Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🥀 09{1/2} 🥀

—No me engañes Namjoon, ¿en serio, no eras tú?

Namjoon tecleó algunas palabras más y cerró la tapa de su notebook con brusquedad, volviéndose hacia Jimin, que estaba recostado sobre una de las sillas de su dormitorio, con una lata de cerveza en mano.

—No voy a repetirtelo una vez más, Park, ¿para qué demonios iria solo al lugar ese?

—Es que no puedo aceptar que estoy ciego, tio... pero tienes razón, Yoongi tampoco te vió, así que probablemente te aluciné o algo así.

Le lanzó una cerveza y Namjoon la agarró en el aire, colocandola sobre sus piemas, mientras se sacaba la húmeda toalla que rodeaba su cuello y la lanzaba al suelo. El agua de su cabello se resbaló por su cuello y empapó toda su camiseta sin mangas. Maldición, Abrió la jodida lata con sus dientes y se bebió la cerveza de un trago, sintiéndola arder sobre su seca garganta.

—Es que creí que te habías ido shopping con tu pelinegra —Jimin se levantó del asiento, elevando las cejas con una sonrisa algo sarcastica.

—¿Shopping? ¿qué carajos es eso? no me jodas Park, ¿o me ves cara de gay?

Namjoon lanzó la lata de cerveza hacia su escritorio, colocando un rostro asqueado ante las risitas de Jimin. Era un verdadero estúpido, pero tenía que soportarlo. Lo había aguantado más de ocho años, asi que no había mucho por hacer. Además, se había olvidado la idea de que era el al que había visto y eso era lo mejor que podia haber hecho.

—Oye, ¿no es demasiado temprano para beber?

—Nunca es demasiado temprano ni para follar ni para beber —Namjoon se lanzó de nuevo hacia su asiento.

—Lástima que se acabaron las cervezas. Por cierto, ¿y tus padres?

—Ni rastros de ellos, si se desaparecen de por vida, genial, tio. Mientras me hereden todo, no hay problema conmigo.

Namjoon se encogió de hombros, tecleando algo en su celular, mientras una sonrisa se colaba en su rostro,

—¿Y tu hermana? me entere que tiene nuevo esclavo, to publicó en su muro con corazoncitos y toda la cosa.

El asco se incrementó en el rostro de Namjoon, que simplemente se mordió el dedo pulgar con fuerza y negó con la cabeza un par de veces.

Es una despreciable de lo peor, deberia irse al diablo con todas esas estupideces. Si no llevase mi sangre, posiblemente la hubiese matado.

Escuchó que Jimin reia de nuevo y luego se levantaba, tomando las llaves de su auto y lanzandolas en el aire para tomarlas de nuevo.

—Me tengo que ir, me está llamando mi padre. Te veo en la noche, ¿bien?

La puerta se cerró de golpe y Namjoon abrió nuevamente su computadora portátil, sacando un cigarillo de sus jeans negros. Sin embargo, el sonido de la puerta lo hizo volverse al instante.

—¿Qué te olvidaste ahora, idiota? —soltó, buscando el encendedor en todos sus bolsillos—. Pasa.

Observó como la puerta se abria lentamente y entonces la imagen que apareció frente a sus ojos no fue la de Jimin, sino la de su atractivo criado, que mantenía una sonrisa en sus labios y la mirada en el suelo, sosteniendo una bandeja con alimentos, sin moverse del umbral de la puerta de su dormitorio.

—Buenos días, Namjoon, traigo tu desayuno.

Namjoon se metió el cigarrillo entre los dientes, mientras sus oscuros ojos se deslizaban desde su cabeza hasta sus pies, recorriendo su cuerpo con lascivia. Traía una camiseta blanca y unos jeans tan malditamente provocativos. Su entrepierna reaccionó de inmediato cuando se imagino quitándoselos bruscamente y apretándole ese bonito trasero hasta el cansancio. Los recuerdos del momento que había pasado solo en el baño, la noche anterior, aparecieron en su mente y sintió como su respiración se aceleraba y la sangre se le calentaba con tan solo pensarlo de nuevo. Cada vez, esto se hacia más insoportable. Si seguía de ese modo, no podría resistirse más y lo terminaria haciendo suyo ahora mismo.

Oh, mierda, la puta idea sonaba tan buena y excitante.

—Lamento decepcionarte, precioso, pero ya he tomado mi desayuno —gruño, esbozando una media sonrisa algo seca, sin quitarle la mirada de encima.

