Estoy en medio de un debate mental, ¿entrar o no entrar? Me gusta, pero estoy insegura, no sé si hacerlo o no, esa hermosura es lo que más quiero en mi amarga vida. Bueno, creo que no pierdo nada intentando, aunque claramente no obtener el primer lugar significa que perdiste.

— Debes conseguir un modelo, Weil. —chilló mirándome suplicante de inmediato—. ¿¡Puedo ser tu modelo!? ¡Anda, ¿sí?! ¡Te lo pido!

— Olvídalo, desde que me enteré no pensé en ti ni un segundo.

— Oye, mi corazón. —dramatizó fingiendo llorar.

— Bien, tú serás mi modelo femenina, pero necesito a un chico. —comenté con pereza.

— No importa, puedo hacer ambos. —se señaló a sí misma con sus dedos índices—. ¿Ya olvidaste el día en el que LinYu estaba coqueteando conmigo? Dios, alto trauma.

— Sigo sin entender lo que ocurrió, ¿por qué rayos ibas vestida de hombre como un FuckBoy? —pregunté mirándola con rareza y confusión.

— Bueno —rió avergonzada, revolviendo su cabello—, puede que haya perdido una apuesta contra Boung días antes de que se fuera de vuelta con la señora Min. —musitó mordiendo apenada sus labios.

— ¿Con Boung? ¿Es en serio? —fruncí mi ceño sintiendo pena ajena.

— Hey, puede que ustedes no estudiaran en la misma preparatoria pero cuando se trata de apuestas son exactamente iguales.

— Claro que no. —negué con frenesí ante la comparación.

— Lo es. Si Hobi las hubiera visto a las dos juntas le daría un infarto al saber que tu hermana es exactamente tu jodido doble. —resopló con un semblante abatido.

— ¿Cómo es que terminaste apostando con Boung? —cuestioné sin poder creerlo aún—. Ella es la reina de las mentiras y ni se diga para el chantaje.

— No creo que ella haga hecho eso. —opinó con inocencia.

— ¿De qué trataba?

— ¿Recuerdas a DongYul? —asentí—. Bueno, aunque parecía ser un ser puro e inocente, no lo era. —señaló con una mueca amarga.

— ¿Qué? —bufé con una sonrisa—. Ese idiota ni siquiera entendía un puto chiste pervertido.

— ¡Esa era al problema! Él entiende todo a la perfección, incluso con detalles. —formó un puchero de arrepentimiento—. Maldita sea la hora en la que Nam me prestó su teléfono y se me ocurrió revisar su galería donde encontré un vídeo porno.

Vaya, supongo que ahora su imaginación será más perfeccionista que antes, con más detalles. Demonios, ¿a quién se le ocurre prestar su teléfono teniendo pornografía en su galería? ¡Namjoon, no sabía que eras así!

— Y bueno. —suspiró con pereza—. Resulta que DongYul quería algo con Boung. —continuó explicando su tragedia—. Y yo, como todos creíamos que él era muy tímido como para si quiera hablarle, apostamos. —chasqueó su lengua negando levemente con su cabeza—. Boung apostó darme su dinero de toda una semana si ella lograba besarlo y el tipo le seguiría la corriente, y yo aposté que me vestiría de lo que ella quisiera si él ni si quiera reaccionaba o simplemente la alejaba y la ignoraba. —explicó con expresiones raras e indignadas.

— Y tú perdiste, ¿no? —deduje.

— ¡Tu hermana es una cínica, descarada y sin vergüenza! Sin contar que está loca, y el tipo también.

— ¿Qué? ¿Se empezaron a manosear o algo así? —insinué con una sonrisa burlona mientras ella asentía algo traumada—. Boung básicamente ganó dejándote un trauma como regalo antes de irse a Australia, ¿no?

— ¡Joder, y de pasó DongYul me pidió disculpas! Ahora que lo pienso bien, estuvo mal haber apostado algo así.

— De que estuvo mal lo estuvo. —confirmé—. Y al menos él se disculpó. —señalé, encogiéndome de hombros—. Hoy en día a las personas les da igual si los vez casi teniendo sexo en plena vía pública aunque eso implique a veces una multa.

— ¿Eso sucede en Corea? —inquirió con su ceño fruncido.

— No lo sé, pero supongo que sí.

— ¡Dios, mi inocencia fue tomada sin que ello fuera mi intención! —me tomó de los hombros sin ser tosca—. ¡Weil, no me dejes ir al infierno!

— ¡Dios, llévame al infierno! —exclamé imitando su tono de voz—. Así al menos no habré pecado en vano.

— Estás realmente loca, Weil. —dijo soltándome.

— Y tú toda una tonta. —bufé—. Algún día harás lo mismo, Hanhi... tú, yo, Hoseok, Boung, LinYu, todos algún día harán algo como eso.

— P-pero... ¡No! —revolvió su cabello nerviosa—. Mucha información visual recordada por hoy.

Suspiré sonriendo con burla. Escuchen, si es algo que te trauma al principio pero ya después es algo normal de ver. Y lo digo porque Boung tenía tanta curiosidad de saber qué rayos era porno que lo buscó en internet y el resultado fue que al parecer le pareció asqueroso... En ese entonces.

— Mira, al menos ya eres mi modelo. —le recordé burlona—. ¿Quieres modelar lencería?

— ¡Ya! No es gracioso... —me miró con recelo—. Elige a quien quieras como tu otro modelo, a Hobi ni se te ocurra mirarlo, él solo puede modelar para mí.

— Sólo serán fotografías, Hanhi. —rodé mis ojos cansada.

— ¿Y? No me interesa. —dijo con firmeza.

Sé que bromea pero a veces es algo agobiante, pero ñeh.

