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TRES

"—Dios, si estás escuchando..si esto es una especie de limbo ó lo que sea, por favor déjame quedarme, aun que sea solo un poco, se bien que no lo merezco.." Gimió con un doloroso gemido ante el esfuerzo producido por sus musculos en la espalda y cuerpo entero, parecía estos eran cómo gomas elasticas, cada tirón proveia una nueva ola de sufrimiento a todo su cuerpo, ¿Quién hubiera pensado que el vapor de agua caliente podría sentirse cómo un millón de dólares en una espalda magullada, el asiatico corredor de autos se deleitó en el pequeño placer que ésto le brindaba mientras el agua cristalina de la ducha se deslizaba rápidamente entre sus rígidos omóplatos. Era un milagro que todavía estuviera vivo y respirando, que el bastardo de Shaw sin duda había hecho un punto sobre su misión contra Toretto y el resto de el equipo era una verdad que no podía ignorar, el británico calvo estaba buscando venganza por la muerte de su igualmente bastardo hermano menor y no parecía el tipo de hombre que simplemente se olvidaria fácilmente de todo solo para detenerse sin antes luchar.

Ante la súbita noción Han también cuestionó, ¿acaso todos ahora sabían sobre ésto? creían Sean, Neela, Kiku, Earl, Toretto, Brian y el resto de el equipo que posiblemente estaba muerto? ¿siendo comida fácil para los gusanos? de sólo imaginar sus rostros, cada uno mirando a lo lejos en las profundidades de la impotencia hizo que sus entrañas hirvieran en cólera, una pizca de ira que no había sentido desde la muerte de Giselle se elevó cómo magma en su pecho.

"Hijo de puta..me jodiste bien, por ahora.." Escupió con amargura hacia la nada, saber que el peligro iba hacia sus amigos era por mucho peor que no saber nada en absoluto, la situación se sentía similar al conteo de una bomba, cada pasante segundo podía bien ser el último, mordiéndose con fuerza el labio, apartó un mechón de cabello oscuro de su rostro, se recuperaría y luego haría cualquier cosa en su poder para derribar a ese hijo de puta, no sólo por su orgullo sino también por la seguridad de sus amigos y en honor a la inmerecida muerte de Giselle a manos de los matones de su hermano. Decidiendo continuar su debate interno más tarde, cerró el grifo de agua de lluvia artificial con un giro inmediato, estirando su brazo ahora fuera de la ducha cristalina y agarrando una suave toalla gris éste salió.

Caminando despacio de regreso a la prístina habitación de tonos grises y blancos, sus ojos se posaron sobre la ropa doblada fresca que yacía en el borde de la cama perfectamente doblada, éste tuvo que serciorarse de que no hubiera nadie presente antes de tomar en manos el suave material en sus manos, la chica seguramente era más o menos un ángel determinó mientras sus dedos agarraban la camisa blanca de algodón calvin klein y los pantalones de chándal grises balenciaga, no es para nada barato.. observó atento, sin correr tiempo en vestirse se tomó su debido tiempo, cada subito dezlis conllevaba a mas punzadas en las costillas.

"..Vamos, ésto no es nada, te has enfrentado a peores.." Se auto murmuró forzando los labios en una línea apretada mientras un suspiro dejaba entre sus labios, se sentía cómo un debido tonto por igual, tratando de mentirse a si mismo en cierto modo, ningun accidente ó eventos sobre pasaban aquella noche en marruecos, nada nunca lo haría, negando ahora, el corredor asiático caminó cojeando por los pisos de bambú hacia el tostado olor a panqueques, no pudo evitarlo cuando la más breve mirada en el espejo de la pared contigua mostró la imagen descontenta de color púrpura y negro en su frente y rostro, un rostro que había visto una vez mejores días, ahora probable mente asustaría a cualquiera que pasara y lo viera.

Se veía como una mierda, ó peor que eso, para ser honestos.

