ES UN ERROR COMÚN pensar que todos en Piltover están en mejor situación, es cierto, Luz y su familia son definitivamente más afortunados que los de Subferia, pero ella aún así no era rica.

Caitlyn Kiramman era rica, formaba parte de las familias más respetables de Piltover, su casa hacía que la casa de tres habitaciones de Luz pareciera un cobertizo. A Luz le encantaba ir a la casa de los Kiramman, los jardines estaban cubiertos de hermosas flores y césped verde. En la parte delantera de la casa había grandes puertas dobles que se alzaban sobre Luz. Los Kiramman eran personas muy altas, a pesar de que Caitlyn era ocho años más joven que Jayce, eran prácticamente de la misma altura, Jayce era solo unos pocos centímetros más alto.

Luz siempre había sentido celos de su altura, ya que medía tan solo 1,53 centímetros, una cuadra más baja que ellos. Jayce siempre le decía a Luz que crecería con la edad, que cuando llegara a la pubertad los dejaría a todos boquiabiertos con su estirón, pero ella dudaba de él. Su madre siempre había sido una mujer bajita, Jayce heredó su altura de su padre, Luz ya se parecía mucho a su madre, su color de pelo y sus ojos eran casi idénticos a los de la mujer, no le sorprendería si su altura fuera solo otro de los rasgos genéticos que Luz robó de su madre. "Concejal Kiramman", Jayce colocó sus manos detrás de su espalda mientras la mujer se paraba frente a él.

"Jayce" dijo Cassandra con indiferencia. Jayce sonrió. Cassandra Kiramman es una mujer fuerte, líder de una de las casas más influyentes de Piltover. Caitlyn y su madre no se llevaban bien, pero Jayce le estará eternamente agradecido a la mujer; sin ella, Jayce no habría podido permitirse ir a la Academia.

"¿Está Caitlyn en casa? Le pedí que le echara un vistazo a mi investigación".

Cassandra miró más allá de él, sus ojos de zafiro se endurecieron cuando vio a Luz. Cassandra nunca había sido fan de Luz, pensaba que Luz era mala compañía para Caitlyn, no lo suficientemente disciplinada como para ser considerada amiga de la casa Kiramman. Luz estaba demasiado ocupada mirando el techo de la mansión, sorprendida por el elaborado tragaluz que revelaba las nubes que llenaban el cielo, ¿iba a llover? No las había notado antes. Miró hacia abajo, sus ojos siguiendo los pilares de mármol que estaban envueltos con enredaderas verdes y cuerdas plateadas, ¿cómo podía un pilar ser tan hermoso? Se preguntó, sin palabras por la decoración a pesar de que había estado dentro de la casa de Caitlyn un millón de veces antes. Cuando sus ojos finalmente alcanzaron a la señora de la casa, notó que Cassandra la estaba fulminando con la mirada, Luz le dirigió una sonrisa inocente, tratando incómodamente de ignorar la mirada disgustada de la dama.

"¡Caitlyn, querida!" gritó Cassandra, mirando hacia la gran escalera que conducía a la habitación de Caitlyn.

La voz de Cassandra resonó por toda la mansión, el sonido rebotó en las paredes de piedra, luego el sonido de pasos: "¿Sí, madre?", preguntó Caitlyn con su fuerte acento piltoviano, un acento que solo tiene el 1% de las personas de Piltover, un recordatorio de que incluso en la Ciudad Alta, había una división entre las casas altas y bajas.

"Tus amigos están aquí" dijo Cassandra con desagrado en su voz mientras miraba a Luz.

"¡Oh!" Caitlyn sonrió. "¿Puedo ir con Jayce, madre?"

"¿Para ver su investigación?", preguntó. Caitlyn asintió. "Muy bien".

Caitlyn saltó exactamente: "¡Gracias, mamá!"

Cassandra asintió antes de volverse hacia Jayce. "Quiero ver tu investigación cuando regreses, ya es hora de que me informes sobre tu progreso".

"Por supuesto..." dijo Jayce con una sonrisa incómoda, echándose el pelo hacia atrás, un signo de nerviosismo. No es ningún secreto que Jayce no ha avanzado mucho con su investigación, no se lo ha dicho a nadie, pero también se niega a contarle a la gente sobre su investigación, alegando que 'no estaba lista'. Es por eso que Luz se sorprendió tanto cuando Jayce decidió que estaba listo para mostrarle a Caitlyn y Luz su experimento, cuando ella le preguntó qué había cambiado, él dijo que los elementos que obtuvo de Subferia eran la clave.

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      El apartamento de Jayce estaba a la vuelta de la esquina de la mansión de Caitlyn, por lo que la caminata fue muy fácil y corta, pero después de su viaje a Subferia, lo último que Luz quería hacer era caminar. "¿De verdad fuiste a Subferia?", preguntó Caitlyn con incredulidad. "¿Cómo fue?"

Jayce miró a Luz, sonriendo mientras le respondía a Caitlyn: "Huele mal".

"¿Huele mal?", preguntó ella, su acento se hacía más fuerte, como le ocurría cada vez que está llena de emociones.

