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008 || hope, problems and a file

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Chapter Eight
Esperanza, problemas y un expediente

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VIOLET ARINKA PETROVA (Вайолет Аринка Петрова en ruso) nació el 17 de Mayo de 1987 en Moscú, Rusia. No se tiene registro alguno sobre la presencia de algún familiar puesto que cree que todos fueron asesinados por el programa de las viudas negras, en el cual Petrova fue forzada a participar.

Se cree que Petrova fue reclutada por el general Dreykov cuando tenía entre 4 y 6 años ya que no tiene recuerdo alguno de su vida antes de pertenecer a aquel grupo. Fue educada y adoctrinada en el mundo del espionaje por alguien a quien llama Madame B. Petrova se destacó en sus habilidades de tiradora y al ser una hacker bastante inteligente.

Fue sometida a un intenso entrenamiento diario, que incluía entrenamientos en combate cuerpo a cuerpo, acrobacias, entrenamiento con armas, lecciones de ballet y habilidades tácticas, lo que la hizo volverse un arma muy valiosa para la red room.

No se tiene un conteo exacto de la cantidad de misiones de las que fue parte, pero se tiene un aproximado de 100 y 200 desde que tiene 8 años hasta sus 21 (que fue cuando traicionó a la KGB). No todas sus misiones tenían que ver con asesinatos, pero se sabe que cometió bastantes, tanto en entrenamientos, como en esas misiones.

Se le adjudican asesinatos de diversos políticos, secuestros de agentes de diferentes agencias de inteligencia, torturas a sus propias compañeras en la red room y golpes cibernéticos que filtraron información clasificada en todo el mundo (leer el resto de expedientes anexados a esta carpeta para mayores detalles).

Tiene un alto conocimiento en idiomas, tales como inglés, ruso, español, francés, italiano, alemán, latín, mandarín, portugués, árabe y griego. Hablando todos de manera fluida y siendo una de las mejores traductoras de las que se tiene registro no solo en Rusia, si no en el mundo entero.

Logró adaptarse a un entorno de entrenamiento estricto, en donde como acto final para completar su formación, fue esterilizada. Esto fue hecho con el fin de evitar cualquier distracción y centrarse exclusivamente en sus misiones.

Sus misiones mas importantes fueron en compañía de Natasha Romanoff, con quien llegó a hacer equipo en mas de una ocasión, lo que hizo que ambas se volvieran de los elementos mas valiosos de la organización.

Petrova apareció en el radar de S.H.I.E.L.D como una amenaza junto con Natasha Romanoff, debido a sus crecientes reputaciones como asesinas experta, lo que llevó a Nick Fury en el año 2008 a enviar a los agentes Clint Barton y María Hill para eliminarlas. Sin embargo, Barton y Hill desobedecieron las ordenes al observar las increíbles habilidades de ambas viudas, haciendo que ambos le recomendaran a Nick Fury que las reclutaran en S.H.I.E.L.D a sus 21 años.

Al momento de su ingreso a S.H.I.E.L.D se le prohibió volver a Rusia hasta nuevo aviso, esto para evitar una traición o que escapara. Estuvo bajo la vigilancia de la agente María Hill durante un año, año en el que demostró ser una gente de confianza y con un gran desempeño no solo para misiones de extracción e infiltración, si no también para la protección de muchos elementos importantes para la nación.

Su paso final para unirse a S.H.I.E.L.D fue le hackeo de las bases de datos de la red room para dar con su ubicación. Esto para completar la misión de Natasha Romanoff de destruir aquella agencia, dándole muerte al general Dreikov.

El trabajo de Petrova consistió en ser la mente detrás de todo lo que Romanoff haría en compañía de Barton en Budapest, además de ser la encargada de toda la parte técnica de la misión.

Petrova fue considerada para la iniciativa Vengadores, sin embargo la agente rechazó la propuesta argumentando que aunque deseaba seguir ayudando a las personas, prefería hacerlo de manera independiente haciendo misiones por su cuenta para S.H.I.E.L.D. 

Su nombre alias por el cual fue conocida en la red room y en algunas de sus misiones para S.H.I.E.L.D fue red widow.

Spencer quedó boquiabierto en cuanto terminó de leer el expediente que había impreso momentos atrás. Recordaba cada palabra de ese expediente desde la primera vez que lo había leído, pero aún así sentía la necesidad de volver a leerlo.

Ahora conocía personalmente a aquella viuda y no podía creer que la hermosa chica de cabellos rubios con quien ahora trabajaría había tenido que pasar por tantas cosas desde una edad tan corta. Justo como su mejor amiga.

Adeline...

