;; 𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄 ▪
♯ chapter seven :
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ᝰ.ᐟ      MAERYS DESPERTO EN la cama de su hermano Jacaerys, el príncipe heredero dormia plácidamente con uno de sus brazos rodeando la cintura desnuda de su hermana mayor quien con mucho cuidado e intentando no despertarlo trato de salir de la cama sin alertar a su hermano sin embargo al instante que puso un pie fuera de la cama Jacaerys abrió los ojos.

—Buenos días... —bostezo Jace con una media sonrisa al ver a su hermana.

—Buenos días —dijo la princesa sin tanto entusiasmo y algo adolorida por la noche anterior—, maldición —murmuró ella mirando su camisón roto tirado en el suelo.

—¿Ya te vas? —preguntó él heredero al trono incorporándose sobre sus codos mirándola de arriba hacia abajo.

—Creo que es bastante obvio —respondió Maerys caminando hacia el closet de su hermano buscando algo que ponerse pues su camisón ya no era una opción.

—Podrías quedarte —comenzó a hablar de nuevo el joven levantándose de la cama y caminando hacia ella—, podríamos repetir lo que hicimos ayer por que te gustó mucho, ¿no es así? —murmuró Jacaerys mientras la abrazaba por detrás.

Maerys dejo escapar una leve risita—, ¿Y que te hace pensar que lo disfrute, hermanito?

—Tus gemidos —el príncipe aún desnudo comenzó a bajar su mano por el abdomen de la muchacha—, gemias como una de esas putas en la calle de seda —la mano de Jacaerys siguió bajando hasta comenzar a trazar suaves círculos en el monte de venus de su hermana.

—Pude haberlo fingido —dijo ella con ese tono desafiante que ponía duro a su hermano menor con tan solo escuchar un par de palabras.

—Tal vez, igual puedo comprobarlo.

En un movimiento rápido el heredero de la reina Rhaenyra empujo a Maerys contra las puertas de su closet y sin previo aviso se acomodó detrás de ella entre sus piernas dando una fuerte estocada e introduciéndose agresivamente en el calor de su hermana mayor.

—¡Siete infiernos! —gimió Maerys clavando sus uñas en la madera de la puerta del closet.

—Carajo había olvidado lo apretada que estabas —gruñó el príncipe en su oído comenzando a embestirla con fuerza y sin piedad.

Los gemidos pronto se apoderaron de la habitación del príncipe Jacaerys junto al sonido de su pelvis chocando contra su trasero y un par de nalgadas que el menor proporcionaba a su hermana.

Por su parte, el príncipe Lucerys había despertado en la habitación de Maerys y el pequeño pensaba que su hermana estaba a su lado pero vaya desagradable sorpresa fue para él cuando despertó y estaba completamente solo en la enorme cama.

Busco desesperadamente a su hermana por toda la habitación e incluso el ingenuo Lucerys llegó a pensar que ella se había escondido debajo de la cama sin embargo al descartar ese lugar se dio cuenta –con bastante dolor en su corazoncito– que la princesa Maerys no estaba allí por lo que la mente de Lucerys comenzó a trabajar al mil por segundo tratando de descifrar donde se podía encontrar su hermana.

Tal vez fue a darle de comer a Maelyaxes o tal vez madre la llamo para algo importante, ¿Y si esta en problemas por mi culpa?, ¿Y si tal vez no le gusto lo de anoche?, de seguro hice algo mal, siempre hago algo mal, pensó o más bien sobrepenso el pricipito para el mismo y sin darse cuenta su corazón comenzó a acelerarse.

El joven príncipe nunca se imagino lo que podría estar pasando entre su prometida y su hermano mayor.

Le tomo algunos minutos al príncipe para poder tranquilizarse y evitarse uno de esos ataques de pánico que recurrentemente tenía cuando se sentía inservible o ansioso, usualmente era tomar la mano de su madre o sentir el pulso de Maerys lo que lo tranquilizaba sin embargo ahora no tenía a nadie a su lado para tranquilizarse.

El muchacho inhalo y exhalo durante algunos momentos calmando su corazón acelerado y sus pensamientos catastróficos, después de que los minutos pasaran y aún con son sus manitos temblorosas se acomodó su vestimenta y ató las agujetas de sus botas decidido a encontrar a su prometida donde quiera que estuviera.

Cuando Lucerys abandono la habitación y comenzó a caminar por los pasillos de la Fortaleza Roja no pudo evitar seguir tratando de decifrar por que su hermana lo había dejado solo, por más que le daba vueltas a aquella pregunta y se taladraba la cabeza a cada paso que daba seguía sin encontrar una respuesta lógica y sus teorías no se acercaban para nada a la verdadera razón de Maerys para abandonarlo la noche anterior.

Sin darse cuenta Luke habia llegado a la puerta de Jacaerys de donde –al poner atención– se escuchaban ruidos raros o como Luke les llamaba dentro de su inocencia e ingenuidad; gritos felices.

Por un momento el chico se alegró por su hermano pues Jace siempre se quejaba de que su prometida –y futura reina consorte–, la princesa Baela no le prestaba la suficiente atencion como para hacer lo que Lucerys le había hecho a Maerys la noche anterior.

La felicidad que sintió por su hermano desapareció lentamente cuando escucho que los gemidos de aquella chica que estaba con su hermano se parecían bastante a los de Maerys y fue entonces cuando todo en la cabeza del joven Velaryon hizo click.

La mente de Luke quiso convenserse que su teoría era estupida poco probable pero por más que intentaba buscar alguna otra explicación no la habia. La mano del castaño sudaba y temblaba cuando se poso en el pomo de la puerta e intentaba rezar a todos los dioses que creía conocer para que su teoría fuera erronea pero cuando abrió la puerta su pequeño corazón se rompió en mil pedazos al ver a su amada hermana subida sobre Jacaerys gimiendo su nombre mientras movía sus caderas de arriba a abajo.

—¡Carajo! —exclamó Jace al ver a su hermano menor en la puerta observando el acto de adulterio entre su prometida y él.

De inmediato Maerys se bajó de Jace y cubrió su cuerpo con una de las sabanas de su cama—, ¡Coño contigo Lucerys! —arremetió la princesa contra su prometido—, ¿Que a caso tu madre no te enseñó a tocar la puta puerta?

—Yo... yo... yo lo lamento mucho Eris —habló Luke al borde de las lagrimas y con voz temblorosa—, yo no queria molestar... yo solo... yo solo... me ire.

Cuando el heredero de Driftmark cerro la puerta de la habitación de su hermano mayor y echó a correr entre lágrimas y sollozos Jacaerys sintió una gran punzada de culpa en su corazón y giro su mirada hacia Maerys.

—Creo que debemos hablar con el —dijo el mientras pasaba saliva y miraba el rostro enojado de su hermana Maerys.

—No —respodio ella con frialdad en su voz—, es solo uno de sus berrinches, ya se le pasara.

—¿Pero como puedes decir eso Eris? —Jace la miró confundido—, es nuestro hermano, debemos discuparnos y tratar de hablar con él, es tu prometido.

—¿Vas a empezar con eso? —Maerys habló después de rodar los ojos—, no te quieras hacer el heroe Jacaerys por que tu fuiste el que comenzó esto y no pensaste en el daño que le causaría esto a Lucerys cuando me estabas follando, ¿O si?, además no es tan grave, no es como si fuera a matarse por esto.

...
Solo advierto que Lucerys puede aplicar la que yo intente aplicar antes de que me anexaran así que avisad@s están.