendas por no reconocerte.
Hyeri echó la cabeza hacia atrás y una carcajada despiadada brotó de su boca —Una simple recién llegada ¿Eh?
Intenté librarme de su presencia tan rápido como pude, moviéndome de manera confiada para evitar sus observaciones —¿Podrías dejarme en paz? -cuestione sin ánimos, mientras me alejaba y agarraba mi mochila- Yo estaba aquí primero, y no voy a dejar que alguien me quite mi lugar.
Ella dejó escapar un bufido y volvió a mirarme fijamente. Cuando Hyeri intentó detenerme, tomándome del brazo con un agarre firme, reaccioné de inmediato, usando su impulso contra ella y empujándola hacia atrás. Ella se tambaleó, y su cuerpo chocó contra el armario abierto del laboratorio. Botellas llenas de líquidos cayeron sobre su cuerpo, esparciendo el contenido sobre su camisa blanca y de marca.
Hyeri, aturdida por el esfuerzo, se puso rápidamente de pie, la camiseta sucia de los líquidos del laboratorio —¡¿Qué demonios crees que estás haciendo?! -chilló, el enojo en su voz era como una ola de calor sobre mi piel- ¡Vas a pagar por esto!
En un momento de claridad arrepentida, me disculpé, con la cabeza baja y las mejillas rojas de vergüenza —Lo siento, no era mi intención lastimarte -admití, esperando que mi sinceridad apaciguara la situación.
Pero Hyeri se negó a ver mi arrepentimiento. Más bien, se volvió hacia la puerta abierta y comenzó a gritar —¡Socorro!
Con su camiseta llena de líquido, Hyeri chocó contra la puerta abierta del laboratorio, y enfrentó el pasillo que había más allá. Con una expresión furiosa, extendió su brazo hacia las figuras que se acercaban, gritando a los compañeros de clase.
Mientras se acercaban los estudiantes, mi atención estaba enfocada en el caos del laboratorio. Mi ropa estaba manchada de tinta y el suelo estaba cubierto de fragmentos rotos de botellas de líquido. Sabía que esto no se veía bien, y mi corazón se derrumbó mientras la atención de todos los presentes se concentraba en mí.
Mis pies tomaron la decisión por mí. Actué rápido y decisivo, y comencé a correr hacia el pasillo, evadiendo el drama que estaba ocurriendo a mi alrededor. La multitud de profesores y estudiantes se quedó sin aliento mientras les daba la espalda, y mi intención de salir de allí antes de que pudiera detenerme se volvió absolutamente crucial.
Al correr por el pasillo, las voces de los demás eran un zumbido en mi cabeza, pero una voz, en particular, se hizo oír sobre todos los demás.
—¡Llévenselo! ¡Él me atacó! -gritó Hyeri desesperadamente desde el laboratorio. Sentí que cientos de ojos se me quedaban mirando, pero yo no podía parar.
Mientras corría a través de los pasillos del instituto, mis pensamientos daban vueltas y se mezclaban en una pena contenida. Quería a Jungkook conmigo, buscando consuelo en los brazos de mi novio y dejando que las lágrimas fueran liberadas. Pero en ese momento, mi mente estaba tan ocupada, que tuve que luchar por respirar.
—Estoy jodido -pensé para mis adentros, a medida que avanzaba por el pasillo. Las piernas me pesaban y el corazón me latía con tal fuerza que no podía pensar. Sabía que había estado en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
¿Cómo iba a explicar todo esto? ¿Cómo iba a encontrar una forma de hacer que todo esto se volviera un sueño?
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⤷1:33 P.M⤶
La verdad es que la contabilidad no me gustaba. Odiaba tener que lidiar con esas teorías complejas y difíciles, y me sentí como si estuviera tratando de subir una montaña con los pies atados. Pero en aquel momento, la inquietud por mi futuro se juntaba con mis otras preocupaciones, y la montaña comenzó a parecer más imposible que nunca.
Porque, como mis padres habían descubierto cuando yo era un niño, los números me venían como quien dice, fácil. Podía resolver cualquier problema matemático que me arrojará, en un abrir y cerrar de ojos.
