"Somos de quien nos

encuentra en pedazos y nos

ama hasta dejarnos completos,

de quien nos cambia,

pero nos mejora".

─Una noche sin café

Te odio timbre, odiaba a las personas que estaban tras esa puerta queriendo romperla. Claro, como a ellos nos les costó poner ese trozo de madera.

Sentía mi cuerpo caliente entrar a una fase de congelación, si, como si estuviera ingresando a una maldita nevera. Estar encima de Taehyung se sentía grandioso. Sus palabras retumbaban en mis oídos como si estuviera diciéndome otra vez que quería hacer el amor conmigo, oh, padre de todos los pecadores como yo. Quería matar a los que habían interrumpido nuestro espectacular momento.

─ ¿Quién diablos es? ─gruñó Tae con sus manos todavía en mis caderas, mi corazón saltaba todavía por la cercanía que tenemos

─Creo que hay que ir a ver, no parecen querer detenerse ─hice un mohín en mis labios.

─Si, espérame aquí, ya regreso ─me alzó con tanta facilidad dejándome a un lado. Cuando caminó por el pasillo arreglé mi cabello siguiéndolo.

No era buena siguiendo órdenes.o eso me decía a mi mismo.

Oí unas voces lejanas, resultaban algo alteradas que fruncí mis cejas, mi cabeza parecía reconocer las voces, pero nada llegaba, hasta que entré por completo a la escena, solté un grito de horror cuando vi lo que sucedía, papá tenía sus manos en el cuello de la camiseta bonita y limpia de Tae.

─ ¡¿Papá que haces?! ─grité corriendo hacia ellos, separar dos cuerpos adultos, uno más viejo que el otro no fue tarea fácil, pero lo logré.

─ Que, ¿qué hago? ─me replicó mi padre, tenía su rosto enrojecido─ eres una sinvergüenza, ¿te escapas de casa para venir a los brazos de este degenerado? ─mi pecho dolió, claro que sí.

─ ¿Y eso a ti que te importa? Ustedes estaban tan ocupados dándole la bienvenida a Zara que no sé acordaron que tenían otra hija, ahora que sucede esto vienes solo vienes a decir estupideces ─no sé de dónde saqué fuerzas para hablar sin echarme a chillar y para faltarle el respeto a papá, tal vez fue por la mano fuerte y suave que sostenía la mía, la mano de Tae.

─ ¡¿Zara?! ¡Siempre pondrás a Zara como la responsable de tus malcriadeces! ─gritó mamá, apenas y había reparado en ella es por eso que su grito me tomó desprevenida.

─ ¡Claro que lo haré! ¡Ella es la culpable de todos mis problemas!

─Cariño ─Tae habló bajito─ déjame hablar a mi ─negué con rapidez.

─Te regresas a casa con nosotros, eres menor de edad y no quiero ser la burla de la prensa por la porquería que tengas con este. ─movió sus manos, tan desesperado, su rabia lo volvía otro.

Oh, no, claro que no me iré.

─Ella no irá a ningún lado señor Fiore ─dijo Tae sorprendiéndome─ Jude es mi novia y para su información es mayor de edad. Es su hija y ni sabe la edad que tiene ─papá se removió en su lugar con su rostro más rojo de lo normal. Mamá me veía intensamente que pensé que en algún momento lanzaría llamas por sus ojos.

─Estoy harto de que te comportes como una niña traumada, te regresas en este mismo instante a casa o yo mismo te sacaré de aquí, los periodistas están por todos lados y yo ni sabía de tu...tu relación con Kim Taehyung, Zara está preocupada por ti hija, es hora de irnos ─solté una risa nasal sintiendo las lágrimas al filo de resbalarse por mis mejillas.

─No me iré. Ya te dije

─Jude, no hagas que...

─Jude se queda conmigo, tiene su propio criterio y sabe tomar sus propias decisiones ─agradecí internamente a mi novio.

─Bien, como sea. ¿Esto es lo que quieres? ¿Ser vista como una cualquiera que va tras la cuenta bancaria de un millonario? ─abrí mis ojos sorprendida por las palabras crudas de mamá─ porque eso es lo que eres, olvídate que tienes unos padres, no te preocupes, tus cosas serán donadas a alguien que los necesite y sea agradecida.

─Mamá...

─ ¡Cállate! No me llames mamá ahora, porque ya dejé de serlo desde el momento que no pudiste perdonar a Zara

Estaba en shock, por supuesto, mi garganta se cerró bruscamente con un sollozo, con mi vista nublada vi como ellos se iban, Tae corrió tras mis padres luego de decirme algo, de todas las palabras hirientes que en mi vida recibí esas dolieron como si unas flechas con llamas se clavaran en mi cuerpo.

