CAPITULO CINCUENTA Y CUATRO;
AVADA KEDAVRA

El lugar estaba completamente oscuro, el eco de agua caer se escuchaba por el lugar. Tosió levemente cuando sintió su garganta seca, al tener la cabeza gacha, su cabello rubio caía por su rostro. Levantó ligeramente la mirada, y maldicio para sus adentros, había estado ahí antes, recordaba haber visto como mortifagos eran torturados y asesinados.

Miró a su lado y dió por confirmado que Rabastan se encontraba atado a una silla, aún inconsciente. Regreso su mirada al frente y sintió una incomodidad adueñarse de su cuerpo.

Estaba oscuro a su alrededor, lo única luz que había en el lugar estaba sobre ella y Rabastan, cerró los ojos tratando de tranquilizarse, escuchaba sonidos que se sentian como amenazas hacía su persona, crujidos, pasos que se acercan, voces, puertas que se abren o se cierran. Eso generaba la oscuridad en ella, sentía miedo de ella, la hacía sentir una intensa ansiedad y angustia.

Bufó cuando sus manos comenzaron a temblar levemente, el sudor en su frente, la hacía sentir frío, mareo, ganas de vomitar, la dificultad para respirar se estaba apropiando de ella, y se negaba a vivirlo...una vez más.

—No deberías preocuparte, querida.—una voz se hizo presente en el lugar, se escuchaba furioso y a la vez con un toque de diversión.

Marlene se alarmó pero trató de no darlo a conocer, estar frente a Sirius le daba un sin fin de emociones a su cuerpo, más que nada los nervios y miedo. Había aceptado el riesgo de enamorarlo y sacar todo tipo de información de la orden, a la vez que también sabía los riesgos que eso implicaba.

—Mala suerte la mía. —Marlene levantó la mirada y observó a Sirius parado frente a ella. —Un año en Azkaban y ya estás acabado, Black. Debo decir que me sorprendió el que...no me saludaras ahí dentro, según recordaba, estabas enamorado de mí. —una sonrisa socarrona se posicionó en el rostro de la rubia.

La mandíbula apretada de Sirius, daba a entender que estaba furioso, sobretodo porque había sido engañado e ilusionado, solo por información, que al final del caso el ganó, y logro su cometido. Iluso.

—Pudiste haberme seducido con tus encantos de buena niña...—se acercó a Marlene y la tomo de la barbilla para que lo mirara—Pero yo siempre gano, McKinnon, pudiste pasarle información a Dumbledore, pero no sirvió de nada, yo gané. No soy tan ingenuo como tú querido esposo o...cómo tú querido hijo.

Marlene lo miró con intenso odio mientras intentaba liberarse del agarre de las cuerdas que la ataban a la silla, aunque sin éxito alguno.

Sirius se acercó a su rostro peligrosamente y apretó el agarre en su mandíbula: —Será mejor que comiences a comportarte, no querrás pagar las consecuencias.

—Lo haré cuando me regreses a mi hijo. —Marlene escupió con odio.

—¿Crees que soy estúpido? En cuanto tengas a ese maldito niño buscarás la forma de asesinarme, y bueno, yo aún no puedo morir sin lograr mi cometido.

Marlene soltó una risa cínica: —¿Y cuál es tu cometido? Claro, si se puede saber.

Sirius miró a Marlene con una sonrisa maliciosa: —Quiero a toda la familia Black Granger, tres metros bajo tierra.

—No pudiste ni siquiera hacer bien un Avada kedavra, cuando intentaste matar a Regulus. ¿Que te hace creer que ahora puedes hacerlo?

—El hecho, de que su familia se está desmoronando poco a poco. La debilidad de cada uno, es su familia y no hay nada más terrible que la familia separada o peor aún, muerta.

—¿Crees que podrás matarlos fácilmente?—Marlene lo observó divertida—Ellos son más poderosos sin varita, más de lo que tú alguna vez podrás serlo. Ellos no necesitan huir de sus problemas como tú. Ellos no necesitan del apellido Black para ser importantes. Ellos no son unas sucias perras que necesitan de acostarse con su mejor amigo para ser...

La mano de Sirius impacto contra su mejilla, causando una fuerte bofetada. Nuevamente, su mano izquierda impacto contra la otra mejilla de Marlene, recibiendo otra vez, una fuerte bofetada.

Sirius la tomo por el cabello, alzando su mirada para que lo observará, sangre salia de la boca de Marlene, consecuencias de las bofetadas.

—Debes aprender a comportarte amor—puso su mano sobre la mejilla rojiza de Marlene, quien bruscamente la aparto con solo mover la cabeza—Yo siempre estaré en tu vida cariño. Ni siquiera Crouch es capaz de complacerte como yo lo hacía, saber que nunca me podrás dejar, debe ser emocionante en tu vida—dejo un casto beso en sus labios—Jamás volverás a ver a tu hijo. —besó su frente con suavidad.

Antes de que Marlene, si quiera dijera algo, un quejido se escuchó a su lado, dando a entender que Rabastan había despertado.

—Esto es... divertido—dijo Sirius separándose de Marlene—Ahora que nuestro amigo despertó, deberíamos jugar un juego. —Sirius se acercó hasta una pequeña caja al lado de unas vitrinas. Cuando saco la mano, un arma muggle estaba en ella, nuevamente cerró la caja, acercandose a Marlene y Rabastan. —Es emocionante observar las maravillas que los muggles pueden hacer, incluso, los juegos tan...divertidos que surgen. Cómo...la ruleta rusa.

Lune_black

Maratón 2/8

¿Esperaban que Marlene tuviera un hijo? 😶

¿Que creen que suceda ahora? 🤔