Los números me venían fáciles, pero los problemas de contabilidad son como una jaula de hielo en la que me sentí atrapado. Aunque podía resolver problemas matemáticos, encontrarle sentido a los estados financieros y los informes fiscales era como tratar de leer un libro en otro idioma, uno que aún no había aprendido.
Llegar a la clase de contabilidad tarde era como salir a un cóctel de gente demasiado inteligente y demasiado atractiva con los ojos llorosos. Me había escondido en el baño durante unos minutos, tratando de contener las lágrimas, y cuando salí, me dolía el pecho y me sentí como si me hubiera estado hundiendo en las aguas turbulentas.
La mentira se coló en mi lengua como la única opción que tenía —No entiendo el tema. Me duele mucho la cabeza -añadí, con una queja amarga en mi voz.
—Muy bien -dijo ella- Siéntate y trata de relajarte.
Así que, me dirigí a mi asiento, mientras los demás se concentraban en sus libros. Mis piernas se habían vuelto gelatinosas, como si estuvieran casi sin vida, mientras yo trataba de concentrarme en el dibujo de mi cuaderno en lugar de los problemas que me rodeaban.
Mis ojos estaban tan enfocados en mis problemas personales que ni siquiera recordaba quién estaba sentado a mi lado ¿Qué tipo de estudiante soy? Pensé, intentando concentrarme en la tarea en lugar de mis circunstancias. Pero la más mínima ocurrencia hizo que me sintiera como si la cara se me fuera a romper.
—Oye... -la voz de mi compañero de clase penetró en mi mente como una pequeña gota de sol en una tormenta oscura- S-Sé que viniste tarde, así que... yo puedo explicarte la clase más tarde -ofreció con una voz suave y dulce.
Como si mis ojos se hubieran abierto por primera vez, mi mirada cayó sobre Park Jimin, el chico azabache de la clase de contabilidad. Era tierno e inocente, y se veía que era mi compañero de asiento, al parecer muy diferente a la chica arrogante que me había dado la bienvenida a la mañana.
Nunca había cruzado palabras con Park Jimin, al menos no de forma significativa. Su presencia siempre había sido callada y casi siempre pasaba inadvertida en el aula. No tenía mucho que decir y se percibía que le gustaba ayudar a los demás cuando podía.
Mientras notaba el peso de mi cabeza comenzando a desaparecer, esbocé una pequeña sonrisa —Gracias, Jimin. Te agradezco el ofrecimiento -mencioné y la tensión en mi cuerpo comenzó a ceder.
Aunque Jimin trató de mantener un aire impasible, su rostro comenzó a ruborizarse cuando habló —N-No es.. nada -habló con un tono un poco más alto de lo normal, su rostro empezaba a lucir un rojo cobrizo- Solo estoy tratando de ser de ayuda.
El sonido de la campana resonó a través del aula, y mis ojos se fijaron en la puerta, como si esperara que el siguiente período comenzará de inmediato. Sin embargo, Jimin se quedó sentado a mi lado y, con una esperanza en su mirada, me alcanzó su cuaderno.
—Este es un mapa que hice de lo que se explicó en clase.
En lugar de esperar al profesor, el aula quedó en silencio como un edificio en ruinas. Los alumnos que seguían en el lugar ya habían comenzado a hablar entre ellos, y el timbre que comenzó la clase ahora sonaba como un recuerdo lejano.
—Lo más importante aquí es comprender el balance de la naturaleza de los ingresos y las deudas -como si fuera un hilo de luz, el conocimiento de Jimin se abrió paso en mi mente.
—¿Qué quieres decir con balance?
—Lo que quiero decir es que, al final de cada cuadro, los ingresos deben igualar las deudas -el tema estaba comenzando a tener sentido, y mis dudas empezaron a disiparse como vapor bajo la fuerza de su conocimiento.
—¿Entonces...?
—Y también es importante tener en cuenta que las entradas se deben registrar como créditos o como débitos en los registros.
—Entonces, si se hace una venta, se registrará como un crédito.
