
⸼⸱🍃⋆꤫⤷Cap.2
DÍAS DESPUÉS//3:17 P.M
Jungkook aún podía sentir el ardor en sus mejillas cada vez que recordaba aquel vergonzoso momento. El recuerdo se repetía una y otra vez en su mente.
La vergüenza había invadido su ser por completo cuando, rendido y exhausto, cayó desmayado en la cama de Taehyung. El silencio fue roto por el grito sorprendido de su novio al verlo así, desmayado por la… Excitación. Los latidos acelerados de su corazón resonaban en sus oídos, mientras la vergüenza se entrelazaba con el recuerdo de sus acciones de esa noche.
Cada vez que veía a Taehyung después de aquel incidente, se enrojecía y evitaba el contacto visual. No podía dejar de pensar en cómo su noviazgo se había visto sacudido por aquel encuentro, y la sensación de vergüenza lo acosaba sin piedad. A pesar de que Taehyung intentaba actuar con naturalidad, Jungkook seguía sintiendo que aquella noche había dejado una brecha entre ellos.
Día tras día, Jungkook luchaba por superar aquellos momentos incómodos y recuperar la confianza perdida. Sabía que la vergüenza no debía definir su relación, pero era difícil dejar atrás las emociones negativas que lo atormentaban. Aunque no sabía si lograría volver a ser como antes, se aferraba a la esperanza de que, con el tiempo, las heridas sanaran y su amistad se fortaleciera una vez más.
La puerta de su habitación se abrió lentamente, revelando a su madre con una bandeja llena de deliciosa comida. El aroma tentador se coló en la habitación, despertando su apetito y llenando el aire con una sensación reconfortante.
Su madre llevaba una sonrisa cálida en su rostro —Hola, mi amor -se acercó al escritorio para dejar la bandeja ahí- Te traje el almuerzo para que comas.
—Gracias, mami -susurró con ternura, haciendo con su madre sonriente.
—¿Estás haciendo muchas clases, mi amor? -cuestionó, a lo que recibió una afirmación de su pequeño- Recuerda que también tienes que descansar de vez en cuando.
—Lo sé mami, pero necesito estudiar para los exámenes que vienen -comentó, dejando de lado sus libros para ver la bandeja de comida.
Sus ojos se iluminaron al ver los platos cuidadosamente preparados, con colores vibrantes y tentadores. Su madre llevaba una sonrisa cálida en su rostro, irradiando amor y cuidado. Era evidente que se había esforzado por hacer de esa comida un momento especial. Jungkook se sintió agradecido y bendecido por tener a alguien tan maravilloso en su vida.
—Por cierto ¿Cómo está Taehyung? Hace días que no sé de él y es muy raro que no haya venido -no se había percatado de que su hijo se estaba ahogando con la comida hasta que empezó a toser fuertemente, se giró del susto y casi muere al ver a Jungkook todo rojo mientras trataba de sobrevivir al arroz.
Han-Sook rápidamente se levantó de su silla y golpeó suavemente su espalda para ayudarlo a recuperarse. Sus ojos reflejaban preocupación mientras miraba a su hijo intentando recuperar el aliento.
—¡Oh, mi amor! ¿Estás bien? Lo siento mucho, no quise asustarte. Asegúrate de comer despacio y masticar bien la comida ¿Vale? -Jungkook asintió, todavía un poco aturdido por el incidente.
Tomó un sorbo de agua para calmar la tos y recuperar el aliento.
Tomó el vaso de agua y lo colocó sobre el escritorio —Estoy un poco preocupada por él. Hace días que no sé nada de él y normalmente siempre estamos en contacto. Voy a intentar llamarlo para ver si está bien.
De repente, ella sacó el celular y comenzó a buscar frenéticamente el contacto de su novio. Sin tener tiempo para decir una sola palabra, Jungkook quedó en silencio, observando cómo su madre marcaba el número en el teléfono. La tensión en el aire era palpable mientras la llamada se realizaba.
