𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐎𝟑 | 𝐅𝐞𝐥𝐢𝐜𝐞𝐬 𝐥𝐨𝐬 𝟒
"Y siempre que se va, regresa a mi.
No importa el que dirán, somos tal para cual".
Jungkook se encontraba en el balcón de su habitación fumando un cigarro, quería despejar su mente, estaba tan aturdido por su trabajo y por aquella castaña que tenía desnuda sobre su cama con una sábana cubriendo una parte de su cuerpo, dejando al descubierto su espalda. Llevaban ya dos años en esa relación secreta, donde unían sus cuerpos con aquel placer que iba creciendo cada día más.
Ambos se conocieron en una fiesta de negocios, Jeon era el CEO y dueño de la empresa Jeon's Corporation. Era una de tantas fiestas que tenían como objetivo conocer inversionistas y accionistas para las empresas de aquellos multimillonarios, y claro, Jeon Jungkook no era la excepción.
Aquel día, llevaba un elegante traje que lo hacía resaltar ante la multitud de hombres codiciados, sin embargo, ese día no iba solo, estaba acompañando de su esposa Jung Hari. Mentiría al decir que estaba muy contento al llevarla, pero en ese caso, no era así. Amaba muchísimo a su esposa, pero todo lo que empieza, acaba, sin embargo, fingía por el bien de ambos, aunque Jeon ya estaba harto de tanta hipocresía por parte de ella y él, tenía que poner una faceta que escondía los verdaderos sentimientos que tenía el pelinegro.
Al entrar en aquella fiesta, con el brazo de su esposa a su costado, observaba el lugar, viendo quien sería su presa para esa noche, algún empresario que quisiera negociar y unir su empresa con la suya, pero su mirada captó a una hermosa castaña, que bajaba de las escaleras que tenía aquel lugar, ya que era una casa especialmente para eventos. Está traía un vestido negro que dejaba al descubierto parte de su pecho, mostrando aquellos perfectos senos que si Jeon los tocará, sentiría que estaban hechos a la medida de sus manos. Siguió el recorrido de su cuerpo, detallandolo como una obra de arte, viendo su pierna descubierta y al final, ver su rostro, notando que no era una mujer de rasgos asiáticos, parecía extranjera, ya que anteriormente no la había visto.
Sonrió como un tonto, esa hermosa mujer logró captar su atención, aunque no duró mucho su agusticidad al percatarse que no venía sola, estaba acompañada por Kim Taehyung, el mejor amigo de Jungkook.
—Asi que pensaba en que nos vendrían bien unas vacaciones en Dubai, seré la envidia de mis amigas, ¿Qué opinas cariño?
Jungkook estaba sumergido en sus pensamientos tras ver a su amigo con aquella castaña, quedó sorprendido al verlo acompañado con ella, jamás lo había visto con una mujer y no es que tachara a su amigo de amargado, sino que se había tomado un tiempo alejado de relaciones por la ruptura dolorosa que tuvo, pero eso duró poco al verlo tan bien acompañado.
—Haz lo que quieras Hari, me da igual.
—¿Por qué siempre te portas así conmigo? He tratado de llevar la fiesta en paz Jeon, pero sin embargo, te empeñas en arruinarlo. Sino querias verme aqui, me hubieras dicho que...
—Tú sabes bien que esta relación ya no funciona, además, tu quisiste venir por tu cuenta para aparentar apariencias con tus amigas.-ella lo miró molesta. —No me mires así, sabes que es la verdad, me eres infiel y tienes el cinismo de comprarle cosas con mi tarjeta, así que, yo que tu, mejor me quedo callada, así te ves más bonita "cariño".
La dejó estática y continuó observando a la chica que traía su amigo, para su suerte, él venía hacia él con una sonrisa de oreja a oreja.
—¡Jeon Jungkook, que placer volver a verte amigo!
—¡Kim, tanto tiempo!
—Lo sé, necesitaba ir de viaje para despejar mi mente.
—Es lo que veo.
Ambos quedaron en un silencio incómodo hasta que Kim habló para acabar con aquella tensión.
—Dios, que descortés de mi parte. Te vi y quise aprovechar la oportunidad para presentarte a mi prometida.
Jeon relamió sus labios al ver cómo Taehyung tomaba de la cintura de aquella castaña que había estado observando como un bobo. Al verla de cerca, notó que era aún más hermosa, ambos conectaron miradas y aquella mujer le dió una sonrisa de amabilidad.
—Ella es Maddie Young, mi hermosa y futura esposa.
—Mucho gusto señor Jeon.
La fémina tendió su mano siendo amable ante el pelinegro, quien no dudó en tomarla y estrecharla con la suya. Parecía como si el mundo se hubiera detenido para ambos, pues no dejaban de verse, sintiendo una conexión al instante.
Eso no pasó por desapercibido para la esposa de Jungkook, por lo que decidió hacer un ruido con su garganta para que notaran su presencia.
—Yo soy la esposa de Jungkook, Jung Hari.
—Encantada señora Jeon.
Ese día, Kim Taehyung los había invitado a cenar, aunque Jeon no estaba en su mejor momento, decidió ir por aquella mujer, donde nunca imaginó que sería el comienzo de una aventura amorosa.
Una sonrisa se formó en sus labios al recordar aquella noche.
Sintió unos brazos rodear su cintura y un beso en su espalda, volteó encontrándose con aquellos ojos marrones que tanto amaba, porque si, Jeon Jungkook se enamoró de ella en esos dos años que llevaban siendo amantes.
Aunque el se preguntaba, ¿ella sentiría lo mismo que yo?
Era algo que lo hacía sentir un poco inseguro.
—¿Todo bien amor?
—Si, solo estoy un poco estresado.
—Cuéntame, sabes que estoy para ti.
—Es sobre el divorcio con Hari, niega a darmelo y eso me estresa. Es muy necia.
—Entiendo, pero debes entenderla, a lo mejor aún te ama y le cuesta asimilarlo. En una parte logro entenderla, yo igual me reusaria a darle el divorcio a mi esposo si fueras tú.
—Pero ella no me ama, solo me ve como su única salvación y no quedarse en ruinas junto a su amante.
—Mmm bueno, prácticamente nosotros hacemos lo mismo, no dudo que Taehyung me engañe con mi mejor amiga. En fin, olvidemos eso y mejor vayamos a dormir.
—Yo me quedo un rato aquí, no concilio el sueño. Ve tu descansar.
—En ese caso, porque mejor no nos divertimos un poco.
La fémina quitó la sábana que cubría su cuerpo mostrando su desnudez ante el pelinegro, este tragó saliva a verla frente a él, sintiendo la excitación ante ellos. La miraba como la mujer más hermosa que halla visto en su vida y maldecia a su mejor amigo internamente por no valorarla.
—Hazme tuya Jeon. —susurró.
Jeon se acercó a ella y la tomó de los muslos para llevarla a la cama, dejándola a ella encima y que pudiera restregarse ante su miembro mientras el la besaba con delirio.
Ambos estaban en su nube de lujuria, sintiendo el calor de sus cuerpos y sus respiraciones aceleradas.
Maddie empezó un vaivén acelerado, buscando saciar el placer que aumentaba, mientras que Jeon fruncia su ceño por ver cómo la fémina restregaba su feminidad con delicia haciendo que sus labios vaginales se abrieran ante el tacto con su miembro vestido.
Jungkook mordía su labio inferior ante el placer que sentía, por lo que tomó a la fémina para luego voltearla haciendo que su rostro quedara pegado entre las almohadas y su trasero arriba, dándole una imagen exquisita al pelinegro.
Jeon empezó a masturbarse con su mano derecha mientras que con la izquierda jugaba con los pliegues de Maddie, quién gemia bajo e intentaba cerrar sus piernas para buscar aquel orgasmo que se le avecinaba, aunque no contaba con que Jeon restregara por fin su pene en su entrada para después ir hacia su clitoris, durando así unos minutos para después ingresar en ella y hacerla gritar.
—¡Oh si!—gimió la castaña para balancear sus caderas buscando autopenetrarse aún más por lo ansiosa que estaba de que Jeon la follara como él sabía hacerlo.
—Mírate, tan necesitada de mi polla estas que sola te penetras.
—¿Oh es que acaso usted no puede follarme tan duro como me gusta Señor Jeon?
Este soltó una risita por lo que dijo la castaña ya que así fue como tuvieron su primer encuentro en la cama, donde Jeon la tuvo gimiendo como gata en celo, molestando a los vecinos por la noche ajetreada que ambos amantes tenían.
—Sabes que yo te cojo mejor que aquel idiota que tienes como esposo.
—Demuestralo.
Y así fue como Maddie se tragó sus palabras cuando sintió el pene de Jeon salir para después entrar con dureza haciéndola chillar de dolor y placer.
Una, dos, tres y más embestidas sintió la fémina, había perdido la cuenta, pero estaba tan cegada a lujuria y el placer que le proporcionaba su amado que solo podía gemir y gritar su nombre como sabia que a él le gustaba.
—¡S-si, sigue así, ah Jungkook!.
—Dime, dime que soy mejor que él, que solo yo te cojo tan bien y te hago gritar como la puta que eres.
—No diré eso.
—¿Ah no? Ya veremos entonces.
Salió de ella para darle vuelta y poner ambas piernas sobre sus hombros para follarla más duro, logrando hacer eco en la habitación por los gemidos agudos de Maddie y el de sus pieles chocar, logrando sumar aún más su excitación.
—¡Si, justo asi Jungkookie!
—¿Sabes?Me encanta saber que solo yo puedo hacerte llorar de placer, antes me sentía un poco mal por ver cómo después de hacerte mía volvías con el imbécil de mi amigo. —Se acercó a su oído y susurró. —Pero no me importas, porque siempre que te vas regresas a mí. ¡Ah, no sabes como amo cogerte así, me aprietas tan bien, que siento muy acogedor tener mi polla dentro de ti!
—¡E-estoy muy cerca, más, dame más!
Aumentó el ritmo de sus penetraciones para sentir las paredes de la fémina apretar aún más su miembro, sintiendo de igual manera su orgasmo cerca.
Unas dos o tres penetraciones más y Jeon líbero su semen dentro de la vagina de Maddie, viendo como esta temblaba por el orgasmo reciente de ambos, para después escucharla suspirar del cansancio.
Salió de ella y sonrió victorioso al ver cómo salía rastro del orgasmo de él y ella. Una imagen que amaba ver el pelinegro después de follarla tan bien.
—¿Ya no estás estresado?
Este negó y le dió un beso cálido dónde fue correspondido de inmediato.
—Te amo Jeon Jungkook.
—Y yo a ti bonita.
Hola hola, por fin otro one shot del amor de mi vida, la verdad si me gustó, incluso más que el anterior.
Espero les guste y no olviden dejar sus comentarios para saber que tal les pareció.
Nos leemos pronto. 💗
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