CAPÍTULO 42: GATHERING THE FAMILY (PART II)
—— GATHERING THE FAMILY ——
—Ya se han ido, el local es vuestro.— Les informó Josh a los Originales, haciendo que estos salieran de la cocina.
—¿Veis? ¿A que ha sido más fácil que tener que matar a todo el mundo?— Comentó Elijah, mostrando que si la gente hacía caso a sus peticiones no existía necesidad alguna de derramar sangre.
—Sí..., bueno, ¿ahora que?— Quiso saber el vampiro mostrando que quería saber para que otra cosa iban a necesitar su ayuda.
—¿Serias tan amable de mover el congelador para que podamos acceder a los túneles?— Le pidió Elijah mientras Astrid revisaba su teléfono, observando que Taylor ya estaba en el lugar acordado y que Keelin estaba en un lugar seguro a la espera de que liberasen a Klaus para poder irse.
—El tiempo vuela, venga.— Le indicó Leonidas al vampiro haciendo que este se diera la vuelta con el objetivo de mover el congelador.
—¿Estáis seguros de que buscamos en el lugar adecuado?— Preguntó Kol sabiendo que podía existir la posibilidad de que Klaus ya no estuviera en el lugar donde el hechizo les decía.
—El túnel cruza toda la ciudad, Marcel habrá guardado una parte para usarla de mazmorra personal.— Explicó Freya sabiendo que era un sitio muy ingenioso, principalmente porque nadie usaba los túneles ni se les ocurría la genial idea de querer bajar a ellos por simple capricho.
—Ingenioso y sádico...— Comentó Elijah sorprendido por la gran idea que Marcel había tenido al usarlos para aquel propósito, principalmente por que era de los pocos vampiros que les conocian. —Bien hecho Marcel.— Añadió impresionado, al parecer sí había aprendido varias cosas de los Mikaelson.
—Díselo cuando venga a matarnos, puede que tus alagos le detengan.— Comentó Kol mostrando que todo lo que hacían era para terminar muertos.
—Cinco años y algunas cosas nunca cambian.— Murmuró Astrid viendo que las peleas familiares siempre estaban a la orden del día, sobretodo con los Mikaelson.
—Vale, todo listo.— Intervino Josh. —Bueno, suerte, mucha mierda y yo me largo de aquí.— Añadió mostrando el gran deseo que tenía por alejarse de los Mikaelson.
—¿Para qué te chives a Marcel?— Inquirió Kol sabiendo que lo primero que haría Josh seria buscar a Marcel y contarle que los Originales habían regresado. —No, ni de coña.— Aseguró haciéndole ver que no se iba a librar de ellos con tanta facilidad.
—Rompele el cuello, cuando despierte ya habremos terminado.— Sugirió Freya sabiendo que debían de ir cuanto antes, el tiempo era muy limitado.
—¿Y si se despierta antes?— Sugirió en este momento Leonidas, sabiendo que podía existir la posibilidad de que el vampiro se quedara solo y despertara antes de que pudieran huir.
—Entonces matale.— Respondió con obviedad la bruja.
—Estoy aquí chicos.— Les recordó Josh, observando que estaban discutiendo si le dejaba o no con vida.
—No vamos a matarle.— Sentenció Astrid sabiendo que lo que menos les convenía era matar a Josh, ninguno quería más problemas por eso debían de evitarlos.
—Ya, puede que no. Es valioso para Marcel.— Comentó Elijah mientras se quedan pensando quien sería el afortunado que se quedaría a hacer de niñero. —Kol, Leonidas, ¿os importa?— Quiso saber mientras miraba a los dos vampiros.
—Me encantaría una copa y acabar con cualquiera que intente seguirnos. ¿Tu que dices Leo?— Sonrió Kol mostrando que prefería hacer de niñera que ir a una muerte segura.
—Me he pasado cinco años en una Chambre de Chasse, estoy deseando beber hasta perder el conocimiento.— Sonrió Leonidas mostrando que al igual que Kol le encantaba la idea de tener que quedarse allí, principalmente para poder beber alcohol de verdad.
—Entonces vámonos, perdemos el tiempo.— Sentenció Freya sabiendo que debían de irse de forma inmediata.
—Estupendo.— Murmuró Josh al ver que se iba a quedar con ambos hasta que Klaus quedara libre.
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—Niklaus, hermano.— Le llamo Elijah al ver a su hermano sentado en el suelo, medio inconsciente.
—Déjame.— Le pidió Freya, forzando la cerradura con magia para después los tres entrar.
—Niklaus, estamos aquí.— Dijo de nuevo Elijah, esperando que su hermano fuera consciente de su presencia.
—Es un hechizo de protección.— Les informó Astrid al ver la barrera invisible que les impedía sacar al híbrido.
—Es fuerte, se ha reforzado con el tiempo así que me va a costar romperlo.— Admitió Freya analizando el hechizo.
