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𝙏𝙧𝙚𝙨

—Eres una genia wey.— dijo Ded entrando a mi habitación 

—No sabía que ya habías regresado, pensé que llegarías más tarde.— dije acomodando la ropa que tenía en un ropero

—Hoy salí más temprano porque estaba emocionado.— explicó y lo miré —Seguí tu consejo, vi a Neph y le dije que se veía muy linda.— contó feliz

Ambos nos sentamos en mi cama, me gustaba está confianza que me empezaba a tener Ded

—¿Y qué pasó después?.— pregunté emocionada

—Me dijo gracias.— respondió manteniendo su sonrisa y lo miré confundida

—¿Sólo eso?.— pregunté un poco decepcionada por la respuesta

—No, le pregunté si quería salir conmigo y me dijo que sí.— terminó de contar

Ambos sonreímos y chocamos nuestras manos, realmente podía sentir la felicidad de él al contarme eso

—Solo me animé a hablarle porque tú me lo dijiste así que gracias.— dijo y sonreí

—Estoy muy feliz por ti, espero que cuando salgas con ella todo resulte muy bien.— exclamé

Él se levantó de mi cama mientras caminaba a la puerta de mi habitación pero de repente se detuvo y me miró

—Quiero devolverte el favor.— dijo —¿Hay alguien que te guste?.— preguntó

—Nunca tuve tiempo para detenerme a ver chicos.— reí y él parecía pensativo

—Y aquí ¿No piensas que alguno de los chicos es algo lindo o atractivo para ti?.— preguntó

—Por dios Ded, los conocí ayer.— reí y él solo sonrió

—Bueno, si te llega a gustar alguien puedes decirme y trataré de ayudarte.— propuso y salió de la habitación, yo simplemente reí

Sería una locura sí llegara a enamorarme de alguien que viva aquí, eran lindos pero solo quería verlos como hermanos.

Acabé de acomodar mi ropa y salí de mi habitación, mientras caminaba por el pasillo vi que la puerta de Juan estaba abierta así que me asomé un poco para ver si él estaba ahí

—¿Qué se te ofrece?.— preguntó detrás de mí haciendo que me asustara

—Pensé que estabas dentro de la habitación.— dije mientras ambos entrabamos

—Había ido por un vaso de agua y te vi parada ahí.— rio —¿Necesitabas algo?.— preguntó

—No, solo empecé a aburrirme.— respondí

—Bueno aprovechando que estás aquí puedo mostrarte unos dibujos que estuve haciendo.— dijo mientras se sentaba en su cama y me senté a su lado

Sacó una tableta y me mostró algunos dibujos que estaban increíbles, en la mayoría aparecía la misma chica.

—¿Quién es ella?.— pregunté —Debe ser tu inspiración porque aparece en casi todos tus dibujos.—

—Se llama Abril pero he escuchado que todo el mundo le dice Ari.— respondió —Es una chica que siempre sale a pasear con su hermana y casualmente la veo pasar.—

—¿Casualmente?.— pregunté riendo

—Bueno, realmente siempre estoy en el lugar indicado cuando ella sale, no estoy loco.— confesó y yo no paraba de reír

—Deberías mostrarle tus dibujos, son muy lindos.— dije y él negó con la cabeza

—Pensará que soy un acosador.— habló y ahí tenía razón, Juan tenía al menos 20 dibujos de ella —Pero bueno, cambiemos de tema.— pidió

—¿De qué quieres hablar?.— pregunté y él parecía pensarlo

—¿Puedo dibujarte?.— preguntó y lo miré sorprendida —Es de mis pasatiempos favoritos, no me tomará mucho tiempo.— dijo

—Está bien pero más te vale dibujarme bien, recuerda que yo cocinaré lo que comerás.— amenacé y ambos reímos

Pasaron unos minutos desde que Juan había empezado a dibujarme mientras tanto yo estaba sentada en la cama sin moverme

—Estuve pensando un poco y me di cuenta que eres como Blancanieves.— habló sin despejar la mirada de su tableta

—¿Por qué?.— pregunté tratando de no reír para no moverme

—Porque ahora vives en una casa en medio de un bosque con algunos desconocidos y también viniste aquí huyendo de tu malvada madre.— respondió y ambos reímos —Roberto sería gruñón, Ded sería doc, Barca sería vanidoso y yo sería tontín.— agregó y seguimos riendo

—¿Vanidoso no era un pitufo?.— pregunté cuando paramos de reír

—No sé ni de enanos ni de pitufos.— respondió

Volvió su vista al dibujo que estaba haciendo, yo solo sonreí mientras esperaba que acabara.