—¡Hola, Tae! ¿Cómo estás, cariño? -sonrió en medio de la llamada- Yo también estoy bien y Jungkook también, cariño -el antes nombrado se sonrojó al escuchar su nombre- Oye, lindo… Quería saber si querías pasar con aquí un rato, yo me iré a la casa de mi madre a pasar la tarde con ella y no quiero que Jungkook se quede sólo… Sí, él está aquí haciendo clase… ¿No, por?... Él no me dijo eso -clavó sus ojos en el menor, haciendo que esté tragada en secó- No, cariño. Obviamente puedes venir, no te preocupes por Jungkook… Te estaré esperando afuera… Bien… Cuidate, cariño.
Han-Sook cortó la llamada y su rostro pasó de una expresión alegre a una mirada seria que hizo que los nervios de Jungkook aparecieran. El silencio llenó la habitación mientras Han-Sook fijaba sus ojos en su hijo, cuya ansiedad era palpable. Jungkook sintió un nudo en el estómago al enfrentarse a la mirada penetrante de su madre, sin saber qué esperar ni cómo reaccionar ante la situación inesperada.
—¿Cómo es eso que has estado ignorando a Taehyung? ¿Estás enojado con él? —preguntó Han-Sook con seriedad.
Jungkook se quedó atónito por un momento, sorprendido por la directa pregunta de su madre. Carraspeó antes de responder, tratando de recopilar sus pensamientos.
—¿E-Él dijo eso? —balbuceó, sintiendo cómo el nudo en su estómago se apretaba aún más.
—Sí, y más —respondió Han-Sook, su tono de voz revelando su preocupación— ¿Qué está pasando entre tú y Taehyung?
Se mordió el labio, sintiendo que las palabras se le atascaban en la garganta. La tensión en la habitación se volvió casi insoportable mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas para explicarse.
—No estoy enojado con él, mamá. Es solo que... -Jsuspiró, buscando la forma de expresar sus palabras sin antes morir de vergüenza- Últimamente hemos estado distanciados. T-Tenemos diferentes horarios y responsabilidades, y creo que eso ha afectado nuestra relación…
Mintió. Claramente mintió… Y como un profesional.
Han-Sook asintió, captando la preocupación en la voz de su hijo. Extendió su mano hacia él, transmitiendo ternura y comprensión
—Entiendo, cariño. Las relaciones pueden ser difíciles, pero la comunicación abierta es clave ¿Has intentado hablar con Taehyung sobre cómo te sientes?
—No he tenido el valor para hacerlo -revela con frustración y miedo.
Acarició su mejilla —No te preocupes, cariño. Yo sé que si hablas con Taehyung él va a entender. Estaré esperando a Tae en la sala.
Con la bandeja en mano, Han-Sook abandonó la habitación, dejando a su hijo solo con un torbellino de pensamientos y una incómoda sensación de culpa. El joven se cuestionaba si realmente estuvo bien mentirle a su madre.
Creía que hablando frente a frente con Taehyung las cosas iban a mejorar, lo malo, era que de seguro no iba a resistir y se iba a desmayar como la otra vez y no quería eso.
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⤷MINUTOS DESPUÉS⤶
El ambiente en la habitación estaba impregnado de silencio y concentración mientras Jungkook se sumergía en sus clases. Hasta que, de repente, un leve toque resonó en la puerta, la interrupción hizo que levantará la vista y dejará escapar un suspiro de sorpresa. Sus ojos se dirigieron instintivamente hacia la puerta, que estaba entreabierta.
—Kookie, soy yo ¿Puedo pasar? -la voz de Taehyung se hizo notar detrás de la puerta.
Dejó escapar un jadeo de sorpresa al escuchar la voz de... ¿Aún seguían siendo novios? —S-Sí, puedes pasar.
Taehyung entró a la habitación con una energía un tanto apagada, aunque como quiera su presencia iluminaba el espacio. Con su outfit cómodo pero estilizado, destacaba entre los muebles de la habitación de Jungkook.
