Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌹•THREE III•🌹

Jeon no era tonto, al menos no cuando se trataba de la pelinegra, podría ser todo un cerebrito si es que él lo quería, claro. ¿Quién lo diría? Me pregunto si le dejará algo más a parte de la rosa roja diaria en el casillero de OhYeon. En serio, de no ser porque van en distintas aulas él la miraría absolutamente todo el tiempo, podría jurar que casi se la come con la mirada, y no me refiero a algo pervertido o morboso, no me refiero a que la mira como si tuviera pensamientos con las hormonas alborotadas. No... él no la mira así.

La mira como si fuera lo más hermoso que hubiera visto, la dulzura no desaparece y mucho menos ese brillo que parece aumentar cuando se trata de ella, él la mira como si fuese su prioridad hacer ello... mirarla así.

— Es patético.

— No puedes llamar a alguien patético así porque sí, Weil. —señaló Lim bufando—. ¿Ya olvidaste que tú.-

— ¡Ni me lo menciones! —la interrumpí de inmediato—. No es como si mi memoria me fallara.

— Él solo está enamorado de esa chica. No puedes decir nada al respecto porque ni siquiera se conocen el uno al otro. —explicó con un semblante sereno.

— ¿Quién dice que no? —interrogué—. Yo sí lo conozco.

— ¿Y qué se supone que conoces de él, mmh? —cuestionó alzando sus cejas.

— Su nombre y sobre todo lo tonto que se vuelve si ve a OhYeon pasar enfrente de él. —contesté sin mayor problema.

— Buena respuesta.

Rodé mis ojos dejándola atrás.

Por hoy dejaré de observar el comportamiento diario de Jeon e iré a mirar el de OhYeon, aunque sea más aburrido que ver a papá intentar explicarme lo que está ocurriendo en su partido de fútbol que ve en televisión.

Ella me conoce. Es decir, sólo mi nombre y también nos hemos topado un par de veces pero no pasa más allá de una mirada como forma de saludo. Se podría decir que somos conocidas a distancia. ¿Quieren saber qué es lo que ella normalmente hace? ¿no? Genial, porque es verdaderamente un cliché andante. Y no tiene nada de malo en sí.

— ¿Por qué rayos hacen dietas si ya están delgadas? ¿Qué quieren hacer? ¿Enfermarse o algo así?

Incluso puedo decir que peso más que ellas, no miento, parecen muñecas de porcelana, porque todas son bonitas físicamente hablando ya que no las conozco en cuanto a socializar con todas, además de que sus cuerpos son delgados, mucho a mi parecer.

— Qué desperdicio, ¿por qué los tira? Dios, bien podría regalarlos o guardarlos, o... ¡Yo qué sé!

Esos chocolates no son gratis.

Estaba a punto de tirarlos, y yo ya estaba ahí, así que fui hasta ella e impedí que los tirara.

— ¡Alto!

Son cuatro contando a la pelinegra que tanto le gusta a Jeon.

— ¿Ah?

Y claro, como si fuesen muñecas vivientes todas me miraron al mismo jodido tiempo, todas confundidas, además, no crean que son las típicas chicas que maltratan a las demás, no, pero sin son populares, al menos OhYeon ya me ha demostrado varias veces que lo es.

— ¿Vas a tirarlos? —pregunté aunque ya sabía la respuesta.

— Amh, sí... —me miró de pies a cabeza— ninguna de ellas los quiere y mucho menos yo.

— ¿Y por qué no se los ofreces a alguien más, mmh?

Me miró unos segundos como si estuviera pensando una respuesta.

— Realmente no lo sé... Además, los dejan a diario en mi casillero.

Bueno, sí es un poco presumida en cuanto a que le dejen regalos sólo por ser ella.

— Bueno, en ese caso. ¿Puedo quedármelos?

Vaya, qué indignación muestran sus ojos, parecen ser igual de transparentes que Jeon.

— ¿Para qué los quieres?

No lo sé, seguramente para tirarlos como tú ya que no tienen función alguna. Sí, para eso.