—¡Sí! -sonrió, mostrándose tierno.
De repente, un sonido chirrió en mis oídos, interrumpiendo el ámbito tranquilizador que nos rodeaba. Miré rápidamente hacia mi teléfono, y vi que era un mensaje de Jungkook. Las palabras del mensaje parecían repiquetear contra mi mente, exigiendo mi atención en un momento en el que estaba absorto en lo que Jimin estaba explicando.
—Lo siento, Jimin -tomé mi teléfono mientras me disculpaba.
Jimin solo asintió con la cabeza con una sonrisa tímida, señalándome que podía seguir y que no había problema. Pero, sabía que podía sentir su mirada de soslayo en mi cara mientras yo me sumergía en las palabras de mi novio.
⤷Dulzura🐰⤶
¡Hola, TaeTae! ¿Qué haces? Te he extrañado tanto en estas últimas horas.
Hola, Kook..✔︎✔︎
¿Estás bien? ¿Estás seguro de que es eso lo único que quieres decirme?✔︎✔︎
No lo entiendo ¿Qué es lo que quieres que diga? Todo va bien, te extraño ¿Qué más quieres oír?
No, Jungkook. Nada va bien justo ahora✔︎✔︎
Lo siento, Taehyung. No sabía que no te sentías bien y que estaba molestándote. Solo intentaba ser cariñoso.
¿Quieres hablar sobre lo que te está ocurriendo?
No, Jungkook. No quiero hablar de eso ahora. Solo quiero que respetes mis sentimientos y me dejes un rato tranquilo✔︎✔︎
¿Qué? ¿Por qué? ¿Por qué estás actuando así? ¿No puedes ni siquiera decirme qué está pasando?
No, Jungkook. No quiero hablar sobre esto✔︎✔︎
¿Podrías venir a mi casa esta noche para hablar un rato? Quiero asegurarme de que todo esté bien entre nosotros.
No lo sé, Jungkook. Veré si puedo ir. Pero no prometo nada✔︎✔︎
De acuerdo. Te amo, TaeTae.
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Todavía temblando en mi interior, me volví para mirar fuera de la ventana cercana, anhelando la paz que la naturaleza podría ofrecer. El sol había comenzado a atravesar los árboles y su calor comenzaba a difundirse por todo el aula. Mi cabeza estaba llena de dudas y mis emociones parecían estar a punto de salir disparadas.
—Oye ¿E-Estás bien? ¿Pasa algo? -me miró fijamente, tratando de detectar qué podría estar ocurriendo. Notó que estaba mirando por la ventana, mis hombros caídos y el cuerpo aparentemente abatido.
Mis hombros se hundieron un poco más e hice una pausa antes de responder
—Sí, todo está bien -la expresión de mi cara, sin embargo, decía algo distinto.
—Estás mintiendo.
Yo estaba confundido ¿Cómo es que podía ver mi mentira tan fácilmente? Mis ojos se abrieron un poco más, y la sorpresa se reflejó en mi cara. Sentía mi mente virar violentamente entre la incertidumbre y la inseguridad. Jimin, sin embargo, tenía algo más que decir.
Jimin tomó una respiración profunda, tal como si estuviera preparándose para un largo y duro trayecto —Mientes. Y sé que hay algo que te molesta. Así que ¿Por qué no me dices lo que está pasando?
Miré hacia abajo y rogué para que las palabras no se atoraran en mi garganta —Jungkook me envió un mensaje, y estoy un poco molesto porque... Es más -continuó- Estoy celoso de esa chica nueva. ¿Por qué está pasando tanto tiempo con ella? ¿Qué tiene ella que yo no tenga? -las palabras salían de mi boca con un tono de angustia y confusión.
—Comprendo tu angustia, Taehyung. Yo también me sentiría herido si alguien a quien amo no me dijera la verdad. Pero tenemos que estar seguros de que nuestros celos no nos están haciendo ver algo que no está allí.
Me sentí como si una ráfaga de emociones furiosas estuviera abrazando mi corazón. Las palabras de Jimin me resonaban en mi mente como si fuera un eco que se repetía una y otra vez ¿Cómo podía estar seguro de que mis celos no estaban jugando conmigo?
