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Capítulo 8


" Puedo ponerme triste, puedo frustrarme y puedo asustarme, pero nunca me deprimo porque hay alegría en mi vida "

Escenas explícitas de tortura y daño físico cerca del final del capítulo. Leer con discreción





La brisa que mecía levemente el navío lo mantenía fresco. El agua cristalina se removía  con mucho cuidado y de no ser porque estaba remando para impulsarse en la canoa entonces el agua estaría inmóvil. Parecía un espejismo, el agua quieta a lo lejos reflejaba el bosque y las montañas, mientras que cerca de el, se movía con tranquilidad al mismo ritmo de sus remos y mantenía su rostro borroso. Escucho de repente, la voz de Haseul en alguna parte del lago y empezó a alterarse debido a su instinto, debía encontrarla.

El agua antes tranquila, ahora, parecía una tormenta. Le costaba avanzar y la fuerza que empleaba era abrumadora, cada vez escuchaba a la menor más cerca hasta que la divisó por fin a unos metros de el en la orilla. Trato de llevar el barco hasta allí, pero el agua se volvió arena y empezó a caer y desaparecer tan rápido que no tuvo tiempo de hacer mucho para evitarlo o si quiera, asimilarlo. Entonces, todo estaba en negro pero aún podía escuchar los gritos de Haseul, que lo ponían aún más ansioso al no poder encontrar un lugar fijo dónde ir debido a la obscuridad abrumadora.

De repente vio a alguien más a lo lejos, sabía que estaba allí por qué le rodeaba luz y por su altura supo que no era HaSeul.

Al verle más de cerca, abrió la boca en terror — Hermanito.. — Dawon se le acercó, y sintió que todo su ser iba a colapsar —  ¿Vamos a mi baile? — Una sonrisa apareció.

Empezó a negar con fuerza mientras se sentía sudar y temblar. —  T-Tu.. no podemos ir Won, es peligroso, Porfavor no. No iré, tú tampoco. Puedes perderlo por esta vez.

— Oh.. entonces iremos con HaSeul. ¿Si? — Mostró a la pequeña que de repente estaba sosteniendo su mano, y sonrió — Seremos muy felices, lastima que no vas a venir.

Entonces, el suceso que le carcomía la cabeza volvió a el, como si de una película se tratara, aún que ahora HaSeul estaba allí con ella, también moriría.

Hoseok se levantó de golpe, quedando sentado y estático en su cama. No había soñado con Dawon en años, y había sido demasiado para el. Sentía su garganta arder y sus ojos picar. Tomo unos cuantos respiros para calmarse y se levantó para ir al baño tocando la cama, sintiendo la almohada en parte mojada al igual que su rostro, lleno de lágrimas. En el baño solo pudo tomar agua y lavarse la cara sin poder salir aún del gran shock que traía del sueño, era horrible. Su cuerpo aún tenía pequeños temblores y ni decir de su sudor, parecía que se hubiera bañado recientemente.

Se quitó la ropa y abrió la ducha en el agua más fría que pudiera para meter la cabeza y sentirse frío por un momento. Sus músculos se relajaron por fin, y rápidamente pudo volver a la realidad nuevamente. Salió ya bañado y se cambió con lo primero que encontró, un jogger y una camisa blanca grande que tenía manchas de jabón para lavar. Eran ya las ocho de la mañana, así que tuvo que moverse rápidamente a hacer el desayuno para que Seul despertara a comer. Su teléfono sonó unos momentos, pero no lo tomo hasta que terminó el desayuno. Reviso la barra de notificaciones con pereza mientras tomaba su chocolatada.

– Sr. Lee –

/Foto/  es antigua pero servirá.
No me decepciones

- Yesung -

¿Porque no fuiste  a la cita con Irene, tenías mucho trabajo?  También sobre eso, te espero aquí para la cita de hoy.


Hoseok activo el chip cuando leyó el mensaje de Yesung, había olvidado que el domingo anterior HaSeul había tenido cita con Irene. Se dio una cachetada mental y suspiro, escribiendo un corto mensaje para Yesung hablándole de que si era así y que lamentaba ignorar la cita, pero iría lo más pronto posible a sacar otra para mirar a Seul. Por otro lado, el mensaje del señor Lee era sobre la llamada del día anterior, y lo miraría después, ahora no quería concentrarse en nada de eso.