El pantalón chándal negro resaltaba sus atributos, y la camiseta unicolor negra contrastaba perfectamente con la chaqueta corta de tela color roja que llevaba. Los converse blancos completaban el look, aportando un toque juvenil y desenfadado. Su cabello, recogido en una coleta, dejaba caer suavemente algunos mechones que enmarcaban su rostro, añadiendo un aire de sofisticación relajada.
No pudo evitar mirar a Taehyung con admiración, apreciando la forma en que el mayor se veía realmente perfecto en su outfit. Suspiro internamente, sintiendo cómo su corazón se llenaba de amor y una pequeña chispa de emoción.
—Jungkook… Jungkook… ¡Jungkook!
No controló sentir cómo su rostro se encendía en un tímido rubor al darse cuenta de que Taehyung lo había sorprendido sumido en sus pensamientos. La ceja levantada del mayor indicaba su curiosidad, y Jungkook se encontró enmudecido por un momento, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para explicarse. Sin embargo, en lugar de juzgarlo, el mayor simplemente sonrió suavemente, comprendiendo la situación.
La calidez de esa sonrisa tranquilizó el corazón acelerado de Jungkook, brindándole una sensación de confort.
—¿Estás bien?
—A-Ajá. S-Sólo estaba… Olvídalo -dejó salir un suspiro tembloroso, mientras arreglaba sus gafas.
Con cada paso lento y cauteloso que daba, se acercaba a su cama. Su mirada llena de ternura se encontraba con la de Jungkook. Él se sentó en la orilla de esta, creando un espacio íntimo entre ellos. Su presencia cercana transmitía una sensación reconfortante y cálida.
—¿Estamos bien? -cuestionó con sus ojos en Jungkook. El mayor tenía muchas dudas en su mente, pero prefería saber todo lo que él quería.
Asintió dudoso —S-Sí estamos bien ¿P-Por qué no lo estaríamos?
—Suenas algo dudoso -alineó sus labios- Y no quiero que estés dudoso sobre nosotros. Es importante para mí saber si estamos bien después de lo que pasó esa noche -noche la cual Jungkook se sintió el peor novio del mundo- Necesito saber si quieres continuar.
Jungkook abrió lentamente sus ojos mientras sentía un ligero cosquilleo de ansiedad recorrer su cuerpo. Sus ojos se encontraron con los de Taehyung, quien parecía mirarlo con preocupación y una sombra de miedo en su rostro.
Las palabras del mayor resonaron en la habitación, llenando el espacio con un peso silencioso. Jungkook pudo sentir cómo su corazón comenzaba a latir con más fuerza, como si intentara escapar de su pecho. El miedo se apoderó de él, dejándolo momentáneamente sin aliento.
—¿T-Tú quieres t-terminar con esto? -su voz salió temblorosa y entrecortada, sintió cómo un nudo se formaba en su garganta y sus ojos se aguaban.
Consciente de su reacción, extendió su mano en un gesto de tranquilidad —No, claro que no, solo necesito saber si te sientes bien ahora y saber si quieres continuar.
Era evidente que las palabras pronunciadas habían afectado profundamente a Jungkook.
En ese instante, el menor sintió un torbellino de emociones dentro de sí. El miedo, la confusión y la vulnerabilidad se entrelazaban en su mente, amenazando con desbordarse.
—N-No quiero terminar con esto -el nudo en su garganta se apretó aún más mientras que las lágrimas se apoderaban de sus ojitos de bambi.
Acarició su mano con delicadeza y a la vez la acercó a sus labios dejando un beso sobre ella —Y-Yo tampoco quiero, Kookie… P-Pero… Me siento pésimo por lo que te hice esa noche. Siento que cruce límites, te forcé a hacer algo que no querías -sus palabras salieron apenas audibles.
Jungkook, con el nudo en su garganta apretándose aún más, dejó escapar un sollozo. Las lágrimas brotaban de sus ojos, como si no pudieran contenerse más. Taehyung sintió una punzada en el corazón al verlo tan vulnerable, queriendo desesperadamente borrar el dolor en su rostro.