—¿No crees que deberías hablar con Jungkook sobre cómo te sientes? ¿O también quieres tener un poco más de tiempo para ti mismo primero? -me observó con preocupación.
—Creo que no puedo hablar con él ahora. Siento que necesito tiempo para pensar en todo esto. Quizás sí puedo entenderlo mejor, entonces podré enfrentarlo. Pero, ahora mismo, me siento... Perdido.
Mis pensamientos empezaban a vagar libremente, como nubes de tormenta oscuras en un cielo gris.
—Gracias, Jimin -agradecí con una voz apenas audible- Creo que solo necesito un poco de tiempo para pensar en todo esto. Quizás entonces pueda ver las cosas de forma más clara -me separé de Jimin y cerré los ojos, tratando de calmar mis dolorosos pensamientos.
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⤷Jin's House ⤶
Jin estaba sentado cómodamente en su sofá, con sus lentes puestos y su chaqueta de seda roja. Su presencia era suave y sincera, y en cuanto me vio, su cara se iluminó con una sonrisa reconfortante.
-Tae ¿Cómo estás? -sonrió preocupado.
-Lo he pasado muy mal últimamente -admití. Mis palabras saliendo con un tono de ansiedad- Jimin ha tratado de ayudar, pero no sé qué hacer.
-¿Qué pasa, Tae? ¿Sigues estando mal? ¿Quieres decirme más? -preguntó, poniendo su mano sobre mi hombro con un gesto de apoyo y una mirada de preocupación.
Miré hacia abajo, intentando reunir mis pensamientos. Era difícil hablar de mi problema, pero Jin era un gran amigo y sabía que lo comprendería. Resoplé con frustración, sin saber qué decirle. Mis emociones se esparcían como un torbellino que me impedía pensar con claridad. Yo estaba confundido, pero más que nada, me sentía enojado conmigo mismo.
-Lo peor es que me porté mal con Jungkook hoy -balbucí, intentando disimular las lágrimas que comenzaban a caer por mi rostro- Le hablé mal y sé que no debería hacerlo. Todo lo que quiero es entender qué está pasando.
Jin se recostó contra el sofá y
suspiro -¿Y qué crees que está pasando?
-N-No lo sé.
-¿Sabes, Tae? Me parece que quizás tus celos están tomando control de tu mente -soltó con un tono suave y prudente- ¿Crees que Jungkook te está ocultando algo porque no quieres que pase más tiempo con esa chica? ¿Es posible que él solo quiera hacer amigos nuevos y no haya ninguna mala intención?
-¡Siento tanta rabia hacia mí mismo! ¿Cómo podría haber sido tan egoísta? -le devolví la mirada a Jin con los ojos llenos de lágrimas- Estoy siendo horrible ¿Verdad? ¿Por qué no puedo ser mejor novio para él?
-Oh, Tae. Tú no eres horrible. Estás siendo humano, es todo. Todos cometemos errores y es posible que te estés siendo demasiado duro contigo mismo.
-¿Está mal sentir celos? -pregunté como niño pequeño.
-¿Mal? No, Tae. No es necesariamente malo sentir celos -respondió. Su voz se volvió más tranquila- La inseguridad y las emociones son parte del amor y las relaciones. Pero debes ser consciente de ellos y hacer lo que puedas para no dejarlos controlarte ¿Estás dispuesto a escuchar mi consejo?
-S-Sí.
-Bien -empezó con una sonrisa cálida- Lo primero que debes hacer es enfrentar tus sentimientos. Admite que estás celoso y sé honesto consigo mismo sobre por qué te sientes así. Luego, debes tener una conversación sincera con Jungkook.
-E-Eso me daría vergüenza -negué con un sonrojó.
-Lo entiendo -susurró con un tono tierno- Puede ser difícil abrirse y mostrar vulnerabilidad, pero es lo que hará más fuerte tu relación. Además, es probable que Jungkook ya se haya dado cuenta de que algo está mal ¿No sería mejor que pudieran hablarlo y superarlo juntos?