Ahora entendí lo que la mayoría de los hijos suele decir, prefiero que mi madre me cachetee, que me dé con la correa o algo por estilo, pero ser golpeada por sus palabras dolía como los mil infiernos. Y más dolió cuando dijo que dejé de tener madre desde que no pude perdonar a Zara.

Mis piernas fallaron y en algún momento caí sentada abrazando mi cuerpo vacío, mis ojos derramaban lágrimas sin control. Unos brazos varoniles y fuertes me apretaron con él, enterré mi rostro en su cuello aspirando su olor.

─Tranquila Bella Piccolina, estoy contigo, me tienes a mi ─susurró en oído, mis sollozos se fueron calmando poco a poco pero el dolor persistía, en realidad parece que nunca tuve padres─ tus padres no saben lo que dicen, estoy seguro de que están enojados porque su hija menor les ocultó algo importante...

─No, no justifiques sus palabras, ellos solo están diciendo lo que han deseado y no han podido en todo este tiempo ─limpié mi nariz y mis mejillas, la manga de mi buzo se ensució. Tome aire, esta no era la faceta que quería que vea así que me trague todo mi dolor y sonreí. Eso había aprendido a hacer muy bien casi toda mi vida.

─No sonrías Jude ─me quedé helada con sus palabras, tenía sus cejas hundidas como si estuviera molesto ─ no quiero que me des sonrisas fingidas, no quiero que ocultes el dolor que sientes ─tomó mi rostro en sus manos─ no lo hagas por favor, no sabes lo doloroso que es guardar las lágrimas que insisten en salir, el dolor en el pecho que nunca se va ─susurró─ expulsa todo mi amor, solo bótalo, nadie merece sufrir solo, ahora me tienes a mí, mi hombro te dará la bienvenida cada que desees expulsar el dolor que has guardado por mucho tiempo ─cerré los ojos con fuerza, mis pestañas mojadas hicieron cosquillas en mis mejillas, ¿por qué percibí dolor en sus palabras? Como si él hubiera deseado escuchar lo que el mismo me acaba de decir.

─ ¿Llorarás conmigo? ─pregunté cerca de sus labios─ ¿botaras ese dolor que tienes igual conmigo? Quiero que lo hagas, quiero que seamos sinceros, tampoco quiero que el dolor sea esas cadenas que nos aprisionan, nadie merece sufrir solo, me lo acabas de decir, somos un equipo ¿o no? Yo lo veo así ─Tae elevo una comisura de sus labios, vi la nostalgia en su mirada.

─Lo somos, lo somos ─besó mi frente abrazándome con fuerza.

Yo sabía que él también tenía dolor que no expulsaba.

[...]

Durante el tiempo que me había llenado de positivismo así de la nada, me gustaba escaparme a un pequeño bosque que había a las afueras del pueblo, a ese lugar que conectaba con una carretera algo desierta que llevaba a otro pueblo de Seúl, me tomaba algo de tiempo ir caminando, pero me gustaba, ayudaba bastante caminar sola.

Solía ver y tomar fotos a los árboles, a flores que encontraba por el camino y al cielo, no era la grandiosa fotógrafa, pero era una actividad relajante. Así que eso era lo que deseaba hacer, quería aire libre o sino sentía que me asfixiaba con el tema de mis padres.

Escuché la puerta del baño cerrarse, Tae había entrado a darse una ducha y ahora salía con una toalla envuelta en su cadera. Mi boca se secó viéndolo, gotas de agua resbalaba por su torso haciéndolo ver exótico, con otra toalla secaba su cabello.

Me vi obligada a apartar la mirada y hablar.

─Tae ─llamé, alzó su mirada sonriéndome.

─ ¿Pasa algo, cariño? ─Oh, cuanto amaba que él me llame así, hacía que mi corazón de brinquitos de emoción.

─ ¿Podemos ir a un lugar? ─hice un puchero con mis labios─ por fis ─sonreí mostrando mis dientes, Tae rodo los ojos haciéndome reír.

─ ¿Qué diablos con ese "Por fis"?

─ ¡Ya! Deja de ser amargado... bebé ─alcé las cejas varias veces, Tae pestañeo con un leve sonrojó en sus mejillas─ ¡Te sonrojaste! ─salté en la cama haciendo un baile ridículo.

─Que molestosa eres ─me miró mal y yo me dejé caer en el colchón rebotando mi pequeño cuerpo. Mis carcajadas retumbaban en el cuarto, no lo había visto sonrojado nunca desde que nos conocemos y haber provocado eso, me fascinó, había quedado extendida de brazos y piernas en la grande cama cesando mi risa─ ¿Quieres parar ya, Jude?