Miró a Taehyung directamente a los ojos, sus propios ojos vidriosos reflejando una mezcla de dolor y comprensión. Sabía que él estaba genuinamente arrepentido, y su corazón se debatía entre el perdón y la angustia que aún persistía.
—N-No quiero terminar con esto... Aún te amo, Tae. N-No soy un loco como para dejarte ir así como así - logró decir con voz entrecortada.
—¿Me perdonas? -susurró el mayor con ojos vidriosos.
—N-No tengo porque perdonar nada.
Se inclinó levemente, acercándose al mayor con delicadeza. Con suavidad, depositó un casto beso en la sonrojada mejilla de su amado. En ese gesto, se podía apreciar toda la ternura que emanaba de Jungkook, como si estuviera mostrando su cariño de la forma más delicada posible.
Quedó sorprendido por la audacia de Jungkook al tomar la iniciativa de besar sus labios. Como si se hubiera quedado sin aliento por un momento, Tae cerró los ojos y se permitió sumergirse en la dulzura de aquel beso tan esperado. Los labios de Jungkook eran cálidos y suaves, transmitiendo no sólo pasión, sino también amor y ternura.
Tae se entregó por completo a aquel beso, dejando que sus pensamientos se disiparan y se dejará llevar por el torrente de sensaciones. Era un momento en el que los corazones de ambos latían al unísono. La emoción y el amor eran palpables en el aire.
—T-Te amo mucho T-Tae -expresó entre sus labios entreabiertos.
El mayor no dudó en tomar los mechones azabaches, suaves y largos, de Jungkook entre sus dedos, sintiendo la textura sedosa deslizarse entre sus manos. Un suspiro se escapó de los labios de Taehyung, su mirada llena de admiración y cariño mientras sus dedos se enterraban suavemente en el cabello de su amado.
Por su parte, el menor bajó torpemente sus manos temblorosas en la cintura de Taehyung, sintiendo el latido acelerado de su corazón. El contacto cálido y reconfortante los envolvía, creando un lazo aún más profundo entre ellos.
Después de un momento de profundo amor, se apartó suavemente de los labios de Jungkook, dejando al menor con la respiración entrecortada y confuso por la repentina separación. Sus ojos se encontraron y le regaló una sonrisa enigmática, haciendo que el corazón de Jungkook se agitara aún más.
—No quiero que pase como la otra noche -comentó con preocupación- Y tampoco quiero que te sientas presionado o incómodo.
—L-Lo sé, p-pero… -suspiro- Q-Quiero hacerlo otra vez. Q-Quiero intentarlo otra vez, p-por favor -tartamudeo nerviosamente.
Con cuidado, tomó las manos de Jungkook entre las suyas —No hay prisa, podemos ir tan despacio como quieras o simplemente podemos dejarlo para otro día.
—E-Esta semana es de exámenes y no tendremos tiempo para nada -explicó con preocupación.
Lo miró atentamente, tratando de comprender sus pensamientos —¿Qué tanto quieres tener relaciones sexuales conmigo, Jungkook?
—E-Eso no es todo lo que quiero contigo. Quiero pasar tiempo a tu lado, q-quiero formar parte de tu vida… Quiero ser tu apoyo, tu compañero y tu amigo -mantuvo sus ojos sobre los azules de Tae, sintiendo como sus párpados se mojaban de lágrimas- L-Las relaciones sexuales no son lo más importante, sino el amor, el afecto y el cuidado que podemos compartir. Sí, quiero estar contigo en ese nivel, pero más que nada quiero que lo hagamos. Es que, quiero que veas la mejor versión de mí y no solo en el s-sexo. Te amo, Taehyung y tengo miedo de no ser suficiente ante ti.