En todo lo que había leído no se había mencionado absolutamente nada sobre su amiga, ni tampoco en ningún otro expediente revelado sobre las viudas, pero ella parecía tener un gran problema con Violet, uno que era lo suficientemente fuerte como para golpearla fuertemente cuando se vieron en las instalaciones de la UAC.

¿Qué había pasado entre ellas? ¿Por qué Adeline parecía detestarla tanto? ¿Acaso Adeline había sido una de las viudas a quien se menciona que Violet torturó durante su estadía en la red room y por eso sentía tanto odio por ella?

Tenía demasiadas preguntas en la cabeza, sin embargo sabía que Adeline no las respondería, no cuando la pelirroja se negaba tanto a hablar sobre su pasado y siempre evadía el tema con su usual sarcasmo, por lo que si quería obtener esas respuestas tendría que hacerlo de otra manera.

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Eran las seis de la mañana cuando Violet despertó bañada en sudor, con su respiración agitada y varias lagrimas que brotaban de sus ojos. 

Nuevamente había vuelto a soñar con el momento en que Stephen había desaparecido en sus brazos, además de todos los momentos que vivió en el espacio antes de ser encontrada.

Suspiró cansada. Ya no quería seguir sintiéndose de esa manera, quería volver a ser ella, sin embargo sabía que no lo lograría... no sin Stephen a su lado.

Sabiendo que no podría volver a dormir, Violet se levantó para encaminarse al baño y tomar una ducha e intentar alejar todos esos recuerdos tan dolorosos. Dentro de unas horas tendría que presentarse en la UAC, fingir que todo estaba bien dentro de ella, ignorar el dolor del odio por parte de Adeline, comenzar con esa misión de infiltración para evitar que la gente descubriera todo lo ocurrido con Thanos...

Y lo odiaba enormemente.

Ella ya no quería seguir formando parte de nada de eso, estaba cansada de las estúpidas misiones para un gobierno que solo buscaba cuidar su trasero, de burócratas idiotas que ponían a otros a hacer el trabajo sucio para lograr salir bien librados, de la política corrupta... estaba harta de todo eso.

Lo único que ella deseaba era poder vivir una vida junto a Stephen.

Ser su esposa, buscar la manera de comenzar a formar una familia, envejecer junto a él.

Una vida que le terminó siendo arrebatada por Thanos... 

El sonido de la puerta siendo tocada hizo que Violet saliera de sus pensamientos. Cerró la llave y colocó una toalla alrededor de su cuerpo para cubrirse, tomó otra toalla para evitar mojar el suelo con su cabello y abrió la puerta.

— Violet... lo encontramos— habló Natasha dejando a la rubia sin palabras

Ella sabía a quien se refería su amiga, estaba enterada de como los Vengadores estaban en búsqueda de Thanos para intentar recuperar las gemas y tal vez dar otro chasquido para traer de vuelta a todos aquellos que se habían ido. 

No podía creer que lo habían logrado. Si era honesta, no creía que eso pudiera funcionar, no creían que encontrar a Thanos fuera posible, no cuando este podía esconderse en cualquier parte del universo.

— ¿Cómo lo encontraron?— preguntó Violet sonriendo por primera vez en todos estos días

— Nébula. Ella desde un inicio nos dijo a donde iría Thanos después de cumplir su objetivo, el problema era que no teníamos los recursos adecuados para ir, además de que la única nave que podría llevarnos aún se encontraba bajo mantenimiento— explicaba Natasha también sonriendo— Hace un par de horas terminaron las reparaciones y Rocket encontró una señal con la ubicación exacta... iremos por él

— Voy con ustedes— se apresuró a decir Violet

— Espera... no puedes venir con nosotros... lo siento, pero como te lo comenté, esta búsqueda fue clasificada para el gobierno y con el trabajo que ahora tenemos, no podemos ausentarnos las dos, eso solo levantaría sospechas y no queremos que ninguno de ellos se involucre— dijo Natasha tomando a su amiga de la mano— Iré yo... acabo de hablar con el agente Hotchner y le dije que me iba a ausentar hoy por tener una última junta para asegurar mi ingreso a la UAC, necesito que me cubras, ¿Está bien?

Violet no quería perderse la oportunidad de ver morir a Thanos, pero terminó accediendo sabiendo que Natasha y el resto de los vengadores estaban haciendo lo correcto al mantener sus acciones ocultas del gobierno.

— Si todo sale bien todos podrán volver y tal vez podamos abandonar esta misión antes de lo previsto, solo tal vez meter expedientes falsos para justificar los regresos de quienes se fueron, pero todo será mas simple— seguía diciendo Natasha— ¿Puedes hacer eso por mi? ¿Puedes cubrirme con los demás? 