─Nop ─negué sin verlo. Solté unas cuantas risas más, no me había dado cuenta de cuan peligroso era que él esté solo con una toalla, hasta que sentí como su cuerpo se puso encima del mío. Abrí los ojos sorprendida.

─ ¿No dejarás de burlarte de mí? ─preguntó en un susurro ronco, trague grueso.

─No ─me atreví a negar, mi sonrisa volvió a mis labios.

─Oh, entonces pedirás porque pare cuando haga esto ─le miré confundida ¿hacer qué? ─en serio, que me rogaras parar ─iba a replicar, si no fuera porque sus grandes manos comenzaron a hacerme cosquillas.

Solté una carcajada escandalosa retorciéndome en mi lugar, no veía su rostro, pero sabía muy bien que tenía una sonrisa diabólica y me miraba con ese brillo que amaba, así como yo lo veía a él.

No sabía cuánto odiaba las cosquillas hasta ahora. ¡Tenía que ir al baño!

─ ¡Y-ya! ─grité riéndome, con mis manos quería retirar las suyas, pero las risotadas me quitaban fuerza─ ¡me hago pipí!

─Pídeme que pare ─farfulló cerca de mi rostro parando un momento, tenía mi respiración agitada y apostaba que tenía mis mejillas sonrojadas, su sonrisa ladeada mandó una corriente por todo mi cuerpo.

─ ¡Jamás! ─sus manos volvieron a hacer lo mismo, reí sin parar, en algún momento Tae acorralo mis piernas entre las suyas, mi Jean sintió su piel desnuda. ─ ¡Que me orino en tu cama, para ya!

Sus manos acariciaron mis costados, con la respiración agitada le miré mal.

─ ¡Casi me hago pipí en la cama! ─ Tae solo río.

─No te burles de mí, otra vez ─me dijo sereno. Él se encontraba muy cerca de mí, bajé mi mirada a su pecho, su piel tostada era perfecta, si hiciera más ejercicio juraría que tendría una tableta de chocolate en su abdomen, así bien delicioso, pero sin duda, seguía siendo perfecto con los medios cuadrados que tenía. Iba a molestarle con algo más pero mi cerebro quedó en blanco cuando sus labios reclamaron los míos con rudeza, solté un gemido por la sorpresa provocando un gruñido de él que se perdió en el beso.

¿Quería ir a algún lado? No que yo recuerde.

Lo besé con las mismas ansias, espero que esta vez se haya dañado el timbre o que se olviden que este apartamento existe. Mis manos subieron tímidamente a su cabeza, su cabello medio húmedo fue refrescante para mis manos. Sentí como se movía para separar mis piernas, hasta que lo hizo.

¡Oh dios mío! Él tenía solo una prenda, que si se caía lo vería completito.

Y bien que quieres que se caiga esa toalla, puerca.

Sus manos acariciaron mis costillas subiendo lentamente, lancé mi cabeza hacia atrás cuando sus labios atacaron mi cuello, mi respiración en ese entonces ya era errática, mi cadera se impulsó hacia arriba buscando fricción, gemí alto y sin vergüenza, al sentir algo duro tapándose solo con esa tela blanca, y gemí aún más por la presión en mi seno por su grande mano, mi cuerpo se movía solo en busca de más.

─Tae ─jadee con mis manos apretando su cuello. Se separó de mi viéndome intensamente.

─ ¿Quieres parar, nena? ─negué rápidamente. Tenía miedo, no me mentiré, pero quería sentirme amada, quería probarme a mí misma que tenía confianza en mí, que todo lo que Zara me dijo miles de veces solo fueron mentiras, que nada era real.

Yo era bella, me amaba y amaba mi cuerpo. Y ahora quería que Tae me ame de esta manera.

─Quiero hacerlo ─susurré.

─Te amo ─murmuró por primera vez, sus palabras salieron disparadas que me sorprendió por una vez más en el día, mis ojos no dejaron los suyos, por raro que sea, sentí esa conexión, me sentí atada a Kim Taehyung, la emoción ganó mi cuerpo que unas lágrimas de agolparon en mis ojos.

─Y-yo también ─afirmé alzando mi barbilla para besar sus labios, su sonrisa genuina me desarmó.

Iba a hacer el amor, mi primera experiencia sexual seria inolvidable, porque sabía que me entregaría al hombre que inconscientemente, busqué para mí, mi alma estaba destinada a Kim Taehyung desde hace mucho tiempo.

Lo sabia.

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

Bueno, hola, hola, dije que subiría el siguiente capítulo hace unos días, pero adivinen que jajaja me olvidé.

Pero les tengo una sorpresa juas juas

Les pido una disculpa si hay errores en la ortografía o algún otro por ahí.

Bay, bay 🐞

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