Sostuvo la mirada de Jungkook con dulzura, dejando que sus palabras se hundieran en su corazón —Jungkook, eres más que suficiente para mí. Tu amor, tu amistad y tu compañía son lo que más valoro en nuestra relación -habló con dulzura- Y yo también te amo. Me siento muy amado por ti, mi amor.
Mientras sus labios se encontraban en un tierno, apasionado y torpe beso, el sabor salado de las lágrimas se entrelazaban entre ellos. Pero en ese momento, poco les importó. Sin poder resistirse al impulso que los consumía, decidieron levantarse de sus asientos sin separar sus labios, enredados en un beso cargado de fervor y deseo.
Con suavidad pero firmeza, colocó una mano en la nuca del menor, acercándolo aún más hacia él, buscando profundizar el beso y explorar cada rincón de su boca. Mientras tanto, Jungkook, con un temblor ligero en sus manos, rodeó al mayor con sus brazos, aferrándose a su cintura con ternura y pasión.
La habitación se llenó de susurros sutiles, suspiros y el palpitar acelerado de sus corazones, que latían al unísono. La química entre ellos era palpable, como si estuvieran destinados a encontrarse y mantener ese romance encendido.
Se esforzaba por seguir el ritmo del apasionado beso de Taehyung. Su corazón latía con fuerza mientras sentía cómo el temblor recorría su cuerpo. Un escalofrío recorrió su espalda cuando el mayor atrevidamente introdujo su lengua en su boca, explorándola sin pedir permiso. La intensidad era abrumadora y Jungkook se dejaba llevar por la ola de sensaciones que invadían su ser.
Mordió suavemente el labio inferior de Jungkook, provocando un gemido escapar de sus labios entrelazados. Pero lo que siguió dejó al menor sin aliento: Taehyung suavemente lamió el rastro de sangre, limpiando cada gota con un toque suave y sensual.
Su boca se quedó entreabierta mientras miraba fijamente el rostro de Taehyung frente a él. Sus ojos se encontraron en un intenso enfrentamiento visual, y en ese momento, un rubor intenso subió por las mejillas del menor, tiñéndose de un rojo brillante. Podía sentir la intensidad de la mirada del mayor clavada en él, como si pudiera leer cada pensamiento y cada emoción que pasaba por su mente.
Por un instante, Jungkook sintió una oleada de inseguridad ¿Qué estaría pensando Taehyung de él en ese preciso momento? ¿Estaba burlándose de su color de mejillas?
Taehyung extendió cuidadosamente su mano hacia la pálida y roja mejilla de Jungkook. Con movimientos suaves y delicados, depositó un suave besito en su nariz. Una risita escapó de sus labios mientras su mirada se encontraba con la de Jungkook, transmitiendo un sincero amor y cariño en ese tierno momento.
—Sí te sientes incómodo o asustado, está bien, podemos continuar otro día.
El menor negó con rapidez —N-No… E-Estoy seguro de que lo quiero y quiero hacer esto contigo -respondió, tratando de controlar su temblorosa voz- S-Solo que… N-No tengo idea de como hacer esto.
Sonrió tiernamente, comprendiendo la preocupación de Jungkook —No te preocupes, cariño. No hay una forma correcta o incorrecta de hacer esto. Vamos a ir despacio juntos.
Cada movimiento de los cuerpos trascendía en el aire mientras empujaba suavemente a Jungkook hacia la cama. La habitación quedó sumida en un silencio expectante, solo interrumpido por la respiración entrecortada de ambos.
Los ojos de Jungkook se clavaron en cada gesto de su amado, absorbiendo cada detalle con avidez. Desde el primer contacto visual hasta el último suspiro tembloroso, su atención no se apartaba ni por un instante de Taehyung. Cada gesto, cada movimiento, estaba impregnado de un magnetismo inexplicable.
Finalmente, llegaron a la cama y Jungkook se sentó en el borde, mientras Taehyung se ubicaba en su regazo con cautela pero determinación. Un suspiro escapó de los labios del menor, lleno de emoción contenida y adrenalina.