— Lo haré— asintió la viuda con gran felicidad

Esa mañana, Violet pudo volver a sonreír, pudo volver a sentir la dicha de estar viva... podría volver a reunirse con su amado y todos sus planes de una boda podrían continuar. Tendría esa vida de ensueño junto al hombre de sus sueños.

¿Cierto?

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El buen humor de Violet fue notable para todo el equipo de la UAC, en específico para Spencer, quien notaba un claro cambio en las emociones de la rubia, quien había llegado saludando a todos con una gran sonrisa mientras comía una paleta de caramelo.

Tenía algunas ojeras marcadas y los ojos un poco pequeños por lo que Spencer podría asumir que era una falta de sueño, pero eso no quitaba que la rubia se mostrara en un humor completamente diferente al que había mostrado el día anterior.

— Buenos días agente Reid— sonrió Violet sentándose en el escritorio que se encontraba frente al de él

— Puedes llamarme Spencer. Buenos días para ti también, agente Petrova— sonrió de vuelta el castaño— Luces... feliz

— Estoy muy feliz en realidad, pero puedes llamarme solo Violet, eso de que me llames por mi apellido y mi cargo suena demasiado formal— respondió ella dejando sus cosas sobre el escritorio— Y siendo honesta, no me gusta mucho nada de eso. ¿Qué tal tu mañana?

— Bastante tranquila diría yo...

El carraspeo de una garganta hizo que Spencer se detuviera en lo que estaba por decir. Adeline se encontraba detrás de él, viendo de una manera bastante seria a Violet, quien borró su sonrisa por unos instantes al ver a la pelirroja de brazos cruzados frente a ella.

Por supuesto que Violet sintió demasiada tristeza al ver como Adeline se estaba comportando, mucho mas cuando por mas que intentara recordar que le había hecho para que actuara de esa manera y no tuviera éxito alguno. Quería acercarse, quería hablar con ella, pero conocía perfectamente a la mujer frente a ella y sabía que eso no resultaría nada bien.

— Agente Ivanova, buen día— dijo Violet con cortesía y fingiendo una sonrisa

— ¿Dónde está Romanoff? Hotch nos quiere a todos en la sala de juntas para su presentación oficial— habló la pelirroja de manera hostil

— Tuvo que ausentarse para una última junta con el director del FBI— contestó Violet sacando de su boca la paleta que comía

— ¿Y cómo por qué estaría en una junta con él? Para llevar un día aquí llevan demasiadas juntas...

— No se si lo recordará, agente Ivanova, pero tanto Natasha y yo somos originarias de Rusia. Si, fuimos de alguna manera exiliadas del lugar, pero lo seguimos siendo— interrumpió Violet poniéndose de pie— Tenemos aún algunos documentos que arreglar puesto que no contamos con un acta de nacimiento oficial y todas esas cosas para papeleo. Yo logré resolver mis problemas antes de presentarme ayer, pero Natasha tuvo complicaciones por lo que prefirió arreglar todo de manera personal. ¿Algo mas?

Spencer podía notar la tensión que había entre ambas viudas.

Adeline miraba a Violet con molestia, mientras que la rubia trataba de mantener un semblante lo suficientemente tranquilo como para que no se comenzara una nueva discusión como la que habían tenido un día antes.

— Eso pensé— sonrió Violet al no escuchar ninguna otra palabra por parte de la mujer— Y por cierto, agente Ivanova, yo no vine aquí a causar problemas, vine a ayudar. Si tiene algún problema conmigo lo mejor es dejarlo de lado porque ambas sabemos que no voy a tolerar mas faltas de respeto como la ocurrida ayer y tampoco me voy a ir solo porque no le agrado. No metamos nuestra vida personal en lo laboral

El corazón de Violet sentía demasiadas punzadas por estarle hablando de esa manera a quien consideró por tantos años su hermana, pero estaba mas que claro que no iba a permitir que Adeline la volviera a golpear o que hiciera algo en contra de ella. No quería problemas, pero no se quedaría sin hacer nada si la situación se llegaba a repetir.

— Si no quiere tener contacto conmigo es completamente aceptable, no la voy a forzar a nada, pero seamos respetuosas la una con la otra— siguió diciendo Violet mientras comía su dulce— Si lo que quiere es que o tenga contacto con usted, perfecto, no le dirigiré ni siquiera una mirada a menos que sea necesario, pero evitemos que el resto del equipo se vea afectado por nuestro pasado. Si en algún momento quieres que lo hablemos en privado, estaré encantada de escucharte, si no quieres, también lo comprenderé, pero lo que ocurrió ayer, te prometo que no volverá a pasar

Spencer se sentía bastante incómodo al estar en medio de toda esta situación, pero prefirió no moverse o decir algo que pudiera hacer que alguna de las dos reaccionara de una manera agresiva. Conocía de lo que Adeline podía ser capaz, pero no sabía nada con respecto a Violet y prefería no saberlo en una situación como esa.