—¿Ya casi acabas?.— pregunté después de unos minutos —Tengo que ir a hacer la comida.— recordé

—Si quieres podemos tomar un descanso mientras vas a hacer la comida y te puedo ayudar.— propuso

—Me parece muy buena idea.— respondí con una sonrisa

Juan guardó su tableta en un cajón y salimos juntos de su habitación con dirección a la cocina. Bajamos las escaleras y vi a Roberto durmiendo en el sofá de la sala, parecía que en el único momento donde lo podía ver sin que fuera grosero conmigo era cuando lo veía dormido

—¿Qué vamos a comer hoy?.— preguntó Juan sacándome de mis pensamientos y caminamos hasta entrar a la cocina

—No sé, veamos que hay en el refrigerador.— respondí

Sacamos algunos ingredientes y empezamos a cocinar, él puso un poco de música y así el ambiente se hizo más divertido. Después de casi una hora ya todo estaba listo

—Esto huele riquísimo, nos lucimos.— dijo mientras salíamos de la cocina

—¿Nos lucimos?.— pregunté riendo —Literalmente solo cortaste la cebolla y aún así la cortaste mal.— recordé

—Es que me pusiste la tarea más difícil.— se quejó —Oye, tienes un poco de harina en la cara.— avisó

—¿Cómo puede ser eso? No ocupamos harina.— dije y sentí la mano de Juan en mi cara, me había embarrado harina

Él empezó a reír mientras corría escaleras arriba, yo corrí detrás de él para vengarme, él fue más rápido y llegó a su habitación cerrando la puerta para evitar que entrara

—¡Juan te voy a matar!.— amenacé escuchando su risa detrás de la puerta

—¿Todo bien?.— preguntó Barca llegando hasta donde estaba yo —Tienes algo en la cara.— dijo

—Ya lo sé, fue culpa de juan.— hablé culpando a aquel chico de lentes

Barca empezó a quitar la harina de mi cara de una forma tan delicada, sentía como si con sus manos estuviera acariciando mi rostro y un escalofrío pasó por mi cuerpo

—Juan puede ser demasiado infantil si se lo propone.— dijo seriamente —Pero ni la harina puede quitarte lo hermosa.—

Sentí mis mejillas arder y quise alejarme pero él me sostuvo de la mano para que no me fuera, seguía quitando la harina de mi cara, esto se estaba tardando demasiado.

—Listo.— dijo soltándome por fin —Tu cara está libre de harina.—

—Gracias, supongo.— exclamé caminando para alejarme de él lo más rápido posible e ir a mi habitación

Entré a mi habitación y cerré la puerta, suspiré mientras sentía como mi corazón latía más fuerte de lo normal ¿Qué me estaba pasando?

Mi mirada se dirigió a mi cama donde había otra caja pero ahora era más pequeña que la de esta mañana, la abrí encontrándome así pequeños accesorios como aretes, anillos, collares, boinas e incluso algunos lentes de sol, en el fondo de la caja había otra pequeña nota

"Pensé que esto te quedaría muy bien, realmente espero que te guste todo, por cierto, hoy te veías muy linda"

Guardé la nota junto a la que había encontrado hace una horas, empecé a ver dónde podía guardar todo lo que ahora me habían dado. ¿Quién había sido? Quizás había sido Ded como agradecimiento a mi consejo, esa era la opción más lógica.

—¡Vamos a comer!.— se escuchó el grito de Roberto

Dejé de hacer lo que estaba haciendo para salir de mi habitación y correr escaleras abajo, al parecer yo era la única que faltaba, los cuatro ya estaban sentados y ya habían servido la comida, me senté junto a Barca y así todos empezamos a comer.

—Oigan.— llamé su atención —¿Quién ha estado dejando cajas en mi habitación?.— pregunté

—¿Encontraste otra caja?.— preguntó Barca y yo asentí

—Quería agradecerle a quien lo esté haciendo pero no es necesario que me regale cosas.— dije con una sonrisa

—Es obvio que yo no fui, no te regalaría nada.— respondió Roberto sin siquiera mirarme, yo solo rodé los ojos

—Yo tampoco fui, no sé que le gusta a las chicas.— habló Juan levantando sus hombros y todos miramos a Ded

—Tampoco fui yo, pienso que hubiera sido un buen detalle para la nueva integrante de la fraternidad pero no se me ocurrió a mí.— dijo mientras comía

¿Ninguno había sido? ¿Ahora había un fantasma que me daba cosas por el simple hecho de ser bonita?

—Creo que quien lo esté haciendo no quiere que sepas que es él.— habló Juan —La niña ya tiene un admirador en la fraternidad.— se burló

Pude ver cómo Barca se tensaba mientras yo solo podía pensar ¿admirador? Creo que era obvio que al único que podría interesarle sería a Barca pero según él no había sido el de las cajas

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