Taehyung dejaba un rastro de besos y mordidas en su delicado cuello. Cada roce de sus labios sobre la piel sensible del menor hacía que este se estremeciera de placer, anhelando más. Pero Taehyung no se limitaba solamente a los besos. Con una mano experta, acariciaba con dulzura su hombría, generando sensaciones indescriptibles que lo llevaban al límite del éxtasis.
Cada toque intencional y delicado provocaba que el cuerpo de Jungkook se arqueara en busca de mayor contacto, entregándose por completo al deseo y a la intimidad compartida entre ambos.
Con su suave tacto de deslizar su dedo por los mechones oscuros de su amado, hacía que Jungkook se dejaba llevar por una mezcla de placer y vergüenza. Cerró los ojos con fuerza, liberando en el aire susurros y gemidos que reflejaban el placer y el dolor que sentía. Los movimientos simulados de Taehyung sobre él creaban una danza embriagadora, envolviéndolo en un torbellino de sensaciones.
Tragó para deshacer un poco el nudo en su garganta —T-Tae… E-Espera, por f-favor.
—Shh. Ya sé y me haré cargo.
En un abrir y cerrar de ojos, Jungkook se encontró sin ropa frente a él, quien lo observaba con atención y curiosidad. Su rostro de se llenó de vergüenza, mientras intentaba cubrir su intimidad con las manos temblorosas. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano, ya que Taehyung ya tenía sus ojos fijos en cada centímetro de su cuerpo.
Cada lunar, cada detalle, era examinado minuciosamente por los ojos azules penetrantes. La piel suave y de porcelana de Jungkook desataba en él una admiración indescriptible. Era como si estuviera ante una obra de arte, una figura perfecta que solo él tenía el privilegio de contemplar.
El corazón de Jungkook latía con fuerza, mezclando la vergüenza y la excitación que recorrían su cuerpo. Sentía una mezcla de vulnerabilidad y confianza ante la mirada intensa de Taehyung.
—Eres completamente hermoso, mi amor -susurró. Jungkook estaba seguro de que cada palabra acariciaba suavemente sus oídos.
Con un rostro enrojecido por la intensa timidez, vio como Tae se levantó sin pronunciar una palabra. Ante su mirada atónita, comenzó a desprenderse lentamente de su ropa. Giró su cuerpo, presentando su trasero frente al rostro de Jungkook, buscando provocarlo más de cerca. Se quitó el resto de ropa que le quedaba puesto, para luego girarse y ver al menor.
Con movimientos cautelosos y una mirada llena de deseo, se acercó para quedar sentado sobre él —Mi amor, necesito que ya estés dentro de mí.
Con cada susurro que dejaba caer sobre el oído de Jungkook, las sensaciones se intensificaban y el corazón del joven comenzaba a latir aún más rápido. Los sonidos que sacaba de él ponía a Jungkook en un estado de excitación y nerviosismo. Se sentía como si estuviera al borde de algo desconocido, algo que podía llevarlo a un lugar de puro placer.
Taehyung continuaba moviéndose en círculos, cada vez más cercano a los límites de la cordura de Jungkook. Los gemidos que escapaban de sus labios resonaban en la habitación, mezclándose con la respiración entrecortada y pesada de ambos. Su hombría gruesa, larga y rosada goteaba pre-semen, está se movía a causa de los lentos pero tortuosos movimientos del mayor sobre ella. Chocaba con su redondo trasero y rozaba con su entrada ya preparada con sus fluidos.
—A-Ahh… T-Taehyung.
El antes nombrado sonrió con picardía mientras se acercaba lentamente a los labios de Jungkook. La tensión y la excitación en el aire aumentaban, envolviéndolos en una atmósfera cargada de deseo. Sabía que su tierno novio no resistiría por mucho tiempo más, pues la intensidad de sus caricias y las mordidas juguetonas en sus labios lo estaban llevando al límite. Cada beso incendiaba su piel y hacía que su respiración se acelerara, al borde de perder el control en cualquier momento.