Me quedé en silencio durante un largo momento, contemplando la situación. Mis emociones se enredaban dentro de mí como un nudo, tensos y confusos ¿Cómo podría encarar esto? ¿Cómo podría dejar salir mis miedos y mis pensamientos en una conversación?
-¿Sabes qué? Vuelvo ahora -me observó con una mirada en su cara, como si estuviera iluminado por una idea.
Seguí a Jin con mis ojos mientras se levantaba y se alejaba del sofá, sentí una vaga sensación de curiosidad ¿Qué tenía pensado? En un momento, mi amigo regresó de la cocina con algo en sus manos.
Cuando vi lo que Jin sostenía en sus manos, sintió una ráfaga de sorpresa. Tenía en su posesión una botella de alcohol y dos copas, una clara invitación para lo que parecía una conversación aún más seria.
-Creo que podríamos ser más productivos si nos relajamos un poco antes -se volvió a sentar en donde anteriormente estaba- ¿Por qué no compartimos una copa o dos y luego trabajamos en lo que quieres decir a Jungkook?
-No quiero ser un aguafiestas, pero no creo que beber sea una buena idea, Hyung... Sobre todo contigo -reaccioné, sintiéndome un poco agitado- ¡Recuerda lo que pasó la última vez! No quiero que pase otra vez.
-Tae ¿Realmente crees que vamos a hacer un papel tan estúpido de nuevo? -sacudió la cabeza y rió con su cálida voz- ¡Yo soy demasiado viejo para eso! Y además, solo somos tú y yo. No va a suceder nada de eso ¡Prometo ser un hombre decente y nada más!
La risa de Jin era contagiosa y poco a poco comenzaba a sentir cómo mis pensamientos comenzaban a disiparse. Abrió la botella de alcohol con precisión y empezó a verter el licor en las copas, una sonrisa de satisfacción en su rostro. Yo, en cambio, me sentí un poco nervioso y temeroso de lo que podía suceder.
-Tranquilo, Tae. Solo vamos a disfrutar un poco de alcohol entre amigos, nada más ¡Relájate y diviértete! -alzó su copa en un gesto de saludo- ¡A la amistad!
⤷Cinco minutos después⤶
Con el paso del tiempo, Jin y yo nos sentíamos completamente tranquilizados por el alcohol y comenzamos a reír de manera estúpida y sin sentido, los dos actuando como focas borrachas. Estábamos completamente dejados y teníamos la sensación de ser las personas más divertidas en el mundo.
-¡J-Jin! ¿Por qué suena tu risa como si estuvieran limpiando una ventana? -con las lágrimas de risa fluyendo libremente por mis mejillas, me agarré el estómago mientras comenzaba a reír a carcajadas.
Jin, tomó la broma en serio y, dejando de reír, se acercó a la ventana más cercana para empezar a frotarla con su brazo. Un ruido semejante a una risa asquerosa se escuchó a través de la habitación y yo me doblé de risa, apenas capaz de respirar.
-¡Ayyyyyyyyy! ¡Sí es cierto! -gritó como si fuera la mejor broma del mundo.
El muy idiota se acercó a mí mientras me lanzaba golpes y me hacía reír por su ridículo espectáculo
-¡J-Jin! ¡Tus golpes duelen, idiota -grité entre risas.
-¡Cómo los que te da Jungkook por las noches!
Jin estaba demasiado ocupado riéndose y chanzando conmigo para darse cuenta de que su broma había tocado un nervio sensible. Al instante, mi cara se sintió más caliente que un horno y me di cuenta de que estaba rojo.
-C-Callate..
-¡Ah, pero es muy divertido, Tae! -soltó con una amplia sonrisa, dándome un empujón y continuando con sus golpes- ¡No puedo dejar de reír!
-¡La próxima vez que venga contigo, traeré un paño para limpiar ventanas! -contraataque con malicia.
-De seguro limpias más que ventanas mientras estás con Jungkook -alzó una ceja.
-¡Ughhhh, Jin! -gruñí, golpeando mi cabeza contra la almohada- ¡Solo deja de joder!
