𝐏𝐀𝐍𝐈𝐂
5.59 p.m
Martes 13 de julio, 2021
Recuerdo vagamente cómo nos conocimos, estabas enfadado de que Opheebop enfermara ya que seríamos solo tú y yo en la salida. Aunque eso no evitó lo preocupado que estuviste por ella aquellos días.
También recuerdo habernos llevado pésimo en sus inicios, me alegro de haber dado el primer paso para que eso cambiara. Y agradezco tanto que te hayas quedado conmigo desde aquel entonces.
No sabría cómo definir nuestra amistad. ¿Rara? por supuesto, pero encantadora y honesta.
El bullying no hace falta, a pesar de que seas un tipo enojón y pequeño tienes un gran corazón. No miento, no tienes idea cuanto anhelo que ese corazón sea mío.
Llevo un buen rato tratando de conquistarte. Sorpresa, no da resultados.
Pero eso no importa, porque aún te tengo a mi lado. Tengo al bello chico de baja estatura, al que oculta su hermosa sonrisa y personalidad al mundo, y no duda en compartirla con mi afortunada vista. Mis sentimientos serán restados y ocultos, solo si eso significa tenerte a mi lado por siempre.
Little Man, querido amigo. Te amo, pero tu corazón no es mío.
Ron cerró su cuaderno y ordenó el resto de apuntes en su mochila al escuchar el sonido del timbre. Fue el primero en salir corriendo del aula.
No le tomó mucho llegar a su destino, aula 206-B horario de química.
Distinguió de entre todos los alumnos a Little Man. Últimamente llevaba esos audífonos inalámbricos que lograban que Ron lo distinga de la multitud con facilidad, aunque admitía que se le veían bastante bien.
-¡Hey, Little Man! - la carpeta se recostó contra la pared de la puerta del aula esperando que su amigo terminara de guardar sus libros.
-Hola -no se inmutó en saludarlo con un apretón de manos o una simple sonrisa. Estaba más molesto de lo usual, aunque Ron sabía que los Martes actuaba de esa manera, él siempre venía preparado.
-¿Mal día? - sacó una bolsa de Doritos de su mochila y se la entregó a Little Man, quien solo la tomó agradeciendo con una sonrisa.
-Ya sabes, esos simios imbéciles no cerraban la boca, ¡no pude concentrarme! luego se preguntan porqué repruebo química- llevó un dorito a su boca y continuó quejándose con Ron. La carpeta se limitaba a oirlo.
Durante todo el transcurso, la carpeta solo contestaba las preguntas del más bajo ladeando la cabeza, asintiendo o negando.
Su mirada se perdía en ese enojado y lindo rostro, sus oídos se inundaban de ese tono enfadado y dulce.
Caminaron toda la escuela hasta la salida, observando al resto de estudiantes y algunos profesores retirarse del edificio. La luz del atardecer es suave y dorada, creando una atmósfera mágica que transforma la apariencia de todo lo que toca.
Ambos chicos llegan a la esquina de su despedida diaria, ya que toman diferentes rutas. Pero ésta vez, Ron decide cambiar algo.
-Oye, Little Man - logra captar la atención de su amigo, poniéndose un poco nervioso.
-Hoy hace algo de frío, ¿no crees?- Ron tamborea su pie contra el suelo unos segundos antes de continuar - Uh... ¿no quieres que te acompañe hasta tu casa?- por primera vez su voz, que siempre se mostraba segura y arrogante, transmitía nerviosismo.
El silencio gobernó unos segundos. Little Man se quitó los audífonos bajandolos a la altura de sus pequeños hombros. Guardó la bolsa en su mochila y respondió.
-¿Lo dices en serio? Eh... no lo tomes a mal, es solo que a menudo te gusta volver solo - Todavía compartían miradas en aquella esquina.
-No hay nadie en mi casa esperando por mí... vamos, solo será un rato hasta tu casa. Aunque si quieres salir no tengo problema... Ouch!- su coqueteo se vió interrumpido por un golpe en el estómago que Little Man alcanzó con su mochila.
-Lo que digas, Romeo- Con las mejillas teñidas de rojo, indicó a Ron el camino hasta su casa. Las calles se mostraban más oscuras y peligrosas al pasar los minutos. Podían volver caminando ya que no quedaba bastante lejos.
(. . .)
-Es aquí - Little Man señaló una casa minimalista y... algo pequeña, saltó dos veces para alcanzar la manija de la puerta y abrir. -Siéntete como en casa- invitó. Dejó que Ron se pusiera cómodo mientras él iba por bocadillos a la cocina.
Ron se detuvo a observar la casa en silencio, tomó asiento en el sofá y luego observó un cuadro con una foto de ambos, fue el día que se volvieron mejores amigos. Tomó la foto entre sus manos y pasó su dedo por el vidrio que protegía la imagen.
Él no tenía idea de que Little Man apreciara ese día al igual que él, su corazón dió un vuelco al tan solo pensarlo.
Dejó la foto en su lugar y continuó explorando la casa con la vista, Little Man parecía tardar un poco puesto que Ron ya se estaba aburriendo de esperar, aunque solo habían pasado cuatro minutos.