—Lo haremos aquí y ahora ¿Bien? -el menor solo pudo asentir con su cabeza, incapaz de decir una palabra.
Lentamente, deslizó sus manos suavemente sobre la piel sensible de Jungkook, asegurándose de generar la cantidad perfecta de fricción y placer. Con movimientos precisos y cuidadosos, comenzó a acariciar y masajear su hombría, ofreciéndole una sensación deliciosa que lo hizo gemir en respuesta. Los suspiros llenaron la habitación mientras Taehyung continuaba esparciendo su pre-semen como si de un lubricante se tratase; cálido y sedoso, preparando a Jungkook para el próximo nivel de intensidad. La excitación crecía y ambos sabían que estaban a punto de alcanzar un punto de no retorno.
El jadeo de sorpresa escapó de los labios de Taehyung mientras sentía cómo Jungkook apretaba sus caderas con fuerza. Pero pronto, una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro, consciente de que aquel acto impulsivo revelaba el deseo ardiente que los consumía a ambos.
—T-Tae… ¿E-Esto va a doler? -preguntó con voz temerosa, buscando claridad en sus preguntas.
—No tienes que preocuparte por eso. Yo te haré sentir en el cielo.
Los ojos de Taehyung se clavaron en los de Jungkook mientras comenzaba a descender lentamente, permitiendo que su hombría ingresara en él poco a poco. Un gemido gutural escapó de sus labios, mezclándose con el gemido profundo y erótico de Jungkook.
Taehyung dejó escapar un gemido de dolor mientras sentía como Jungkook continuaba entrando. El tamaño de esta era impresionante, provocando sensaciones intensas y abrumadoras en él. Sus respiraciones entrecortadas y las miradas intensas intercambiadas entre ambos eran muchas.
—¿E-Estás bien, T-Tae? -preguntó con gran preocupación al ver la expresión de dolor de éste.
Levantó la mirada encontrándose con los ojos de bambi que tanto amaba
—Estoy bien, mi amor. Solo t-trato de acostumbrarme a tu gran tamaño.
Observó emocionado cómo el rostro de Jungkook se volvía un espectáculo cautivador. Sus mejillas se tiñeron de un adorable rubor mientras pequeñas gotas de sudor perlaban su frente. Era una combinación irresistible de ternura y sensualidad que no pasó desapercibida ante los ojos de Taehyung.
El brillo en los ojos de Taehyung revelaba el fascinante efecto que Jungkook tenía sobre él. La forma en que sus labios se entreabrieron ligeramente, dejando escapar un suspiro contenido, evidenciaba la atracción palpable entre ambos.
—¿Cuánto te mide, uh? ¿17? ¿20? -cuestionó, mientras se empezaba a mover sobre él, haciendo que Jungkook enloquecida con sus movimientos.
Mordió su labios inferior con fuerza —Y-Yo… A-Ahh -balbuceó, mientras cerraba sus ojos a causa del placer y el dolor- N-No l-lo sé. N-Nuna he h-hecho eso -admitió en un susurró.
—Te ves tan sexy todo sonrojado y excitado por mí -murmuró con los ojos llenos de lujuria. Sabía que tenía el poder de seducción e inocencia sobre él y disfrutaba cada segundo de eso.
De repente, un gruñido profundo y visceral resonó en el aire, enviando escalofríos por el cuerpo de Jungkook. Sin previo aviso, Taehyung se lanzó sobre él con ferocidad otra vez, dejándole sin aliento. Cada salto y cada movimiento le producía una sensación completamente nueva, una que nunca antes había experimentado en su vida. Jungkook comenzó a perderse en la embriaguez de aquella danza desenfrenada. Él estaba perdido en los movimientos salvajes de su novio.
Con manos temblorosas pero firmes, Taehyung acarició suavemente las mejillas de Jungkook, su rostro enrojecido y cubierto de lágrimas. Con un gesto tierno, lo alzó ligeramente para que sus miradas se encontraran. Los ojos vidriosos del menor reflejaban tanto deseo como vulnerabilidad, mientras que Taehyung irradiaba una intensidad incontenible.