— Papi — La pequeña voz le llamó la atención y sonrió suave — Buenos días.

— Buenos días cariño, ¿Cómo amaneciste? — Acarició con suavidad su cabello antes se servirle algo de comida y ponerla en la mesa junto a su plato.

Seul pareció dormitar un poco antes de responder — Bien, ¿Tú cómo papi?.

— Bien — Mintió con una dulce sonrisa.

La pequeña sonrió de vuelta y se estiró un poco para poder subir a la silla, sonriendo con más ganas al ver el desayuno — ¿Pancakes de fresa con chocolatada? ¡Que rico!

Hoseok solo río suave y asintió, empezando a comer para distraerse un poco más sobre lo del señor Lee y su sueño.

— Papi.. — Lo llamo algo tímida.

— Dime, cariño.

Un pequeño sonrojo se instaló en sus mejillas — ¿Tu tienes novia? Es que.. ayer en el parque.. me dijeron que los papis no podían hablar de temas de niñas y que para eso estaba la mami.. — Desvío la mirada.

— No, amor escucha — Hoseok río suave, aquellos estereotipos no cesaban — Puede que tengamos un cuerpo diferente, pero se cómo cuidarte y de que temas trataremos en el futuro, eso no es algo que solo las mamis saben y no necesitas una solo para saber eso.

— Oh.. — HaSeul pareció iluminarse — ¿Entonces no tengo que tener otra mami? Bueno eso me gusta. Me gusta que seamos solo papi y yo — sonrió suave.

Asintió de acuerdo. No tenía planes de tener una pareja o buscarle una figura materna a HaSeul, estaban bien así y muy bien el podía criar a su hija solo; con todo lo que habia aprendido de su hermana en los cambios interminables de su adolescencia. Terminaron de comer luego se unos minutos y Seul lavo todo lo que usaron mientras el organizaba los platos en los cajones luego de secarlos, asi de forma que todo fuera más rápido para ambos. Se sentaron a ver televisión un rato, la cita con Yesung era después de las dos de la tarde y no tenía prisa para nada, solo quería hacer algo de pereza y era demasiado temprano para pensar en bañarse aún.

— Papi — Escucho que le volvió a llamar la pequeña.

— ¿Si?

Por un momento, sintió las dudas en las menor que estaba recostada en su pecho y simplemente acarició su cabello.

— ¿Tú crees que mamá.. me extrañé? — Suspiro suave con un tono triste —, solo que.. no.. mejor olvídalo.. e-era algo tonto — Negó suavemente y volvió la mirada al televisor.

Hoseok hizo un ligero puchero, no podía entender como la menor quería a Roxanne después de todo — Cariño — Le llamo con suavidad, obteniendo su atención —, escucha.. se que quieres a Roxanne, después de todo lo malo ella es tu madre.. — Tomo una breve pausa — pero, yo no tengo contacto con ella y tú menos.. lo más probable es que no la volvamos a ver. ¿Entiendes princesa? — Trató con fuerza de ser lo más delicado posible.

— Lo sé.. — Suspiro derrotada y se escondió en el hueco hay entre su cuello y hombro.

Le dio leves palmadas, tan suave y dulce como podía ser para brindarle algo de consuelo a su pequeña. Recordó que cuando Seul se sentía mal por los perritos de la calle; y que aún que no tuviera nada que ver, podría servir, le gustaba tomar leche tibia y quedarse en su regazo dormida debido al efecto de la leche tibia en ella. Con mucho cuidado y algunas protestas, la dejo en el sofá mientras iba a calentar la leche.

HaSeul, entre su repentina tristeza sonrió chiquito para ella misma. Estaba feliz a pesar de todo, podría llamarse a si misma una niña mimada por todos los dulces tratos que tenía su papi con ella y que hasta ahora, seguían siendo nuevos y diferentes cada vez. Hoseok siguió con lo suyo, añadió un poco de azúcar a la leche como le gustaba a la pequeña y añadió un poco de crema de chocolate, lo que haría que la leche tuviera un ligero sabor a chocolate, una vez listo saco también una caja de galletas y llevo todo a la mesa, notando la rápida mirada de Seul quien ya estaba interesada en comer y beber hasta saciarse.