Violet se acercó demasiado a Adeline, ambas estaban frente a frente mirándose de una manera no del todo amigable, por lo que Spencer supo que era el momento para levantarse e intervenir para separarlas.

— Yo creo que lo mejor será ir a la sala de juntas. ¿No creen?— preguntó Spencer con nervios— Creo que ya solo nos están esperando a nosotros

— Si, deberíamos hacerlo— sonrió falsamente Adeline— Después de ti, Spence

El castaño no quiso discutir y caminó en dirección a las escaleras, sin saber que Adeline y Violet todavía compartirían unas palabras en un tono no del todo amigable.

— No vengas a fingir que eres alguien buena porque ambas sabemos que no es así. Ni tu ni Natasha lo son— le dijo Adeline a la rubia— No voy a dejar que te metas a mi familia y les hagas lo mismo que a mi. La Adeline que conociste hace años ahora está muerta y no te querrás enfrentar a mi, no sabes de las cosas que soy capaz de hacer con tal de mantener a mi familia a salvo

— Pues la Violet que conociste aún existe y creo que sabes perfectamente hasta donde soy capaz de llegar si me haces algo o a Natasha. Guarda tus amenazas que no me asustas— respondió Violet con la misma seriedad— Ya te lo dije, no vine a hacerle daño a nadie, así que puedes estar tranquila

La rubia se alejó tragándose las lágrimas que amenazaban por salir de sus ojos por el enfrentamiento con Adeline.

Ella era su hermana, tal vez no de sangre, pero era su hermana y hubiera dado su vida por ella de ser necesario. Comprendía que ella podría estar molesta por la manera en la que había abandonado la red room y por no haber vuelto por ella (por mucho que lo deseara), pero en su defensa podía decir que intentó buscarla, pero jamás logró dar con ella, ni siquiera después de que la KGB cayera y rescataran a todas las viudas.

— ¿Estás bien?— le preguntó Spencer a Violet en cuanto empezaron a caminar juntos por el pasillo

— Si, lo estoy— asintió ella forzando una sonrisa— Creí que ya estarías en la sala de juntas

— Quise esperarte para ver si necesitabas algo. También a Adeline, pero la veo muy molesta y creo que prefiero darle su espacio para que se calme, intentaré hablar con ella después— contestó viendo como Adeline se recargaba en un escritorio para tomar aire— No me gusta verla así, pero también se que necesita su espacio para calmarse por lo que sea que esté pasando

— Entonces debo asumir que no sabes mi historia con ella y el porque reaccionamos así al estar juntas— cuestionó Violet levantando una ceja curiosa y recibiendo un asentimiento por parte del hombre— De alguna manera lo esperaba. Historias para otro momento y que tal vez en algún momento sepas, mientras, creo que será bueno presentarme formalmente con todos

Violet preparó la mejor de sus sonrisas y entró a la sala de juntas en donde todo el equipo la volteó a ver de manera inmediata. Ella sabía quienes eran todos y cada uno de ellos, había leído sus expedientes, incluso aquellos que permanecían bloqueados por diversas barreras, sin embargo sabía que debía andarse con cautela, por lo que debía actuar como si no supiera absolutamente nada.

— Ella es la agente Violet Petrova— presentó Hotch— La agente Romanoff también se va a incorporar con nosotros, sin embargo en estos momentos se encuentra atendiendo el llamado por parte del jefe del FBI, pero en cuanto esté disponible llegará con nosotros

— Un placer conocerlos a todos. He escuchado cosas grandiosas de todos ustedes y me emociona formar parte de esto— sonrió amablemente la rubia— Se que algunos de ustedes deben de conocerme por los expedientes que se llegaron a filtrar años atrás, pero me gusta creer que nada de lo que las organizaciones puedan decir de mi es cierto. Soy creyente que nuestras acciones son las que nos definen y no lo que otros puedan decir o escribir, así que espero que me den una oportunidad para conocernos y llevar una buena relación laboral

— Así será. Soy Derek Morgan— exclamó el moreno extendiéndole la mano— Bienvenida al equipo

El resto de agentes se presentó. Violet pudo sentir que aún había un poco de incomodidad ante su presencia, sin embargo no dejó que nada de eso la afectara. No cuando ese día se sentía tan feliz ante la oportunidad de volver a reunirse con el amor de su vida.

Tenía la esperanza de que así sería.

Recuperaría a Stephen y todo volvería a seguir el curso que debía.

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