Jayce se rió entre dientes: "¡Sí! Pero era un olor extraño, no sucio, solo extraño..."

“Me costaba respirar, pero no era por el olor, el aire ahí abajo es raro, es como si estuviera bajo el agua y usando un snorkel”.

Caitlyn escuchó mientras los dos hermanos explicaban cómo era Subferia, sus ojos curiosos brillaban mientras ansiaba saber más. Caitlyn siempre había sido una niña curiosa, que quería aprender todo lo que pudiera sobre el mundo fuera de los muros de su familia. Jayce creía que era por eso que él y Luz se llevan tan bien con ella, a pesar de sus diferentes orígenes e intereses, compartían la misma curiosidad implacable, la necesidad de saber, aunque sobre diferentes cosas, cada uno era un investigador, a su manera.

"¿No fue peligroso?"

"Un pequeño peligro vale la pena, ¿no crees?" preguntó Jayce.

"Pero ¿qué dijo tu madre cuando preguntaste? ¡La mía habría perdido la cabeza!"

"Oh…" Jayce no le había dicho a su madre, la verdad es que no había planeado llevar a Luz con él, pero cuando ella lo encontró empacando, no lo dejaría solo hasta que aceptara llevarla. "Yo… yo no le dije."

"No voy a decirle, para que no lo sepa", explicó Luz, esperando que si mantiene la boca cerrada, tal vez Jayce pueda llevarla allí nuevamente.

"Tienes suerte, mis padres saben todo lo que hago. Mi madre quiere que guarde las apariencias, mientras que mi padre está demasiado preocupado por si me hago daño porque soy demasiado joven todavía".

Luz frunció el ceño, recordó a su padre, se parecía mucho al padre de Caitlyn, era un hombre más tierno que amaba a su madre como si fuera el aire que respiraba, ni una sola vez vio a sus padres pelear. Él solía llamarla Luz, explicando que ese era el nombre que quería darle, pero Ximena se conformó con Luiza. Jayce notó el rostro de Luz, sus ojos vidriosos pero quietos, de la misma manera que sus ojos estaban cada vez que se mencionaban el tema de su padre. Jayce forzó una risa, cambiando de tema, "Creo que el chico cajero estaba enamorado de la pequeña Luz, le dio un libro gratis y todo".

"¡¿Qué?!" preguntó ella, saliendo inmediatamente de sus pensamientos
"¡No lo estaba!"

"Te estás sonrojando", sonrió Caitlyn.

¿Hablaban en serio? Luz pensó que la única razón por la que el chico le había dado el libro gratis era porque claramente le había cobrado de más a su hermano y se había hecho de suficientes Hexes adicionales como para que no le doliera, pero, de nuevo, ¿por qué Ekko no le había cobrado más a ella? Luz se sonrojó al darse cuenta de que probablemente tenían razón, al darse cuenta de que el chico era la primera persona que alguna vez se había enamorado de ella.

Jayce sacudió la cabeza mientras sacaba las llaves, esta vez encontrándolas fácilmente y metiéndolas en la cerradura. Empujó la puerta pero estaba atascada. "¡Rápido, tenemos que irnos!", escuchó Luz la voz de una jovencita que decía a través de la puerta, sus ojos se abrieron de par en par al darse cuenta de que había alguien en el apartamento de Jayce.

"Hola, ¿quién está ahí?"

Luz escuchó otra voz, la de un chico, pero no pudo entender lo que decía. "¡Oye!", gritó Jayce, intentando abrir la puerta a la fuerza. "¡Abre!". Le dio una patada a la puerta en un último intento desesperado por abrirla.

Luz dio un paso atrás y agarró la mano de Caitlyn mientras observaba a Jayce gritarle a la gente del otro lado de la puerta. Alguien había entrado en su apartamento. Su rostro palideció cuando se dio cuenta de que alguien de Subferia debía haberlos seguido hasta su casa, sabiendo que no había forma de que fuera una coincidencia que a Jayce le robaran el mismo día que fueron allí.

¡BOOM !

Un fuerte estruendo sacudió el edificio, Luz perdió el equilibrio y cayó con fuerza al suelo frío. Sus oídos zumbaron mientras miraba a su alrededor, el piso frente a ella estaba cubierto de escombros. Caitlyn la agarró del brazo y la levantó. Caitlyn tuvo la suerte de evitar la explosión.

"¡Jayce!" gritó Caitlyn al ver al hombre desmayado al otro lado de la habitación.

Luz se tambaleó hacia él, con la cabeza acelerada, lo que la hacía mucho más lenta que Caitlyn. "No, no", gritó. Incluso con su visión borrosa, todavía podía ver la pieza faltante de la puerta principal alojada en el estómago de Jayce.

"Jayce" sollozó, agarrándole la cabeza. Estaba inconsciente.

La cabeza le daba vueltas y el mareo se apoderó de su visión. Cerró los ojos e intentó abrirlos de nuevo, pero los párpados le pesaban demasiado. Todo se oscureció, lo último que recordaba era a Caitlyn llamándola por su nombre mientras ella se desmayaba, acostada junto a Jayce.