— Papi.. déjame sentarme en tu regazo — Pidió con un puchero y ojos de cachorrito.

Hoseok sonrió suave y simplemente la acomodo en su regazo mientras colocaba las cosas en la mesa — Ya puedes tomar tu leche y comer galletas, me avisas si tienes sueño — pidió.

Recibió un pequeño asentimiento y la menor empezó a beber su leche gustosa, provocando que luego de tomar todo el vaso y comer 3 galletas, quedará profundamente dormida contra su pecho; incluso con el movimiento de Hoseok para poder tomar una posición cómoda, no se separó de su lugar, aferrada a su pecho como si fuera un koala diminuto; era tan adorable. El solo se limitó a observar con cuidado su rostro descansando pacíficamente, prefería mil veces ese rostro tan relajado y angelical que aquel devastado y triste, no quisiera ver nunca más así a la pequeña.

Miro la hora y suspiro, la dejaría en su habitación y iría a la tienda para comprar algunas cosas del almuerzo, se le hariá tarde para llegar a la cita con Yesung si no empezaba el almuerzo de una vez. Al regresar a casa vio el pequeño ceño fruncido de Seul y sus ojos cansados mirarle, seguro estaba de mal humor porque se levantó en la cama y no en su regazo.

— Fui a por el almuerzo, haré una ensalada rápida con bimbap. ¿Te gusta la idea? — Sonreí suave.

Su rostro automáticamente cambio y asintió rápidamente — Si, ¿Y luego iremos con el tío Yesung, verdad?

Asintió — Luego de eso te dejare con una amiga que no te he presentado aún, también es doctora como el tío Yesung — Hablo mientras empezaba a dejar todo en la cocina y lavaba sus manos.

— Oh.. ¿Y como se llama, es bonita?

Río suavemente — Su nombre es Kang Seulgi y es soltera así como yo, la conocí no hace mucho pero es de confianza y igualmente estarás en el hospital, podrás ir con el Tío Yesung si así quieres. Si es bonita, y tiene un hijo que es un poco mayor que tú.

Seul pareció pensarlo — Ya veo, entonces ella no es mala — Sonrió.

— ¿Por qué sería mala? — La miró intrigado.

— Hmm.. Porqué en las películas, las señoras solteras son feas y malas, y se roban a los papis.

Hoseok únicamente río y negó con la cabeza, debería considerar reducir la cantidad de novelas que veía la pequeña — Es solo televisión amor, no hagas caso a eso.

— Ujum — La escucho aceptar suavemente.

Siguió con el almuerzo, que en realidad fue bastante rápido ya que no era de gran trabajo. Luego de que comieran el almuerzo como siempre, entre algunas conversaciones pequeñas y risas, Seul y Hoseok reposaron para ir a bañarse. Recientemente, habían tenido un pequeño avance en la confianza y Hoseok había empezado a bañarse con ella para enseñarle cómo era su cuerpo, y no, no de mala forma, más bien mostrarle las diferencias y demás, así cuando fuera mayor y viera el tema en la escuela no seria algo tabú para ella.  Recordó que en el parque había escuchado a algunas madres preocupadas de que fuera algún violador o acosador de menores; ¿Tan estereotipado estaba el desinterés de un padre por sus hijos que si el salía con Seul, era extraño o peligroso?.

Luego de un rato, se secaron y vistieron para finalmente ir a la estación de tren y tomar uno hasta el hospital. Luego de la consulta, saldría a hacer algo de exploración sobre la ex-detective que quería Lee. Definitivamente no fallaría por seul, necesitaba protegerla.

Domingo 18 de noviembre, 2018

El silencio le permitía estar atento acerca del ruido de sus pasos y el de los demás guardias. Sus pisadas suaves y premeditadas le proporcionaban la tranquilidad de que no sería descubierto fácilmente. Al primer guardia lo tomo del cuello con fuerza y apretó hasta dejarlo noqueado, bloqueando cualquier sonido de alerta que pudiera emitir desde el inicio para que los demás guardias se alterarán.