Sin decir una palabra, acercó sus labios a los de Jungkook, un beso cargado de hambre y deseo que silenció los gemidos y gruñidos que escapaban de los labios del menor. La guerra de lenguas empezó siendo obviamente el mayor ganador. Las lágrimas en el rostro del azabache se mezclaban con el gusto salado del beso.
Sus labios rozaban dejando escapar suspiros y jadeos, mientras que Taehyung saltaba sobre él.
Sostuvo las temblorosas manos de Jungkook en forma de puños y las acercó hacia su trasero. Las dejó reposar allí, permitiendo que acariciaran sus mejillas traseras. Al mismo tiempo, rodeó nuevamente el cuello de Jungkook, mientras sus labios se encontraban hambrientos, devorando su boca con pasión y explorando cada rincón con su lengua y dientes.
Con la cabeza descansando sobre el hombro de Taehyung, Jungkook sintió una sensación inusual ya reconocible en la zona baja de su cuerpo. Sus músculos se tensaron mientras su mente se nublaba con una mezcla de sorpresa y anticipación. Sin poder resistirse al torrente de emociones, sus ojos se cerraron con fuerza.
Sus manos, como garfios de deseo, se enroscaron en los muslos de Taehyung, apretando con una fuerza apenas contenida. Los dedos de Jungkook buscaban un punto de apoyo en su piel, aferrándose a él como si quisieran fundirse en un abrazo posesivo y ansioso.
Miró fijamente a los ojos de Jungkook, leyendo cada expresión y sensación en su rostro. Sabía exactamente lo que necesitaba en ese momento. Sin decir una palabra, se acercó lentamente a él y lo besó apasionadamente, ahogando los jadeos y gemidos de Jungkook mientras se liberaba en un orgasmo supremo.
El éxtasis los envolvía. Continuaba saltando con fuerza, llevando al menor al borde una y otra vez mientras sentía la cálida explosión de su propio clímax, Taehyung supo que lo había llevado al punto más alto del placer cuando sintió su esencia dentro de él.
Sus corazones latían con fuerza mientras se entregaban el uno al otro en un dulce beso. El suspiro tembloroso que escapó de sus labios fue prueba del intenso deseo y la emoción que compartían. Taehyung, con cariño y adoración, comenzó a besar suavemente el rostro de Jungkook, extendiendo su amor y ternura a través de cada contacto. Mientras tanto, el tierno chico estaba apegado a él con un ligero temblor, lo abrazaba con fuerza, como si temiera que su amante se apartará de él en cualquier momento.
—Estoy aquí -susurró con voz suave, acariciando el cabello de Jungkook- No iré a ningún lado, te lo prometo -sus palabras eran un bálsamo para el corazón agitado del menor, quien finalmente comenzó a relajarse entre sus brazos.
Permanecieron en silencio por un momento por minutos, disfrutando de la calidez de su intimidad compartida. Jungkook finalmente levantó la mirada y encontró los ojos amorosos de Taehyung, reflejando todo el cariño y el cuidado que sentía hacia él. En esos ojos, encontró la seguridad que tanto anhelaba, la certeza de que estaba a salvo en los brazos de la persona que más amaba.
—T-Te amo mucho -susurró él, haciendo que el corazón de Taehyung saltará de alegría.
—Yo me siento amado por ti.
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⤷¡Dato!⤶
✿Cuando se trata de personas que son tiernas y sensibles durante las relaciones sexuales, es probable que estén más enfocadas en el aspecto emocional y en la conexión íntima con su pareja. Pueden ser más receptivas a las caricias suaves, los gestos de ternura y las expresiones de amor durante el acto sexual. Además, es posible que busquen crear un ambiente de intimidad y comodidad para poder experimentar una mayor conexión emocional con su pareja✿
⋆ ̟@Kᴏᴏɪ_Tᴀᴇ𔘓
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