-¡Esto es divertido! -siguió en lo suyo, lanzándome otro golpe y parpadeando como una foca borracha- ¿Por qué? ¿No quieres que hablemos de tu adorable y sexy novio?
-¿Por qué no hablamos del tuyo?
-¿El mío? -su expresión se hizo sería- ¿Qué quieres decir? ¿Acaso crees que tengo algo que ocultar, Tae? -su voz tenía un tono de humor, pero yo podía percibir una mínima pizca de nerviosismo.
En un instante, Jin y yo nos miramos a los ojos, y la risa se fue convirtiendo en lágrimas. Nuestras caras se contrajeron en expresiones de tristeza, y comenzamos a llorar como dos niños pequeños, con el alcohol comenzando a producir su efecto.
-E-Extreño a Jungkook -sollocé, mis palabras se volvieron más entrecortadas a medida que el llanto se intensificó- ¡Lo necesito a mi lado, y aún así me empeño en mantener alejado! ¿Por qué soy tan estúpido?
-E-Extrano a Namjoon también -sollozó Jin, su voz temblorosa y baja- No debería haberlo dejado ir ¡Si tan solo hubiera podido expresar lo mucho que lo quiero... Y ahora ya es demasiado tarde!
-¿Terminaron? -lo miré con sorpresa.
-¡No! ¡Lo estoy ignorando porque el tonto cocinó y quemó mi cocina! -dice, aún llorando y hablando en un tono lastimero- ¿Puedes creerlo? ¡Lo dijo el mismo día que le dije que tenía mucho trabajo para hacer y necesitaba tiempo para descansar!
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⤷POR OTRO LADO⤶
JUNGKOOK;
Solté un gran suspiro mientras me apoyaba contra mi cama, sintiendo como si me invadía una oscura nube de preocupación. La habitación quedó sumida en un silencio inquietante, la ventana abierta dejaba que un soplo de aire fresco arrastrara las cortinas de lado a lado como sombras fantasmales.
Mientras miraba una vez más mi celular, la esperanza se derramaba de mi cuerpo como arena pasando entre mis dedos. Mientras sentía cómo mi mente se aceleraba, un escalofrío se apoderó de mi cuerpo ¡Yo no sabía nada de Tae desde esta tarde!
La puerta de mi habitación se abrió bruscamente, saltando de mi silla, creyendo que era Tae. Mi corazón retumbaba en mi pecho como un tambor mientras giraba hacia la puerta, pero en su lugar estaba mi hermana.
-Eh, Kook -comenzó a decir mi hermana, su voz de preocupación resonando en mis oídos- ¿Estás bien? No pareces estar bien.
-Sí, Noona -respondí con una sonrisa forzada, tratando de negar mi ansiedad con un movimiento de la mano- Estoy bien, solo estoy un poco estresado por la situación de mis tareas.
Mientras trataba de desviar la conversación lejos de los problemas con Tae, me sentí culpable por mentirle a mi hermana.
-No me mientas, Jungkook -arqueó una ceja con seriedad- Tus tareas están bien ¿Se trata de otra cosa?
-¿Cómo lo supiste? -mi sonrisa forzada se desvaneció ante la astucia de Ji-Yoon- Sí, tienes razón. Sé que me preocupo demasiado por Tae, pero no puedo evitarlo ¿Qué puedo hacer?
-Es normal, es tu novio ¿Hay algo más que te preocupa?
-Ji-Yoon -alargué mi mano hacia la de mi hermana- ¿Qué debería hacer? ¿Crees que debería ir a ver a Tae? ¿O debería esperar y ver qué pasa?
Mientras esperaba la respuesta de mi hermana, mi corazón se sintió más pesado y el silencio de la noche se hizo más profundo.
-Tienes razón -apoyó la barbilla en mi mano con una sonrisa de comprensión- Sé que te preocupas por él, pero si se siente mal ahora mismo, tal vez deberías darle su espacio. Deja que se calme y vuelve a hablar con él cuando esté listo.