—No tenemos tiempo.— La recordó Elijah sabiendo que no sabían cuanto tiempo podía estar ganando, para ellos, Rebekah.
—Podría probar con fuerza bruta, pero necesito canalizar a alguien.— Sugirió Freya sabiendo que solo de esa forma podrían liberar a Klaus más rápidamente que rompiendo, de forma definitiva, el hechizo.
—Yo lo haré, Elijah tu vigila.— Se ofreció Astrid, haciendo que ambas se dieran la mano para a continuación Freya empezar a recitar el hechizo que rompería, por unos minutos, aquella barrera.
—Freya.— La llamo Elijah al escuchar como alguien entraba en el complejo, y ese alguien solo podía tratarse de una persona: Marcel. —Pase lo que pase no pares hasta que Niklaus sea libre.— La pidió para a continuación marcharse, dejando a Freya canalizando a Astrid mientras repetía una y otra vez la misma frase.
—Tengo que ayudarle.— Le dijo Astrid a Freya al escuchar como Elijah y Marcel peleaban.
—No, aun no. Ya casi estoy.— La pidió mientras seguía recitando el hechizo, hasta que finalmente tuvo la fuerza suficiente como para romperlo por su cuenta. —Corre, ve.— Añadió sabiendo que su hermano pequeño podía correr el riesgo de morir.
—Astrid déjanos.— La pidió Elijah a la hibrida al ver como esta se interponía entre ambos.
—Sí, esto es entre él y yo.— Alegó Marcel queriendo evitar hacer daño a alguien más, ya que a la única persona a la que quería herir era a Elijah.
—¿Y si me quedo dejaras huérfanas a mis hijas?— Le preguntó a Marcel, mostrando que ella no iba a dejar de lado a Elijah, ni a ningún miembro de su familia.
—Esta no es tu lucha.— Alegó Marcel sin entender porque, después de cinco años, Astrid se exponía de aquella forma cuando él nunca había querido hacerla daño.
—Sí lo es.— Sentenció mirándole con seriedad. —Mis hijas necesitan a su padre, Marcel.— Le recordó mostrando que todo aquello lo hacía por sus hijas.
—Yo tuve a Klaus como padre y no acabo muy bien, tus hijas están mejor sin él.— Sentenció el vampiro mejorado creyendo que aquellas niñas lo único que conseguirían teniendo a Klaus como figura paterna seria caos en su vida, muerte y destrucción.
—Llévate a Niklaus y vete.— La pidió Elijah a Astrid mostrando que sí él debía de quedarse lo haría con tal de que su hermano saliera de aquella prisión.
—No irá a ninguna parte, Elijah, y tu tampoco.— Aseguró Marcel mostrando que sería capaz de todo con tal de evitar que Klaus y Elijah se fueran.
—Basta, tu ganas.— Sentenció Astrid dando su brazo a torcer en aquella pelea. —No podemos vencerte, te lo suplico deja que nos vayamos.— Le pidió esperando que de alguna forma, Marcel sintiera compasión por aquella familia que le acepto.
—¿Por qué? ¿Por qué crees que eso sería justicia para tu familia? También eran mi familia, y Elijah me arrancó el corazón y me tiro de un puente. Mientras que su hermano se quedó allí, mirando. Sólo queda una justicia.— Sentenció el vampiro, justamente cuando Klaus le clavaba el cuchillo de Papa Tunde.
—Klaus.— Murmuró Astrid aliviada al mismo tiempo que los cuatro salían corriendo sabiendo que debían de sacarle la máxima ventaja a Marcel.
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—Nik.— Sonrió Rebekah mientras se acercaba a su hermano mayor y le abrazaba.
—Ya le abrazaras luego, tenemos que irnos.— Les indico Freya mientras salían de la alcantarilla.
—Marcel viene detrás, vamos.— Añadió Astrid sabiendo que debían de irse de forma inmediata, sino se convertirían en blancos fáciles para él.
—En realidad estoy aquí.— Sonrió el vampiro poniéndose delante de todos ellos. —No debisteis volver, ninguno.— Les advirtió.
—Es lo que hacen las familias, luchamos por los nuestros.— Intervino en ese momento Taylor poniéndose al lado de Astrid.
—Ya, eso dicen aunque a mi no me funciono, ¿verdad?— Comentó, mostrando que en el fondo lo que le afectaba era que los Mikaelson nunca le hubieran llegado a aceptar
—Por el amor de dios, no eres un Mikaelson superalo ya.— Intervino Kol.
—¿No tienes una ciudad a la que dirigir? ¿Vampiros que echar de la ciudad?— Inquirió Leonidas con burla, haciéndole ver que ellos solo querían sacar a Klaus de allí e irse todos juntos lejos de aquella ciudad.
—Sí quieres matar a uno, tendrás que matarnos a todos.— Sentenció Rebekah dando un paso al frente, haciéndole ver a Marcel que por mucho que la quisiera también tendría que enfrentarse a ella.
—Oye, no me provoques Rebekah.— La advirtió Marcel, mostrando que si tenía que hacerlo, no dudaría en hacerlo.
—Entonces adelante, acabemos con esto de una vez.— Sentenció Kol mostrándo que estaba más que listo para hacerle frente.
—Ya basta.— Intervino en este momento Klaus. —Ya basta, Marcel. Has ganado. Nueva Orleans fue nuestra ciudad, ahora es tuya, para siempre.— Sentenció mostrando que Nueva Orleans no era tan importante para él como el simple hecho de dejar con vida a toda la familia.
—¿El gran Klaus Mikaelson acepta la derrota? ¿O está es otra distracción?— Preguntó Marcel con burla, mostrando que no se creía del todo que los Originales, al completo, aceptarán que habían perdido.
—Ninguna de las dos.— Sentenció el híbrido mirando al hombre que tiempo atrás fue como un hijo para él. —A pesar de tu comportamiento te ofrezco una oportunidad para la paz, sí intentas matarnos a todos cometeras un error.— Aseguró Klaus sabiendo que lo último que Marcel quería era que hubiera un Original en su contra, puede que él fuera fuerte pero nada se comparaba a la inteligencia de un Mikaelson cuando se trataba de vengar a alguien de la familia. —Quien sobreviva buscará venganza, y traerá a nuestros enemigos de vuelta a la ciudad, siguiendo nuestros pasos. Y aunque nos mates a todos, algún día mis hijas vendrán a por ti, y después sus hijas lo harán, y así el resto de tus días. Caerás en un ciclo de violencia sin fin.— Explicó mostrando que hiciera lo que hiciera de alguna forma encontrarían a alguien que fuera en contra de Marcel o que le causara problemas. —O nos vamos para no volver jamás.— Añadió esperando que el vampiro fuera inteligente y aceptará la segunda opción, la cual era la más sensata.
—Menuda cara tienes, después de tanto tiempo enterrado.— Dijo Marcel sorprendido por su comentario. —Sí, aquí estas con esa cara seria vendiéndolo como si fuera decisión tuya, pero la verdad es que podría mataros a todos, y esta noche dormiría como un bebé. Eso es lo que tu harías.— Alegó mostrando que había aprendido demasiado bien de su mentor, como solía decir el aprendiz superaba al maestro. —Has destrozado a más gente, arrebatado más vidas y acabado con más familias que cualquier otro ser vivo. Y todo por que puedes hacerlo.— Le recordo. —Pero hay otra verdad, a pesar de haberme criado con vosotros no soy como ninguno de vosotros. De hecho, estoy orgulloso de no ser un Mikaelson. Os he vencido sin convertirme en vosotros, y ahora podéis vivir el resto de vuestra vida sabiendo que la única razón por la que existis, es porque os muestro misericordia.— Les recordó sabiendo que lo peor que llevarían los Mikaelson era saber que habían sido derrotados. —Marchaos y no volváis jamás.— Sentenció haciendo que los ocho se dirigieran a los coches que Taylor había conseguido para poder irse.
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—¿Sabes? Me apetece beber.— Comentó Leonidas una vez que se bajaron del coche, haciendo que su hermana le mirase con una expresión de pocos amigos.
—Creo que deberíamos de hablar sobre tu problema con la bebida después de salir del ataúd.— Sugirió, haciendo alusión a que siempre que Leonidas salía del ataúd se cogía una borrachera que podía llegar a durarle días.
—No me juzgues, he estado cinco años en una ilusión donde por muy real que pareciera no era la realidad.— Alegó Leonidas haciendo que Astrid sonriera divertido.
—Yo también te echado de menos.— Sonrió para después su hermano abrazarla.
—¿Qué pasa?— Preguntó Elijah al ver que Klaus parecía nervioso.
—Cinco años, nunca se me han hecho tan largos.— Admitió mientras miraba la casa, sabiendo que dentro se encontraban sus hijas, y una de ellas aún no la conocía. —Gracias, por no abandonarme.— Admitió mirando en esta ocasión a Rebekah, sabiendo que de todos ellos, ella hubiera sido la única que podría sobrevivir.
—Bueno, nos lo planteamos. La votación fue muy reñida.— Comentó Rabekah sarcásticamente haciendo sonreír a su hermano, para después Elijah y ella dirigirse hacia la casa, así como ya lo habían hecho Kol, Freya y Leonidas.
—¿Estas bien?— Preguntó Astrid acercándose a Klaus, al ver que seguía nervioso y eso pocas veces pasaba.
—Teniendo en cuenta el encarcelamiento, la tortura y el aislamiento...— Empezó a decir sabiendo que todo aquello había sido por un bien común, el bien de su familia era mucho más importante que su propio bien.
—Sí sirve de consuelo, lo siento. No imagino como habrá podido ser.— Admitió sabiendo que si para ella había sido desesperante, para Klaus... debía de haber sido una completa agonía.
—Tuve momentos de consuelo, que me mantuvieron cuerdo. Gracias a ellos estoy aquí.— Admitió mientras Asttid empezaba a subir las escaleras de la entrada.
—¿Significa qué estás preparado para ver a tus hijas?— Preguntó mirando al híbrido el cual se quedó en silencio al ver que de alguna forma no se sentía preparado. —Vamos.— Le animo mientras comenzaba a caminar, siendo seguida por Klaus para después los dos entrar dentro de la casa y guiarle hasta la habitación de Astrid, donde siempre que se iba Hope y Eliana dormían, la mayoría de las veces siempre dormían juntas. —¿Quieres que las despierte?— Preguntó mientras ambos observaban como las dos niñas dormían, siendo para Klaus la escena más adorable que había visto, principalmente por qué era consciente de que aquellos cinco años habían sido poco tiempo para ellos, pero esos cinco años habían sido la vida entera de una de sus hijas.
—No, dejémoslas dormir.— Sonrió mientras Astrid se marchaba, para a continuación Klaus quedarse mirando a las dos niñas, las cuales ocupaban toda la cama, ya no solo por su presencia, sino por los respectivos peluches a los que estaban aferradas.
★★★
Finalmente Klaus ha visto a sus hijas por primera vez en su vida.
Madre mía que ganas de que leáis los próximos capítulos, porque si ya amamos a Klaus como padre con Hope, con Eliana vamos ya le vais a adorar.
Bueno al margen de ello, vamos a ir primero a la primera escena.
Admito que Marcel fue inteligente al tratar a Klaus de esa manera, ya que lo que buscaba era perturbar su espíritu y su mente, y seguramente lo consiguió, pero a fin de cuentas Klaus jamás será Marcel y aún hay piedad en él.
El hecho de que Freya este dispuesta a luchar por Klaus muestra lo importante que es para ella, y que no tiene ese mismo rencor que el híbrido tiene a veces, creo que ese es un gran detalle que quería destacar.
Por otro lado, Astrid, obviamente la duele ver a Klaus así, pero debe de ser fuerte, debe de serlo porque en esos momentos debe de ser, junto a Elijah, los que más mantengan la mente libre, a fin de cuentas son los hermanos mayores.
La escena de Elijah enfrentándose a Marcel y casi ofreciéndose como sacrificio es algo admirable de él, teniendo en cuenta todo lo que va a ocurrir después...
Aún así se que amáis la intervención de Astrid, a fin de cuentas ella juega con dos factores a su favor, el primero Marcel la tiene muchísimo más aprecio de lo que imaginan todos, y segundo, no dejaría a las niñas sin su madre, así que... Además de que seguimos teniendo a Carina por ahí, rondando.
Eso sí, la aparición de Klaus es tan icónica como la de cualquier Mikaelson.
Ahora, con respecto la reunión Mikaelson, bueno el lugar deja un poco que desear, y amo ver a Rebekah y a Klaus tan unidos, a pesar de todas las jugarretas que este la ha hecho.
La reaparición de Marcel... bueno admito que se le subió los aires de poder a la cabeza, y que les amenazca... Al final Kol es el único capaz de decirle las cosas a la cara, y es cierto, Marcel siempre quiso lo que los Mikaelson tiene, y lo tiene o lo tuvo, solo que como Finn, estaba muy cegado por el odio, aún así él aprende a verlo, las hermanas Mikaelson consiguen enseñárselo.
La mini escena entre Leo y Astrid, vais a amarlos esta temporada, aunque veréis algo muy impactante y será a Astrid anteponer algo a sus propios hermanos, y ese algo es sin duda sus hijas, al final el amor que siente por ellas es aún más grande.
Y finalmente, tras mucho esperar la primera escena Klastrid, aunque habrá más os lo prometo.
Pero creo que esta escena de las que más me gustan a pesar de ser la de la serie, porque encaja perfectamente con la personalidad de mi protagonista.
Entre nosotros, los momentos de consuelo de Klaus fueron los recuerdos que tiene de los años que Astrid ha pasado a su lado, ahora me cuestiono si en alguna de esas escenas que no tengo terminadas Klaus debería de decírselo. ¿Qué opináis vosotros? ¿Creéis que Klaus la dirá que gracias a ella ha luchado esos cinco años?
Y ya la escena de Klaus viendo a sus hijas, bueno que decir creo que es la escena más tierna que veremos en esta serie, y eso es decir mucho porque no hay mucho de ellas.
Este sábado Klaus tendrá su primera interacción oficial con sus hijas.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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