Le tomó un poco de tiempo para llegar allí, su cuerpo protestaba abiertamente con cada leve movimiento menor, sus piernas temblaban debajo de él como las de un bebé recién nacido, cada paso una tarea colosal que lo dejaba sin aliento, su pecho una vez más fue envuelto por fuego invisible, si pudiese, solo por un segundo, dejar caer su orgullo, se habría permitido abiertamente caer y descansar en el suelo sin preocuparse por nada más, pero no lo hizo, su maldita obstinación no se lo permitió, estaba seguro de que dicha cosa sería su última ruina, Giselle le habia dicho exactamente lo mismo en reiteradas ocaciónes. Avanzando éste se detuvo casi abruptamente en el sitio frente a él, la apertura de la moderna cocina minuscula le proporciono una imagen poco usual, sus ojos oscuros observaron todo, en el fondo, casualmente tranquila yacía la bonita morena, su muñeca delgada cómo un marco alto estaba posada cerca de la estufa, demasiado cerca, lo suficiente cómo para quemarle los dedos en la sartén, algo en ésto lo hacía sentir extraño, ¿acaso no sentía ella el calor abrasador? cuestionó incapaz de mirar hacia otro lado.

"Ahí estás, casi pensé que permanecerías ahi para siempre, oye, te ves bien, de veras, el gris es tu color.." Karina se había quedado completamente inmóvil al sentir su presencia, con toda honestidad lo había escuchado gemir perfectamente claro desde el otro lado de el apartamento, su figura visible y delicadamente posada junto a la estufa se tensó, observando el marco esbelto de el corredor de autos quien ahora llevaba puesto las prendas de su amigo, ella se había introducido a la habitación mientras tomaba la ducha rápidamente sabiendo que éste y Toshiro compartian cierta semblanza en sus apariencias fisicas, juntos tenian brazos anchos pero no exagerados, musculos definidos sin ser musculosos a un extremo desagradable, y simetrias faciales definidas mas allá de sus parentescos culturales, en fin, la vampiro sólo estaba feliz de haber conseguido algo remota mente funcional en tan corto periodo de tiempo.

"..Me alegro de que te queden, eran de mi compañero Toshiro, pero por ahora no está así que..en fin, son tuyas, sabía que una buena ducha te haría sentir mejor, ven, siéntate, no voy a morderte, lo prometo.." Su voz melódica habló de manera sarcástica cuando notó que éste yacía un tanto perdido, devolviendo su atención hacia ella, el moreno mordió su mejilla interna, su rostro juró se calentó cómo nunca antes por haber sido tomado con las manos en la masa, mierda. ¿Qué demonios le pasaba? ¿El accidente acaso había arruinado sus habilidades de confianza ó era que final mente la edad le había alcanzado? una punzada asaltó su pecho, ambas posibilidades lo asustaron más de lo que quería admitir. Estaba claro que no era el mismo hombre de antes y no podía comprender en tan poco tiempo quién era esta nueva criatura, una que estaba asustada, con dolor y práctica mente rodeada de nada.

"Aquí tienes, espero que sean de tu agrado teniendo en cuenta que mí dieta y mis habilidades culinarias no son mucho mejores, y debo de admitir que quemar las cosas en lugar de hacerlas es prácticamente mí estilo asi que, espero lo disfrutes" dijo la morena mientras le daba una sonrisa de disculpa y extendia el plato con humeantes panqueques dorados y esponjosos sobre y atraves de la mesa, sus pálidas facciones brillaban un poco bajo las suaves luces artificiales dandole un palido toque etereó, casi como el traslúcido color prismático de una perla. Sacudiendose de su estupor mental momentáneo el moreno caminó en silencio hacia la mesa tomando asiento, el corredor de autos asiatico negó con la cabeza y dijo.