— Necesito energía y el chocolate parece una buena opción para mí.

Dudó pero al final me extendió el dulce con su mirada de "¿En serio vas a comerte esto?" Pues sí, ¿qué otra cosa haría? ¿asesinar a alguien?

— Gracias. —les dediqué una sonrisa sin mostrar mi dentadura para después caminar lejos de ellas con tranquilidad.

¿Qué? ¿pensaban que me iría corriendo? Nah, ¿para qué? No es como si hubiera robado algo, yo lo pedí y ella me lo dio, no hay nada malo que yo haya hecho.

Busqué a Hanhi con la mirada en cuanto entre a la cafetería mientas abría la envoltura de los chocolates.
¡Joder! Miren, supongo que de nuevo son los apuntes, en fin. Me dirigí a la mesa donde se encontraba Hanhi junto con Hoseok y de paso Jeon.

— ¿Qué haces aquí? Creí que irías a otro lado.

Ella se refiere a Jeon.

— Olvídalo, conseguí algo mucho mejor que eso.

— ¿En serio? —preguntó mientras tomaba asiento frente a ella.

Jeon y Jung no nos prestaban atención puesto que estaban centrados en sus notas, y no sé qué más.

— ¿Quieres? —le señalé los chocolates.

— ¿De dónde los sacaste? No venden eso aquí... al menos no barras como esas.

— Eso no importa. ¿Vas a querer un poco o no? —ella asintió sin pensarlo—. Una mitad tú y otra mitad yo.

— ¡Bien!

Ella también se prometió a sí misma que dejaría de comer tantos dulces y miren, ya ha fallado aproximadamente en todo.

Partí a la mitad mi mitad —suena raro, lo sé—, y le ofrecí a Hoseok puesto que sé que Hanhi ni rogándole le dará un poco, es chocolate, es preciado para ella.

— Oh, gracias, Weil.

Me sonrió y yo solo asentí en respuesta.

— ¿Y ese milagro que estás comiendo esto? Tú casi no comes algo dulce.

— Impedía que se fueran a la basura. —contesté encogiéndome de hombros.

— ¿Qué? —habló con indignación—. ¿Quién tiraría algo tan delicioso como esto a la basura?

— OhYeon. —respondí con tranquilidad mientras dejaba que el chocolate se derritiera en mi boca.

Sí que está al tanto de lo que estoy hablando con Hanhi, pues ni siquiera dudo en mirarme con curiosidad de saber más, reojo por supuesto.

Hanhi llamó mi atención golpeando mi pie con el suyo debajo de la mesa sin fuerza para que la mirase señalar a Jeon al lado mío, me encogí de hombros. Como si me importara.

— ¿Qué? Es un desperdicio que los tire a diario. —continué, restándole importancia.

Es cruel pero es como si su dinero también se fuera directamente a la basura.

— ¿Cómo sabes eso, Weil? —me miró como si me estuviera advirtiendo sobre algo.

— No es la primera vez que la veo tirarlos, Hanhi. —respondí con el mismo tono que ella.

— Espera... —dejó de masticar el dulce en su boca—. ¿Los sacaste de la basura?

¿Está alarmada o sorprendida?

— ¿Quieres que los saque de la basura? —hice ademán de levantarme pero ella de inmediato tomó mi muñeca.

— No, así está bien. —sonrió avergonzada—. ¿Se los pediste?

— Ajá. —confirmé sin mucho esmero—. Da igual, es un desperdicio que los tiré así como así.

— Jungkook, ¿entendiste?

Y ese era Jung llamando de nuevo a tierra a Jeon.

— ¿Eh? —musitó desorientado.

— Que si entendiste lo que te acabo de explicar.

¿Ven? Les dije que deja de ser inteligente cuando mencionan o se trata de la pelinegra.

— No... Lo siento, hyung.

Seh, tu dinero lo siente por ti y tu patético hábito de dejarle chocolates a diario.

¡Gracias por leer!💙

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro