
CAPÍTULO 87: VOICES IN MY HEAD
—— VOICES IN MY HEAD ——
—La maldición que ha afectado a nuestra familia durante diez años nos ha pasado factura a todos. A la ciudad, a nuestro hogar y a nuestra familia.— Empezó a decir Klaus mientras miraba a Astrid, a Freya y a sus hijas, las cuales junto a él estaban alrededor de una gran mesa dispuestos a desayunar. —Las consecuencias de estar juntos eran graves, pero hoy, gracias a vosotras dos, celebramos un nuevo comienzo en el que tendremos la libertad de estar juntos y si nos encontramos con algún obstáculo lo afrontaremos unidos, como una familia. Por y para siempre.— Sonrió mientras los cinco brindaban por aquel nuevo comienzo que sin dudar iba a marcar sus vidas de una forma que todavía no eran conscientes.
—¿Puedes pasarme los buñuelos?— Le preguntó Hope a su madre.
—Claro.— Sonrió Astrid mientras ponía delante de ella la bandeja, haciendo que Hope cogiera un par que puso en su plato.
—Bien, Rebekah volverá en unos días, esta atando algunos cabos sueltos en el extranjero.— Les informó sabiendo que ahora que no tenían aquella oscuridad sobre ellos podían volver a reunirse, y aunque pudieran tener disputas lo que todos querían y echaban de menos era reunirse y estar todos juntos como siempre habían estado.
—Estará bien tenerla por aquí.— Sonrió Eliana mostrando lo mucho que quería ver de nuevo a su tía.
—Estará bien que volvamos a estar bajo el mismo techo.— Añadió Freya mostrando que estaba deseando estar con todos sus hermanos en un mismo lugar sin el peligro de traer el fin del mundo.
—Buenos días.— Saludo Elijah haciendo que los cinco mirasen hacia la puerta donde el noble se encontraba. —Es obvio que hay mucho de que hablar.— Afirmó mientras centraba la mirada en las dos hermanas, la cuales estaban sentadas juntas en el lado izquierdo de la mesa. —Hope, Eliana dejar que empiece diciendo lo mucho...— Empezó a decir el noble intentando suavizar la tensión palpable que había, pero estaba claro que nada de lo que fuera a decir mejoraría la situación.
—Gracias por el desayuno, pero tengo deberes que adelantar.— Dijo Hope mientras se levantaba de la mesa y se marchaba.
—Yo no necesito escusa, simplemente no quiero estar cerca de él.— Respondió Eliana mientras imitaba el gesto de su hermana mayor y se marchaban siguiendo sus pasos, haciéndole ver a su tío que lo iba a tener mucho más complicado para restaurar una relación que en aquellos momentos no estaba rota, sino destruida.
—Eso no es normal, están muy raras.— Afirmó el híbrido el cual al igual que Astrid se había fijado en que Hope había doblado un tenedor con la mirada.
—Han perdido a su tía, Niklaus.— Le recordó Elijah sabiendo que era lógico que ambas actuarán de aquella forma. —No debería de haber venido...— Empezó a decir el noble viendo que de los tres, Astrid era la única que no le miraba, puede que no recordará nada, pero sabía perfectamente quienes eran todos. Era algo inevitable teniendo en cuenta que sabía que era un Original, y no cualquiera.
—Al menos tienes la amnesia como escusa, no como Freya que no dudó en ayudar a una niña a arruinarse la vida.— Afirmó Klaus mirando a Freya la cual puso una mueca de pocos amigos al ver que su hermano seguía culpandola de lo que había sucedido.
—Hope no es una niña.— Le recordó Freya cansada de las acusaciones de su hermano.
—¿Te paraste a pensar en lo que la haría asimilar toda esa magia?— Preguntó Klaus creyendo que su hermana no hubiera sido consciente de las consecuencias a las que se había expuesto Hope, y en su defecto Eliana.
—¿Y qué querías que hiciera sino?— Quiso saber, ya que era evidente que Hope de una forma o de otra hubiera conseguido recuperar aquel poder con tal de estar junto a su familia.
—Negarselo. Desafiarla.— Respondió el híbrido con obviedad. —Nuestro plan era alejarla de la magia negra.— La recordó con obviedad.
—El plan no iba nada bien.— Puntualizó en ese momento Astrid mostrando que era inevitable que aquello colapsara. Ante su comentario Klaus la miró sorprendido ya que no se esperaba aquel comentario por su parte, puesto que era la vida de sus hijas la que estaba ahora en peligro.
—Ya y gracias a Freya la magia ha vuelto a ella.— Alegó Klaus con frustrado. —Así que si esto llega a perjudicar a mis dos hijas de alguna forma ten por seguro que te haré responsable de ello.— La informó a su hermana mayor, haciendo que la expresión de Freya se oscureciera al escucharle, ya que todos sabían que si eso llegara a suceder el infierno se desataria en la tierra y la cólera de Klaus sobre su hermana mayor.
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—Se que estas ahí.— Dijo Hope al percatarse de la presencia de su madre, la cual estaba observando como pintaba.
—No quería molestarte.— Admitió Astrid mientras se acercaba a ella.
—Mamá, si te preocupa algo prefiero que me lo digas. Ser una madre controladora no es lo tuyo.— Aseguró Hope sabiendo que su madre se preocupaba, pero nunca al nivel de estar constantemente sobre ella o su hermana intentando evitar que cometieran errores o las pasara algo.
—Has doblado ese tenedor.— Afirmó mostrando que sabía de lo que había hecho, y era algo inevitable teniendo en cuenta que Hope era una bomba de relojería que iba a explotar en cualquier momento, y todos, incluida ella, eran conscientes de ello.
—Es mejor que clavarselo a Elijah en el cuello.— Admitió haciendo reír a su madre con su comentario.
—Aunque no niego que hubiera sido divertido, debes de ser consciente de que no era él mismo, Hope.— La recordó su madre sin creerse que estuviera interfiriendo por Elijah, pero muy en el fondo era cierto y había que entender que él era otra persona.
—Me da igual, no estoy preparada para perdonarlo y Eliana igual, nos da igual que tenga o no recuerdos.— Sentenció Hope haciendo que su madre viera que todo aquello parecía ser una acumulación de sentimientos por todo lo que había estado pasando.
—¿Entonces es por Elijah solamente?— Quiso saber su madre sabiendo que había algo que Hope no la estaba diciendo, puede que creyera que la mentía pero era su madre y sabía perfectamente cuando estaba bien y cuando no, y aquella vez era una se esas veces en las que no estaba bien por mucho que dijera todo lo contrario.
—Vale.— Suspiró Hope. —Te lo repetiré hasta que me creas.— Sentenció mientras se ponía delante de su madre. —Estoy bien, lo prometo.— Aseguró esperando poder convencerla. —Mira, se que tu y papá creéis que me equivoque al hacer el hechizo, pero te juro que lo tenía todo pensado, ¿y sabes? Lo volvería a hacer, porque por una vez he estado en una misma habitación con papá y en su defecto con Elijah, y el mundo no se acaba.— La explicó haciendo que Astrid sonriera al ver que estaba intentando ser todo lo fuerte posible para que sus padres no se preocuparan, pero por muchos intentos que Hope pusiera Astrid sabía que la estaba mintiendo, o por lo menos no estaba siendo, del todo, sincera con ella.
—Me enorgullece que seas así de fuerte.— Sonrió Astrid viendo que a pesar de todo, Hope intentaba mostrar lo fuerte que era incluso cuando sabía que aquella oscuridad la podía terminar destruyendo.
—Lo aprendí de ti y de la tía Taylor.— Respondió mostrando que sus ejemplos a seguir siempre habían sido su madre y sus tías, porque siempre habían mostrado lo fuertes que eran. —Ojalá estuviera aquí.— Añadió al ver la expresión en la mirada de su madre de tristeza.
—Eso querría yo, más de lo que crees.— Suspiró Astrid sabiendo que todo iba a ser más complicado sin su hermana, pero en peores situaciones habían estado y siempre habían sabido hacerlas frente, aquella vez no seria diferente. —Te está quedando muy bien.— Comentó mirando hacia el lienzo, el cual estaba una parte a color y la otra a la espera de que Hope empezara a pintar en él.
—Me ayuda a mantener la calma.— Admitió. —Oye, mamá... Se que solo a mi me puede afectar la magia, pero ¿crees que también la puede pasar algo a Eliana? Por la unión que tenemos.— Quiso saber mirándo a su madre con la esperanza de que la respuesta fuera negativa, ya que lo último que Hope quería era que su hermana saliera herida de todo aquello.
—Cuando erais pequeñas Inadu la quería usar como un segundo cuerpo, por si existía algún problema con el tuyo. Asumo que si la quería usar era porque sabía la forma de acceder a ella.— Explicó haciendo que la expresión de Hope se endureciera un poco al escucharla. —Pero Inadu ya no existe, ahora solo queda su magia y buscaremos la forma de hacerla desaparecer, ¿si? No debes de que preocuparte.— La tranquilizó mientras la dedicaba una sonrisa sin saber muy bien como iban a deshacerse de una magia que, literalmente, era única.
—No quiero que la pase nada.— Murmuró la mayor preocupada.
—Entiendo muy bien ese sentimiento, brujita. Pero ahora solo preocupate en ti y en cualquier signo de magia negra, si sucede algo dímelo a mi o a tu padre, ¿si?— La pidió mientras la miraba con seriedad y preocupación, sabiendo que era cuestión de tiempo que la magia hiciera acto de presencia.
—No dudes en ello.— Sonrió Hope esperando que su madre creyera que no estaba empezando a escuchar los susurros.
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—¿Crees que nos traerá problemas?— Preguntó Freya a Astrid, la cual apareció una vez que Declan se había marchado, mostrando que de alguna forma no quería hablar con él.
—Declan no sabe nada de lo sobrenatural, además nos hemos asegurado de dejar bien atacados los cabos sueltos que quedaban. Si vuelve a aparecer avísame, yo hablaré con él.— La pidió sabiendo que a pesar de todo debía de ser ella la que hablará con él, pero todavía se la hacía complicado hacerse a la idea de que su hermana hubiera muerto, pero debía de resignarse a ello y a mostrar que seguía siendo fuerte, sino los vampiros extremistas estarían ganando, y ella no podía permitir que ganarán.
—Por cierto, creo que he encontrado una solución para Hope, por lo menos una momentánea.— La informó la bruja, mostrando la pulsera que años atrás Hope llevó para que no pudiera hacer magia.
—La pulsera.— Murmuró Astrid sin creerse que la pulsera pudiera ayudarla a luchar contra aquella oscuridad, pero al menos era la única opción que tenían.
—Dejó de usarla porque no la necesitaba, pero ahora sí. Esto no detendrá lo que sea que la magia negra la esté haciendo, pero aliviará su dolor hasta que hallemos la solución definitiva.— Explicó la bruja sabiendo que aquella era la única solución que tenían por el momento, una solución que muy en el fondo debían de tomar por el bien de la adolescente.
—Se la daré.— La informó mientras la cogía. —Y Freya, no te culpó por lo que has hecho. Creo que sí hiciste lo correcto a la hora de ayudarlas, ambas sabemos que lo hubieran hecho por su cuenta y riesgo.— La dijo a Freya haciendo que esta sonriera de lado, para después Astrid subir hasta el despacho, donde Hope estaba. —Tienes que ponértela.— La pidió mientras se la ofrecía al ver que los susurros habían vuelto.
—No, no la necesito.— Negó Hope creyendo que sería lo suficientemente fuerte como para hacerlo frente.
—No te lo estoy pidiendo, Hope.— Insistió su madre.
—Mamá, tu lo has dicho, soy fuerte puedo controlarlo.— Afirmó creyendo que con solo eso podía manejarlo, pero estaba claro que no iba a ser así de sencillo.
—No, con eso no puedes. Tu padre y tus tíos han vivido con esa oscuridad diez años, se perfectamente lo horrible que puede ser. Cuando estaban cerca entre ellos era insoportable y ahora esta toda dentro de ti.— La recordó su madre haciendo que Hope suspirase sabiendo que tenía ra
—Vale, si me la pongo prometes que dejaras de preocuparte.— La pidió esperando una respuesta positiva por parte de su madre, ya que no sabía por cuanto tiempo más iba a poder fingir que los susurros no la estaban volviendo loca, porque cada segundo que pasaba era peor.
—Soy tu madre, me preocupare siempre.— La recordó sabiendo que ese era su deber, cuidar de sus hijas de cualquiera que quisiera hacerlas daño.
—Ya está, ¿contenta?— Respondió justamente después de que Astrid la pusiera la pulsera. —¿O ibas a estar encima de mi hasta el fin de los tiempos?— Preguntó sabiendo que eso era muy posible, Astrid no era una madre controladora pero sí alguien que se preocupaba por el bien de sus hijas, y ahora que pasaba aquello... era evidente que la preocupación creciera.
—El fin de los tiempos es algo excesivo.— Comentó sonriendo.
—Gracias, mamá.— Sonrió Hope justamente antes de abrazarla, sabiendo que muy en el fondo se alegraba de que su madre estuviera bien y de que el hechizo de inhibición hubiera fallado, aunque eso solo podían agradecérselo a Carina, la cual había interferido con el objetivo de proteger a su hija.
★★★
Admitamos que Elijah es la persona mas inoportuna que puede ser, y también un hipócrita de narices.
Hacer esa escena me hizo verlo asi, ahora su moral es volver a ser el mismo Elijah que era, pero es que las cosas no van así, ni de lejos.
La escusa de Hope fue la peor escusa que he escuchado, hubiera preferido que le clavara el tenedor, por eso decidí que la reacción de Eliana sería mas directa. Siento que en esos temas, las dos hermanas son súper opuestas y eso es algo que me gusta mucho. No es que lo hiciera a propósito, simplemente surgió. Normalmente no suelo planear muchas cosas, solo las mas importantes.
La reacción de Klaus me enternece, ha pasado de ser un padre ausente a un padre presente que se preocupa en exceso, aunque todos sabemos porque estaba ausente. Aún asi, me gustó ver su cambio.
Es en esta temporada cuando ya ves toda la evolución que tiene su personaje, realmente es impresionante de como conocimos a Klaus a como terminó siendo. De todos los personajes de este mundo, creo que es de los que mas crecimiento tiene, puede, incluso, que el que mas.
Las dos escenas con Astrid, se que eran de Klaus y muestra la relación padre-hija, pero en estos momentos necesitaba mostrar a Astrid preocupada por su hija, pero también entendiendola y de alguna manera se que debía de estar en el ajo. A fin de cuentas, Astrid se siente responsable de que Inadu regresará por lo que hace todo lo posible para peotwger a su hija.
Ahora para finalizar vengo a decir una cosa que seguramente os sorprenda, pero estamos a unos 14 capítulos del final. Con eso creo que digo todo.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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