-Pfft... ¿por qué tarda tanto?- Se echó de espalda en el sofá, pero fue interrumpido por un dolor en su espalda. -¡Ouch! qu- Una libreta con pasta garabateada fue lo que ocasionó su dolor, tomó el objeto en sus manos hasta realizar que el libro que sostenía era una libreta de dibujos la cual pertenecía a su pequeño amigo, aparentemente.
Pero... estamos hablando de Ron, él no iba a dejar algo que llamara su atención así por así. Abrió la libreta y empezó a ojear algunos bocetos sin completar, prácticas con acuarelas, garabatos con lapicero y... ¿un dibujo de él?
Sostuvo la libreta más de cerca, en efecto, era él. La textura daba a que fue un boceto hecho en plena clase, el color gris en su totalidad debido al lápiz... pero lo que más resaltaba eran aquellos corazones pintados con tinta roja brillante.
Ron no entendía.
-Listo, más te vale no haber roto nada- Little Man volvió a los pocos minutos con una bandeja de magdalenas en sus brazos. Pero se alarmó al ver a Ron con su preciada libreta en manos. - ¿Qué haces? ¡Deja eso! - Saltó al sofá y le quitó la libreta de las manos con brusquedad.
-Woah... calma amiguito, solo es una libreta- Ron observó con ternura como Little Man tenía esa expresión enojada en su rostro... sabía que era capaz de matarlo a golpes pero no le tomó importancia.
-¿No te han dicho que husmear en cosas ajenas es de mala educación?- Suspiró con fuerza para no gritar, su semblante cambió a visible preocupación, -¿Qué tanto viste?-.
-Ehh... no mucho- Mintió, pero quiso aclarar su duda antes de cambiar el tema de conversación - ¿Por qué me dibujaste?-.
Ahora sí que estaba jodido.
Pronto el blanco rostro de Little Man se tiñó a carmesí, de vergüenza e ira combinado con un gran nerviosismo. Lo único que alcanzó a decir fue:
- Qué chucha te importa- cruzó sus brazos negándose a hablar. Evitó el contacto visual con Ron bajo cualquier circunstancia.
-Bueno... soy yo, obviamente me incumbe- Tomó una magdalena y se la comió, luego miró a Little Man, el cual permanecía quieto, perplejo... y avergonzado.
-Meh, no te hagas el interesante..- Quiso dar por finalizado el tema. Se sentó y encendió la TV. Cuando creyó que había esquivado la pregunta de su amigo, Ron habló.
-No lo hago...- Ron le bajó el volumen a la TV hasta dejarla en cero, proyectando solo la imagen de una caricatura. -Y no me esquives la pregunta bro... no creo que sea algo malo- Ron intentó calmar los visibles nervios de su amigo al relajar su tono.
Little Man suspiró, sentía que iba a estallar y no metafóricamente. Miró a Ron por unos segundos y él le sonrió,aquello sólo sirvió para desviar su mirada avergonzada una vez más.
-Estaba aburrido en clase de química...- Mintió, pero sentía que era necesario si así protegía su valiosa amistad con Ron. Ron arqueó una ceja y se inclinó de hombros.
-¿Y por qué los corazones? - La carpeta quizás no entendía la seriedad del asunto, ¿o era Little Man el que le daba demasiada importancia?
-¿Por qué tantas preguntas?- Rodó los ojos en enfado, si que era un excelente actor. -¿No quieres saber por qué usé lápiz y no plumón también?-.
Ron observó a su amigo, pero sabía que le mentía. Little Man no lo estaba mirando a los ojos ¡ni siquiera lo estaba mirando! era obvio que algo andaba mal con él.
-No me estás mirando, ¡anda! ¿Es que acaso hice algo que te enfadó?- Puso un dedo en el hombro de Little Man para que el pequeño lo viera, pero aún así no cedió. -Desde hace semanas haces esto...-.
-¿Hacer qué? ¡No me dramatices el tema, Ron!-
-¡Eso! cada vez que me hablas no me miras, y si te pregunto por eso solo me gritas-
-¡Yo no grito!- Gritó.
Ron quitó su mano, volvió al volumen de la TV a la normalidad con intenciones de abandonar el tema. Pero al dejar el control remoto en su lugar sintió como una pequeña mano envolvía la suya.
-Honestamente no sé porqué lo hago... Ron- Tembló, Little Man se estaba lamentando por hacer eso.
-Entonces no lo hagas...- Entrelazó su mano con la de su compañero y le dedicó una sonrisa. Little man rió avergonzado y lo miró a los ojos.
-¿Podemos solo... quedarnos así un rato más?- Ron se sorprendió por la propuesta, pero no le molestó la idea.
-Por tí, me quedaría toda la noche así si es necesario-. Se acercó a Little Man y envolvió su mano.
Ambos permanecieron la noche entera con las manos entrelazadas, con mucho de qué hablar al día siguiente. Pero esa pequeña acción había respondido millones de preguntas sin la necesidad de una sola palabra.
( . . . )
Si alguien esperaba actualización de ésto, lo admiro.
Y sim, es el final, quizá escriba un epílogo ya que tengo algunas ideitas pero el tiempo no me da, además de que no se me ocurre con qué otros personajes ejecutarlo 🐧
Gracias por leer
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