Camino hasta uno de los cuartos y libero algunos rehenes que hasta donde sabía, pertenecían a la mafia del imbécil de lee. Mientras liberaba hablaba con voz baja acerca de que se mantuvieran en silencio, encubiertos y sin generar sospechas. Salió del cuarto con cautela mientras revisaba los alrededores; se había demorado un poco y influiría en el tiempo que tenía controlado sobre los turnos de los guardias. Siguió el camino izquierdo directamente hasta el puesto de control, donde rápidamente se deshizo de los guardias, algunos trabajadores y corto el sistema eléctrico junto al de comunicaciones; sin antes haber ubicado a su objetivo a lo lejos gracias a las cámaras. Con todos alertas y la oscuridad presente, tuvo que usar sus oídos bien entrenados para distinguir cualquier sonido que indicara peligro.

Corriendo por uno de los pasillos de la instalación vio la sala de torturas, recordó también que Lee tenía ciertos trabajadores en esa sala, realmente esperaba no ver nada demasiado fuerte para el. Con cuidado abrió la puerta, escuchando las respiraciones asustadas de los presos, la sala de extendía por varios metros llenos de habitaciones, casi celdas parecidas a las de la cárcel solo que la mayoría que estaba encerrado en aquellas era gente inocente o gente que pagaba las venganzas impropias.

— A...yuda..me — Volteo a ver de dónde provenía el sonido, jadeando con un grito atorado en su garganta.

La chica frente a sus ojos tenía un hueco en donde debía estar su ojo izquierdo, varias cicatrices de quemaduras y cortes adornando su pecho y brazos; tenía vendas en el cuello y piernas, parecía un zombie literalmente. Trato de recobrar la compostura pero sintió el tacto gélido de una mano en su hombro, volteó a ver de dónde venía y su cara se deformó aún más. En la mano faltaban algunos dedos, y el pulgar parecía que le habían arrancado la uña recientemente, su brazo tenía cortes transversales de un lado a otro y en algunos se lograba ver la carne recién cortada con aquel color rojizo y la sangre coagulada en algunas partes, mirando más noto que el otro brazo se lo había cortado y se notaba que jamás se habían tomado la molestia de asegurar que tuviera una buena limpieza para la curación de la herida pues la infección parecía ser tal que vomitaría inmediatamente si resistía la mirada algunos segundos mas. En su cara noto lo deformada que estaba, no quisiera saber cómo lograba ver o comer, prácticamente si tuviera una foto de la persona antes de que estuviera cautivo jamás lo reconocería, pasando por su pecho, tenía una marca reciente de quemadura que tenia ampollas junto con algunos hematomas que directamente eran de color negro. Podía notar el color amarillento en su piel, quizás estaba en una anemia extrema, o directamente tenía leucemia.

— So.. — Hablo el hombre, pero parecía dirigirse a la chica frente a el.

—  V...viejo.... — Hablaba con dificultad, la causa de aquello probablemente sería la herida en su cuello — No es.... N...ne...sesa..rio.

No entendía la situación así que simplemente libero algunas celdas, de aquellos que seguían vivos, o que al menos sobrevivirían si salían de allí. Uno de las celdas por donde paso, literalmente era un cadáver que tenía una manguera conectada a su cuerpo, parecía que en cualquier momento explotaría por la presión de lo que fuera que estuviera conectado a la manguera; el solo pensamiento le erizó la piel, definitivamente no se quedaría para ver cuando eso pasará.

Cuando terminó, les dio instrucciones a los presos de ir con sus otros compañeros, si les podía decir así, para que juntos salieran de las instalaciones seguramente. Siguiendo con su camino, aún tratando de olvidar las horribles imágenes en su cabeza encontró a su objetivo un poco más lejos de donde le había visto por las cámaras, con tranquilidad sacó su arco y mato a los guardias cercanos con flechazos seguros en la cabeza, si los guardias le disparaban eso haría que alertarán a los demás guardias restantes del lugar y sería más complicado debido que el objetivo también se movería. Sacó su pañuelo con cloroformo y lo coloco en un movimiento rápido en la cara del objetivo, cubriendo su nariz y boca. Una vez dormido tapo su boca con cinta y lo saco por uno de los ductos de ventilación, donde quedaba mejor para ocultarse de los guardias restantes.

