O17
—Entonces, empecemos por cómo te sentiste en estos días desde tu última sesión, ¿Qué puedes contarme? —la mujer cuestionó con una sonrisa, esperando una respuesta.
El alfa se mordió el labio, ¿Debía de decirlo aquello que lo estaba inquietando? No estaba seguro de hablarlo, sabía que decirlo en voz alta hacía parecerlo algo real, y no encontraba una forma de interpretarlo.
—Tuve buenos días. —contestó, juntado sus manos sobre su regazo.
—Eso es bueno, ¿Pasaste buenos días con tu cachorro?
Asintió. —Min crece muy rápido, parece que el tiempo pasa volando. Sunoo me ayudó bastante ahora que volví a trabajar, no quería dejarlo en una guardería porque aún está muy pequeño para ello, pero no sabía con quién dejarlo hasta que él se ofreció a cuidarlo.
—¿Sunoo cuida de Dongmin mientras trabajas?
—Sí, él tiene una muy buena relación con Min porque lo cuidó desde el área de neonatos. Sunoo sabe mejor de los cachorros que yo, no podría encontrar una persona más capacitada para ello que él.
La mujer hizo sus respectivas anotaciones en sus hojas, asintiendo a todo lo que decía Sunghoon. —¿Puedo hacer una observación? O ¿Prefieres que lo diga al final de la sesión?
—Puede decirlo, sin problema. —acomodándose en su asiento, escuchó atentamente.
Aclarándose la garganta, acomodó las gafas sobre su rostro y habló. —En las últimas dos sesiones pareces muy animado al mencionar a Sunoo, inclusive ahora lo traes a la conversación.
—¿Eso es malo?
—No, para nada. A lo que quiero llegar, es que pareces ser más transparente cuando hablas de él, ¿Puedo preguntar qué relación tienen? Parece ser un buen amigo tuyo, para tener también la cercanía con tu cachorro desde un inicio, parece alguien muy confiable.
—Sunoo cuidó de Dongmin desde neonatos, él era el enfermero que se encargaba de cuidar el área cuando Min ingresó, también me ayudó a poder aprender de cómo cuidarlo y demás mientras seguía ahí. —deteniéndose por un momento, bajó la mirada. —Y, de hecho, resultamos ser predestinados.
Ella no cuestionó más, sentía la tensión que el alfa comenzaba a acumular sobre sus hombros y el cambio del ambiente en la habitación. Esperó de manera paciente hasta que comenzó a hablar de nuevo, prestando atención a sus palabras.
—No me enteré de la mejor manera, cuando supe fue porque él ya estaba demasiado grave porque lo tomó como un rechazo de mi parte, pero jamás sentí nada en particular y posiblemente mi lobo no fue lo suficientemente claro, eran las primeras semanas desde que me acostumbraba a estar solo y hacerme la idea de lo que estaría ocurriendo a futuro, pasé por alto muchos detalles que ahora recién puedo darme cuenta de ellos.
—Pero, ¿Ahora está mejor?
—Sí, después de que salió del hospital fue que decidimos que podríamos vivir juntos mientras lograba recuperarse. Actualmente está mucho mejor que un principio, aún está por mejorar en algunos aspectos, pero por lo menos no está grave como antes.
—¿Y una vez que esté mejor dejarán de vivir juntos?
Sunghoon se quedó en silencio, ¿Dejarían de vivir juntos? Realmente no había pensado en ello, solo se había limitado a acostumbrarse a la presencia del omega, ni siquiera imaginó volver a tener su hogar vacío, solo podía pensar en estar los tres, juntos.
Ante el evidente silencio por parte del alfa, la mujer prosiguió. —¿Puedo preguntar cómo te has sentido con respecto a Jake?
—Yo... no estoy seguro. —negó, apretando sus manos en puños contra la tela del pantalón.
Y solo, como una pequeña posibilidad, no se había permitido en pensar en Jake durante todos aquellos momentos en los que había estado a lado de Sunoo. En las noches, cuando era el momento de dormir y se adentraba a su habitación, era el golpe de realidad que faltaba para recordar el vacío que aún sentía dentro, la manera en que su lobo se retorcía y exigía salir de ahí. Días atrás había tenido un ataque al percatarse como el aroma de Jake había desaparecido por completo de la casa, sus prendas habían sido retiradas y él comenzaba a olvidarse del toque armonioso que su omega le brindaba a la casa.
Había días en los que todo parecía estar bien para él, pero aún contaba con días malos donde parecía no mejorar en absoluto. Se sentía culpable por la idea de olvidar lo que fue con Jake, pero estaba su lobo donde le estaba pidiendo que volviera a vivir, no podía seguir mortificándose con los fantasmas del pasado y aferrarse a ellos, era consciente de ello, pero era difícil para él hacerlo y no solo pensarlo.
—Se siente incorrecto. —susurró, con la mirada clavada en el suelo.
—Puedo asegurar que el asunto con Jake es delicado, pero no te puedo decir que ocurrió el tiempo necesario para curar esa herida y cambiar de página. Cada persona tiene una forma de lidiar con el dolor y la pérdida de un ser querido, y es mi trabajo orientarte para tener ese proceso, no solo en los demás ámbitos en tu vida que me has compartido, sino también a guiarte por el camino de la superación.
—No estoy seguro de cómo llevarlo, ni qué decir para que pueda ayudarme, pero lo que tengo claro es que estoy cansado de sentirme de esta manera. Quiero mejorar, y no solo para mí mismo, sino que quiero estar bien para mi cachorro, quiero sentirme bien solo para poder estar con él.