— Como sea, le diré a JoongGuk. —le informé recogiendo mi cabello en una coleta alta.

— Uh, ¿JoongGuk, eh? —me miró pícara, chica sucia.

— ¿Y dices que Boung y Nam te quitaron tu inocencia? —resoplé frunciendo mi frente—. ¿Quién corrompió a quién?

— ¡No estamos hablando de eso! —exclamó con un mohín.

— ¿En serio? Porque hace unos segundos me estabas contando cómo es que perdiste una apuesta además de que según tú, fue un trauma. —recopilé, cruzándome de brazos.

— ¡Bien, bien, JoongGuk parece buena opción para ser tu modelo!

— Ajá. Le diré a Hoseok. JoongGuk aún no me da confianza, y me siento un poco incómoda, da igual. —me encogí de hombros restándole importancia—. Y no me interesa si eres la novia de Jung o no, es su decisión no la tuya.

— ¡No! —chilló.

— Si tu cerebro se pone a pensar un poco, verás que todo el tiempo que nos llevará hacer esto estarás con él si es que acepta.

La pasé de largo y la escuché chillar de nuevo a mis espaldas con emoción.

— Quizás yo pueda ayudarte con eso. —musitó traviesa.

— Genial.

— ¿Genial? ¿Sólo dirás eso?

— Sí. —asentí con lentitud—. Ya te lo dije, si aceptabas o no, de todos modos le hubiera ido a preguntar. —repliqué victoriosa.

— Oh... Es verdad. —susurró anonadada.

— A veces eres tan despistada.

— ¡Oye! Jeon parece ser mucho más ingenuo que yo. Es más, ¿por qué no le pides a él que sea tu modelo? —preguntó con curiosidad.

— No somos amigos. —le aclaré de nueva cuenta.

— ¿Y? No hay nada de malo. Además, un día Hobi me dijo que a él también le encantaba tomar fotografías. Dice que la cámara que tiene es genial.

— Qué bien por él. —musité sin prestarle mayor atención.

— ¿Le pedirás que sea tu modelo?

— No.

— ¿¡Por qué no!? ¡Es muy lindo! No más que mi Hobi... pero lo es, ¡además te gusta! —exclamó esto último animada.

Con este tipo de cosa a veces pienso, ¿cómo me puedo dar de baja de la vida? El nivel dieciocho ya no es lindo, ¿saben?

— Un momento. ¿Quién dijo que ese idiota me gusta? —cuestioné con clara indignación.

— Nadie, pero es obvio Weil, no hay un día en que no lo mires. —explicó frunciendo sus labios.

— ¿Y el hecho de que yo lo miré te hace deducir que él me gusta?

— Síp.

— Qué estupidez. —mascullé.

— Bueno, tal vez aún no te has dado cuenta. —soltó una risita nasal—. Lo mismo me pasó con Hobi... —sonrió de lado— Tus ojos brillan, Weil.

— Claro que brillan, y mucho más que tú futuro y el mío juntos.

— Bien, cuando llegue el momento no me resistiré a decirte "te lo dije". —advirtió desde ya.

— Claro que lo harás, porque eso no sucederá.

— Sólo es cuestión de tiempo, ¿tienes una silla? —preguntó mirándome con seguridad—. Puede que esto tarde un poco, ya que se trata de ti.

— Eres patética. —musité entre dientes.

— Tú lo eres. —dijo de vuelta con diversión—. Todos algún día se enamorarán, Weil. Tú ya lo has dicho antes.

Al final no resultó ser la tonta que creí, ¡está usando mis propias palabras en mi contra! Pero está bien, así nadie podrá contra ella.

— Aprendes rápido, eso es bueno.

— ¿¡Verdad que sí!?

Olviden lo que dije, ella realmente cambia de actitud muy rápido. Puedes estarle copiando en un examen y ella se enojará contigo dándote clases de moralidad o algo relacionado con ello, y si le dices que le darás una leche de fresa diaria se le olvidará que le copiaste y te dirá lo linda o lindo que eres.

— No.

— ¡Weil!

— No entiendo qué demonios vio en ti Jung. —arrugué mi nariz en busca de una respuesta.

— Hermosura. —qué ella intento responder.

— No negaré eso, pero... —la miré como si no tuviera remedio— Necesito su puta paciencia. —confesé.

— Ah, tú eres quien más me soporta aquí. —se acercó a mí, aplastando mis mejillas con sus manos—. ¡Te amo, Weil!

— ¡Agh, no empieces! —dije, intentando alejarla de mí.

— Se te ama.

— ¡Yo también...! —exclamé sintiendo alivio cuando retiró sus manos de mis rostro.

— Espera —dejó libre mi rostro de la nada—, ¿tú también me amas? —Murmuró con cierto sorpresa.

— No, yo también me amo. —corregí con clara arrogancia.

— ¡Agh, Weil! ¡Mi corazón está roto otra vez por tu maldita culpa! —me dió un pequeño golpe sobre mi brazo.

— La paciencia últimamente se me está agotando. —comenté acariciando mi sien.

— Ay, yo sé que no. —rió traviesa—. Si fuera así ya estuvieras golpeando a Jeon por hacer tantas estupideces por una chica.

— Exacto... Y porque sigo hablando contigo sin haberte dado un golpe en la frente. —la observé con claras ganas de hacer que cierre la boca.

— Lo sé. Te felicito, soy tu fan.

— Ay, tú realmente...-

— ¡Hobi, Weil quiere golpearme!

No sé ustedes, pero el nombre de "Weil" que me inventé para este personaje me gusta mucho v:

Cliché lo del concurso porque ya quisiera participar en uno así XD

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¡Gracias por leer!💙