𝑺𝒕𝒓𝒊𝒌𝒆
Hace tiempo, existía un niño de cabello castaño y alegre, llamado Wataronawa.
Wataro siempre había admirado a su hermano mayor, Torunawa, el cual fue campeón de bolos en la ciudad. Desde pequeño, soñaba con seguir sus pasos y ganar las competencias.
- "Algún día seré tan genial como tú." - Le dijo un día que lo vió regresar de una competencia que había ganado.
- "De seguro que lo harás, y seré yo quien te felicite." - Le responde Toru, animando a su pequeño hermano.
Con el tiempo, el pequeño creció, y comenzó a destacar en las competencias de bolos de su pueblo, aunque nunca ganaba el primer lugar, si quedaba siempre entre los primeros tres lugares.
La gente intentaba desanimarlo:
- "¡Deja de intentarlo, nunca serás bueno!" - Le decían siempre.
Pero al joven nunca le importaban esos comentarios, esforzándose lo máximo para ser el mejor en los bolos.
Un día, en un conocido torneo local, Wataronawa se enfrentó a Hiro, el jugador favorito para ganar. Todos decían que Hiro era invencible, con una precisión y técnica impresionantes por su experiencia en las competencias.
A pesar de que su rival era bueno, Wataro no se rindió. A pesar de que muchos lo menospreciaban, considerándolo torpe y sin talento que siempre quedaba en segundo lugar, él sabía que con sus esfuerzos y entrenamiento lograría al menos tener algo de puntos a su favor.
La competencia comenzó, y Hiro demostró su habilidad, acertando un strike tras otro strike; el castaño por otro lado tuvo un comienzo difícil en la competencia debido a los nervios que sentía en ese momento, pero no se dió por vencido.
Con cada lanzamiento, Wataronawa mejoraba, enfocándose en su técnica y concentración. La multitud se sorprendió al verlo superar obstáculos en las rondas y acercarse a Hiro en la puntuación.
- "¡Vamos Wataro!" - Lo animaba Torunawa desde la multitud, mostrando su máximo apoyo hacia el joven castaño.
En la última ronda, Wataronawa necesitaba un strike para empatar con el favorito a ganar. La tensión era palpable; el castaño respiró hondo, se enfocó y lanzó la bola.
La bola rodó hacia los bolos, y la multitud contuvo la respiración. ¡Strike!
El público estalló en aplausos. Wataronawa había empatado con Hiro. La competencia se decidió en un último tiro adicional.
Wataro con la confianza renovada, lanzó la bola con mucha precisión y fuerza. ¡Otro strike!
La mediana multitud explotó de emoción, sin creer lo que había pasado. Wataronawa había ganado el torneo, demostrando que con esfuerzo y perseverancia, cualquier cosa es posible.
Hiro se acercó y felicitó al joven castaño.
- "Eres un verdadero campeón, no subestimes nunca tu potencial." - Le dice el competidor a su rival.
Wataro sonrió, sabiendo que había superado no solo a Hiro, sino también sus propias dudas.
Tomando el trofeo, lo alzó en el aire.
- "¡Lo hice hermano!" - Exclamó con alegría a su gran hermano mayor, orgulloso por ganar su primera competencia importante.
El joven le demostró a todos que cualquiera puede ganar con esfuerzo y determinación.
- 𝓡𝓸𝓼𝓮𝔃𝓸𝓷𝓮𝓼.
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