Con un asentimiento, dejó la pluma sobre los papeles y comentó. —Me da gusto que digas que este proceso no solo será para ti, sino también para tu hijo. Siempre que una persona quiera y acepte ayuda, es posible de lograrlo, así que estaremos apoyándonos para hacerlo posible. ¿Estás seguro de querer hacerlo?
—Claro, quiero hacerlo. —Su tono no demostró duda, estaba dispuesto a intentarlo y lograrlo.
—Sleep like a winter bear... —canturreó el castaño, sonriendo al ver como Dongmin se acomodaba mejor entre sus brazos mientras lo mecía.
Sunoo se encontraba en la habitación del cachorro, arrullándolo para que tomara su siesta por la tarde. Había descubierto cómo se dormía con facilidad tan pronto como comenzaba a cantarle, por lo que no dudó en hacerlo conforme paseaba por toda la habitación en pequeños pasos, danzando suavemente con su propia voz.
Una vez que comprobó que estaba durmiendo profundamente, lo acomodó sobre su cuna y prendió el interruptor, donde las figuras que colgaban en los alto comenzaban a girar lentamente y una melodía sonaba por lo bajo, asegurándose de seguir arrullándolo una vez que se alejara de ahí. Acomodando uno de los peluches en una esquina, sonrió una última vez antes de salir de la habitación con cuidado, manteniendo la puerta entreabierta y colgando el intercomunicador en la agarradera del pantalón, decidiendo bajar a la sala para hacer tiempo antes de la cena.
Cuando bajó el último escalón, escuchó el tintineo de las llaves seguido de la cerradura, la puerta siendo empujada para revelar como Sunghoon entraba a la casa, despojándose de su abrigo.
—Hola. —el omega sonrió, deteniéndose en el inicio de las escaleras.
—Oh, Sunoo. —Sunghoon le devolvió la sonrisa, dejando su abrigo en el perchero mientras se quitaba los zapatos. —¿Dónde está Min?
—Acabo de llevarlo a su habitación para que durmiera, cayó rendido. —comentó con una risita, acomodando un mechón de su cabello detrás de su oreja. —¿Cómo te fue en tu cita?
—Bien, todo está bien. Tengo mi próxima sesión en dos semanas, pero me dejó un par de tareas por realizar en estos días. —pasando una mano por su cuello, caminó en su dirección. —¿Quieres cenar ahora?
Pensando su respuesta, negó. —Creo que cenaré más tarde.
—¿Quieres ver algo en la sala? No tengo mucho qué hacer, solo planeaba relajarme el día de hoy.
—Por supuesto, está bien para mí.
Sunoo sintió como su propio cuerpo expulsaba feromonas de felicidad, gustoso por pasar tiempo con el alfa. A sus rutinas se agregaron el maratón de películas o alguna serie que encontraban entre los catálogos de las plataformas, sobre todo en esos días donde Sunghoon descansaba y pasaba el día en casa.
—Sunoo, ¿Puedo preguntarte algo?
—Claro, dime.
—¿Te has sentido bien? ¿Ya no has sentido ningún síntoma o alguna molestia como antes? —cuestionó, tomando asiento sobre el sillón.
—No, y ahora que lo mencionas, pensaba que era una buena idea regresar al trabajo. Me he sentido bien, pensaba que si intentaba comenzar nuevamente mi rutina de ir a trabajar y pasar este tiempo separados, probablemente mi lobo se acostumbraría y podría volver todo a la normalidad.
La verdad era que, si bien había pensado en volver a trabajar sería una buena idea para distraerse y sentirse nuevamente cómodo con su rutina anterior, no se comparaba con el pensamiento de que en algún momento iba a necesitar salir de la casa de Sunghoon y volver a su departamento, pensando en la soledad que volvería a su vida y que con ello traería su mismo estado de antes.
No quería admitirlo, pero era consciente que si no había ninguna formalidad con su destinado, solo había un escenario que traería consigo, y no estaba preparado para afrontarlo. Las últimas noches no había pegado un ojo durante sus intentos de dormir, mortificándose ante la incertidumbre de no saber qué hacer y que no podía seguir en el mismo paso en el que se encontraba. Sunghoon debía de seguir su vida con su cachorro, y estaba seguro que él no formaba parte de sus planes.
—Está bien que vuelvas a trabajar, pero solo quiero aclarar que no te sientas presionado. Si tienes alguna molestia, dímelo de inmediato y trataré de ayudarte, y si te sientes lo suficientemente bien para comenzar a trabajar de nuevo, entonces te apoyaré, ¿Extrañas tu trabajo?
Asintió. —Ya te lo había dicho, pero me gusta mucho sentir que puedo ayudar de alguna manera, a darles esperanza. También me mantiene distraído y adoro a los niños, así que definitivamente es mi trabajo perfecto, y estar tanto tiempo fuera me hace querer volver.
—Entiendo, me alegra saber que estés mejorando y quieras volver. Puedo imaginar que puede ser un tanto asfixiante estar en el mismo lugar todo el tiempo, debes extrañar salir.
—No es como si saliera tanto, de todas maneras el trabajo me mantenía muy ocupado. —soltando una carcajada, se acomodó mejor sobre el sillón, dándole el control de la televisión para que comenzara a buscar algo.
Y Sunghoon se cuestionó si la nueva rutina que emplearían funcionaría.
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ustedes son mis lectores favs 🫶
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