"Está bien, huele delicioso..y la sopa de tomate era bastante buena, además en consideración por tu ayuda, creo que incluso la tierra misma tendría un sabor agradable en éste momento.." Le dijo sin tapujos con toda la honestidad de un hombre que había visto una plethora de cosas desastrosas en su vida, sus cejas se fruncieron un poco ante sus palabras, estaba muy claro que había pasado demasiado tiempo entre sus amigos y las calles ya que bien parecía había olvidado sobre todo cómo hablarle a una persona civilizada y comun mente normal que sólo quería hacer el bien. "—Mierda..yo-, perdón por eso, es sólo que, joder..sólo, digo las cosas más estúpidas sin pensar, es un viejo defecto que no e podido correjir.." Comenzó a disculparse con el mentón visiblemente tenso, debajo de su aparente y peligrosa fachada yacía un hombre honesto y arrepentido que ahora parecía deshacerse frente a sus ojos como nunca antes, un fuerte golpe golpeó su pecho, era un hombre, un hombre roto, uno que aparente mente había perdido su más valiosa cualidad, su confianza, ante esto Karina lo observó con una mirada indescifrable, ella no quería nada más que llegar a su lado y consolarlo de cualquier forma posible, y sin embargo, no lo hizo, incluso si todo su ser gritaba ferozmente que lo hiciera. "Está bien, tranquilo, no me ofendo tan fácilmente, de verás no te preocupes, realmente aprecio tu sinceridad y, para ser completamente honesta, la sopa se hizo a la instantánea, dios sabe que no puedo cocinar para salvar una vida.." Susurró a medias burlonamente para dispersar la tensa atmosfera mientras sus ojos se movían hacia el simple bote de basura blanco en la pequeña esquina en el lado más alejado de la cocina, esto lo había adquirido en una pequeña tienda de 99 centavos al otro lado de la calle, todo en un esfuerzo por parecer más humana, el pequeño bote plástico contenía la prueba de sus "magníficas e inexistentes habilidades humanas para cocinar" que no habían mejorado en lo más mínimo incluso con la ayuda de Internet, mordiéndose los labios para contener una risa, Han asintió agradecido por su naturaleza aparentemente honesta.

"...Asi que, um-, ¿cuánto tiempo has vivido aquí? digo, me refiero a que éste lugar se ve bien y..¿tu compañero? dijiste que vivías aquí con alguien, ¿no? y yo, bueno, real mente no quiero causarte ningún problema.." Preguntó con curiosidad mientras su mano agarraba el tenedor de plata que yacía al lado de el plato, todo lucia pulcro y nuevo, listo para cavar en la esponjosidad dorada que ahora le llamaba como una abeja a el panal, se sentía casi como ser un niño pequeño nuevamente, sin las preocupaciones ó problemas de una vida adulta, claro estaba su infancia tampoco había sido de las mejores ni la más memorable ¿cuándo fue la última vez qué había comido una comida bien hecha? realmente no podía ni recordarlo.

Caminando hacia la mesa, Karina se sentó cerca, sus manos sobre su regazo mientras contemplabla su respuesta.

"Tonterias no hay problema, y bueno, pues gracias, trato de mantenerlo limpio lo mejor que puedo así que, no sé, teniendo en cuenta el tiempo, mmm, yo diría que..unos doce años más ó menos? oh y Toshiro se fué, vacaciónes indefinidas, le encanta mochilear al aire libre, hombre vs salvaje y todo eso, no yo, estoy perfectamente feliz con un techo de hormigón y agua corriente caliente, y no te preocupes, estás completamente bienvenido aquí, generalmente está tomando un viaje a largo plazo, por lo general, eso significa que no le espere.." Mintió expertamente, aun que su tono angustiado reveló cierto desliz, su mente no podía evitar continuar pensando en sus palabras, ¿acaso real mente solo estaba persiguiendo algo que estaba destinado a fracasar? usualmente y lamentable mente Toshiro nunca se equivocaba lo cual para la morena presentaba cierto panorama irreparable, llevaba decada y media esperando por éste momento, por esta conversación vaga y trivial, realmente uno cómo vampiro especialmente no podía ir contando exactamente el tiempo dado y pasado para tener todo a su disposición, eso lo habia aprendido de el vampiro asiatico, pero por igual, ¿como podía ella decir que no a tal oportunidad cuando ya parecía había llegado su momento?

Con el ceño fruncido, Han mordió un trozo mientras la miraba, ella apenas se miraba de veintiuno más ó menos diecinueve, era realmente imposible a menos que se hubiera mudado aquí joven y creciera en la tierra.

"¿Y..tu familia sabe sobre ti albergando a hombres asiáticos cercanos a la muerte en accidentes de autos ilegales? quiero decir, luces cómo una buena chica, y lo digo con todo respeto pero, no te haces un favor ayudándome.." Preguntó con total seriedad, estaba realmente agradecido por su ayuda, pero en todo pensamiento racional no podía evitar la sensación de que algo no estaba bien. Tragando una sonrisa, la morena cerró los ojos directamente sobre su rostro murmurando suavemente. "..No te sabría decirlo con exactitud, han estado muertos por mucho tiempo, ademas, no crees que si lo fuera estarían mas preocupados por mi "compañero" de departamento en primer lugar? eso sería totalmente más escandaloso que yo ayudando a alguien en necesidad, después de todo, no eran las mejores personas si te soy completamente honesta.." Añadió con atrevimiento sin pausas, tras eso su voz en ése punto cambió de tono, algo fría y distante, cómo si recordara con vívidos detalles dichos recuerdos, recuerdos no muy bonitos al parecer. Maldiganlo mil veces por decir la mierda más estúpida que pudiese existir, el moreno tragó con amargura, aclarándose la garganta bajó el tenedor sobre el plato con un audible crack que resonó através de la silenciosa estancía.

"Oye, lo siento mucho..Karina, ignora lo que dije por favor, yo-, ni si quiera tengo una familia, no biologica al menos, y uh, tampoco fue tan genial que digamos.." Comenzó a decir éste como deja vu un tanto atropellado, su mano temblando en la superficie de madera al mover súbitamente su cuerpo magullado, un siseo quedó atrapado entre los dientes, como la advertencia de un animal gruñendo, esto era perfecto, exactamente lo que se podia esperarse de un hombre que no tenía nada mas que dar de sí mismo que amargura y resentimiento, la muerte no era su confidente personal, ésta tocaba las vidas de todos por igual y era completamente egoista de su parte si quiera pensar que el resto de el mundo era ageno a sus propias tragedias. "Tranquilo..está bien, claramente no lo sabías, además fue hace mucho tiempo, ¿sabes? el tiempo cura todas las heridas, ó eso prefieró creer yo, cada uno con sus propios metodos, no?.." Ella sacudió la cabeza mientras esbozaba una sonrisa falsa, la expresión de el asiatico parecía no creer una palabra, cómo deseaba que sus palabras fueran ciertas para poder descansar de las horribles pesadillas de el cuerpo magullado de Giselle que cada noche lo atormentaban repetidamente, una y otra y otra vez en un círculo interminable de tortura y tormento, el había estado intentandolo, de alejar cada sonido, cada memoria, pero era en tratar de erradicar algo que era parte de ti hasta el fondo, cómo la metodología basica, si la causa no era posible de erradicar sola, entonces el huesped debia irse, sus dedos se apretaron en un puño blanco, observando atentamente su expresión angustiada, la morena se mordió la lengua con fuerza por hacer que éste se sintiera incómodo, sabia de alguna manera su respuesta casual lo había causado, en un segundo, la morena vampiro se encontró nuevamente de pie.

"En fin, dejemos atrás las deprimentes nociones de el pasado, nosotros estamos aquí, ellos están allá, es un nuevo día todos los días así que, gracias a Dios por eso..." Habló jovialmente mientras su esbelta figura se deslizaba por la corta distancia de la mesa hacia el fregadero, en segundos, sus pálidas manos estaban agarradas con fuerza sobre la encimera de mármol, no lo suficiente para romperla, el moreno, afortunada mente, no se dio cuenta ya que sus ojos oscuros todavía estaban ahora profundamente arraigados en la mesa, ella por su parte no prevalecía en mejores condiciones, gracias a las misteriosas fuerzas que, irónica mente, habían hecho posible éste momento, incluso si habían tenido un precio tan alto y horrible, por un lado, perder la compañía de Toshiro y el sabio conocimiento la había dejado despojada, incluso si tenía todas las habilidades necesarias para sobrevivir, no era como si pudiera olvidar todo lo que habían pasado a lo largo de las décadas, las cosas no eran tan fáciles de olvidar como él le había dicho tan crípticamente, sus afilados dientes mordieron sus labios rosados ​​con dureza antes de hablar una vez más.

"Entonces, ¿cómo te sientes? ¿algún dolor? porque si es así, podría darte más aspirina si quieres, aun qué, me avergüenza decir que es genérica asi que no es tan potente cómo una que recibiriás en un hospital, son basura pero, supongo ayudan en algo.." Ofreció luciendo honestamente avergonzada, aparente mente lista para saltar por sobre la mesa en busca de ellos, habia olvidado las necesidades constantes que requerian los seres humanos en sus vidas cotidianas y en todo caso no habia podido abandonar su lado desde la noche de el accidente, asi que, en cierto sentido tenía una excusa valida, que ahora mas ó menos valia nada, sacudiendo la cabeza, el moreno negó lentamente agradecido por su candor mientras decía.

"—Gracias, pero estoy bien, si siento algo te diré..no te preocupes, ésto no es lo primero ni lo ultimo y lo peor que me ha pasado, créeme, esto es un paseo por el parque comparado con-, no importa.." Murmuró distraído por los recuerdos de su juventud de el pasado, en su mayoría los que incluían a sus amigos ó mejor dicho "familia" sonriendo inconscientemente el asiático de cabello oscuro tragó otro pedazo de su desayuno, ignorando por completo la mirada oscura y hambrienta en la cara de la morena, no sabia cómo no lo habia notado antes, una de sus heridas se habia abierto nueva mente, probablemente durante la ducha, su piel dorada parecía llamarla de manera pecaminosa, burlándose de su tensa voluntad cómo una serpiente retrocedida al tocarla, el veneno llenó su lengua.

No, éste es él, es Han.

Necesitaba salir de aquí antes de hacer algo completamente estúpido y muy probablemente algo de lo que se arrepentiría para siempre.

"..Uh, ¿sabes qué? acabo de recordar que necesito ocuparme de algunas cosas, ¿por que no terminas y dejas el plato en el fregadero, lo tomas todo con calma, no te esfuerces tan rápido y siéntete cómo en casa, ¿sí? ya vuelvo pronto, lo prometo, disculpame.." La morena se disculpó rápidamente antes de ponerse de pie y salir de la cocina en un giro imposiblemente rápido, sus pasos silenciosos mientras cómo un fantasma se alejaba de su vista, su espalda estaba tensa, sus dedos blancos como garras de piedra y su rostro salvaje bajo la máscara de la belleza, necesitó de todo en su autocontrol para no agacharse en ese momento y darse la vuelta cómo un animal salvaje. "—Uh, claro, seguro.." Fue todo lo que pudo decir éste cuando escuchó que la puerta principal de el apartamento se abría y cerraba rápidamente dejándolo en un silencio ensordecedor que ni si quiera el reloj de el oso rilakakuma que yacía colgado en la pared observandole inmóvil con sus ennegrecidos ojos vidriosos podia aliviar, hablando de confuso y simplemente raro, tal vez despues de todo claramente el no era el único que había sufrido cierto cambio repentino en su vida al parecer.

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Disculpen la tardanza. ಥ_ಥ

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