En la salida ya estaba Lee con la camioneta lista para que amarran sus manos y pies, inmovilizándolo, sería otro trabajo más bien hecho. Al llegar dejo al objetivo dentro y cerró las puertas, algo disgustado de ver la cara del hombre y recordar todo lo que vio adentro, aún que habían pasado 4 años seguía sin acostumbrarse a las torturas, los muertos y todo el sufrimiento que se pudiera ver en los centros de tortura.

— ¿No fue difícil sacarle de la sala de control? — Pregunto Lee, dejándole en blanco.

— ¿La sala de control? No, estaba en la sala oeste, la de apuestas.

La camioneta detuvo su movimiento — ¡Te dije que trajeras al maldito agente de sistemas, no a su gemelo! — Golpeó el volante con agresividad provocando un leve sonido del claxon — Te perdonaré solo porque es tu primera vez. Pero igualmente recibirás las consecuencias a un nivel más bajo — Gruño antes de seguir su camino.

Hoseok tragó saliva con dureza, había escuchado de algunos en la planta que los castigos eran horribles. Solo esperaba salir vivo, o no tan adolorido, pero esperaba vivir ya que realmente deseaba vivir su vida como en algún momento le hubiera gustado, como alguien normal.

Luego se eso, recuerda vagamente tener días enteros en una celda con una pequeña ventana por donde solo entraban rayos diminutos de sol o de luna, parecía estar en un edificio demasiado alto debido a que cuando asomaba la cabeza solo veía nubes a lo lejos. La comida era indefinida y quizás no había comido por unos días o simplemente comía cuando despertaba luego de repentinos mareos o desmayos. El baño era con una manguera de agua fría a presión, y luego de eso como rutina llegaban unos hombres gigantes y le golpeaban por horas, o así se sentía, luego le dejaban solo, lidiando con la sangre y el cuerpo adolorido.  Luego de lo que sintió meses encerrado allí finalmente salió de aquella celda de mala muerte, terminando en el hospital, donde conoció a Yesung.

— Si, el desapareció unos días. Parece que lo encerraron o algo así, me preocupa — Lee hablaba con el con una perfecta actuación, como si realmente hubiese estado preocupado y desesperado; cuando el mismo lo secuestro.

— Ya veo, tiene anemia avanzada y delirios por la deshidratación y la fiebre. Para lo que me comenta, está mejor de lo que se esperaba — Escribía algunas cosas en hoja que le paso a Lee —, este será el costo de la hospitalización y los medicamentos.

Lee firmó sin dudar, casi sin interés en ver el monto. Tenía tanto dinero que prácticamente gastar un poco en el era como comprar algo innecesario que nunca usaría, pero le gustó. En la hospitalización, se acercó aún más a Yesung y terminaron siendo amigos, aún que la confianza no era tal como para que revelará que era un sicario y de los mejores pagados, no solo eso, también buscados de corea del sur. Solo le decía que su trabajo era proteger a gente y a veces salía así de lastimado, una excusa buena teniendo en cuenta al señor Lee.

Gwangju, Centro de Psicología y Psiquiatría Adulta, 12:34 pm

— Buenos días, señorita Kim JiWoo, de hoy en adelante seré su psicóloga, Mariya Takeuchi — La joven sonrió.

— Ujum — Bostezo, había sido despertada muy temprano.

— Entonces las dejare solas. JiWoo tomate tu tiempo, cuando termines podrás ver a Heechul y a Momo abajo para que vayas a casa segura —  Sujim le acarició la cabeza y se fue.

Roxanne, ahora JiWoo debido a la apropiación de su nombre coreano, contuvo las ganas de romper la mano de Sujim al hacer eso en público. No era una niña y estaba cansada de que le tratará como una.

— Entonces por favor, cuéntame un poco más de lo que ya sabemos gracias al señor Sujim — La acomodo en otra parte, quedando acostada — Puedes tomarte tu tiempo, como es la primera sesión no tomaré notas aún, solo te escucharé.

— Bien — Suspiro, iniciaría primero con Hope, que era la parte mal inútil de sus recuerdos — Yo conocí a Hope luego de conocer a otros tarados que creo que son amigos de Hope también si no estoy mal eran Paka, RM, Agust D, KittyGang, TigerV y Bunnie. Todo inicio cerca de Agosto de 2014 cuando los vi por primera vez.

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