-Yo tengo la culpa -respondí con un sonrojó en mi rostro- Yo lo presioné en el Instituto para que me dijera lo que tenía y él se enojó conmigo.
-¿Cómo te culpas, Kook? -apoyó su mano sobre mi brazo- Puede ser que hayas presionado un poco, pero Tae es el que ha tomado la decisión de no compartir contigo lo que está pasando.
-¿Soy un mal novio?
-¡Ni de chiste! Solo estás siendo un novio que se preocupa por su pareja. Tae ha decidido no compartir contigo lo que está pasando. Créeme, no eres un mal novio por preocuparte por él.
-¿Crees que él esté enojado conmigo?
-¿¡Enojado!? ¿¡Por qué demonios estaría enojado!? Tae podrá haberte alejado un poco, pero eso no significa que esté enojado contigo ¿Lo has considerado?
Mientras contemplaba a mi hermana frente a mí, noté cómo el color regresaba a mis mejillas. Quizás ella tenga razón. Quizás no soy un mal novio, solo un chico preocupado.
-Te dejaré dormir -sonrió mientras me daba un beso en la frente.
-Gracias por estar conmigo, Noona -respondió, con una leve sonrisa en mi rostro- Sé que puedo contar contigo.
-Siempre -dijo antes de cerrar la puerta e irse.
Aunque estaba tan cerca del sueño, de repente me levanté sobresaltado por el sonido de algo escalando la pared exterior de mi habitación. La oscura quietud de mi habitación se volvió inquietante y repentinamente inquietante.
Deslizándome fuera de mi cama, mi cuerpo se tensó con anticipación. Tomé un zapato que había quedado caído en el piso, apretándolo entre mis dedos. Lentamente, avancé hacia la ventana, listo para defenderme con mi arma improvisada en mano.
-¡Muere, ladrón! -grité, cayendo en un frenesí. A pesar de mis esfuerzos frenéticos por protegerme, apenas podía ver a través del velo de los nervios.
-¡Soy yo, Taehyung!
-¡¿Taehyung?! -me detuve en seco, y dejé caer el zapato al piso- ¡Oh, no! ¡Lo siento! Pensé que eras un ladrón! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡¿Por qué no entras por la puerta!?
-Lo hice para hacerlo más emocionante -respondió con una gran sonrisa mientras se estabilizaba sobre el piso de mi habitación- Pensé que sería divertido entrar de esta manera, además, no quería molestar a tus padres.
Mi cuerpo reaccionó de inmediato, me moví hacia él y lo abracé por su cintura. Pude oler su perfume, su rastro característico mezclado con el alcohol. Cerré los ojos y suspiré profundamente. Durante un segundo, Tae quedó sorprendido, como si no sabía cómo reaccionar. Pero luego sus brazos se cerraron con fuerza sobre mi cuello, su cuerpo se movió hacia delante para empezar a dejar una caricia de besos por mi mejilla.
En aquel momento, sentí una profunda paz en mi corazón. No quería despertar de esta feliz y frágil ilusión, solo deseaba permanecer en sus brazos toda la noche, reteniendo la emoción de la vida real. Por una vez, estaba agradecida de que no fuera un sueño.
-Te amo, Jungkook -soltó el de la nada.
Sus palabras sonaron como un canto celestial, como un sueño que nunca esperé que se hiciera realidad. Sus ojos se encontraron con los míos, brillando con una brillante luz dorada, y mis labios comenzaron a esbozar una amplia sonrisa.
Como las lágrimas brotaban de mis ojos, mi cuerpo pasó y me derrumbé en sus brazos, contrayendo mis hombros con sollozos mientras la fuerza se me iba abandonando. En un arrebato de emociones, me desplomé en sus brazos, pareciendo más un niño que un hombre adulto.
-Jungkookie ¿Qué te pasa? -preguntó Taehyung, preocupado, mientras me abrazaba con más fuerza- ¿Te hice llorar? ¡Lo siento, no fue mi intención! -us ojos, inusualmente aprensivos, eran una conmovedora manifestación de su preocupación.
-Y-Yo también te amo -tratando de apaciguar mi llanto, jadeé la respuesta. Mi voz sonaba tosca y lacrimosa.