Seokjin fruncio el ceño, elevando un tanto la mirada y percatandose de algunas latas de bebida que estaban regadas por todas partes. Se ruborizó enseguida y le dió un breve vistazo al serio rostro de Namjoon antes de descender la mirada otra vez. Estaba molesto, estaba molesto porque el había demorado con el desayuno y había tenido que beber todo eso. Sintió como la vergüenza y la culpa lo invadian en todo su rostro.

—Lo siento si me demoré, pero no había frutas y tuve que salir a comprarlas...

Namjoon arrebató la fuente de comida y la dejó sobre la mesa de su escritorio, no sin antes tomar una fresa e introducirsela en la boca.

—No te preocupes, nene, ni siquiera tenia ganas de desayunar —le observo de pies a cabeza nuevamente—. Por cierto, cada día que te veo, estás más precioso, ¿cómo le haces, eh?

El cuerpo de Seokjin se entiesó, mientras el rubor lo cubría con más fuerza y su corazón latía a toda velocidad, casi saliéndose del pecho, ¿por qué Namjoon siempre decía cosas cómo esas? descendió mucho más la cabeza, apretando los labios.

—No es verdad... hay mucho desorden, ¿te gustaría que limpie tu cuarto...?

Las palabras salieron de sus labios con la mayor rapidez posible, aunque lo único que obtuvo como respuesta fue la mano de Namjoon sobre su barbilla, elevándosela, al tiempo que cortaba la distancia entre los dos.

Seokjin se sobresaltó, aunque su cuerpo estaba tan tieso que ni siquiera podia moverse. Sintió como Namjoon analizaba ambos lados de su rostro con cuidado.

—Seokjin, ¿estás enfermo?

—¿Ah...?

—Siempre que te veo estás muy rojo, ¿qué tienes?

La tensión en el cuerpo de Seokjin disminuyó enseguida y una risita se escapó de sus labios, aunque el calor de su rostro no hizo más que aumentar. Intentó moverse, pero la mano de Namjoon lo sostenia con fuerza, mientras proseguía con esa media sonrisa en boca.

—No estoy rojo... —susurro, aún riendo un tanto.

—Igual, siempre estás precioso.

La mano de Namjoon se deslizó hacia sus majillas y las presionó un tanto.

—Muy precioso —masculló, al tiempo que el muchacho sonreía con la mirada en sus zapatos.

Namjoon deslizó su mano hasta su cabeza y le separó el mechón de cabello que caia sobre su frente, colocandoselo a un costado. Sus oscuros ojos seguían el recorrido de la linea de su lechoso y apetecible cuello con suma atención.

—Eres una de las cosas más preciosas que he visto, ¿sabes?, quizá, es por eso que me gustas tanto y mi corazón se acelera cuando te veo.

Seokjin sintió que su corazón explosionaba en su inerior y lo abandonaba para posicionarse en su estómago y dar vueltas en su alrededor. Incluso, el mundo no le parecia real, al menos, no en ese momento. Todo en él era una especie de nerviosismo mezclado con vergüenza, ¿se le estaba declarando? ¿Kim Namjoon, se le estaba declarando? una ola de inocente emoción empezó a recorrerle las venas, aunque no se atrevía a elevar la mirada, no se atrevía aunque quisiera.

Namjoon lo continuó analizando, mientras sentía que las carcajadas estaban a punto de estallar en su boca.

Qué gracioso y ridículo que era, ¿en serio se lo estaba tragando todo? en realidad, lo que se acelereba al verlo no era el corazón, sino sus malditas hormonas que ahora lo estaban aniquilando hasta el punto de dolerle.

Observó como el muchacho sonreía de esa forma que el tanto detestaba y tenía otro de esos "shocks repentinos de paralización" y no pudo soportarlo más. Lo tomó de sus menudos brazos y de un solo movimiento, lo hizo caer sobre su enorme cama, cayendo el encima. Observó como sucriado abandonaba su shock y se daba cuenta de la realidad, mirándolo todo con incredulidad y sorpresa. Su lengua se le habia paralizado también.

—¿Por qué...?

Namjoon acomodo sus manos sobre los costados de su menudo cuerpo; sus ojos recorriendo la forma en que las gotas de agua de su propio cabello resbalaban sobre el cuello de Seokjin, deslizándose por su piel.

Y la media sonrisa de su rostro desapareció.

—El tiempo se ha acabado, nene. Quiero que me respondas ahora y no pienso dejarte salir hasta que lo hagas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro