TREINTA
Se había sentido como una eternidad, conduciendo a través de Los Ángeles y luego fuera del estado, Karina había renunciado al vehículo una vez que se había drenado la gasolina mientras manejaba el vehículo hasta el punto de agotamiento, el deseo de simplemente romper la puerta y salir corriendo hacia Forks, Washington alcanzando su punto de ebullición una vez que el auto negro comenzó a silbar mientras se sobrecalentaba, la linda morena había salido volando, refunfuñando mientras incitaba a Garrett para que la ayudara a empujar dicho auto a través de un acantilado, no es que no pudiera haberlo hecho sola, pero sabía que el patriota había querido deshacerse del transporte humano tanto como ella, entendía por qué Han odiaba los trenes y las motocicletas ahora más que nunca, pero no antes de romper la placa y hacerla una bola con sus manos pálidas como si fuera papel de aluminio que envió volando a través del horizonte. No se disculparía con Alice por eso, sabía que podría comprar muchos más autos, Han sería otra historia, pero Karina dudaba que a él le importara en ese momento.
Después de eso, ambos vampiros habían corrido, siguiendo el olor aún fresco de la sangre de Han que había sido eclipsado ligeramente por el olor de Peter y Charlotte mientras tomaban rutas más salvajes, lo cual era práctica mente más inteligente y simple mente obvio, no le haría bien a nadie si alguien pudiera atrapar a la pareja de jóvenes, hermosos y pálidos, llevando en sus brazos a un hombre asiático ensangrentado y que apenas respiraba, como si no pesara más que una pluma. Tal era el impulso, que Karina se había entregado completamente a sus instintos, corriendo tan rápido como su cuerpo no-muerto le permitía, tanto que sus pobres botas habían comenzado a deshilacharse mientras trepaba y saltaba sobre piedras y árboles.
Mientras seguían cruzando línea estatal sobre línea estatal, la noche había caído, la oscuridad lo cubría todo, no es que hiciera ninguna diferencia ya que sus ojos color borgoña les permitieron ver con clara perfección mientras mantenían su paso rápido, les había tomado menos de tres horas frente a lo que para otros habría sido al menos de 5 a 8 horas en tren ó en coche, para llegar al lado marítimo del país, la península olímpica los recibió con pinos oscurecidos y el olor salado del mar chocando contra los acantilados, la niebla alrededor del aire obstruyendo la atmósfera mientras cruzaban hacia el vasto bosque mientras dejaban atrás las montañas del monte Rainier.
Mientras se abrían paso entre la arboleda de árboles centenarios, Karina sintió el cambio en el aire, como un zumbido de advertencia que alertaba de la presencia de otro depredador, junto con el repentino hedor a perro mojado y sucio que hizo que su pálido rostro se contrajera con disgusto, deteniéndose en la base de un árbol, la morena cerró sus ojos antes de suspirar audiblemente. "Oh, mierda, tuve que olvidar algo, típico.." siseó Karina mientras sus labios rosados y regordetes se curvaban, con Han como lo único en su mente, se había olvidado de los chuchos de la reserva India. Garrett se movió detrás de ella, casi como si la estuviera protegiendo cuando un fuerte gruñido retumbante vino de detrás de los árboles oscuros, luego seguido por otro, y otro mientras las ramas crujían bajo el peso de pesadas patas, la tierra húmeda chapoteaba cuando el hocico de tres altos cuerpos peludos caminaron hacia adelante, su pelaje brillando cuando la luna brilló sobre ellos.
"Supongo que eso es lo que olvidaste.." Bromeó sarcástica mente el alto vampiro nómada, desprovisto del humor que la habría hecho sonreír. Sus labios se fruncieron mientras se giraba para mirarlo. "-Garrett, realmente no creo que sea el momento adecuado para bromas sarcásticas.." Siseó exasperada mientras miraba por encima de su hombro, su gabardina oscurecida por las errantes gotas de agua que caían de las ramas sobre sus cabezas. "¿Te he dicho alguna vez que te ves deslumbrante cuando estás enojada?" Añadió el vampiro patriótico con una sonrisa en sus labios rojos, su sonrisa alegre mientras ignoraba las presencias presentes. Los lobos se quedaron mirando, sus ojos dorados analizándolos mientras el del medio, aparentemente el más grande, de color negro oscuro.
Retrocedió hasta desaparecer entre los arbustos, ambos vampiros compartieron una mirada al escuchar el sonido de huesos crujiendo. Junto al jadeo de una respiración más humana tras el susurro de lo que parecía ser ropa, menos de un minuto después, apareció un hombre indio alto, bronceado y con el pecho desnudo, cabello largo y ojos igualmente negros con labios fruncidos.
Volviendo a mirar al vampiro alto, Karina le envió un mensaje silencioso. Déjame manejar esto, ¿Okay? no quería saber qué tipo de problema causaría Garrett si le dejaba hablar primero. "Oye, mira, no estamos aquí para causar problemas, me olvidé de evitar este lugar así que, si no te importa, nos iremos cuánto antes-" Dijo ella, en menos de un minuto llegarían a la casa de los Cullen y Han, no había nada más que le importara en este momento, no le importaba si estaba siendo lo suficientemente directa como para parecer grosera. Esto no era más que un obstáculo en su camino para alcanzar a su tua cantante. Todavía había que lidiar con Shaw, no se había olvidado del bastardo británico calvo, pero él y su mente psicótica podían esperar por ahora.
El alto joven de piel morena respiró profundo, exhalando fuerte como si algo en el aire le provocase molestia.
"-En cualquier otra circunstancia ya los habríamos despedazado a los dos como es lo correcto" Habló súbitamente sin pausas ó tapujos. Su voz más gruesa de lo esperado, dura y devota de calidez. "..Pero el médico sanguijuela ya vino a avisarnos de la llegada de dos chupasangres más después de los otros dos ésta tarde con el cadáver de ese hombre asiático, el atestiguó sobre su autocontrol, no es que nos importe, una sanguijuela es una sanguijuela, y todos ustedes son iguales sin importar cómo se presenten.." Dijo este mientras miraba a ambos, los cambia formas a cada lado burlándose bajo sus respiraciones fuertes, casi sonando como si estuvieran riéndose, encontrando divertidas sus posibles muertes. Ante la mención de Han, Karina sintió que sus manos se apretaban, todo fue un golpe, por supuesto, destinado a irritarla, para darles excusas para arrancarle la cabeza.
La morena se movió, en un abrir y cerrar de ojos se paró frente a Garrett, el nómada estiró su brazo para sujetarla por el codo, estaba nervioso, con razón, los lobos gruñían más fuerte mientras sus patas avanzaban, pero una mirada del alto indio los hizo encogerse mientras gemían y regresaban al lugar donde habían estado.
"Es curioso que digas que considerando que al menos parecemos humanos, ustedes literalmente se convierten en animales grandes, ¿quién es más inhumano, eh? un poco hipócrita, ¿no crees?" Ella dijo, escupiendo hacia el joven cachorro que, aunque él podía enfrentarla e insultarla en una sola frase, ella igualmente podía ser cortés, pero permitir un insulto de un niño que parecía tener menos de 25 años era algo que no dejaría pasar. El indio hizo un giro con su boca, sus labios parecían querer esbozar una sonrisa amarga. "Las apariencias pueden engañar, somos más humanos de lo que jamás desearías ser, nuestros corazones laten, nuestra sangre fluye, aún podemos crear vida, los de tu especie solo traen la muerte-" dijo el cambiaformas con acidez en sus palabras, sus facciones esculpidas con pómulos altos y mentón marcado una visión de sus antepasados.
"Cuidado muchacho, no hagamos que esa sangre fluya antes de lo necesario, ¿eh?" Garrett se movió detrás de ella para estar a su lado, su disposición demostrando que estaba alerta y listo para enviar volando a los chuchos de cuatro patas por los aires, eran tres contra dos, pero igual así Karina sabía que tendrían por lo menos mucho más ventaja en agilidad y fuerza que los tres lobos juntos, eso si mantenían una buena estrategia de combate que no les permitiera el ser acorralados, ellos tenían la ventaja evolutiva, los agudos sentidos, la rapidez, la fuerza de su piel impenetrable, y sobre todo el veneno, pero los cambia formas tenían la ventaja de la manada, algo que no se debía subestimar. "Considerando la hemorragia interna de ese hombre, parece que ya lo han hecho, él era humano y los de tu especie seguramente ya lo han matado contaminando su sangre con su veneno, el tratado exige que matemos a todos y a cualquier chupasangre que entre a nuestro territorio, sin excepciones-" dijo el indio mientras fruncía los labios con disgusto. Karina sintió que sus ojos se oscurecían mientras sus dientes brillaban pálidos en la oscuridad cómo marfil, la idea de que el corredor de autos asiático aún no estuviera exento de seguir siendo amenazado irrumpió en su cabeza como una ola en la tempestad.
"¡NO HABLES DE ÉL! perro-, no tienes derecho a usarlo como excusa para tu infantilismo, se estaba muriendo y solo había una forma de salvarlo, así que no te atrevas a echárnoslo en cara como si permitirle morir fuera más misericordioso que cambiarlo, no sabes nada de nosotros, nada de nuestras vidas más allá de lo que te dicen tus mayores, así que vuelve corriendo a tu reserva, muchacho, no somos parte de tu tratado, pero respetaremos los límites mientras permanezcamos aquí, esta no es la primera vez que me enfrento a los de tu especie, el último que me enfrentó fue tomado por tonto, así que presta atención a mis palabras y guarda tus pensamientos exaltados para ti mismo!" Karina escupió iracunda, siseándole con veneno en sus palabras, ella no había luchado ni vivido durante los últimos cien años para ser regañada como una niña monstruo viciosa por un niño que había apenas descubierto cómo afeitarse las axilas recientemente.
Sintiendo su disposición enojada, los lobos a ambos lados gruñeron, chasqueando sus mandíbulas y sus largos dientes como dagas hacia ella. "Piensa bien en lo que tú y tus perros están a punto de hacer muchacho, una vez que cruces la línea no habrá piedad para ti-" gruñó Garrett, con el rostro duro y frío. El verdadero rostro de un vampiro. El viento cambió en la distancia, las ramas crujieron cuando algo se acercó rápida mente. Karina se quedó quieta, sus pies sintiendo las vibraciones a través de su calzado arruinado.
Con una risa ahogada, el indio escupió.
"-A pesar de todas las habilidades de las que los de tu especie parecen jactarse, eres una verdadera sanguijuela ciega, somos tres y ustedes dos, yo diría que las probabilidades no están a su favor" El joven de cabello oscuro siguió riéndose, su risa sacudiendo su cálido cuerpo desde donde estaba, Karina podía sentir el calor incluso desde una pequeña distancia, se sentía incómodo, como un horno que no era cómodo para sentarse al lado, se sentía más como un volcán listo para hacer erupción y quemarte. "..Entonces tú debes ser realmente el más estúpido de tu clase para pensar que los números equivalen a conocimiento de lucha, ahora te sugiero que nos dejes seguir nuestro camino a menos que quieras comenzar algo que tendremos que vernos obligados a terminar, y estoy bastante segura de que los ancianos de tu reserva no estarán muy contentos de saber que tú comenzaste lo que puede conducir a una guerra duradera, hay otros por ahí a quienes no les agradará saber de nuestra desaparición si perecemos, no estarán contentos de saber que los tuyos existen y enviarán a muchos más otros a erradicarlos, piénsalo, toda tu vida, tu gente, tus amigos chuchos, tu familia, muerta-" Amenazó la pálida morena, dudaba de que este tuviera algún conocimiento sobre los Volturi, y de igual manera le sorprendía el hecho de ver que todavía seguían con vida apesar de el odio ardiente que cierto líder Volturi le tenía a los lobos, aún que no fueran iguales a los hijos de la luna, era un milagro no tan milagroso ahora que lo pensaba, debía haber alguna fuerza externa influyendo para mantenerlos ocultos. Y tal cosa llegó a su mente como un relámpago. Oh Carlisle... benévolo.
Éste dió un gruñido gutural desde su garganta.
"¡No creas que puedes amenazarme sanguijuela! te arrancaré la cabeza antes de que puedas si quiera tocarme con tus sucias manos muertas-" Escupió impulsandose hacia adelante con determinación. En un abrir y cerrar de ojos, el indio se había lanzado hacia adelante, sus huesos moviéndose bajo su piel listos para volver a su forma de cuatro patas, pero antes de que pudiera hacerlo, la pálida morena había girado lanzando su pie y pierna en una patada voladora directamente en su pecho descubierto, pateándolo lo suficientemente fuerte como para romper algunas costillas mientras jadeaba, volando de regreso al barro húmedo y contra sus compañeros lobos. Karina por su parte torció los labios en fastidio, Garrett rodó sus ojos rojos a la par. Nunca hacía falta el jovencito idiota en cada generación. "-Ya es suficiente Sam, nos encargaremos desde aquí" Una conocida voz suave y musical habló desde atrás haciendo acto de presencia mientras Karina giraba su cabeza, los rizos de su cabello oscuro volaban mientras se enfrentaba al impresionante vampiro rubio y amigo, Carlisle estaba allí, junto a él estaba otro rubio, con cabello color miel y ojos duros, Jasper, al otro lado del buen doctor estaba el cuerpo musculoso de un Emmett de cabello oscuro. El indio, ahora conocido como Sam, visiblemente apretó los dientes como si estuviera enojado porque alguien se hubiera atrevido a arruinarle la diversión tras finalmente incorporarse otra vez, su torso se encontraba rojo, sin duda alguna cambiaría de color en las siguientes horas, tenía barro en su cabello y sobre su piel. Estaba claro que había querido provocar una pelea para promover su creencia de que todos los vampiros eran criaturas locas impulsadas por la sangre.
Honestamente, ella le dió crédito a Carlisle y Esme por ser capaces de vivir junto a un grupo de personas tan críticas sin estallar, Karina sabía que ella misma ya le habría abofeteado la cabeza fuera de sus hombros al chico engreído de una sola bofetada.
"-Cullen, nos diste tu palabra, y hasta ahora solo he visto a dos.. vampiros, buscando provocación, estamos rompiendo nuestras demandas del tratado al permitir que estos...extraños entren a nuestro territorio sin pruebas de que no matarán a los civiles en la ciudad.." dijo Sam mientras encaraba el patriarca Cullen con la barbilla levantada apesar de su apariencia sucia. Carlisle asintió no mucho después, su rostro era una fachada de serenidad, siempre había logrado ser la voz de la razón. "Y no he mentido, Sam Uley, estos son mis amigos Karina Vritasky y Garrett Mcallen, ambos tienen edad suficiente para controlarse a sí mismos y su sed, no lastimarán a ningún humano en Forks ó incluso en Port Angeles, ya lo hemos discutido, y mi hija Alice ya lo ha visto en el futuro previsible, todo continuará sin ningún problema, tienes mi palabra y las palabras de mi familia.." El doctor habló mientras miraba a través del espacio, el cambiaformas indio hizo una mueca.
"-Eso lo veremos, si hacen algo, ó ese hombre que trajeron los otros dos...vampiros, se escapa de su control, si logra...sobrevivir, no dudaremos en acabar con él si representa una amenaza, igual deben recordar que han jurado con su palabra, la misma sentencia caerá sobre ustedes.." Sam gruñó volviendo su mirada hacia ella mientras la fulminaba con la mirada, sus ojos oscuros ardían con odio, un odio más antiguo que él mismo. La vampira morena contuvo el silbido que subía por su pálida garganta, sin querer nada más que chasquear sus afilados dientes contra su cuello, sin importar si su sangre sabía tan asquerosa como un cadáver. "Entendido-" Carlisle asintió, sin agregar más. El joven cambia formas permaneció inmóvil por casi un minuto en silencio, los dos lobos a su alrededor observando sin titubear a los recién llegados poco ó antes de que esté con un sonido en su garganta moviendo su cabeza hiciera un amago de retirada despechada. Con una serie de gruñidos bajos, el trío retrocedió sin bajar la guardia hasta desaparecer tras la arboleda.
"¿Cómo está? Carlisle, dímelo ahora.." cuestionó con urgencia tan pronto como escuchó los fuertes pasos de los lobos desaparecer lo suficientemente lejos. El vampiro rubio frunció los labios mientras tomaba sus manos, conectando sus ojos dorados con los de ella. "Se está recuperando mejor que cualquier persona con una lesión así, su corazón aún late, cada vez más rápido a cada minuto que pasa, son buenas noticias, significa que el veneno está haciendo su trabajo" finalizó diciendo con una pequeña sonrisa que logró levantar un peso invisible sobre los hombros de la hermosa vampira morena.
"Es bueno verte cara a cara de nuevo vieja amiga, a los dos, espero que Garrett no haya causado demasiados problemas" bromeó Carlisle ganándose algunas risas de ambos hijos a su lado, Garrett burlándose como ofendido por tal cosa. Incluso siendo posible, la sonrisa en su hermoso rostro decía lo contrario mientras negaba con la cabeza. "No te hagas el santo ahora, viejo amigo mío, todavía recuerdo las cosas locas que hacías antes de convertirte en un hombre de familia" dijo, tanto Jasper como Emmett parecían casi de la edad en la que permanecieron congelados mientras sus ojos dorados brillaban con curiosidad. ¿Qué pudo haber hecho su benevolente padre y líder para merecer tal expresión? Karina sonrió mordiéndose los labios rosados. "Oh, no te preocupes, puedo manejarlo cualquier día" dijo Karina ignorando deliberadamente la mirada mordaz que le lanzó el vampiro patriótico. Podría acostumbrarse a molestar a Garrett y su enamoramiento, aunque sabía que sin importar lo que él dijera, él respetaría la elección de su corazón sin lugar a dudas, eso es lo que lo hacía un buen hombre. Pero no había manera de que ella alguna vez lo admitiera en voz alta y en su cara.
Con una carcajada baja, el patriarca Cullen asintió.
"Por más que quiera sentarme a recordar viejas memorias no creo que sea prudente que perdamos más tiempo-, hay alguien que espera por ti" dijo el médico rubio mientras movía su mano hacia adelante, la morena no podía estar más de acuerdo, en segundos, el grupo luego corrió, lo más rápido posible, en menos de unos segundos se encontraban a unos buenos cincuenta pasos de la moderna estructura de madera y cristal diseñada por Esme misma.
"Alice y Esme ya prepararon una habitación para él ya que lo tengo bajo observación, pero también tenemos que hablar sobre después del cambio, Karina, él anhelará sangre, ya que en mi familia, todos nosotros excepto Jasper por supuesto, hemos vivido bajo una dieta basada en animales desde el principio-, pero por mucho que quiera guiar a otros por el camino de la rectitud, no puedo tomar esa decisión por él" Dijo mientras Karina fruncía los labios en señal de comprensión, ella había continuado con su dieta a base de sangre humana por educación de Toshiro, nunca había conocido otra cosa hasta que cruzó caminos con Carlisle, para ese entonces ya se había vuelto muy tarde para cambiar los viejos hábitos, el sabor metálico de la sangre humana cobriza no tenía igual, era rica, adictiva y atrayente.
"Nosotros, llegaremos allí cuando lleguemos.." Murmuró suave mente, era su problema con el que lidiar, luego preguntó. "¿Dónde están Peter y Charlotte? pensé que estarían cerca.." Preguntó con curiosidad mientras buscaba a la pareja nómada, tenía que agradecerles nuevamente por traer a Han sano y salvo. Jasper se hizo a un lado. "Fueron a cazar después de que lo trajeron, se tuvieron que ir muy lejos para evitar a los...lobos, sus presencias les han dado cierta paranoia" dijo el rubio ex soldado sobre sus amigos más antiguos. Karina suspiró, el aire en sus estáticos pulmones siendo transportado en silencio, vergüenza momentánea le invadió ante la imagen de futuros problemas para quienes no habían hecho más que ayudar sin duda alguna. "Lo siento mucho si esto les a traído problemas, prometo que en cuanto todo esto..pase, estaremos fuera de sus manos" Aseguró con determinación, no permitiría que los chuchos adolecentes descendientes de aquellos antiguos guerreros cambia formas tomarán sus presencias como excusas para hacerles daño a Carlisle y su familia, jamás se lo perdonaría.
"Igualmente, Jasper, quería agradecerte por enviarlos hacia nosotros, sin tu ayuda, sin su ayuda, no sé qué hubiera pasado" Sus ojos parpadearon hacia Jasper, como era conocido, se quedó quieto, reconociéndola con un pequeño gesto de cortesía y una sonrisa semi visible en el borde de sus labios curvados mientras Emmett sonreía con todos los dientes y se lanzaba para rodearla con sus abultados brazos. "Oye, no te estreses por nada, si quieres, Jasper, Ed y yo podemos ayudar a tú..amigo, a atrapar algunos osos y pumas, al menos para ayudarlo a controlar su fuerza lo suficiente para cuando finalmente decida.." Exclamó el pelinegro con su voz retumbante, Karina se permitió ser sostenida mientras escuchaba a Garrett decirle algo a Carlisle que decidió ignorar, no toda conversación era de su incumbencia.
Una puerta se abrió a su derecha, sus ojos color borgoña parpadearon hacia la puerta de entrada de vidrio mientras cuatro siluetas salían, Esme, la propia Alice, Rosalie en todo su esplendor rubio y Edward. Karina sintió que sus labios se torcían hacia abajo. "-Edward Anthony Masen Cullen, realmente tenemos que hablar sobre salvar a jóvenes en la parte trasera de un Seven Eleven en los 80's" habló ella, observando como el telépata pelirrojo de ojos dorados permanecía viendo en su mente el recuerdo del agente de cabello gris justo antes de abrir los labios para decir una sola palabra. "Oh-" murmuró. Rosalie a su lado bufando irritada. "¿Ahora que hiciste?" Cuestionó la rubia con una mueca de fastidio.
•••
Una mano pálida y fría agarró la mano ardiente de tono oliva en la suya, el cuerpo de Han estaba tan quieto como una piedra. No era natural para ella, y para Han, a quien había conocido durante los últimos doce años desde 2002, nunca había sido un hombre estacionario, siempre había estado activo y funcionando, haciendo esto y aquello. Verlo ahora, acostado en la cama perfectamente hecha con sábanas azul claro, sin duda cortesía de Esme, hizo que sus dedos se apretarán en dejá vu, la necesidad de agarrar algo, cualquier cosa que la ayudara a liberar el sentimiento de impotencia que arrasaba dentro de ella, esto era todo culpa de Toshiro, y antes de eso, de Shaw.
Acariciando su mano, Karina miró su rostro, Esme había ayudado a limpiar su rostro de la suciedad y con la ayuda de Rosalie ambas lo habían cambiado por algo más relajado y limpio, un par de pantalones de pijama de seda negros y una camisa con botones de color crema, no tenía duda de que habían sido escogidos por la fashionista Cullen.
"Estoy aquí Han, estaré aquí todo el tiempo que sea necesario, tu solo debes encargarte de volver..vuelve a mí" susurró con un leve quiebre en su voz musical. Un crujido sonó detrás de ella, peso agregado en las ricas tablas del piso, el sonido fue intencional, había escuchado los pasos subiendo las escaleras pero había decidido ignorarlos. El olor le resultaba familiar mientras echaba una mirada por encima del hombro.
La figura alta y desgarbada del telépata pelirrojo estaba parada contra la entrada de la puerta, Edward parecía aprensivo ya que justo antes de eso, había habido una discusión durante al menos treinta minutos sobre su error pasado que involucraba al agente del gobierno de cabello gris que ella había revelado que nadie parecía haberlo sabido, Garrett ya había abandonado la propiedad minutos antes con excusas de cazar en Seattle. Rosalie, tan bonita como enojada, le había tirado la silla del piano a su hermano adoptivo, había querido enviar su piano antiguo por una ventana pero Esme la había detenido antes de que pudiera alcanzarlo, Karina también les había contado sobre las fotos que Tej y Ramsey lo habían encontrado, lo que había provocado un alboroto en el resto, en su mayoría Jasper parecía listo para correr y deshacerse de cualquier evidencia, incluidos aquellos que la habían encontrado, pero la morena lo había detenido interponiéndose en su camino.
A ella no le gustaba esto más que a ellos, pero no permitiría que los amigos de Han sufrieran daño si podía evitarlo, estaba muerta, pero no sin corazón.
"Esto es peligroso para nosotros Karina, tenemos que arreglarlo, no podemos permanecer de brazos cruzados mientras esos, esos hackers se hacen de nuestra información un festín-" siseó Rosalie mientras se levantaba, sus tacones rojos resonaban contra el suelo mientras avanzaba, con los brazos cruzados sobre su top rojo con tirantes finos.
"Lo entiendo, créeme, pero no puedo dejar que vayan tras ellos, diablos, intentaron acorralarme a mí, pero no les arranqué la cabeza por ello, hay demasiado en medio involucrado para hacer esto, lo mejor que pueden hacer es encontrar a alguien lo suficientemente bueno para borrar sus rastros permanente mente, empezar desde cero en el mundo digital" aconsejó mirando a ambos rubios, Emmett parado detrás de su pareja, Alice sentada en el sofá cerca de Esme y Carlisle parado a su lado, Edward había elegido quedarse cerca de la salida de la sala de estar por si acaso.
"Karina tiene razón, además, no se puede culpar a Edward por lo que hizo, lo estaba haciendo con la mejor de las intenciones, llevamos esta vida porque queremos preservar la vida de los inocentes, repudiar tal acto ahora no tendría sentido apesar de las circunstancias" añadió Esme, sus suaves rasgos en forma de corazón se giraron hacia sus hijos adoptivos. Rosalie se bufó poniendo los ojos en blanco. "Lo que hizo fue ponernos a todos en peligro, y ahora ese chico que salvó es un anciano que tiene conexiones con poderes del gobierno, ¿y si envían a alguien a husmear por el pueblo? ¿De verdad crees que la buena gente de Forks no dudará en delatarnos? ¿La extraña familia Cullen con el doctor bueno y todavía muy joven?" Rosalie escupió mientras miraba a su alrededor hasta que sus ojos se posaron en la morena.
Karina se quedó quieta, con los brazos igualmente cruzados, sin retroceder. Escuchó a Carlisle exhalar, incluso si no respiraba, esa fue la respuesta precisa para tal argumento.
"Edward escucharía sus pensamientos antes de que se pudiera decir algo significativo" El médico rubio intentó razonar, estaba orgulloso de su hijo adoptivo, salvar una vida era lo más grande que alguien podía hacer, él era médico, lo sabía mejor que nadie 300 años le habían enseñado eso. "-Y yo también los vería venir si eso sucediera, hemos escapado de probabilidades similares antes Rose.." agregó Alice mientras levantaba su delgada y pálida mano para agarrar la mano de su compañero con un apretón. "No así, el último incidente fue hace treinta años, ¿recuerdas? el FBI nos persiguió por el llamado "robo de identidad" porque encontraron incongruencias con nuestras edades, pero eso fue antes de que existiera el internet y las cámaras pudieran captar incluso a los más minuciosos detalles, ¡esto es diferente!" Exclamó la vampiro rubia, Karina entendía su punto y preocupación, el siglo 21 había traído consigo avances tecnológicos para ambos bien y mal, el mantenerse escondidos de los ojos del mundo ahora era mucho más difícil que nunca. "Rose tiene razón.." Emmett comentó, su barítono tono de voz resonando tras su pareja, Carlisle encaró al fornido vampiro de cabello oscuro con una mirada reprobatoria.
Mientras miraba a la rubia, Karina se dió cuenta de que no estaba retrocediendo, Rosalie nunca retrocedía fácilmente, era una de las cosas que Karina había aprendido después de conocer a Carlisle, era testaruda y se salía con la suya de una manera u otra, pero no esta vez, no podía permitir que la rubia adolescente de ojos dorados entrara al complejo si todavía es que estaban allí, lo cual dudaba, pero tampoco lo descartaría, si alguien pudiera encontrar a alguien, eso sería un vampiro con un motivo, así que Karina pensó con fuerza, apretando la mandíbula mientras apretaba los dientes. Tendría que golpear fuerte para salvar algunas vidas, después de todo, parecía que le debía algo a Mia después de todo.
"..Si eliges continuar con esto, prepárate para matar a todos, porque éstas personas han pasado por un infierno y no retrocederán fácilmente, humanos ó no, son fuertes...así que si los matas, mata al bebé rápido, no lo dejes sufrir" Comentó lanzando el comentario al aire con casualidad, en su rostro una expresión despreocupada mientras observaba ahora las uñas de sus manos con falsa atención. El efecto fue instantáneo, Esme jadeó horrorizada, una mano volando hacia su boca de inmediato. "¿El...el bebé?" La voz de Rosalie era apenas un susurro mientras hablaba. Karina levantó los ojos mientras decía. "Sí, Jack, un año, apenas cerca de dos, sus padres son amigos de Han, bueno, más que amigos, son su familia.." Ella explicó recordando a el pequeño infante de mejillas regordetas.
"Si quieres eliminar a los responsables, tendrás que pagar el precio total por ello, todos ó nada" Su voz era fría, pero suave mientras colocaba una mano en su cadera. La rubia Cullen se había congelado hasta convertirse en piedra. Emmett se acercó para agarrarla por la cintura, sus ojos dorados se habían vuelto oscuros mientras la miraba, muy lejos de la alegre bienvenida que le había dado antes. Eso fue todo, la discusión había muerto de raíz...
"..Hey, bienvenido a la guarida del autodesprecio, aceptamos miembros con traumas extensos" El sarcasmo goteaba de sus labios mientras leía su rostro. Los labios de Edward se arquearon ligera mente antes de colocar sus manos en los bolsillos de sus jeans. "No te preocupes por Rose, ella tiende a enojarse, pero no está dispuesta a cometer un asesinato así, se prendería fuego antes de que eso sucediera, igual Carlisle y Esme no lo permitirían mucho menos yo ó Alice" dijo el pelirrojo y ella le creyó, Rosalie era una fuerza de destrucción cuando se trataba de proteger a su familia, pero no era un monstruo sin alma capaz de tomar la vida de un bebé inocente. "Bien, porque no me gustaría pelear con una amiga el mismo día que el hombre que amo está en su lecho de muerte" Añadió con honestidad, con un parpadeo calculado, sus largas pestañas se elevaron hacia el pensativo vampiro.
"¿Puedes oír sus pensamientos?" Preguntó, recordando de repente tal posibilidad. Los ojos de Edward miraron al extraño en la cama de invitados que habían recibido de Home Depot apenas unas horas antes de que él llegara aquí. Sus labios se fruncieron mientras centraba su atención en el hombre y no en su corazón que palpitaba rápidamente, sonaba como ese pequeño colibrí. Mientras su poder se concentraba en la mente del hombre, un empujón de una voz, que asumió pertenecía al hombre inconsciente, asaltó su mente como un animal aullando atrapado en una trampa.
DOLOR, DOLOR, DOLOR, DOLOR, DOLOR, DOLOR, DOLOR, DOLOR, DOLOR, DOLOR, DOLOR, DOLOR, DIOS, DOLOR, KARINA, DOLOR, GISELLE, DOLOR, DOLOR, SHAW, ARDOR, ARDOR, FUEGO, HAZ QUE SE DETENGA, HAZ QUE SE DETENGA, MÁTAME, MÁTAME.. DOLOR...
Karina podía deducir que fuera lo que estuviera escuchando no era nada bueno cuando el pálido pelirrojo hizo una mueca que intentó ocultar fallidamente.
"Piensa en ti...y, en lo mucho que le duele-, Rina, no creo que sea prudente escuchar el resto.." Confesó suavemente mientras apartaba la vista hacia las afueras, la madrugada se acercaba através de el gran ventanal de cristal, sobre los árboles los cielos oscuros recorriendo los diferentes estados de transición. Karina, aún que reacia, asintió mordiéndose el labio inferior, su mano derecha continúo trazando patrones en la mano inerte de el corredor de autos asiático.
•••
"¿Qué viste?" Preguntó Karina, volviéndose hacia la pequeña vampiro de cabello oscuro. Alice se encogió de hombros debajo de su vestido de terciopelo azul grisáceo, sus pies adornados con tacones Mary Jane negro brillante. "Puede esperar, de verdad-" Susurró ante la mirada incrédula en su rostro, sus ojos dorados recorrieron al inconsciente asiático de cabello oscuro mientras estudiaba sus rasgos de cerca. "Realmente lo siento, por Toshiro, mis visiones solo pueden decirme hasta cierto punto, pero nunca esperé que él se atreviera a hacer tal cosa, me siento culpable, si hubiera avanzado más en la visión, tal vez podría haber evitado que Han se viera tan herido como ahora" murmuró Alice suavemente mientras se sentaba a su lado en la esquina de la cama. La morena sintió que su frío corazón se encogía, ella había sentido lo mismo.
"No es tu culpa, debería haber sido yo quien evitara esto si sólo hubiera sido menos cobarde-" escupió agridulce, sabía que todo lo que había hecho había sido para mantenerlo a salvo, pero tal vez en su intento de mantenerlo protegido, ella también lo había colocado en un lugar vulnerable, su ceguera ante la verdadera verdad de lo que ella era, le había permitido a Toshiro abrirse paso entre ellos como un viento entre un castillo de naipes. Había estado condenado al fracaso desde el principio, ella había estado demasiado ciega para verlo hasta ahora, demasiado ingenua, su labio inferior estaba duro, la ira burbujeaba debajo de su fría piel ante el recordatorio de las palabras de Toshiro.
"-No te hagas eso Karina, no te culpes por lo que estaba fuera de tus manos, ó de cualquier otra persona, Toshiro tomó su decisión, y aún que lo hubiera visto ó no, todavía se iba a convertir en un problema antes ó más tarde, sólo hacías lo que pensabas que era mejor para Han, yo hubiera hecho lo mismo por mi Jasper" Alice murmuró con convicción.
"...Ahora que hemos pasado por todas las fases de autocompasión y culpa, por favor dime qué viste porque honestamente me está volviendo loca" dijo la morena con urgencia mientras se giraba con una sonrisa débil en sus labios, Alice se rió en voz baja mientras asentía, su corto cabello color cuervo temblando en diferentes direcciones mientras se movía. "...Vi, vi a Han, él se despertará" susurró dando una mirada mientras Karina se levantaba de la cama lo suficiente mente rápido como para desdibujarse mientras se paraba frente a la Cullen. "¿Cuándo? Alice-" Preguntó lanzando una mirada a Han. La clarividente de ojos dorados sonrió. "No más de dos días, Carlisle estimó al menos tres días, pero parece que lo mordiste en el momento correcto, su proceso de cambio se está moviendo más rápido de lo esperado, es como si él estuviera...obligándose a superarlo, quiere vivir-" confesó la pequeña vampiro esbozando un brillante sonrisa perlada. La bonita vampira de ojos color borgoña sintió que sus ojos ardían con veneno mientras sus labios temblaban de felicidad desenfrenada. "Y yo estaré esperándolo aquí..." Susurró, su cabello oscuro rizándose alrededor de su pálido rostro como un velo.
AHHHH, FALTA POCO PARA VOLVER A VER A UN POSIBLE NUEVO HAN!!!
🩸🩸🩸
Acaso soy la única a la que siempre le pareció raro (de seguro es un plot-hole que Stephenie Meyer dejó sin revolver como todos los otros) sobre como es que los cambia-formas pasaron desapercibidos bajo el radar de los Volturi?? osea, se que los Volturi demandan secretismo y todo es hecho con cautela y desde las sombras, pero como rayos no mandaron a desaparecer a los cambia-formas quileutte por generaciones si ellos tienen ojos y oídos en todo el mundo??? like, mi única deducción es que la presencia de Carlisle fue lo que los mantuvo "ocultos" de los ojos de Aro ya que Aro le tenía mucho respeto a Carlisle como para enviar a alguien a investigar que estaba haciendo durante todas las décadas después de abandonar Volterra tras su estadía con los Volturi.
6014 palabras.
Oficialmente el capítulo más largo que he escrito en mi vida.
...
Aquí unos memes de los momentos más significativos de el capítulo 🤣
Y
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