Taehyung, con una suave sonrisa en sus labios, me tomó de la mano y me llevó hacia la orilla de mi cama. Me senté en la cama con delicadeza y luego se sentó sobre mi regazo, mirándome profundamente a los ojos.
-Lo siento tanto, Kookie -susurró mientras acariciaba suavemente mis mejillas empapadas de lágrimas- No quiero hacerte daño, nunca ¿Podrías perdonarme? -sus ojos suplicaban disculpas, reflejando una mayor dimensión de sinceridad.
-No tienes que pedir disculpas por nada -susurré con una tenue sonrisa, rodando mis ojos para mirarlo a la cara- No hiciste nada, sólo fuiste... Tú.
-Sólo fui yo y te hice daño -habló con un notó de voz claramente hiriente, y la expresión en su rostro revelaba un profundo remordimiento- Soy un pésimo novio y amigo... T-Te lastime y te alejé de mí mientras intentabas cuidarme.
-No lo eres, TaeTae -negué, tratando de mantener los ojos secos, pero no pudo evitar que algunas lágrimas resbalaran por mis mejillas- Eres increíble y asombroso ¿Sabes? Y me encantaría hacerlo mejor. Yo también cometí errores, y eso es lo que nos hace humanos.
-Siento que soy un mal novio y que no te merezco... -se ahogó en lágrimas.
Lentamente moví mis manos hacia sus mejillas, sus ojos se encontraron con los míos -TaeTae, ¿Acaso no ves que estás mal? Me pones en un pedestal que no merezco. Lo que ocurrió fue la consecuencia de nuestros errores, pero eso no cambia nada.
-¿Por qué eres tan hermoso?
-¡Oh! ¡Taehyung! ¿Por qué siempre tienes que decir las cosas justo cuando soy demasiado vulnerable para resistirte? -mis mejillas se volvieron cada vez más rojas debido a la sorpresa, pero me quedé en silencio en mi lugar.
Mientras su cariño piel contra piel se extendía, sentí su tranquilo beso en mis labios. Le rodeé la cintura con mis manos, sintiéndolo tan cerca como nunca. Nuestros besos fueron suaves y tranquilos, como un río suave que se volcaba en un lago a la luz de la luna.
Todo mi ser se mantenía firmemente contra él, y tuve la necesidad de ser más cercano. Hice una leve presión contra su cintura, mientras jadeaba contra sus labios, buscando un mayor nivel de intimidad y respuesta.
Conforme el beso se deslizó hacia su fin, nuestros corazones latían rápidamente, chocando contra nuestras cajas torácicas. Nuestras respiraciones eran agitadas, los labios rojos y húmedos. Yo estaba aturdido por el fogoso encuentro.
Estudié sus ojos profundos por un instante, sentí su calor fluyendo de manera constante hacia mi cuerpo. Sin decir palabra, y sin aliento para hablar, levanté sus muslos para que se levantara conmigo y lo apoyé en mi cama, en el lado de la cama que debe ser suyo.
Sintiendo la calidez de su peso apoyado en mi torso, la suavidad de su piel bajo mi mano mientras la acariciaba, disfruté de esa íntima y delicada intimidad. Su aliento se alzaba y bajaba rítmicamente contra mi pecho, mientras que susurraba el delicado aroma de su pelo contra mis labios.
Mientras nos sumergimos en la noche y la oscuridad, la quietud y la paz se hacían más fuertes. Me quedé despierto durante minutos, disfrutando el lento latir de su corazón y el peso de su cuerpo contra mí.
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⸼⸱☁️⋆꤫Taehyung ama mucho a Kookie, solo que tiene algo de miedo.
⤷¡DATO!⤶
✿Un dato interesante sobre el miedo a no ser suficiente es que este sentimiento puede estar relacionado con la autoestima y la percepción de uno mismo. Es importante recordar que todos somos únicos y valiosos, y que la verdadera valía no se mide por comparaciones externas✿
⋆ ̟@Kᴏᴏɪ_Tᴀᴇ𔘓
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